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lunes, 14 de enero de 2008

¿Necesitamos buscar como predecir nuestra vida? Las supersticiones....


No voy a tratar de convencerles de que algo que está tan arraigado en la naturaleza humana como son las supersticiones son falsas creencias. Algo que funciona en el ser humano como un instinto es casi imposible de desmontar entre las creencias del mismo. Hasta los científicos más prestigiosos caen en este tipo de pensamiento. La superstición es consustancial al ser humano.
Es frecuente encontrar en nuestra vida la apelación a la suerte, al horóscopo, al número trece, como forma de dar significado a muchas de las cosas que nos acontecen.

Las supersticiones, no fundamentadas o asentadas de forma irracional en el hombre o en la mujer, pueden estar basadas en la fe, o relacionadas con el pensamiento mágico. El practicante cree que el futuro, o que ciertas acciones voluntarias (como rezos, ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u otros rituales) o involuntarias (como la caída de sal al suelo o la llegada de un martes 13) pueden ser influidos por alguna de sus creencias o tienen una significación trascendental en su vida, y pueden condicionarla o cambiarla de tal forma que desarrollan todo un ritual alrededor de ese acontecimiento. Hay sociedades primitivas que basan buena parte de sus relaciones y de sus comportamientos en estas prácticas.

Se incluyen entre las supersticiones el curanderismo, la magia, la adivinación y sus distintas disciplinas: astrología, quiromancia, cartomancia o tarot, geomancia o feng-shui, espiritismo, etc.

Una superstición es el resultado de la forma prejuiciosa de juzgar la información que tiene nuestro cerebro. Un prejuicio cognitivo, del inglés cognitive bias ("predisposiciones cognitivas" o "sesgo cognitivo", en español), es una distorsión distorsión cognitiva en el modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios. La superstición no coincide con la ciencia ni aplica el método científico. Las seudociencias pueden considerarse supersticiones. Aunque popularmente estén muy aceptadas estas formas de ver la vida, en la práctica científica en general y en la psicología científica en particular, son consideradas como prácticas esotéricas, pseudocientíficas o basadas en creencias no comprobables.

¿De donde provienen las supersticiones?
Las supersticiones históricamente provienen de oriente y desde los romanos (que no eran nada religiosos, pero muy supersticiosos) hasta nuestros días se han ido desarrollando de diversas formas y maneras. Hoy en día pueden provenir de la generalización de una sucesión de hechos que se ha repetido un cierto número de veces; al pasar bajo una escalera alguna vez se provocaría la caída del trabajador o de las herramientas que están arriba... En ese sentido contienen una sabiduría popular común a los dichos y proverbios: "No pases bajo una escalera porque trae mala suerte". Lo que distingue a las supersticiones de la sabiduría y el sentido común es que se afirma una relación causal entre los acontecimientos debido a fuerzas supranormales: destino, poder de los astros, de los ritos mágicos, de los espíritus, etc.. Esta forma de proceder es contraria a la razón, que analiza las relaciones desde las causas inmediatas y descubre las leyes naturales que rigen las proporciones (o que, sin encontrar relaciones causa-efecto, explica los fenómenos a través de correlaciones, es decir, a través de la frecuencia en la que dos eventos se presentan simultáneamente).

En algunas sociedades humanas se aprecia un proceso de liberación creciente de las supersticiones, y a medida que se desarrollan las ciencias, se relegan las supersticiones a un puesto secundario. Así, la astrología ha sido sustituida por la astronomía, o la magia por la medicina. Sin embargo, este proceso no es lineal, como lo demuestra el auge que están teniendo la quiromancia y los exorcismos en Italia y Europa. Para el individuo supersticioso, la superstición cumple un papel positivo de estabilidad para la psiquis, por medio de los mecanismos de defensa. Observamos también que cuando la ciencia no llega a un problema (en la medicina por ejemplo cuando no se cura una enfermedad, aún mortal, se recurren todavía a curanderos o a métodos relacionados con la fe o con algún rito religioso) se recurre a estos.

En el pensamiento mágico y la magia se pretende producir resultados contrarios a las leyes naturales conocidas valiéndose de ciertos actos o palabras, o bien con la intervención de seres imaginados.

Otros temas importantes en relación con las supersticiones son: el estudio del llamado pensamiento mágico, de la religión como un tipo de creencia supersticiosa, los trastornos obsesivo-compulsivos y la esquizofrenia como enfermedad mental.

Pero...¿es el cerebro supersticioso por naturaleza?

Bruce Hood, Profesor de Psicología del Desarrollo en la Universidad de Bristol, llevó a cabo el experimento para demostrar que los esfuerzos de algunos científicos por combatir las creencias "irracionales" son finalmente inútiles.

Para demostrar su teoría, el Profesor Hood les preguntó a los miembros del público de un festival de ciencias, si estaban preparados para probarse una anticuada chaqueta azul a cambio de un premio de 10 libras esterlinas. Después de que no pocos voluntarios levantasen la mano, él les dijo entonces que la chaqueta pertenecía a Fred West, el asesino múltiple. Al oír esto, la mayoría de los voluntarios bajaron sus manos.

En realidad, la chaqueta no había pertenecido a Fred West.

El experimento demostró que la creencia de que lo era, hizo incluso a personas que se consideran racionales, sentirse incómodas.

"Es como si la maldad, una postura moral definida por la cultura, se hubiera vuelto físicamente presente dentro de la ropa", explica el Profesor Hood.

Escrúpulos similares y "creencias" comparables, que poseen hasta los científicos más escépticos, explican, por ejemplo, por qué pocas personas estarían dispuestas a cambiar sus anillos de boda por réplicas idénticas. La diferencia entre conceder importancia sentimental a los objetos y creer en la religión, la magia o lo paranormal, es sólo de grado, según el Profesor Hood.

Estas tendencias son casi ciertamente un producto de la evolución. La mente humana está adaptada para razonar intuitivamente, de modo que pueda generar teorías sobre cómo funciona el mundo, incluso cuando no pueden verse los mecanismos ni deducirse con facilidad.

Según el Profesor Hood, debido a que los humanos operamos intuitivamente, no tiene sentido instar a las personas a abandonar sus sistemas de creencias, porque ese componente irracional opera a un nivel tan fundamental, que ninguna cantidad de evidencias racionales puede erradicarlo, de igual modo que no podemos erradicar un instinto sólo porque sea lógico hacerlo.

El Profesor Hood estuvo en el Festival Anual en Norwich, presentando su trabajo de investigación sobre el origen de las creencias místicas.

"Hay quien afirma que la superstición es hija de la ignorancia de todos los tiempos y madre de las religiones en todas sus facetas".


