
Los psicólogos coincidimos en que el punto inicial en que nos fijamos en una pareja potencial suele ser la atracción sexual que provoca aparte de reacciones biológicas, alteraciones nerviosas, cambios de ritmo cardiaco... Pero aparte de esto se sabe que el deseo está muy mediatizado por las características psicológicas y la experiencia personal que condicionan los criterios que utilizara una persona para elegir a su pareja.

De acuerdo con Garduño (2002), la principal causa de noviazgo
- Para las mujeres es la atracción, después de la amistad, el tener alguien con quien puedan hablar, compartir, admirar, querer y satisfacer la necesidad de no estar sola, además de que tengan intereses en común.
- Para los hombres la principal causa de noviazgo es el interés físico, la amistad, la diversión y el gusto por la aventura.
Para algunas investigaciones el factor más importante y recurrente en la población en general en la atracción es el de gentileza, es decir, tendemos a buscar en el hombre que sea: educado, caballeroso, atento, detallista; y la mujer que sea: tierna y cariñosa, donde los dos tengan sentido del humor y sean románticos.
Por otro lado, el factor menos relevante en la elección de pareja, tanto en hombres como en mujeres es el sociocultural, que se refiere al nivel económico de la persona o la cantidad de bienes , lo que rompe muchos esquemas sobre la elección de pareja.
A pesar de la coincidencia en la definición de los factores más y menos importantes para hombres y mujeres, el segundo factor más relevante para ellas es el apoyo, el cual representa la necesidad de contar con alguien para seguir adelante en la vida, capaz de proporcionar seguridad, comprensión y ayuda. Este factor de apoyo no es importante en la elección de pareja de los hombres, ya que es el segundo factor menos relevante en este grupo.

- Amar con una intensidad lo más espectacular posible (de cine, y si no es así nos parece que no puede funcionar).
- Debemos basar ese amor en un respeto amistoso, en un democrático tu y yo, de forma que tu pareja debería ser tu mejor amigo/a, y al mismo tiempo hemos de aceptar estar en el mundo social dando importancia a la realización profesional de él y de ella.
- Relación abierta a cada una de las redes de amigos/as: No hay que dar la espalda a los amigos/as la amistad porque es perjudicial encerrarse en la cueva de una relación exclusiva, que sería vista como excesivamente oscura y agobiante, y al mismo tiempo hay que conservar una sana individualidad, un espacio personal e intransferible (con aficiones, hobbies, amigos propios...).
- En el caso de tener hijos, hay que tener hijos con los cuales haya un vínculo tierno y amoroso (no como el antiguo temor con el que nos antepasados tenían a raya a los hijos).
- Tener habilidades de comunicación (ya hablamos de las dificultades de comunicación, para ver consejos para mejorarla pincha aqui http://ayuda-psicologia.blogspot.com/2006/11/la-comunicacin-en-la-pareja.html )
Según una encuesta del CIS: el carácter, el físico y la forma de ver la vida es lo que casi siempre determina que nos fijemos en una persona determinada. El cariño parece ser el motivo principal por el que las parejas siguen unidas después de varios años de convivencia. Los estudios realizados sobre la atracción personal demuestran que nuestras preferencias cambian después de la adolescencia, por la parte femenina se busca una pareja que represente "brillo social, don de gentes"...y ternura y afecto por la parte masculina. Alrededor de los treinta años tanto hombres como mujeres buscan en su potencial pareja aficiones comunes, afinidad laboral... una persona con la que poder compartir nuestra vida. Es bastante difícil pronosticar el éxito o el fracaso de una relación en su inicio, mucho más teniendo en cuenta que, cuando se inicia una relación las personas tendemos a comportarnos inconscientemente de una forma distinta a como somos realmente. El carácter de cada uno será lo que lo determine.
