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domingo, 13 de enero de 2013

Como prevenir el suicidio

 
El suicidio es el acto deliberado de quitarse la vida. La autolesión es un término más amplio que concierne al envenenamiento o lesión intencional autoinflingida, la cual puede o no tener un objetivo o resultado fatal. Es un tema tabú en nuestra sociedad. Pero creemos que es importante hablar de este problema en este Blog para intentar ayudar a la gente que necesita apoyo y ayuda en uno de los temas más importantes de nuestra sociedad, no sólo por las pérdidas de vidas humanas que implica, sino también por el dolor irreparable que causa.   
A las personas de más de 10 años de edad que presente alguno de los problemas relacionados con una determinadas enfermedades mentales como depresión, psicosis maniaco depresiva, esquizofrenia, alteraciones emocionales agudas (ver capítulo de las emociones) , una pérdida amorosa muy dolorosa, la pérdida de un familiar querido o de una situación de pérdida del status quo, se le debe prestar atención acerca de pensamientos o planes de autolesión en el último mes y acerca de actos de autolesión en el último año. Y en caso afirmativo es muy necesario poner en manos de un profesional (psicólogo) el caso para abordarlo con la mayor celeridad.
 
Noticias y estadisticas sobre suicidios
Asistimos recientemente a noticias sobre suicidios en los medios de comunicación que han puesto de actualidad este problema social de primer nivel. 
Es importante no caer en el sensacionalismo. El principal consejo es que los medios de comunicación no traten este tema dando detalles del cómo se ha producido el suicidio. Los suicidas potenciales pueden identificar una forma concreta de hacerlo y de imitar la noticia.  En el mundo el suicidio figura entre las 20 primeras causas de muerte en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Al cabo del año se suicidan casi 1 millón de personas. Korea del Sur es el pais del mundo donde se producen más suicidios (14,000 suicidios al año). En Estados Unidos 1 de cada 25 jóvenes intenta suicidarse, conviertiendose en la tercera causa de muerte en esta franja de edad. Según la OMS el suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos países, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años; y estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado. En España en el año pasado casi se llegó a los 4,000 suicidios anuales.  Lo que parece claro es que la tasa de suicidios va en progresión en los últimos años. No entiende ni de clases sociales, ni de condiciones educativas, aunque  la crisis economica mundial y en concreto la española, la griega y la italiana ha aumentado esta tasa ultimamente. Se estima que la tasa de suicidios en los países donde se lleva una estadistica fiable ha subido un 60% en los últimos años.  Las mujeres intentan suicidarse mucho más que los hombres, pero estos últimos lo consiguen más. Se cada 4 suicidios, 3 está realizado por hombres y 1 por mujeres. Seguramente por los métodos más expeditivos y violentos que estos últimos utilizan. Todos estos datos nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad de que los Gobiernos presten atención a este tema. Hoy en dia en los países desarrollados la tasa de suicidios es mucho mayor que la tasa de muertes por accidentes de tráfico. La reforma de los servicios de salud mental es absolutamente necesario para tener una atención adecuada a los pacientes y para prevenir. Aqui tenemos el mapa de la tasa de suicidios en el mundo. En rojo podemos ver los países del mundo donde se da una mayor tasa.   
 


















Las causas y los factores de riesgo
Las causas son muy diversas. Las investigaciones apuntan a que los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos ligados al consumo de alcohol y el abuso de sustancias) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa (especialmente en los países del este) y América del Norte; en los países asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva. La crisis económica tiene también una importante influencia en esta patología.
El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. La violencia, el dolor físico muy agudo e insoportable, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de suicidio. Los jóvenes adolescentes suelen utilizar la conducta suicida como una llamada de atención, lo que no quiere decir que no haya que poner en tratamiento el problema. esto ya es un importante indicador de riesgo para el futuro.

Los tratamientos
Es necesario plantear que no es conveniente tratamientos que únicamente se sustentan en la farmacología psiquiátrica, cuyo más preocupante efecto secundario es la ideación suicida (hay fármacos que generan específicamente estos efectos), y que es recetada no sólo por psiquiatras, sino por médicos de familia. Es necesario centrar la terapia y la ayuda en la base del problema, y la base del problema es emocional, consecuencia de las creencias y de los pensamientos negativos y de la desesperanza. Por ello es importante que afloren estos pensamientos  en las consultas para transformar la ideación suicida, con apoyo psicológico complementario y con técnicas cognitivas y de control emocional. Es lo que ha conseguido un mayor efecto y una mayor eficiencia según diversos estudios. Muchos profesionales de reconocida solvencia combinan ambas terapias y han podido desarrollar protocolos de actuación muy eficaces con este problema.
 
Es importante reflexionar también que  al no existir información sobre este tema tabú, que es el suicidio, las personas que rodean a los posibles suicidas, o suicidas en potencia, piensan que se les pasará, quizás con el tiempo, que nunca llegarán a ejecutar sus planes, o quizás hasta desconocen la ideación suicida de aquellos que aman. Un importante error. No se pasará de forma espontánea. Es importante tratar el problema desde el principio. Con el tiempo el problema va empeorándose y hay más riesgo de cronificación del problema, con lo que su tratamiento será más difícil y más resistente su solución.
   
 
 
Como actuar y prevenir 
 
1.- Ayuda profesional: Lo más importante, como ya hemos dicho es ponerse en manos de un profesional de la salud mental que lleve a cabo el tratamiento necesario.
terapiasuicidio.jpgCuando una persona está pensando en suicidarse es frecuente que estén pensando en su familia más cercana, en aquellos seres queridos que son claves en su vida y en cómo van a vivir el hecho si llega a consumarlo. Esto actúa a veces como elemento disuasorio y muchas veces hace que la persona no lleve a la práctica sus planes. Otras veces actúa como un turbo por el nivel de conflicto que pueda existir con esas personas.   
 