Las personas más racionales a veces son supersticiosas
Pero la vida esta llena de supersticiones de todo tipo, con las personas, las empresas y las construcciones más curiosas: así Garry Kasparov, campeón mundial de Ajedrez (hombre que emplea la lógica de manera aplastante en su trabajo diario), dice en una entrevista "tengo predilección por el número 13. Nací el 13 de abril. Soy el 13º Campeón Mundial. Mi nombre tiene 13 letras . Así que, naturalmente, busco cualquier cosa relacionada con el número trece para sentirme cómodo. Pero al final del día, yo sé que esto es sólo una superstición y que quizás no va a funcionar. Eso no quita para que si descubro algún trece a mi alrededor, esto me haga sentirme feliz"
Kasparov tuvo también durante algún tiempo la costumbre de solicitar en los hoteles una habitación cuyo número acabase en trece. Una petición difícil de satisfacer, pues en muchos establecimientos se saltan este guarismo al numerar las habitaciones, del mismo modo que en la mayoría de los rascacielos no existe la planta 13 (se suele destinar a servicios, como es el caso, por ejemplo, del Hotel Bali en Benidorm), o que en aviación -desde hace años- no se emplea ni en la "matrícula" de los aviones ni en la numeración de los vuelos.
Por eso no se preocupe. Si Vd es una persona muy supersticiosa tiene que saber que siempre hay una razón para las cosas, aunque Vd. no la conozca. Y si no la hay o no se puede comprobar aparece lo que entonces llamamos AZAR.

Si no hay una explicación para el cómo h
an sucedido las cosas el Azar lo "explica" todo.

La dinámica de las supersticiones

Cuando por regla general las supersticiones comienzan a dominar la vida de una persona y son éstas las que dirigen su comportamiento podemos estar hablando entonces de un trastorno psicológico. Aquella persona que dirige su vida a través de las páginas del horóscopo, quien se levanta por el lado izquierdo de la cama, toca la pata de un conejo, toca madera, busca a un jorobado, echa la sal detrás del hombro...etc, etc. y todo lo hace en un corto intervalo de tiempo....es una persona con alta probabilidad de tener un problema psicológico.

Términos científicos, como: mecanismos obsesivo compulsivos o compulsión a la re
petición intentan explicar o nombrar científicamente, dinámicas del pensamiento popular que encontramos en todas las épocas, las culturas, y aún en la actualidad.

El ser humano teme lo que no conoce. A veces lo deifica y otras le atribuye un carácter maléfico. Intenta complacer a los dioses y protegerse de aquello que cree puede causarle dolor o perjuicio. Esto se da en el origen y en el principio de la superstición, concretado en unas prácticas que permitan defenderse de lo malo y atraer lo que da buena suerte y felicidad.


Durante siglos, la magia, la religión, incluso la medicina, estuvieron poderosamente entrelazadas, y aún hoy, cuando tantas ideologías se han perdido, cuando las creencias religiosas y políticas están en franca decadencia, el hombre se aferra a creencias ancestrales a modo de conjuro benefactor.

Asistimos a un nuevo florecimiento de los videntes, al auge de las echadoras de cartas, de los sanadores y curanderos, de las sectas, de los números telefónicos y páginas webs en las que se adivina el futuro y cuando ya ingresamos en el siglo XXl y las ciencias han desvelado lo que, hasta hace poco, eran misterios de la naturaleza, del cuerpo, de la mente y del espíritu decimos: "No somos supersticiosos porque da mala suerte".

Todos, sentimos alguna inclinación a pensar que tal objeto o tal vestido, tal ciudad o tal color nos traen buena suerte, mientras que procuramos huir de lo que atrae la mala suerte. En la actualidad, pocos se resisten a leer el horóscopo que los periódicos publican a diario.

Todo nos lleva a pensar que el ser humano, y más aún en nuestros días, y en la era de la sociedad del conocimiento, cuando todo se explica sobre la base de una lógica racional y científica, hay quienes necesitan la magia y el misterio, para generar alguna forma de ilusión.

En este orden de cosas, las supersticiones no deben mediatizar la vida, pero tampoco deben ser despreciadas.

Dirige tu vida y hazlo como ya hemos visto en este blog, trazate tus objetivos...tus ilusiones y tus propósitos...tu vida está en tus manos....

Cuéntanos tu experiencia con las supersticiones.....nos ayudará...escribe tu comentario....

domingo, 2 de diciembre de 2007

¿Ha sido este tu año?: Balance de los últimos 365 días de tu vida....


Durante el último mes del año, cuando terminan las clases en los colegios, en las universidades, se cierran los balances en las empresas y la gente comienza a hacer sus compras para las Fiestas, muchos se detienen a hacer un balance de lo que significó el año anterior para sus vidas. También hay quienes se proponen metas para el nuevo año. Mucha gente me pregunta si esto es bueno , la respuesta es SI! 
Esta es la pregunta que este mes -todos los años- comenzamos a hacernos cada uno de nosotros cuando se acerca la noche del 31 de Diciembre y nos disponemos a acabar un año con sus proyectos, frustraciones y logros. Es el momento en que evaluamos si un año ha sido bueno y productivo, o malo. Un buen balance siempre debe estar estar ligado a la realidad posible, a la realidad que uno vive.
Sobre todo en esta época del año, cuando el almanaque se muestra más flaco que nunca, los complejos vitamínicos se venden al por mayor y las ojeras trabajan horas extras. En un movimiento rápido, pero sigiloso, diciembre ha empezado a desfilar entre nosotros y eso, en vez de seducir, ha encrespado los bigotes y los maquillajes de más de uno. La visualización de un año que se acaba nos pone en guardia casi sin darnos cuenta, como si nuestro reloj interno nos avisara de que hay otro año más.

Mezcla de emociones
Sucede que el último mes del año no sólo acarrea un calor de otro mundo y la colorida invasión de luces, villancicos, adornos rojos y verdes. Diciembre es, más bien, sinónimo de una complicada mezcla de emociones, en la que se combinan la nostalgia por el tiempo que se despide, la ansiedad por el que llega, el cansancio por las actividades realizadas y la prisa por concretar las pendientes.
Generalmente, la apreciación de que el año tiene un inicio y un final provoca que se considere a diciembre como el tiempo límite en la consecución de las actividades educativas, laborales y profesionales, empresariales, emocionales, amorosas y cotidianas, entre otras.
Esta inevitable conciencia del fin de una etapa trae apareada otra acción propia de la época: el balance del fin de año. Es el momento en que evaluamos si un año ha sido bueno y productivo o malo e improductivo, deciamos antes.

