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domingo, 30 de septiembre de 2007

La Depresión otoñal: Los trastornos emocionales estacionales

La llegada del lánguido otoño trae consigo, además de la caída de las hojas de los árboles, un trastorno conocido como la "depresión de otoño". Esta alteración afecta al 30% de la población española, principalmente a mujeres de entre 20 y 45 años, aunque las cifras aumentan en los países con menos horas de luz solar durante la época invernal. Así, en zonas próximas al ecuador incide en el 1,5% de la población y en Canadá en el 10%.
Aunque la vuelta al trabajo o a los estudios siempre supone un bajón moral para casi todo el mundo, ya que se terminan los placeres del ocio vacacional, muchas personas unen a este decaimiento totalmente normal, otro tipo de síntomas generados por el cambio de estación.

El cambio de estación es el causante de una tristeza propia del otoño que se califica como depresión otoñal o, según la terminología de otros expertos, síndrome afectivo estacional. Las modificaciones de los ritmos vitales derivadas de la reducción de horas de luz y de la llegada del frío son el origen de este trastorno psicológico.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes suelen ser la desmotivación, la sensación de tristeza y la reducción de las habituales energías. Estos síntomas, que no son alarmantes y que irán desapareciendo conforme el organismo se adapte la nueva situación estacional, pueden agravarse con problemas de concentración, alteraciones en el sueño, irritabilidad, desórdenes alimenticios, disminución de la libido, entre otras manifestaciones.

Sin embargo, ninguno de estos cambios llega a provocar malestar clínicamente significativo o deterioro social o laboral, no considerándose una patología mental. es decir se considera algo pasajero. Si su persistencia aumenta más allá de 2-3 meses ya podemos estar hablando de un trastorno afectivo que requiere ayuda profesional de un psicologo/a.
Causas: ¿Porqué aparece?

La causa se encuentra en nosotros mismos y nuestro organismo: dependiendo de la luz solar existente, el cerebro envía órdenes a ciertas hormonas, sobre todo la melatonina, que se encargan de regular el sueño, la temperatura corporal o la sensación de hambre. La producción de la melatonina es mayor con la reducción de horas de luz, y a la vez disminuye la cantidad de serotonina, otra hormona que tiene que ver con el estado de ánimo.
Se ha comprobado que la melatonina alta provoca una reducción de serotonina. Eso explicaría el bajón anímico que supone el otoño para cualquier persona. El problema se puede agravar si el paciente tiene tendencia a sufrir depresión, ya que la simple reducción de horas de sol será el desencadenante natural de un nuevo proceso depresivo. Se ha comprobado que personas que tienen tendencias a sentirse deprimidas y ven siempre de forma negativa su vida y su entorno tienden a sentirse peor en esta época del año.


Como combatirla
La conducta, las salidas y los contactos sociales

Los expertos recomiendan no dejarse llevar por esa sensación de decaimiento y tristeza, que actúa como un círculo vicioso: tristeza->aislamiento e inactividad->pensamientos negativos->tristeza.... . De este círculo nos cuesta siempre mucho trabajo salir. Llevar una vida activa y encontrar nuevos puntos de motivación personal pueden ser claves para sobrellevar los nuevos hábitos y costumbres que llegan con el otoño. hacer ejercicio, proponerse hacer algunas cosas durante el dia, con objetivos concretos, salir de casa, reunirse con amigos/as...puede ser muy terapeútico.

La alimentación: pieza clave

La baja temperatura corporal que provoca un nivel alto de melatonina hace que muchas personas que padecen depresión otoñal tiendan a comer demasiados alimentos con alto contenido calórico. Si a esta circunstancia le añadimos la ansiedad que genera la tristeza y la desmotivación propia de esta patología, podemos encontrar casos de serios trastornos alimenticios (subida de peso, malas digestiones, empachos...).
En otros casos, un estado anímico bajo provoca pérdida de apetito en el paciente, con lo que éste no podrá elevar sus ya de por sí mermadas energías. Los expertos consideran clave una buena alimentación, sana, ordenada y equilibrada, para pasar el bache anímico que supone la llegada del otoño.
El hierro, presente en las legumbres, los cereales, la carne y las verduras, es un mineral básico para fortalecer el organismo, por eso no debe faltar nunca, y especialmente en otoño. Las vitaminas y minerales han de estar presentes en la alimentación, por eso no deben escasear buenas provisiones de verduras, frutas, cereales y productos de origen animal. La vitamina C, además, es vital para no caer en los típicos catarros.
Los frutos secos, que se encuentran en el mercado en gran variedad precisamente en esta época, son fundamentales para aumentar de manera saludable nuestras reservas energéticas. No debemos olvidarnos de las proteínas y los hidratos de carbono, los mejores carburantes para nuestro cuerpo.
Tampoco olvides tomar un desayuno completo antes de comenzar el día. Te ayudará a renovar tus energías: zumo de naranja (vitamina C), fruta (vitaminas y minerales), cereales o tostadas (hidratos de carbono y minerales) y café con leche (el café te despejará y la leche te suministrará proteínas y calcio).

Video descriptivo de la Depresión: A continuación encontrará un video sobre lo que significa la depresión. Es divulgativo.




Cuentenos su experiencia de la Depresión Otoñal...será muy útil para nosostros y para los demás. ¿Ha notado los síntomas? ¿Que ha hecho para combatirlos? ¿Como se ha enfrentado a ellos? ¿ha tenido problemas que le han costado superarlos? ¿Que consejos le daria a quien los haya sufrido?. Escríbanos su comentario... Muchas Gracias.

2 comentarios:

Valeria dijo...

El informe sobre la "depresión otoñal" me ha servido mucho para aclarar las dudas que tenía sobre este síndrome afectivo estacional que se da con la llegada del otoño. Vivo en España y estamos entrando en otoño, hace unos días ha cambiado el estado del clima, se prevee una semana de lluvias y descenso en las temperaturas; con este cambio he sentido una sensación de tristeza, de desgano, de decaimiento general, falta de motivación en hacer las cosas que de costumbre hago con mucho placer. Entonces no me permití pensar que es algo abrumador lo que me está pasando, me puse a buscar por internet los cambios emocionales que aparecen con el advenimiento del otoño y he dado con ustedes que me han explicado perfectamente lo que me sucede. Pienso que lo importante es, ante todo, no encasillarse en que uno está mal y depresivo, hay que buscar ayuda, acudir a los profesionales, informarse sobres estos temas y no ahogarse en un vaso de agua. Gracias por ayudar a ayudarme.

Anónimo dijo...

Yo llevo años padeciendo sin tener conciencia de ello el hundimiento que me supone tanto el Otoño como la primavera...Padezco Trastorno Bipolar...y este año, el cambio estacional, es el mas complejo al que me estoy enfrentando, por circustancias...pero desde antes de que acabara primavera, ya me estaba preparando para lo que el otoño de traería....Está siendo duro...tan duro que tengo mucho mucho miedo de no llegar a mañana...pero por primera vez en mi vida, oigo una vocetita que me dice..."es el Otoño!! , no te dejes vencer!!"...no se que ocurrirá...no se quién ganará...