Pero es importante tener en cuenta que si una persona ha pensado alguna vez en suicidarse o lo está pensando debe saber que:
  • 1.1.-Está pensando en solucionar de forma permanente y sin posibilidad de dar marcha atrás un problema que es un problema pasajero o que aunque se haya repetido, y la experiencia es que las cosas pueden cambiar con el paso del tiempo.
1.2.-Muchas de las personas que han intentado suicidarse y no lo han conseguido han acabado alegrándose de seguir viviendo.En realidad no querian poner fin a su vida, sino evitar el sufrimiento y el dolor. Y para ello hay otras formas de hacerlo con ayuda.
 
El paso más importante que tiene que dar es hablar con alguien. Algo muy sencillo. Las personas que se plantean el suicidio no deberían intentar arreglárselas a solas. Tiene que buscar ayuda y hacerlo ahora. No debe retrasarlo. La encontrará seguro. Cualquier persona que le pida ayuda le echará una mano. 
En este sentido (y si es posible) es de mucha ayuda hablar con la familia o con algún amigo o compañero puede aportar un gran alivio al dolor que sentimos. Sentirnos acompañados y apoyados aumenta nuestra capacidad para afrontar las cosas. Lo ha podido comprobar otras veces. Y lo que es clave que el tiempo es su aliado, es un factor muy importante y de eso no le falta. Espere antes de actuar.
 
2.- Es muy importante encontrar el apoyo psicosocial:

Hablar del problema es muy necesario. El silencio o el tema como si fuera un tabú no ayuda para nada. Es necesario que hable del tema con su circulo más cercano, sobre todo cuando le viene a la cabeza este tipo de pensamientos. Si bien es cierto que hay que ocupar la mente con otros temas y no estar continuamente hablando de ello.
Es necesario que la familia se incorpore a la ayuda que hay que prestar,así como los amigos y las personas interesadas y a otros recursos disponibles para asegurar que la persona esté siendo estrechamente seguida mientras persiste el riesgo de suicidio. Es necesario que la persona y los cuidadores hagan todo lo posible para restringir el acceso a los métodos usados para autoagredirse (por ejemplo, pesticidas y otras sustancias tóxicas, medicamentos, armas de fuego), mientras la persona tenga pensamientos, planes o actos de autolesión.
Los cuidadores y otros miembros de la familia deben saber que preguntarle a una persona directamente acerca del suicidio a menudo
reduce la ansiedad que rodea el sentimiento; la persona se puede sentir aliviada y mejor comprendida.
Los cuidadores de las personas que están en riesgo de autolesión con frecuencia tienen mucho estrés, porque no saben si se puede repetir el intento. Es necesario que también tengan apoyo profesional, si lo necesitan.
Como norma general es necesario también que  l@s cuidadores conozcan que -aunque se puedan sentir frustrad@s, es recomendable que eviten las críticas severas y la hostilidad hacia la persona que está en riesgo de autolesión.

Con el suicidio existe un alto riesgo de que esa familia se desintegre o que vuelva a ocurrir otro suicidio, porque no saben manejar la situación con respecto al duelo. El porcentaje de la gente que se atiende es nulo, ya que el suicidio tiene un estigma muy fuerte socialmente y la gente busca por todas las circunstancias que no se sepa que murió por suicidio, porque es mal visto por la sociedad”.
Esta situación conlleva a que incluso al interior de la familia no se hable del tema, por lo que cada quien tiene un duelo congelado, que sólo se manifiesta después por problemas somáticos o de conducta, además de un dolor eterno que, con el tiempo, agrava la condición de la salud mental. Físicamente se manifiesta con falta de sueño, tristeza y depresión.
 
Si te encuentras en alguna de estas circustancias que hemos descrito no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Si eres familiar de alguien que tiene este problema te ayudaremos en lo que necesites. Haznos llegar y comparte tu problema. Te ayudaremos
 

lunes, 12 de octubre de 2009

Los límites de la enfermedad mental ¿Estoy loc@?


Hay mucha gente que se hace esta pregunta cuando comienza a notar que no se encuentra bien. A veces un simple trastorno emocional, un estado depresivo, una ansiedad ante unas circustancias especiales nos puede hacer pensar sobre los límites de la enfermedad mental. Mucha gente me ha preguntado a lo largo de mi vida profesional si con los problemas psicologicos que tiene y la ayuda psicologica que necesita está loco/a.
Datos epidemiológicos: Los trastornos del Siglo Veintiuno. 

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)  las enfermedades mentales afectan a una de cada cuatro familias. A nivel mundial, se estima que al menos dos de cada diez adolescentes tienen alguna enfermedad de este tipo, lo que impacta considerablemente en la calidad de vida personal y familiar. La autentica pandemia del siglo XXI es la enfermedad mental. Hoy en día los datos que nos hablan de la extensión final de la gripe del virus H1N1 son menores que el número de personas que tienen algún trastorno mental. Por ejemplo se estima que en este siglo una de cada cuatro personas pasará una depresión a lo largo de su vida. Por ello es muy importante divulgar las acciones y lugares donde las personas pueden consultar los sitios especializados en salud mental para buscar ayuda, como por ejemplo es esta página. Eso lo debían saber los gurús de Internet como Tim Oreilly , Nacho, Bicho y Cía, Enrique Dans (por cierto ya aparecen analisis psicologicos de los programas informaticos de innovación como el Google wave), Ignacio Escolar y otros tantos, como la poderosa Google. La información seria y rigurosa sobre los temas de salud mental y trastornos mentales serán los más demandados, al menos, en los próximos 20 años. Vamos ganando cotas de bienestar que jamás hemos conseguido pero, paradojicamente, nuestro "talón de Aquiles" es la salud mental.