Coherencia
La necesidad de un repaso por nuestra vida -repaso por cierto que hacemos todos consciente o inconscientemente- responde a la necesidad subjetiva de evaluar aciertos y errores. Ligado a una sincera autocrítica, el balance puede ayudar a la rectificación de algunos comportamientos y por eso, tiene importancia psicológica, social y familiar. Sin embargo, la experiencia muestra que muchas veces, cuando evaluamos el año, las promesas de cambio sustituyen mayoritariamente a lo que realmente se hace y tenemos la oportunidad de evaluarlo al año siguiente.La revisión de las cosas buenas y malas que han ocurrido durante el año que se va, provoca no solamente que las personas miren hacia atrás sino también que se propongan proyectos a concretar en el tiempo simbólico que se inicia. Sin embargo, eso puede resultar difícil teniendo en cuenta que la mezcla de emociones y cansancio domina a los sujetos durante esta época del año y que todo se percibe con una sensibilidad especial.
¿Existe alguna forma de hacer un buen balance?
Todo balance siempre es preparatorio de futuras acciones. No tendria sentido el balance si no nos proponemos cambiar con los resultados que tenemos. Por eso los resultados no han de confundirse con nuestros deseos. Lo que se estima como buen balance se refiere a si está claramente ligado a la realidad que vivimos, no sólo a los anhelos personales. Así será más posible abordar las nuevas metas. En tal sentido, es creíble que tiene mayor posibilidad de éxito la persona que guarda coherencia entre lo que piensa, dice y hace. Alguien que distingue el creer del querer. Aquellas personas que no parten de este análisis se crean una realidad ficticia que dificulta muchísimo su bienestar psicológico. Aquellas personas que crean una realidad artificial -fantástica muchas veces- sobre sus logros personales, laborales, económicos y/o afectivos tendrá mucho más lejana la felicidad futura. Es más seguir por ese camino puede llevarle a un trastorno. Así es que ojo con las fantasías sobre la vida. Una cosa son los sueños y otra muy distinta las realidades.Pero las personas reviven aquello que ya pasó y, sobre todo, lo que quedó sin realizar. Eso puede provocar un sentimiento de pérdida y, a veces, hasta de impotencia y de rabia.Pero hay que subrayar la necesidad de que, en el balance de fin de año, la persona se reconozca siempre como humana y de que no sea muy severa consigo misma. Generalmente, los adultos tienden a repasar sus fracasos con una actitud muy crítica, que no les es favorable. No ocurre lo mismo con los jóvenes, cuyos análisis se van al otro extremo, mucho más permisivos consigo mismo.
En vez de tomar una u otra postura, la persona debe reconocer sus fuerzas, capacidades y seguridades. ...Y más que nada, alumbrar su balance con la luz de la esperanza, que es la que en definitiva nos dará el empuje para formular los planes para el tiempo que viene.


¿Cómo dejar atrás los malos momentos y seguir adelante?
Los malos momentos son los efectos directos y diferidos de determinados acontecimientos. Se debe distinguir si somos portadores involuntarios de su conservación. Porque a veces, cuando creemos haberlos dejado, volvemos a encontrarlos adelante.

Detenerse a pensar y a mirarse a sí mismo es algo que muchas personas no están dispuestas a hacer, porque tienen temor.

Y es un extraordinario ejercicio. Pensar y abordar los pros y los contras, hacer una lista con ellos, viendo las ventajas y los inconvenientes de un cambio, sabiendo la importancia que le damos a cada una de las cosas que suceden si tomamos una decisión u otra, si avanzamos por un camino u otro. Si nos proponemos algo o no. Si nos dejamos llevar por las circunstancias de nuestra vida o introducimos algún cambio para mejorar o para cumplir un sueño.
No hacerlo a veces refleja un miedo -que es normal, adaptativo- pero que nos paraliza si no actuamos.

¿Cuál cree que es la mejor manera de plantear los proyectos futuros y los asuntos pendientes?

Cuando no consideramos si los proyectos efectivamente tienen una forma realista de llevarlos a cabo, tiene un asidero desde donde agarrarlos y después no los podemos realizar, es muy posible que lo percibamos como un fracaso personal. Así, sentiremos que vivimos fr acasando cuando en realidad existían grandes dificultades o directamente una imposibilidad de hacer la cosa que nos habiamos propuesto.
Es importante saber que no hay que forzar los proyectos con una exigencia formal de uan fecha determinada. Estos se priorizan naturalmente, de van dando por maduros.... No sirve de nada decir el 1 de Enero cambio de trabajo, saldré al extra
njero, tendré pareja, me divorciaré... Sólo aquellos que conlleven conflictos que inviten a su postergación permanente y sostenida para ponerlos en práctica son a los que hay que ponerles un límite, una vez madurados.... ya que de no hacerlo estaremos siempre con un conflicto permanente que nos nos dejará ser felices.Los temas pendientes son expresión directa de lo dependientes que somos. La posibilidad de concluir con ellos es, luego de una reflexión no eterna, decidir. Esto ofrece un alivio marcado y ayuda a comprender que las demoras residen en creer que los problemas se solucionan cuando en realidad se superan. No olvidemos que siempre tiene mayor posibilidad de éxito la persona que guarda coherencia entre lo que piensa, dice y hace.
Un ejemplo de balance y propósitos
El director de una fábrica de cerveza, por ejemplo, se había propuesto una meta en 2007 y pudo cumplirla: volver a cantar después de 23 años, y ofrecer un recital con el grupo que integró en aquella época. Era todo un desafío, porque ya había perdido contacto con los demás y algunos viven en otras provincias españolas.
“Uno vive poniendo excusas para dejar de hacer ciertas cosas y se escuda en las obligaciones, en la falta de tiempo. Hace un año me planteé qué es lo que yo quería hacer y tenía postegrado -recordó-. La música es algo que a uno le llena mucho la vida, pero yo la había dejado a un lado por completo. Reconocí que me estaba privando de disfrutar lo que me gustaba”.
A pesar de las dificultades, en marzo emprendió la tarea. Pudo retomar el contacto con sus colegas y les contagió el entusiasmo. En noviembre pasado se produjo el emotivo concierto “¿Para qué cantamos?”, que reunió en el escenario de su pueblo a todos y todas los que cantaban. Rindieron homenaje a un integrante fallecido y recibieron una calurosa acogida del público.
“Cambiar de actitud ante la vida no es dejar lo que tenemos, sino mirarlo con otros ojos. Al tiempo para realizar otros proyectos se le obtiene organizándonos mejor. Uno pierde mucho tiempo en cosas que no son importantes”, opinaba nuestro protagonista.

Balances y propósitos

Cuando un año se termina, uno puede reconocer qué logró o no de lo que se había propuesto. Aquello que pasó ya no se puede cambiar, de modo que la gran pregunta es: ¿Qué tengo para aprender? ¿Estoy dispuesto/a a aprender de lo que he vivido?

Esta época - ya lo hemo
s dicho- es propicia para hacer un balance. No desde una crítica destructiva o descalificadora de lo logrado, sino agradeciendo los logros y haciéndome responsable de lo que faltó. Aceptar, entender y perdonar. Si no puedo hacer eso, en vez de quedarme mirando para el futuro termino el año mirando para el pasado. Cuando vivimos la vida mirando para atrás nos pasan cosas distintas que cuando miramos para adelante.