La teoria de la atracción de polos opuestos: la media naranja
Hay una teoría muy extendida que argumenta que personas con caracteres muy distintos se atraen porque se complementan (la teoría de la media naranja). Estas son relaciones de compensación, que muchas veces tienen un resultado difícil, ya que están basadas en la dependencia. Lo que suele ocurrir en estas parejas es lo siguiente: En un principio es una relación gratificante y excitante para el miembro de la pareja de carácter más débil porque su compañero le resuelve todos los problemas; para la persona del carácter más fuerte también porque le sube la autoestima. Al pasar el tiempo, la persona débil aprende a ser fuerte y deja de depender de su pareja, con lo que la relación se rompe, porque ya no se gratifican mutuamente; sino es así la relación de dependencia será cada vez mayor, el sumiso vivirá para la relación y tendrá miedo de que esta se rompa, el dominador sentirá como una carga de que la otra persona dependa de él. Ninguno de los dos disfrutará de la relación.
¿Porqué tropezamos dos veces en la misma piedra? ¿Porqué iniciamos relaciones abocadas al fracaso? Parece que los errores más comunes que solemos cometer son:
- Tendemos a vincularnos demasiado jóvenes a una persona, lo que puede provocar que evolucionemos de forma distinta y después la relación no funcione al tener intereses y valores distintos.
- Estereotipamos a las personas con poca información, lo que hace que tengamos una imagen que es ficticia y no real.
- Presuponemos que ciertos rasgos de personalidad van unidos, de forma que si una persona es simpática, también ha de ser inteligente.
- No hacemos suficientes preguntas, preferimos ocuparnos de las cosas positivas y de las razones que nos permiten amar a una persona y no analizar las cosas o puntos que nos separan o que no nos gustan.
- Por miedo a que la relación no funcione, transigimos prematuramente creando una falsa sensación de armonía auto-engañándonos.
Parece observarse una tendencia a emparejarse selectivamente por el parecido en inteligencia, pero rasgos básicos de la personalidad como la dureza de carácter, la extraversión o la inestabilidad emocional no parecen desempeñar un papel relevante en la elección de pareja.
MITOS A SUPERAR EN LA PAREJA CUANDO COMIENZA:
•NO SOMOS MEDIA NARANJA: El mito de la media naranja nos lleva a pensar que somos una mitad en busca de la otra mitad que nos complemente. Aunque con carencias, somos unidades enteras que tienen que responsabilizarse de su propia felicidad.
•NO HAY QUE SER TODO DE LA OTRA PERSONA. “Sin ti no soy nada”. Este mito indica reminiscencias del vínculo materno-filial. Cortar el cordón umbilical es llegar a ser autónomo y, por tanto, libre.
•EL VERDADERO AMOR NO ES FUNDIRSE CON LA OTRA PERSONA. La fusión con la pareja es imprescindible en momentos puntuales, pero precisamente para llegar a esa fusión hay que saberse un ser único y separado.
•JUNTOS PARA TODO NUNCA. La pareja ha de comunicarse y compartir, pero sólo se podrá
compartir un espacio cuando éste se posee, cuando cada cual tiene su parcela que mima y enriquece para uno mismo, del que después hará participé al otro.
•HAZ FELIZ A TU PAREJA Y TU PAREJA TE HARÁ FELIZ A TI: EL AMOR NO ES TAN
SIMPLE. La felicidad sólo puede ser compartida y ofrecida cuando cada una de las partes
es feliz por sí misma. Entonces se podrá ser generoso y compartirla con el otro.
•HAY QUE SER UN INCONDICIONAL DEL OTRO: UN ERROR. Si la pareja no nos corrige cuando debe hacerlo, tampoco nos aplaudirá. Si se impone la condescendencia generada por la obligación del vínculo, es muy fácil terminar en la indiferencia.
•HAY QUE SER ADIVINO DEL OTRO: ESTO NO ES MAGIA. Nadie puede saber con certeza qué piensa y qué siente su pareja. Ni siquiera uno lo sabe de sí mismo. Jugar a adivinar o ser adivinado genera incomunicación.
• LOS PROBLEMAS DE PAREJA NO SE COMENTAN: el silencio no ayuda. No se trata de aguantar y luchar por el matrimonio, se trata de buscar ayuda para uno/a mismo/a. Hay que recuperar a la persona. Tal vez así la pareja pueda funcionar. O tal vez no.
Animate y cuentanos tu parecer...envianos tus dudas, sugerencias y experiencias a nuestro correo electrónico.