Comencemos definiendo y dejando cosas claras: 
¿Que es la enfermedad mental?: Mejor dicho"los trastornos mentales" 

La enfermedad mental es una alteración de los procesos de pensamiento (cognitivos) y de las emociones (afectivos) del desarrollo, considerados como anormales con respecto a los que manifiesta habitualmente el grupo social de referencia del cual proviene la persona. Cuando una persona tiene una enfermedad mental (o un trastorno mental como los expertos gustan más llamar) se encuentra alterado su razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de adaptarse a las condiciones de la vida que tiene en su entrono habitual. Dependiendo del concepto de enfermedad que se utilice, algunos autores consideran más adecuado utilizar en el campo de la salud mental el término "trastorno mental" (que es el que utilizan los dos sistemas clasificatorios de la psicopatología más importantes en la actualidad: la CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud y el DSM-IV-TR de la Asociación Psiquiátrica Americana). Las causas biológicas de la enfermedad mental no están claramente demostradas, por lo que su tratamiento de elecció n es el psicologico, con ayuda también de fármacos que pueden mejorar la sintomatología.
El concepto enfermedad mental aglutina un buen número de patologías de muy diversa índole, por lo que es muy difícil de definir de una forma unitaria y hay que hablar de cada enfermedad o trastorno de forma particular e incluso individualizada ya que cada persona puede sufrirlas con síntomas algo diferentes.
Categorías de los trastornos mentales
Existen numerosas categorías de trastornos mentales, con mayor o menor gravedad tanto en la vivencia subjetiva del individuo como en su repercusión dentro del funcionamiento social, así se hace alusión a otra clasificación clásica: Trastornos Neuróticos y Trastornos Psicóticos.

Las llamadas neurosis afectan en mayor grado a la percepción del sujeto sobre sí mismo, y a su nivel de agrado, de plenitud y de integración del yo, así como a sus relaciones con el entorno social y familiar más cercano; sin embargo, no presentan los síntomas usuales de desconexión con la realidad y amplio alejamiento de la vida social, pueden desempeñarse laboral y académicamente, y según Freud y las escuelas psicoanalíticas este estado es la condición natural de la vida psíquica.

Las llamadas psicosis, abarcan la manifestación más claramente asociada con la enfermedad mental, sus síntomas clásicos incluyen las alucinaciones, delirios y grave alteración afectiva y relacional, estos trastornos suelen tener un factor orgánico bastante pronunciado como los Trastornos Depresivos Endógenos y Bipolares, aunque las esquizofrenias son claramente las de mayor repercusión personal, social y familiar dado su carácter crónico y degenerativo caracterizado por los elementos propios de todos los trastornos psicóticos a los cuales se añaden la desconexión con la realidad y aplanamiento afectivo.
La enfermedad mental suele degenerar en aislamiento social, inactividad, abulia, desorden del ritmo de vida en general y, en ciertos casos y circunstancias, comportamientos violentos e intentos suicidas.
¿COMO IDENTIFICAR LOS SÍNTOMAS Y LOS TRASTORNOS QUE SE TIENEN?
A continuación vamos a ver una tabla que ha elaborado la Asociación Americana de Psiquiatría y están recogidas en la DSM IV TR donde vienen especificados los sintomas que cada uno de nosotros puede tener y los trastornos asociados, teniendo en cuenta que hemos de consultarlo a nivel orientativo, ya que el diagnóstico lo deberá hacer un profesional de la psicología o psiquiatría (si se encuentrra con alguno de los síntomas pida ayuda profesional). De nada le servirá ponerse usted mismo o ponerle a los demás una etiqueta, que por otra parte puede ser errónea.   


Nuevos trastornos de nuestra época
El progreso y el desarrollo de la civilización han traído aparejados la aparición de nuevos trastornos mentales. La vigorexia, la ortorexia, la adicción al trabajo, a la cirugía estética, la ciberdependencia. Cuando ha de sonar la señal de alarma y hemos de poner remedio o hacer que se ponga remedio por parte de quien lo padece es cuando restringe tu libertad como ser humano y no te permite llevar una vida normal. Cuando te produce sufrimiento permanente (más de dos o tres meses seguidos aproximadamente) a ti o a los que te rodean, además de no permitirte adaptarte a la sociedad en la que te ha tocado vivir. "Te sientes incomodo con lo que los demás te piden y quieres hacer tu vida y que te dejen tranquil@", dicen algunos pacientes que tienen estos trastornos.



1.- Adictos al trabajo o 'workaholics'. Son gente que vive obsesionada con el trabajo, al que consagran su tiempo de trabajo y de ocio. Cuando no trabajan sienten una sensación enfermiza de vacío y sufren angustia o depresión. Lo típico en vacaciones es que se aburran y prefieran estar trabajando.Nunca están satisfechos con lo que hacen ni dan por concluida una tarea de forma satisfactoria. En España esta cifra podía llegar a unas 400,000 personas (un 1% de la población total y aproximadamente un 5% de la población que trabaja); en Inglaterra, donde llevan hablando de este fenómeno más de una década, se cifra en un millón el número de personas que podrían catalogarse como ‘Workaholics’ o adictos al trabajo. Un estudio publicado en febrero de este año, llevado a cabo por la Universidad de Lancaster, relacionaba las largas jornadas de trabajo (que generalmente van unidas a pocas horas de sueño) con el riesgo de padecer demencia. Hoy en día se está comprobando que esta tendencia puede aumentar porque hay mucha gente que trabaja todo el día por miedo a perder su trabajo en estos tiempos de crisis y paro abundante.

2.- Vigorexia. Según el Instituto de Transtornos Alimenticios (ITA), entre el 1 y el 10% de la población que acude regularmente a los gimnasios sufriría este trastorno caracterizado por la adicción al ejercicio físico. Esta preocupación va emparejada con una distorsión de la propia imagen y afecta, sobre todo, a hombres entre 15 y 35 años, aunque también a mujeres. A las largas y extenuantes horas de gimnasio y pesas los vigoréxicos suman un pensamiento obsesivo centrado en la mejora del aspecto físico: estricta dieta especial, consumo de sustancias para fomentar el desarrollo muscular. Los vigoréxicos tienen la peculiaridad de que no hacen ejercicio por el bienestar físico que les produce (y que ya de por sí es adictivo gracias a la liberación de endorfinas), si no por cumplir los requerimientos de una canon estético determinado que viene determinado por los medios de comunicación y todo un mundo e industria alrededor de este tema.