Hay personas que cuando terminan el año salen corriendo de vacaciones para tratar de no parar la acción y no tener que detenerse a pensar. Y no paramos para no mirarnos, por miedo de que no nos guste aquello que veremos en nuestro análisis. O bien no confiamos en que lo podamos cambiar. Si miráramos con apertura, podríamos generar un estado de ánim
o que nos permitiera aprender.
Los expertos opinan con frecuencia que a menudo las personas no saben disfrutar de los logros. Es otro problema de personas que no se paran a analizar los logros obntenidos y saborearlos. Eso impide generar más entusiasmo. Uno crea la vida que quiere a partir de un estado de ánimo que tiene que ver con la ambición, con la pasión y las ganas de hacerlo. Si uno piensa que todo va a seguir igual y que no puede hacer mucho más, o si lo paraliza el miedo de perder lo que tiene, termina haciendo más de lo mismo.
Y la rutina y la desidia comenzarán a apoderarse de su vida. O bien adoptar una mortecina costumbre de "vivir por vivir".

Construir el futuro
Si uno vive la vida desde la celebración, es capaz de mirar los logros que obtuvo este año y sentirse satisfecho con lo que consiguió. A la hora de pensar en los proyectos para el año próximo, estará dispuesto a correr más riesgos y a jugar más grande. De una experiencia positiva se puede avanzar hacia otra también positiva.

Habitualmente construimos el mundo que queremos en función de modelos o de puntos de vista preestablecidos. Los puntos de vista o los modelos preestablecidos nos permiten construir, pero también nos limitan, nos encorsetan. Es necesario eliminar los rígidos prejuicios sobre la realidad. Si tengo la mirada de otros observadores puedo ampliar mi hacer con distintas posibilidades para las cuales yo estoy ciego. Compartir nuestros análisis y nuestras propuestas futuras también es un buen método. Si yo le presto mis ojos a alguien, va a poder mirar mucho más de lo que no veía...y viceversa. Es un buen método para hacernos reflexionar sobre nuestros postulados previos ante cualquier situación futura. No te encierres para interpretar...
Todo cambia con el tiempo en nuestra vida: lo que ayer pusimos en nuestro balance en la columna del haber puede cambiar hoy a la del debe (el ansiado nuevo trabajo ha podido acabar en un despido, el deseado enlace ha podido acabar en divorcio, por ejemplo). Y es que la vida de una persona siempre tiene tres columnas: lo que quiso ser (anhelos, sueños,´etc), lo que creyó ser (visión de ti mismo/a realista o fantástica) , y lo que finalmente es (la realidad....)
.

Esta contabilidad de triple entrada, este trabajo de construir o reconstruir nuestra vida –hacia atrás o hacia delante pues la construcción implica pasado y presente- no es algo de fin de año: debería ser algo de todo el año. Debería ser un proceso permanente de análisis de hacía donde vamos y de donde venimos. Si nos pasamos la vida mirando hacia otro lado, haciendo el “yo no fui arquitecto de mi propio destino, nada tengo que ver con lo que me pasa”, el balance será negativo. El destino está en nuestras manos, en buena medida, partiendo de nuestras posibilidades, capacidades y expectativas.


Tampoco sirve para nada pretender ignorar los momentos difíciles en la vida de cada uno en estos 365 días. Si perdimos a seres queridos, por ejemplo, esas pérdidas pasan a estar dentro de nosotros, no podemos intentar desecharlas. Es mejor incorporarlas como el necesario homenaje ofrecido a la memoria: de nuestros muertos, de nuestros viajeros, de nuestras enemistades (siempre amistades añoradas), de nuestra expareja. Es así como podemos continuar.
De ahí que estos tiempos del año pongan sensibles a muchos ¿Por qué no? No hay que negarse a esa sensibilidad. El peligro es negar todo balance y correr a consumir todo lo que se nos pone por delante en estos días de ofertas muy variadas. Ese consumo como terapia ahogará el balance de triple columna: de lo que soñamos ser, de lo que imaginamos que somos y de lo que somos en realidad. Es preciso saber que luego de entregarnos a ese consumo compulsivo seguramente estaremos más tristes aún.
Apostar al compromiso responsable con nuestros deseos, negarse insistentemente a la tentación de fracasar, reclamar la injerencia en el destino de los que nos rodean, permitirse la memoria inclaudicable de las pérdidas sufridas, será siempre el mejor final y aún mejor inicio de año. Por ahí no obtendremos “felices fiestas” sino acaso “realistas fiestas”, lo que será todo un logro, para mucha gente que de verdad no logra ver en estas fechas la felicidad. Vaya para ellos nuestro apoyo a través de estas páginas digitales. El 20... será ya un año distinto.
Cuéntanos en tus comentarios cual es tu balance del año que ha pasado y cuales son tus propósitos para el año siguiente , escríbelos, compártelos, y deja que los demás los comenten , te ayudará a conseguirlos....

martes, 3 de abril de 2007

Las emociones: ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan? ¿Cómo las podemos controlar?


Son estados anímicos que manifiestan una gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un torbellino de comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes. Estas se conciben como un comportamiento que puede ser originado por causas externas e internas; que puede persistir en el tiempo, incluso, una vez que ha desaparecido el estímulo y que acompaña necesariamente, en mayor o menor grado, toda conducta "motivada".
Se puede decir, que las emociones no son entidades psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.
No es que la emoción sea exclusivamente corporal, ni tampoco sólo mental, más bien el aspecto cognitivo y las sensaciones físicas van completamente unidas como una forma integral de vivencia.
El lenguaje ordinario puede separar algún aspecto de la emoción porque le interesa remarcarlo (mira como estoy temblando, lo que me dices me parece ofensivo son mensajes que apuntan al cuerpo y a la evaluación, respectivamente), aunque la vivencia interna integre el pensamiento y la imagen de cuerpo propio
“Las emociones como los motivos pueden generar una cadena compleja de conducta que va más allá de la simple aproximación o evitación”.
Las emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la arquitectura de la mentetoma de decisiones, memoria, atención, percepción, imaginación, que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción. La interacción del organismo con el entorno constituye la matriz biológica de la experiencia subjetiva y social del ser humano, que identifica de este modo el carácter favorable o desfavorable del entorno hacia esta lucha.
Si el hombre es capaz de oponer resistencia al proceso de selección natural, es precisamente por su capacidad de imaginar nuevos entornos capaces de suavizar las emociones que más le agotan. El hombre cuenta con la capacidad de razonar aquellas emociones que le inducen sentimientos, las que pasan desapercibidas marcan nuestras respuestas involuntarias (lenguaje no verbal, inteligencia emocional).
Etimológicamente, el término emoción significa el impulso que induce la acción. En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como reacciones faciales o pulso cardíaco, e incluye reacciones de conducta como la agresividad, el llanto.

Aclarando conceptos: Aprendamos a diferenciar las emociones de sentimientos y de sentimentalismos, de la pasión, del shock emocional….

Las emociones son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos, apetitos, deseos, sentimientos o pasiones y son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración.
Se manifiestan por una conmoción orgánica más o menos visible, por los síntomas físicos que les acompañan y por la conmoción afectiva de carácter intenso; es una agitación del animo acompañada de fuerte conmoción somática.