3.-Ortorexia. Sería la obsesión por comer saludable. Según el ITA, esta obsesión afecta sobre todo a mujeres jóvenes, que desarrollan sus propias reglas alimenticias y se obsesionan por la calidad de la comida, llegando a sentirse culpables y corrompidas cuando incumplen sus propias reglas. Estas personas llegan a evitar todo tipo de ‘comida social’ fuera de casa con familiares y amigos por miedo a no poder seguir su dieta. Disminuyen sus contactos sociales y en España además se da con más virulencia puesto que alrededor de la comida se establecen todo tipo de ritos sociales. El aislamiento y la soledad son los síntomas que acompañan a estas personas. En los casos más severos, en los que se ha excluido de la dieta algunos alimentos básicos, se observa desnutrición, anemia y pérdida de de masa ósea.

4.- Ciberdependientes o adictos a los videojuegos o a Internet. Afectaría a personas de todas las edades. En los casos de adictos a los videojuegos, se han estudiado casos de personas que son capaces de jugar sin descanso durante 16 horas seguidas, restando tiempo al sueño y a cualquier tipo de actividad social. Los que sufren este trastorno sufren síndrome de abstinencia (depresión, ansiedad, naúseas, miedo, comportamiento violento…) cuando se les priva de su adición. En países como China, Corea del Sur y Holanda ya se trata en centros de rehabilitación, como una patología social. En Japón incluso han acuñado un término propio, los 'hikikomori' (que significa reclusión o aislamiento). Los adolescentes tienen una especial vulnerabilidad a la adicción a los videojuegos y a Internet por estar en un periodo de mayor vulnerabilidad social. Hemos de cuidar especialmente las pautas de comportamiento a estas edades. 
5.- Adictos a la cirugía estética. Ningún arreglo corporal es suficiente. El concepto de la propia imagen está tan deteriorado que se emprende una carrera sin límite para conseguir una armonía imposible. Hay pacientes que llegan acumular hasta 40 intervenciones, con el beneplácito de algún profesional sin escrúpulos, incluso haciendo y deshaciendo varias veces lo hecho. Todavía se da en casos muy excepcionales.

Estas son algunas de las cuestiones que deben enseñarnos si tenemos algún trastorno y cuales pueden ser las causas. En cualquier caso la ayuda de un profesional de la psicología es lo más aconsejable si tienes alguno de estos síntomas.


Cuéntanos tu experiencia y tus comentarios. Son de mucha utilidad para tod@s...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Sentirse Culpable: Mentiras hacia nosotros mismos


Volvemos de vacaciones y nos sentimos culpables. No hemos aprovechado todo el tiempo que podiamos haber aprovechado para hacer cosas que luego no podemos realizar el resto del año. Y asi comienzan lo que llamamos autoreproches por lo que pudo haber sido y no fué. Y así en nuestra vida cotidiana acerca de nuestro quehacer como pareja, como padres/madres, hijos, como trabajador/a, profesional, por no habernos quitado de fumar, por no haber adelgazado, por no haber hecho deporte.... y por tantas y tantas cosas....que creemos podiamos haber hecho mejor. Nos sentimos culpables. Es el momento de quitarnos peso de encima para afrontar este “curso” ligeros de equipaje y libres de culpa, un sentimiento inútil y devastador. Vamos a aprender a ejercer nuestra responsabilidad objetivamente; trataremos sobre ataduras invisibles y sobre libertad.
Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se puede reaccionar de dos formas ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se autoinculpan de lo que sucede (soy el culpable), quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie, bien porque no entran a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.

La culpabilidad es de lejos la emoción que despilfarra mayor cantidad de energía emocional. ¿Por qué?. Porque por definición, te estas sintiendo inmovilizado en el presente por algo que ya paso, Y no existe culpabilidad por grande que sea, que pueda cambiar la historia. El grado de inmovilización puede abarcar desde una pequeña incomodidad hasta una severa depresión. Si simplemente estas aprendiendo lecciones de tu pasado, y prometiéndote evitar la repetición de algún comportamiento especifico, eso no se llama culpa.

Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción pueda caer sobre ellos. Las pautas educativas más represivas o las que se derivan de comportamientos ligados a creencias religiosas hacen más frecuente la aparición de estas culpabilidades. Una autoinculpación puede ocasionar epsodios depresivos recurrentes y hasta graves.
Cada uno de nosotros tiene consciente e inconscientemente un conjunto de pautas que marcan su comportamiento. Este es nuestro propio código moral que puede o no coincidir completamente con el código social en que vivimos, el cual por supuesto a contribuido en gran medida determinar al nuestro.


Todos tenemos un código moral: El contenido del código moral personal es el conjunto de normas que organizan nuestro comportamiento. Esas normas pueden enunciarse, por ejemplo, como " no frustrarás a los otros ", " no dañaras a tus padres". Una vez que el contenido del código se estableció un proceso largo que se realiza a través de los años, empieza a funcionar un suerte de sistema que garantiza su cumplimiento.
Este sistema que se "llama el guardián del código" hace que cada vez que uno transgrede una norma o alguna de las pautas del código, se encienda una señal informando que el código se ha transgredido. Se trata de una suerte de avisador interno que cumple funciones de autoinculpación con el consiguiente malestar.
Una de las consecuencias mas comunes del sentimiento de culpa es el remordimiento. Clínicamente se define como el pesar interno que produce en forma de sentimiento cuando enjuiciamos nuestras acciones y pensamos que hemos realizado una mala acción. Es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, que va creciendo imperceptible dentro de uno. La vivencia del remordimiento es como tener un objeto intragable atravesado en la garganta, que finalmente se volverá contra uno mismo. El problema principal del remordimiento es que muchas veces se desconoce su origen. Se experimenta como una sensación que esta continuamente presente pero no se sabe exactamente cual es la culpa que está escondida detrás originando este malestar.
En segundo lugar las reacciones que sistemáticamente inculpan a otros de todo lo negativo que sucede se deben a que el individuo no soporta la carga de la propia responsabilidad cuando surgen las frustraciones, y dirige a los demás la sensación de culpa. Reaccionan de forma que lo primero es buscar un culpable fuera de si mism@. Es una forma de liberación que los demás perciben como una conducta agresiva, pero que revela la incapacidad del individuo para autocriticarse de forma objetiva y serena. Aqui aparece también la mentira y/o la manipulación para intentar inculpar a otro. A veces las personas tóxicas emplean con frecuencia esta táctica. El origen de estas conductas está en estilos de educación permisivos en los que la persona no ha experimentado los límites de su conducta ni las consecuencias de sus errores. Sucede frecuentemente en familias en los que la autoridad de padres y adultos y el respeto a unas ciertas normas de convivencia han sido mal o insuficientemente trabajados con los niños y adolescentes. La educación en libertad y responsabilidad es una de las asignaturas pendientes de nuestra educación. De hecho gracias a los medios de comunicación podemos ver lo que con frecuencia sucede con muchos jóvenes: episodios de violencia de los más jóvenes, consumo de alcohol y drogas hasta la extenuación, conductas vandalicas que tienen como base la falta de responsabilidad y la la falta de profundizzación en responsabilidad y libertad.
Y, por otra parte, la actitud de reaccionar ante las malas noticias, o ante las adversidades o ante los errores y/o fracasos no echando la culpa a nadie se asocia a dos tipos de comportamiento: quienes mantienen actitudes frívolas y no le dan importancia a nada y, por otra parte, quienes mostrándose responsables y conscientes, optan por no teñir las relaciones interpersonales de sentimientos de culpa para evitar la negatividad que ello acarrea.
Es frecuente encontrar sentimientos de culpabilidad cuando se da un proceso de separación y/o divorcio, cuando perdemos a un ser querido, o cuando por ejemplo una mujer trabaja fuera de casa y se siente culpable por creer que no atiende a sus responsailidades como madre (cuando estas han de ser compartidas)   
El sentimiento de culpabilidad se da en muchos ámbitos de la vida, en las relaciones de pareja también. Veamos un video de la pelicula "Antes que termine el día" (If Only) en el que podemos ver cómo se da un modelo de culpabilidad sobre las relaciones de pareja, aunque la vida le da otra oportunidad...(no siempre es así...)


Y ¿Como comenzamos a superar y liberarnos de esos sentimientos de culpabilidad?
Muchas de las frustraciones que originan los sentimientos de culpa se producen porque se tiene una idea de nuestra capacidad o de la de los demás, que, por excesivamente optimista, no se atiene a lo real. Lo hemos dicho muchas veces, no hemos de sobrevalorarnos. Hay que huir de aquellas personas que continuamente fanfarronean o presumen de su control sobre todo lo que ocurren, estpos son serios candidatos a la ausencia de autocrítica.  Por tanto, la primera estrategia para combatir el sentimiento de culpa es cultivar el sentido de la realidad, lo que supone aceptar, aunque resulte doloroso, qué y quién es cada uno. Para ello, es necesario trabajar la autocrítica mediante la reflexión y tomando en consideración las observaciones que nos hacen las personas que nos manifiestan más afecto y confianza. Determinaremos así las causas de las situaciones conflictivas para aprender de los fracasos y no volver a cometer esos o similares errores.
El objetivo es doble: el esclarecimiento de la situación y la desactivación del proceso de adjudicación de culpas. Lo inteligente y provechoso es identificar los errores, reconocer la causa, asumir la responsabilidad cuando nos compete y, ya después, tomar medidas para rectificarlos y para no volver a caer en la misma piedra. Limitarnos a sentir culpa es como encadenarnos de por vida por lo que ocurrió en el pasado, lo que conduce a un estado de ansiedad que puede derivar en depresiones. Sentir culpa sólo resultará útil cuando esta sensación pueda convertirse en acción. Cuando se aceptan los errores sin sentir un fracaso definitivo y paralizante, el error puede percibirse como una oportunidad de aprendizaje, como una fuente de información de qué cosas van bien y cuáles no. Se trata de un proceso de autoaceptación y mejora que genera autoestima, de aprender a querernos a partir de un diagnóstico certero sobre nuestras acciones menos logradas y nuestras posibilidades de intervenir sobre ellas.
Pautas para comenzar a superar los sentimientos de culpa
Tendremos que comenzar a hacer un pequeño ejercicio de análisis de nosotr@s mismos, siguiendo, de forma ordenada, las siguientes pautas:

  1. Identificar cuales son los sentimientos de culpa.

  2. Analizar en qué situaciones sobrevienen. Donde aparecen con más frecuencia.   

  3. Aceptarlos como normales y pensar que son comprensibles. No darle una gran trascendencia y creer que sólo te pasa a ti. Le pasa a todo el mundo. Al reconocer y aceptar estos sentimientos de culpa, resulta más fácil expresarlos y combatirlos

  4. Expresar los sentimientos de culpa. Hablar con otras personas del tema (si es necesario, con profesionales de la psicología) puede ayudar a aliviar este pernicioso sentimiento.

  5. Analizar sus causas. Buscar las razones de estos sentimientos puede contribuir a hacerlos más comprensibles y aceptables.

  6. Reconocer nuestros propios límites. Es muy sano saberlo. reconocer nuestras debilidades y fortalezas. Las primeras para no abarcar cosas que no podemos hacer, y que, a lo mejor, podriamos pedir ayuda.  Trata también de enseñarles a las personas que tienen que ver con tu vida y que tratan de manipularte por medio de la culpa, de que tu eres muy capaz de enfrentarte con las desilusiones que les provoque tu comportamiento. El resultado tardará en llegar pero el comportamiento de aquella gente empezará a cambiar cuando vean que no te pueden forzar a sentirte culpable. Una vez que logres desconectar la culpa, la posibilidad de manipularte y de controlarte emocionalmente habrá desaparecido para siempre.