  • Los Sentimientos: Son tendencias o impulsos, estados anímicos(orgánicos), son estados afectivos de baja intensidad y larga duración; son impresiones que causan el ánimo las cosas espirituales, son también estados de ánimo y vienen de los sentidos.

  • La Pasión: Estado efectivo muy intenso y de larga duración.

  • El Schock Emocional: Estado afectivo de intenso de muy corta duración.

  • La Difusión: estado en el que hay un rompimiento con la realidad.

  • El sentimentalismo es el carácter o cualidad de lo que muestra demasiada sensibilidad o sensiblería.

  • La sensiblería es la sensibilidad exagerada.

  • La sensibilidad es la capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas; es la capacidad de responder a estímulos externos.


Tipos y clases de emociones

Aunque varian mucho entre las distintas personas podemos considerar distintas categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta adaptativa y que ayudan a cada una de las personas a adaptarse a la situación nueva.
Tratemos de identificarla en nosotros mismos:
· Temor/Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Se produce como reacción ante la llegada rápida, intensa e inesperada de una situación que perturba nuestra costumbre. Con el miedo tendemos hacia la protección. En las emociones de miedo vivimos un aviso de un peligro que arruinaría un deseo que tenemos (de vivir, gozar de buena salud, tener una excelente imagen personal, caer bien a los demás, etc.). El aviso de peligro lo tenemos que entender como una evaluación. compleja del posible desarrollo de lo que tememos junto a las posibilidades correspondientes de contrarrestarlo con los recursos y medios que poseemos. Según a la distancia y velocidad que vemos a un coche que viene por la calle que estamos atravesando y según las posibilidades que tenemos de alcanzar la acera antes de ser atropellados tenemos un miedo más intenso, si nos vemos poco menos que arrollados, o más liviano si nuestros medios defensivos superan las circunstancias con creces.
· Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva a los hechos que estamos viviendo para saber qué pasa. También ayuda a orientarnos frente a la nueva situación
· Tristeza: Pena, soledad, pesimismo. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
· Aversión/ Disgusto: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión. Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
· Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la destrucción.
· Esperanza: Nos crea expectativas positivas sobre una nueva situación.
· Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
· Aceptación.
· Cólera: Se produce por la frustración de no obtener lo que necesitamos o deseamos.
· Frustración: La frustración se produce cuando aparece una barrera o interferencia invencible en la consecución de una meta o motivación.La frustración y los conflictos son un quehacer ordinario de nuestras vidas.

Emociones positivas
Me siento .... Siento ...
Bien > Bienestar
Feliz > Felicidad
Sano > Salud
Alegre > Alegría
Fuerte > Fortaleza
Acompañado > Compañía
etc. > etc.


Emociones negativas
Me siento ... Siento ...
Mal > Malestar
Desgraciado > Desgracia
Enfermo > Enfermedad
Triste > Tristeza
Débil > Debilidad
Solo > Soledad
etc. > etc.

Parece claro que la combinación de varias pueden a su vez producir otras nuevas sensaciones emocionales : la esperanza y la alegria pueden producir optimismo, la alegria y la aceptación nos hacen sentir cariño, el desengaño es una mezcla entre sorpresa y tristeza…

A su vez las emociones tienes diferentes grados, varían en función de su intensidad:
Enfado ------------------------>Ira----------------------------->Furia
- Intensidad >>>>>>>>>> +Intensidad

Cuanto más intensa sea la emoción nuestra conducta estará más marcada, estará más “motivada”. Existe un rango muy amplio de emociones según la intensidad de las mismas.
Las emociones primarias son automáticas y cumplen una función adaptativa y saludable dentro del organismo al ayudarnos a reaccionar inmediatamente frente a un estímulo. Cuando estas emociones no son procesadas adecuadamente sufren una "mutación" y no son superadas, quedando convertidas en emociones secundarias.
Es así como cada emoción primaria se asocia a una emoción secundaria:
· Ira > Rencor –violencia y odios patológicos–.
· Miedo > Ansiedad –fobia y pánico–.
· Amor > Dependencia.
· Alegría > Manía.
· Sorpresa > Ansiedad.
· La Tristeza > Depresión.
· Interés > Paranoia.
Un video a modo de ejemplo....
Podemos ver algunos ejemplos de cómo desconectando emoción y cognición por un trauma en el cerebro se puede dar origen a enfermedades, el síndrome de capgras pinchando a continuación















Comunicar las emociones

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

Las emociones tienen un fundamento fisiológico: neuronal y endocrino. Lo que ocurre es que en esa estructura básica se insertan conocimientos, creencias, expectativas.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hederitarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.


Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:
• Expresiones faciales.
• Acciones y gestos.
• Distancia entre personas
.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
• Temblor.
• Sonrojarse
• Sudoración
• Respiración agitada
• Dilatación pupilar
• Aumento del ritmo cardíaco

Componentes de las emociones
Componente fisiológico
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el sistema nervioso central (SNC) y que están relacionados con la presencia de determinados estados emocionales. Son tres los subsistemas fisiológicos que según Davidoff están relacionados con las emociones, el Sistema Nervioso Central (SNC), el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo.