  7. Aprender a dejar vivir a los demás. Aprender a usar la libertad tuya y a respetar la de los demás. 
     

Finalmente, la culpabilidad es en nuestra cultura una herramientas útil para manipular a los demás y una inútil perdida de tiempo. Una vez desconectado el mecanismo de culpa, desaparece la posibilidad de ser controlado y manipulado emocionalmente.
Al final es necesario considerar que la culpa es una emoción auto-anulante, es una elección personal, es una reacción que podemos controlar si hemos entendido el mecanismo que la produce. Uno puede vivir culpable toda la vida, pero la emoción de sentirse libre de toda culpa es como haber recuperado la inocencia y la creatividad, como cuando después de un día nublado por fin sale el sol.
Cuéntanos tu experiencia con los sentimientos de culpabilidad. La tuya o la de la gente de tu entorno. En el trabajo es muy frecuente también. Haznios llegar tus vivencias... son muy útiles para tod@s. Déjanos tu comentario.

domingo, 12 de abril de 2009

Personas tóxicas: Como identificarlas y como intervenir

"...Mala gente que camina y va apestando la tierra..." A. Machado

Existir existen. Ellos mismos no se reconocen, es muy duro hacerlo, es darse cuenta de una serie de sentimientos que son los que provocan estos comportamientos y que los describimos en este artículo. Pero lo que parece cierto es que existen conductas y comportamientos tóxicos, no tanto personas. Unas personas pueden comportarse así de manera sistemática o cambiar en un determinado momento. Incluso lo que algunos pueden considerar como comportamientos tóxicos para otros puede ser aceptable o puede parecerles normal. Es una percepción subjetiva.

Les llamaremos a esta clase de personas, las que tienen estos comportamientos, personas “tóxicas”. Este tipo de personas se encuentra en cualquier lugar. Puede ser tu jefe, tu amigo, hermano, o incluso tu pareja. Reconoces a una persona tóxica, porque es la que en forma continua habla de temas negativos, en vez de halagarte por algo, encuentra el punto negro, no acepta a la primera una opinión o sugerencia, son hirientes, agresivos, inflexibles y se exaltan fácilmente si se les contradice. Ellos tienen la razón siempre.

Este tipo de personas afectan de diferente manera a cada quien. Si después de estar con alguien te sientes: que pierdes energía, cansado, malhumorado por haber estado con ella, ignorado porque sólo habla de sí misma, aliviado cuando se va, que tensas tus facciones cuando está presente. Puedes incluso llegar a sentirte mal, muy mal, y al dejar a esta persona te llevas de regalo un dolor de cabeza o estómago quiere decir que estás con una persona tóxica.

Estas personas están reflejando lo que traen en su interior: mucha negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes. Y lo que consiguen es justamente lo opuesto con su actitud hiriente y ruda hacia los demás. La gente tiende a alejarse de ellos y ser cautelosos e incluso sentir miedo porque la relación se torna difícil.

También hay personas tóxicas que muestran pasividad y se hacen pasar por mosquitas muertas, son los llorones, necesitan de tu ayuda constantemente, los de la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás y despiden con su actitud, lástima. Estas personas son desgastantes, porque te chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que a ellos les falta. Les llamamos "chupopteros emocionales". Ellos están vacíos y buscan llenar este hueco con tu amistad, relación, o compañía. Este tipo de personas te cansan, te aburren, limitan la conversación y tienes que darles ánimo constantemente (pierdes tu energía) porque ellos la despilfarran con sus pensamientos derrotistas que no llevan a ningún lado.

Los especialistas nos ofrecen algunos de los síntomas para reconocer a las personas con comportamientos tóxicos: El que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno y el que urde los problemas para acercar luego sus soluciones. Sus conductas se traducen en patologías, y la coexistencia con ellos resulta muy difícil, a veces, imposible.
Hay algunos rasgos de la personalidad que lo definen..."a las personas que generalmente usan monologos para comunicarse con los demás ( y escuchan más bien poco) y autorreferenciales , es decir que permanentemente siempre se ponen como referencia en todo lo que pasa ("eso ha salido gracias a que yo"....., "ya lo dije...", "seguro que yo soy el elegido/a" y... un largo etc... ) y a aquellos que nos aplastan, a los que acaban minusvalorando hasta la saciedad lo que hacen los otros/as". Como ya hemos dicho se dan en todos los campos de la vida: en la familia, en la política, en la empresa, entre los/as compañeros/as de trabajo, entre amigos/as. Realmente no valoran para nada las relaciones personales, para ellos/as en el fondo de sus valores, no tienen importancia.


Algunas de las constataciones de su existencia en boca de personas que han sufrido este comportamiento:

" A los «tóxicos» se les huele al primer contacto; son lastres que te hunden y restan siempre. Por eso, tratás de alejarte. Pero la vida te los impone demasiado a menudo" Frase de un empresario.

" Hay gente que nos intoxica con su mala actitud y absorbe nuestra energía. Ellos movilizan aspectos que nos resultan intolerables. Nos dañan y nos quitan libertad " Opinión de una psicóloga.

"Te cuentan siempre de sí mismos y no les interesa preguntarte nada. Intentan pasarte por arriba; nada ni nadie les viene bien" Dice una artista

" El «tóxico» nunca sabe que lo es, pero todos los demás, sí. Nunca está vibrando como su entorno. Además, interrumpe las vibraciones "Opina un Músico

"Son gente que conspira para que las cosas no fluyan amigablemente. Piensan: «¿Por qué ser feliz, si se puede no serlo?». Su problema es la actitud" Reflexión de un creativo publicitario .

CLAVES PARA VIVIR MEJOR "SIN COMPORTAMIENTOS TÓXICOS"

  • Las personas "tóxicas" influyen en la salud tanto física como psíquica del otro. Por eso es clave identificar los síntomas que una compañía nociva produce. Producen dolores de cabeza, insomnio, angustia, depresión....
  • A esas personas se las controla quitándoles su poder, evitando o escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad. Si se debe convivir con ellas, en la familia o en el trabajo, hay que abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.