Componentes subjetivos de las emociones
El componente subjetivo de las emociones es el conjunto de procesos cognitivos relacionados con la respuesta emocional a determinados estados del entorno y cambios fisiológicos. Piaget explica en su Psicología de la Inteligencia que algunas reacciones emocionales son producto de los procesos mentales que tratan de estructurar el entorno del individuo.
Los procesos de aprendizaje y comprensión de acuerdo a Piaget son procesos que intrínsecamente generan o requieren la existencia de estados emocionales. El componente subjetivo de la emoción es objeto de polémica. Hay varias aproximaciones, una neurosicológica, que explica las emociones de acuerdo con la conciencia individual y a la percepción humana de las mismas y al análisis de sus relaciones con la conducta y la fisiología. Otra aproximación que trata de explicar las emociones como consecuencia de los procesos necesarios para el funcionamiento de diferentes estructuras cognitivas de la mente. Una tercera y poco común trata de explicar las emociones como un conjunto de consecuencias fisiológicas y de conducta producto de la conformación de estructuras lógicas en los procesos mentales.
Todas las aproximaciones que tratan de explicar el componente subjetivo de las emociones suelen ser unas casos especiales de las otras, esto es, las emociones se generan por niveles de abstracción los cuales definen su complejidad, desde emociones superficiales resultados de percepciones elementales y reacciones inmediatas, hasta emociones complejas producto del análisis de escenarios y entornos complejos que implican elementos de la memoria y consideraciones de estados pasados, actuales y futuros del individuo, de esta forma los mismos tipos genéricos de emoción, como por ejemplo, el enojo, pueden generarse de varias formas según el nivel de abstracción, por una reacción inmediata a un estímulo nerviosos directo, como una herida, o bien como resultado de una apreciación abstracta del entorno, como al escuchar un discurso ofensivo.
Normalmente las reacciones emocionales fisiológicas observables son difíciles de diferenciar por su nivel de abstracción. La principal diferencia, la duración, depende del estado de aceptación o rechazo del individuo a las condiciones del entorno o bien a la duración de las condiciones que la provocaron. Sin embargo no queda duda que las reacciones emocionales también están relacionadas con la bioquímica del organismo. ¿Cambiará la bioquímica de los procesos mentales relacionados con las emociones dependiendo del nivel de abstracción mental que generó la emoción? ¿se requieren ciertas condiciones en la química de la sinapsis para generar determinado tipo de emociones? ¿estas condiciones varían de acuerdo al nivel de abstracción? Si es así, entonces la producción de ciertas enzimas en el cerebro determinaría la capacidad de ciertos individuos para lograr determinados estados emocionales y de ahí su habilidad o dificultad de permanecer en estos estados emocionales en los procesos de enseñanza, aprendizaje y comprensión. Si existiera una relación entre el genoma del individuo y su habilidad de comprender el mundo que le rodea, probablemente la relación se encontraría entre el componente subjetivo de la emoción y la bioquímica de las conexiones sinápticas.
Componente conductual
Es el comportamiento perceptible de los individuos relacionados con estados mentales emocionales. Se considera que las reacciones de conducta a los estados emocionales no constituyen conductas relacionadas directa o lógicamente con el estado del entorno, es decir, las conductas características de diversos estados emocionales son en general conductas emergentes. Las conductas emergentes relacionadas con las emociones pueden tener la función de transmitir o comunicar el estado emocional a otro individuo, ya sea para prevenirlo o intimidarlo, pueden ser reacciones de defensa involuntarias ante un enemigo o agresor real o imaginario (como patear el automóvil si no arranca por la mañana) o pueden ser un proceso de búsqueda de conductas adecuadas para manejar determinadas situaciones desconocidas.
El estado emocional parece ser determinante ante la disyuntiva atacar o huir de un individuo amenazado, normalmente este estado emocional se genera ante las señales emocionales representadas o transmitidas por el agresor o víctima. Muchas emociones tienen un comportamiento de relajación y posteriormente opuesto al estado emocional, después de un estado de enojo puede sobrevenir un estado de calma o incluso placer, después de un estado de tristeza puede sobrevenir cierto estado de calma o consuelo. En los niveles más elementales de abstracción la conducta emocional es más fácil de comparar entre individuos, especies o agentes (IA) al elevar el estado de abstracción, la conducta relacionada con los estados emocionales suele ser impredecible.
Como curiosidad es adecuado señalar que en algunas experiencias en las aulas demuestran que los estados emocionales de un grupo de alumnos puede ser sorprendentemente variado conforme avanza el nivel de abstracción de un concepto. Bajo determinadas condiciones dependiendo de la complejidad del concepto algunos alumnos pueden tener reacciones casi eufóricas a determinadas actividades en clase.
Aparentemente los estados emocionales permiten al individuo establecer determinados formas de apreciar el entorno y a preferir determinadas estructuras lógicas o formales para concebirlo respecto de otras, todo esto con el fin de ser capaz de obtener conclusiones rápidas y de cambiar sin necesidad de un proceso racional de un patrón de conducta o razonamiento a otro, quizás más adecuado al tipo de situaciones a las que se enfrenta, ya sea una situación práctica, social, analítica o creativa o de supervivencia.

El control de las emociones
En la búsqueda de una mejor vida, es común mirar afuera deseando encontrar "algo" milagroso que cambie nuestras condiciones inmediatamente. No existe "lo milagroso", ni una "varita mágica" que cuan "hada madrina" nos saque de las emociones "negativas". Y es precisamente en ese proceso de centrarnos en lo exterior, que generalmente obviamos una herramienta poderosa para el cambio que llevamos dentro. Esta herramienta son nuestras Emociones.




Nuestras emociones son un agente poderoso para el cambio, usadas constructivamente pueden impulsarnos a crear cambios beneficiosos en nuestras vidas, que a su vez repercutan positivamente en nuestra calidad de vida, y en hacer realidad la vida que deseamos vivir.
Podemos considerar a las emociones el combustible, y a la mente el piloto de nuestra personalidad
, empleando ambas inteligentemente, podemos dirigir el vehículo que es nuestro cuerpo para conducirnos hacia el éxito.

Existen básicamente cuatro emociones MIEDO, IRA, ALEGRIA, AUTOCOMPLACIENCIA...(que hemos reflejado al principio de este capítulo) que potencialmente pueden impulsarnos a la acción que resulte en cambios positivos para nuestra vida. Si permitimos que alguna, o la combinación de varias, de estas emociones nos guíen, podríamos estar a un paso de darle un vuelco a nuestras vidas.
Es un error creer que el control de las emociones es como domesticar una bestia salvaje. Al hacerlo estoy bloqueando una energía que termina infectándose y yo termino prefiriendo no sentir.
"es que me dominan"
"son como bestias salvajes dentro de mí"
"me llevan a donde no quiero ir"
Entiendo, pero si lucho contra ellas, sólo haré más grande el problema.
Quejarme de mis emociones es tan absurdo (aunque humanamente entendible) como maldecir la alarma de mi reloj despertador por sonar a la hora programada.
Si yo quiero controlar la alarma, me ocupo en programar adecuadamente la hora a la que quiero que suene.
Si quiero controlar mis emociones, elijo adecuadamente mis pensamientos ya que ellas son solo una respuesta a la dirección de mis pensamientos.
Una vez que comprenda este punto, no vuelvo a quejarme de mis emociones a riesgo de caer en ridículo ante mí mismo por ladrarle a la alarma.
Escalera emocional
Esta sucesión – escalera emocional – desde las emociones más positivas hasta las más negativas, tiene una única finalidad:
Comprender por un lado, cuáles son las emociones de referencia. Por otro, darme cuenta que puedo mover mi energía desde una posición molesta a otra mejor, de manera gradual hasta llegar a conectarme con mi esencia.
Muchas veces seguro que has querido salir de la tristeza y conectarme con la alegría, pero no lo has logrado. Ese paso es difícil pues implica un salto muy grande.
Te resultará más fácil moverte de la tristeza al miedo, luego al enojo, de allí a la decepción. Si logras pasar a la esperanza, ya estaras fuera. Entonces te será más fácil conectarte con el coraje y todas las otras emociones grandiosas que te construyen y hacen de tu vida algo extraordinario. En ese momento ya estarás conectado/a a mi esencia, a la mejor parte de tí.
Si comprendes cuáles son las emociones a las que puedes moverte con más facilidad, habrás dado un gran paso.

Las características de los niveles inferiores que se manifestarán en ti son:
siento menos energía
mi mente está más confusa
me aferro más a la emoción
me siento más aprisionado/a y
mi nivel de frecuencia es más bajo.
Detienes esa necedad de culparte por sentir emociones negativas y empieza a revisar los pensamientos que las generan. De ahora en adelante, sólo reformula tus pensamientos para generar otros tipos de emociones e ir subiendo gradualmente por la escalera emocional.


Causa y efecto

Sentirme bien o sentirme mal es algo que me hago yo mismo al permitir pensamientos que me construyen o que me disminuyen.
El control de mis emociones empieza en el tipo de pensamientos que me permito pensar. Lo importante es que yo asuma la responsabilidad de los pensamientos que permito en mi mente.
Reformular mi pensamientoes tan solo cambiarle la dirección.
Si pienso: “no soy atractivo/a”, por supuesto que siento emociones desagradables.
Si quiero controlar esas emociones, puedo reformular diciendo:
“Me siento feo/a y más feo/a me verán si lo demuestro. Quiero cambiar esta perspectiva.”
“He visto personas feas que se expresan con mucha gracia o que son muy alegres y simpáticas. Hay quienes bailan muy bien y otras que se visten muy bien. Eso compensa su apariencia y se convierte en su atractivo.”
“Yo quiero desarrollar algún atractivo especial… Ya sé, yo puedo XXX y tengo facilidad de YYY. Se me ocurre que talvez yo...”
Ya se ha movido un poco la energía, esos pensamientos se sienten mejor y estoy controlando las emociones. Puedo seguir reformulando y reformulando hasta llegar a proponerme cosas que en verdad me ilusionan y me provocan grandes expectativas.
Eso es reformular: es cambiarle la dirección al pensamiento, sin cambiar el tema central.
Así es como llego a controlar las emociones. Sin bloquearlas, sino provocando que surjan las que sí quiero.
Controlo mis emociones cuando busco pensamientos que cada vez se sientan mejor.
¿Un pensamiento que se sienta mejor?
Cuando un pensamiento me destruye o me disminuye, me siento mal y siento que pierdo el control de las emociones.
Cuando un pensamiento me construye, entonces siento que me libera, me alivia, me hace sentir mi valor y mi derecho a vivir una vida digna.
Me siento mejor.
En ese momento siento que recupero el control de las emociones.
Puedes ver como esto no es un asunto de luchar en contra de las emociones negativas, ni tampoco de taparlas o bloquearlas a pura fuerza de voluntad.
Es un asunto de actitud
Me apunto del lado de la actitud constructiva o del lado de la actitud destructiva.
Es algo muy simple, pero muy eficaz si lo hacemos de forma automatizada, con el aprendizaje en la forma de realizarlo.
Cuando muchas personas logran comprender y aplicar las técnicas que estamos describiendo dicen:
“Ya entiendo que si me siento deprimida o enojada, es porque me he dejado llevar por una corriente de pensamientos que me empequeñecen. Incluso, ya entiendo por qué si me quejo de mi malestar, es como ladrarle a la alarma.”
“Esa comparación es buena. La alarma sonará de acuerdo a cómo programo el reloj de la misma manera que mis emociones serán el resultado de cómo programe mis pensamientos.”

¿Cómo cambiar las emociones?

Aprender cómo cambiar las emociones es fácil si comprendo qué son las emociones. No necesito luchar contra ellas, sino asumir una actitud constructiva que me libera y fortalece.
"mis fantasmas me persiguen sin descanso"
"tengo miedo de ser asaltado/a en las calles"
"mi pareja me dejó y me siento desolado/a"

La fuente de bienestar, seguridad e integridad personal está al alcance de toda persona. Cuando preguntamos ¿cómo cambiar las emociones?, cuando siento esas emociones negativas, es porque me he desconectado de la fuente.
Es verdad que cualquiera que no ha vivido el desgarre de la depresión, el pánico o la tristeza profunda, parece que habla muy a la ligera de este tema. Sólo el conocimiento profesional y científico de esta realidad nos permite avanzar en esta técnica.
Es difícil que los demás le hablemos a las personas que le parece que se encuentran en el abismo con la naturalidad que precisan ya que los demás estamos a otro nivel de la cima de la montaña. (Valga la metáfora) Los passos para la mejora se darán de forma gradual, muy poco a poco se aprenderá a manejar las emociones.
Rescatando la conexión
Pongamos un ejemplo: Si le preguntaremos a un rescatador profesional qué haría para sacarte si estás perdido/a en las profundidades del bosque. Y en un proceso de varias semanas la persona comienza afrontar y a superar su situación:
El Rescatador diría: “Lo primero es determinar adónde está y en qué condiciones. Lo segundo es adónde quiere llegar. Con esos datos, ya tendremos una ruta básica. No interesa cómo llegó allí.”
Su estado es de profunda tristeza. Podremos apoyarlo/a y guiarlo/a de varias maneras, pero deberá salir por sus propios medios, pues nadie puede hacerlo por él/ella. Quiere llegar a la cumbre, pero desde donde está, esa cumbre no se distingue aún.
Rescatador: “Comprendo. Al menos sabemos que deberá dirigirse en dirección Este sin perder más tiempo.”
¿Me puedo quejar?
Ante este estado de cosas las personas que están en un estado emocional negativo quieren partir del porqué se encuentran así y con frecuencia dicen: “Pero creo que es importante que sepan por qué estoy aquí. Con esa explicación, al menos me darán la razón.” “ Tengo razones poderosas para sentirme así y deben entenderme”
Es posible que tenga toda la razón, pero eso no será de ninguna ayuda para aprender cómo cambiar las emociones que siente esa persona. Mientras más se dediques a encontrar razones de por qué está así, más se hundirá en la espesura.
El Rescatador le diría: "No interesa cómo llegaste al lugar donde te encuentras sino cómo salir. ¿Quieres salir de allí?"
Y la persona con sus emociones encontradas dice la mayoría de las veces: “Pero es que si supieran lo que he vivido, comprenderían...”
El Rescatador también saca sus propias conclusiones: “Ella no quiere salir de allí.”
La persona en cuestión al fín reacciona para poder trabajar su salida de este estado de ánimo: “Bueno, bueno, está bien. La verdad es que sí quiero salir de este infierno. ¿Qué hago para aprender a cambiar las emociones?”
Encontrar el camino que señala la brújula
El Rescatador le dice: “Dirígete hacia donde sale el sol. Está amaneciendo y verás una parte que es más luminosa. Si de camino encuentras grandes obstáculos, esquívalos pero retoma el rumbo.”
Lo que significa claramente: Que debes elegir desde ya que nada hay más importante que sentirte bien o al menos mejor que antes. Si te encuentras algún obstáculo, busca cualquier pensamiento que te haga sentir un poco mejor que antes, que te libere un tanto, que te construya un poquito. Siempre con la dirección clara de cambiar de emociones y llegar a un lugar que te haga sentir mejor.
La persona con estos sentimientos dice: “Apenas empiezo a caminar siento miedo, pero eso se siente mejor que la tristeza de donde vengo.”
Y eso ya significa que hemos conseguido un avance, que estamos subiendo por la llamada escalera emocional
La persona en cuestión manifiesta su inseguridad en el nuevo proceso: “Me preocupa lo que va a pasar conmigo. ¿Qué va a ser de mí? Me molesta que la gente opine respecto a mi vida. No veo un futuro prometedor. No sé cómo cambiar las emociones”
Eso ya es un paso…es un signo de que la persona se siente mejor…
Y nos vuelve a decir: “Sí claro, pero no me quiero quedar aquí. Yo quisiera vivir una vida con un mínimo de tranquilidad. Quisiera llegar a sentir que tengo derecho a sentirme bien. Diablos, yo también tengo derecho.”
Ya se ve como la persona ha cambiado sus emociones y quiere mantener ese cambio.
Sustituir y reformular
Primero se elije una dirección clara, y luego se van manejando tus pensamientos, siempre determinado/a a atravesar la maraña.
Las personas que han recibido ayuda perciben su proceso de la siguiente forma : “Si, primero estuve muy pegada con la justificación.”
En ese momento tuviste que sustituir: desapegarte de una línea de pensamiento para alinearte con otra. Después de eso, reformular tu pensamiento ya fue cada vez más fácil.
Ver hacia atrás
Dicen estas personas: “Fácil dices tú. Si supieras lo duros que fueron esos momentos de desesperación...”
Estamos con la intención de aprender cómo cambiar las emociones ¿En qué dirección le lleva eso que acaba de decir?
Y vuelven a decir: “Huy, horroroso. Iba a lamentarme de nuevo y sentir lástima de mí mismo/a. Corrijo: Acabo de completar una travesía dura, pero me siento tan bien de estar aquí, que me parece que todo ese esfuerzo ha sido válido.”
Eso está mucho mejor. Acaba de reformular muy bien. Así es como aprendes cómo cambiar las emociones. Ahora, todavía le daba mucha importancia a “de dónde vienes”. Las personas a veces se estancan en etapas anteriores.
En este momento, lo importante es preguntarte: ¿adónde quieres ir?
Frecuentemente dicen: “Ahora que ya sé cómo cambiar las emociones, quiero mantenerme siempre de este lado constructivo. Quiero afianzarme en mi propio valor y sentir más fuerza para alcanzar una vida cada vez más satisfactoria.”
Eso está ya en el buen camino.
Enchufando
Cuando haces tu elección de que lo más importante es sentirte un poco mejor con cada pensamiento que permites en tu mente...
...que la única opción en la que te vas a enfocar es la actitud de construirte con cada paso que das...
...sin ver hacia atrás, sino sólo hacia donde quieres ir...
...te estás conectando con “lo mejor de ti”...
...con todo lo que te lleve en la dirección de tu esencia...
…con todas tus potencialidades como persona…

Como manejar las distintas emociones :
Disgusto/Aversión
Aunque generalmente no se relaciona el disgusto con acciones positivas, si lo canalizamos apropiadamente, el disgusto puede estimularnos a cambiar nuestras vidas.
La persona que se siente disgustada ha alcanzado un punto en el que no hay vuelta atrás. Su tolerancia alcanzó el límite, y no se contenta con algo menos que un cambio, un cambio para mejor.
Generalmente empleamos el disgusto de manera productiva cuando llegamos al punto en el que sentimos que "¡Ya es suficiente!", y entonces decidimos que queremos un estilo de vida más gratificante.
Decisión
Generalmente esperamos a que la vida nos empuje contra la pared para tomar decisiones. Y una vez que alcanzamos este punto, nos toca manejar las emociones contrastantes relacionadas con la toma de decisiones.
Este punto equivale a encontrarse con un distribuidor en una autopista, podemos tener uno, dos tres o hasta cuatro o más diferentes caminos para escoger. De allí lo complejo del proceso de toma de decisiones, y la cantidad de emociones potencialmente conflictivas que nos toca manejar.
Desde el punto de vista de las emociones, tomar decisiones que involucran cambios en nuestras vidas puede ser parecido a una lucha interior por la supremacía de nuestra mente. Y las decisiones resultantes, tímidas o arriesgadas, maduradas o impulsivas, pueden establecer el curso de acción, o cegarlo.
En el proceso de toma de decisiones, lo importante es aventurarnos por algunas de las opciones que se nos presentan disponibles. Es mucho mejor tomar una mala decisión ahora que puede mejorarse o corregirse después, que quedarse paralizado en la intersección.
A cada uno de nosotros nos toca, llegado el momento de decidir, confrontar nuestro torbellino de emociones, y sortear nuestros sentimientos para conectarnos con la motivación.

Motivación
Con respecto de la motivación es importante recordar que es un poder interno que puede ser estimulado por factores externos.
Otra persona, o cosa, no puede motivarle, lo más que puede hacer es estimularle, y desde ese estimulo, usted puede conectarse con su motivación interna.
Comprendido esto, es fácil entender que casi cualquier cosa puede servirnos como estimulo para conectar con nuestra motivación si estamos preparados y dispuestos a recibirlo.
Una canción que evoque recuerdos, una película que haga volar la imaginación, una conversación que nos rete, una confrontación en el tráfico que nos haga cuestionarnos, un artículo que nos inspire, un libro que nos haga reflexionar, cualquiera de estos puede ser un estimulo que nos conecte con el mecanismo interno que nos motive a decir "¡Lo quiero Ya! Y a actuar en consecuencia para lograrlo.
Mientras encontramos ese botón interno que encienda la motivación pura, démosle la Bienvenida en nuestras vidas a cada experiencia positiva que podamos experimentar.
Si erigimos una pared para protegernos, esa misma pared nos alejará de las experiencias enriquecedoras que la vida tiene para ofrecernos. Permita que la vida le toque, el próximo roce puede ser el que le estimule a cambiar su vida para mejor tomando una resolución.
Resolución
Cuando logramos una resolución, resolvemos de manera definitiva cualquier conflicto que pudiera existir antes, y sentimos el poder de lograr lo que nos proponemos.
Lograr una resolución es el desenlace natural del proceso que plantea este articulo. Desde la resolución nos conectamos con nuestro poder interno, y entonces sentimos que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos.
Nos sentimos poderosos, sentimos que cualquier cosa está a nuestro alcance, y reconocemos nuestros recursos (principalmente internos) con que contamos para hacerlo realidad.
Cuando alguien está realmente resulto de lograr lo que se propone, nada puede detenerlo. Y eso es debido a que una persona que ha logrado una resolución, paralelamente se ha prometido a si misma que nunca se rendirá hasta lograr lo que ha resuelto alcanzar. Ese es el poder de conectarnos con nuestro ser interno.
Resultados
Al canalizar apropiadamente nuestras energías, nos colocamos en la ventajosa posición de emplearlas para nuestro provecho, explotando su potencial a nuestro favor, mientras avanzamos hacia la vida que deseamos y merecemos vivir.
A medida que avanzamos y surge la pregunta ¿Cuánto tiempo voy a dedicarme a hacer realidad mis sueños?, la mejor respuesta que podemos dar es "¡Tanto como sea necesario!"

Un ejemplo divertido de emociones.... el futbol como ejemplo de las emociones





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