  • Cuando surge un comentario o comportamiento "tóxico", simular que uno le presta atención cuando, en realidad, se esfuerza por desoírlo.Tambien se puede cambiar de tema rapidamente...

  • Al "tóxico" se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta estéril si él percibe que carece de efecto.

  • Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona "tóxica". Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.

  • Si no es posible evitarlos, porque usan el teléfono con asiduidad e insisten, adquiera un identificador de llamadas y reduzca al mínimo el contacto personal con ellos.

  • La actitud positiva es siempre una elección. Prepárese mentalmente para estar bien y contrarrestar así las actitudes "tóxicas".

  • Si una persona "tóxica" forma parte de su equipo de trabajo, establezca de antemano y claramente las reglas de convivencia. Si se trata de su jefe, hágale saber que usted y su equipo pierden eficiencia frente a comportamientos negativos. Y póngale ejemplos concretos. Es verdad que lleva tiempo y es una actitud delicada pero siempre, por poco que consiga, merecerá la pena.

  • Si el "tóxico" no es alertado sobre su toxicidad, la extenderá en el ambiente. No deje pasar por alto esas actitudes y convérselo inmediatamente con él. No lo haga primero con los demás.

  • Ejercite su propia autocrítica y revise con asiduidad qué tipo de actitudes y comportamientos tiene usted para con los demás. Usted también puede ser "tóxico" para otros. La regla es simple: no les haga a los demás lo que no desea que le hagan a usted.

A continuación cuéntanos tu experiencia con alguna persona de las llamadas tóxicas... o si tú lo has sido cuéntanos si te has dado cuenta y como te has sentido.... tu aportación ayuda mucho a los demás.

domingo, 14 de diciembre de 2008

La otra cara de la Navidad


La Navidad, una de las fiestas más importantes de la tradición occidental, ha calado hondamente en nuestra cultura, hasta tal punto que es celebrada por creyentes y no creyentes como un día señalado en el año relacionado con unión familiar, alegría y reencuentro.

Mi amiga psicologa y especialista en Coaching, Mertxe Pasamontés, ha decidido colaborar conmigo en mi blog y poner en marcha una experiencia (el inicio de la misma) de trabajo interblog. Ella ha publicado "Palabras de navidad: la otra cara" donde nos dá una perspectiva complementaria de este artículo. Pincha aqui y puedes leerlo.

En Navidad aparece otra cara de estas fiestas. Cuando nos disponemos a pasar a un nuevo año y en practicamente en todo el mundo de influencia Cristiana se celebran las fiestas Navideñas...aparecen otra cara que por regla general es más invisible y le pone otra cara a estas fiestas. De hecho se ha constatao que la venta de antidepresivos aumenta un 40% en estas fechas.
Se recuerda con nostalgia los momentos navideños (Ver el blog de Mertxe) vividos con personas que no están con nosotros, sea porque han desaparecido o porque están lejos. Centrarnos en estas pérdidas es algo habitual.Los buenos momentos no podrán repetirse este año por el motivo que sea, y la persona afectada tendrá un pensamiento negativo y melancólico por lo que no tendrá ganas de muchas fiestas y celebraciones. Ningún m
omento es repetible. Es importante ser conscientes que a nuestro alrededor existen otras personas que sí nos satisfacen y no debemos centrar todo el interés en la pérdida de los que faltan. De hecho las personas que están con nosotros pueden vivir negativamente nuestro estado de ánimo, por creer que no los valoramos por centrarnos más en quien no tenemos.
Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo solos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo. es hora de que empecemos a pensar en disfrutar de las nuevas posibilidades, aunque al principio nos parezca que no las encontramos por ninguna parte!.
La idea de felicidad, lujo y fantasía que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja, etc. Especialmente en este momento de crisis económica (ver el post de la crisis económica). Debemos tener en cuenta que nuestra realidad es muy distinta, aunque no por ello peor. Cada uno tendremos que adaptarnos a nuestras posibilidades y disfrutar de la Navidad de la mejor manera posible. El lujo es para los que pueden permitírselo. Cuando tenemos una gran falta de recursos tendremos que echar mano de la imaginación para hacer que los nuestros disfruten, no todas las cosas se consiguen con dinero. El pasar la noche juntos viendo la televisión o jugando a un juego de mesa hará que los nuestros pasen una bonita noche, solo con cambiar el menú y variarlo con algo nuevo será suficiente para festejar cualquier cosa. Una cena especial no tiene porque ser ( ni mucho menos con mariscos u otros lujos).
Las personas que pasan por una mala racha sentimental, serán más proclives a pasarlo mal en estas fiestas. Su responsabilidad está en conseguir los recursos necesarios para controlarse. Los deprimidos, los ansiosos o melancólicos diagnosticados de algún trastorno concreto deberán prepararse de antemano. Saben cuales son sus puntos débiles y tendrán que reforzarlos antes de que lleguen esos días y se encuentren peor. Buscar ayuda antes de estar hundido/a y proveer una amplia agenda de actividades.

Son muchos de los estados de ánimo que nos embargan en estas fechas, por ejemplo los estados de ánimo depresivos, que continuación describimos algunos de ellos:

1)Recuerdos de seres queridos, personas que han muerto o que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Se echa de menos a esta persona y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ella, puesto que no pueden repetirse, el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de fiesta. Está focalizando toda su atención en ese acontecimiento o en esa persona que falta y no es capaz de ver el resto del ambiente, como otros familiares que sí están con ella, otras situaciones nuevas y positivas, etc.
2) Paralelo a lo anterior aparecen recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado o lo desdichados que hemos sido. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para ensuciar el presente.
3) Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo sólos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo.
4) A menudo también puede suceder que nos dejemos llevar por la publicidad y por el espíritu navideño que tratan de vendernos por todas partes. La idea de felicidad que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja , etc. Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin salida, por supuesto que no nos parecemos para nada a lo que dicen los anuncios, pero ten en cuenta que cada uno vive la navidad a su manera y que ninguna forma es mejor que la otra.
La falta de recursos ecónomicos es una gran traba en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer.
Para todos estos síntomas también hemos de tener recursos psicologicos que nos hagan amortiguar o evitar entrar en este estado de ánimo:

¿Qué hacer para estar mejor?



Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable. Rememora las cosas positivas de esa persona, recuerda los chistes del abuelo o la tarta tan rica de la abuela.¿ Qué cosas aportaba esta persona a estas fiestas? Piensa en ello e incúlcaselo a los demás, sobre todo si son niños, hazles ver con alegria el recuerdo de esta persona y no trates de ocultarselo. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.
Hecha mano de los tuyos para superar los malos momentos, hablar y expresar tus sentimientos te ayudarán a sentirte mejor, además muchos de tus pensamientos serán extremadamente negativos, si los compartes tienes posibilidades de que alguien te ayude a desmontarlos y a que veas la parte positiva.
Recuerda que muchas familias tienen problemas que resolver y que no eres el único, intenta aceptar tu realidad y aprovechar las fiestas para desconectar un poco del día a día. Cuando se acaben todo seguirá igual estés triste o no , tu estado de ánimo no ayuda a mejorar la situación, todo lo contrario. Recuerda que la Navidad es solo una fecha en el calendario y que cada persona le dá el significado que ella quiere. No le dés tanta importancia , es una fiesta más.
Aprovecha los momentos bajos para estar contigo mismo y relajarte, si lo consigues saldrás con energías renovadas. Busca la serenidad en los pequeños detalles, un baño caliente, un té a media tarde, una película tristona por la noche.
Plantéate toda tu situación como si la estuvieras viendo desde fuera, como si fueras un espectador que está mirando una obra de teatro. Analiza toda la situación y valora cuanto de negativo hay en ella y cuanto de positivo, intenta no caer en la trampa de focalizar toda tu atención en los puntos negativos, busca más allá e intenta localizar algo bueno, seguro que lo encuentras.
No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas , no te compares, saldrás perdiendo en la mayoria de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él.
Aprovecha tus recursos y sé creativo; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.
Planteate otra Navidad:
1) Cuando echáis de menos a un ser querido y estáis tristes por ello, una buena táctica será dar la vuelta al pensamiento y recordar los momentos mejores. Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable. Rememora las cosas positivas de esa persona, recuerda las historias del abuelo o los veranos en el pueblo con los tíos. Es muy común intentar callar sobre esta persona que ha fallecido, sobre todo si hay niños intentamos que no sufran y nadie habla de esa persona que todas las navidades tocaba la zambomba o ponía el árbol. Esto es un error, ya que es una forma de ocultar sentimientos, que por otro lado, son sanos y normales. Permite que los niños y los mayores hablen con libertad sobre esta persona, de tal manera que sea algo natural y no forzado. La expresión de sentimientos hará que todos os sintáis mejor. Intentad ver con alegría el recuerdo de esta persona. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.

2) Otro truco es aprovechar los momentos malos y de bajón para relajarte y disfrutar de tu soledad. No siempre tiene que ser malo el estar solo, es un momento para meditar, pensar, disfrutar de la tranquilidad con música relajante o una copa de vino, te servirá para centrar tus pensamientos y tomar decisiones sobre que harás en los próximos días. Aprovecha el momento y vívelo como algo estimulante y gratificante.


3) Si las Navidades son Fiestas duras para ti, tal vez deberías plantearte cual es el motivo. El hecho de haber perdido a un ser querido o el de sentirse solo no es motivo suficiente. Muchas personas pasan por esa misma situación y su reacción tal vez no sea tan negativa. Todos lo pasamos mal en ciertos momentos y todo tiene su periodo de adaptación, pero pasado este tiempo es hora de salir adelante. Si te encuentras anclado en una situación que no puedes superar, es el momento de que te plantes y decidas si necesitas ayuda externa. Tal vez pases por una depresión y no seas consciente de ello. Busca ayuda fuera, y anímate para superarlo, te encontrarás mejor día a día y tal vez las próximas fiestas no sean tan negativas para ti.
4) No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas, no te compares, saldrás perdiendo en la mayoría de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él. Aprovecha tus recursos y sé creativa; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.

4) Aprovecha tus días libres para hacer cosas pendientes que no puedes hacer cuando trabajas, Salir al cine o al teatro, darte algún caprichito, quedar con amigos que hace tiempo que no ves, ver a la familia en los pueblos, aprovechando el fin de semana respiramos aire puro y vemos a familiares más lejanos o con los que hemos perdido algún contacto, puede ser gratificante volver a recuperarlo. Dedícate tiempo para ti, un baño calentito con burbujas, un masaje, unas cremitas, un café caliente o un chocolate por la tarde en casa mientras que lees un libro, etc. Todas estas pequeñas cosas pueden resultar agradables cuando no las realizas normalmente. Y recuerda, no es necesario pasarlo bien obligatoriamente. Intenta mantenerte en la normalidad y seguir con tu día a día, al fin y al cabo las fechas son días en el calendario, tendrán la importancia que tú las quieras dar.

Los conflictos familiares: la otra cara de la Navidad:
En las Navidades, el encuentro con los familiares cercanos también puede implicar un cierto grado de tensión porque nunca se suelen celebrar como uno pensaba. Cada persona tiene su propia familia, la que ha creado en su interior y de la que se cree el centro. Este hecho para algunos es muy tranquilizador, mientras que para otros supone una fuente de rivalidad continua con los demás miembros de la familia.
La ausencia de seres queridos -como hemos dicho antes-, la visita de algún miembro de la familia no querido, el reencuentro con parientes poco apreciados son algunas de las situaciones más comunes que generan tensiones en estos días tan especiales por la carga cultural, emocional, psicológica y social que encierra la celebración de la Navidad.
Los expertos (para sintetizar) hablan de tres tipos de conflictos familiares en estas fechas:
1.- Los conflictos permanentes. Los que están presentes durante el resto del año pero que entran en contraste con lo que se espera de estas fechas. Por lo general, en Navidad se vive con mayor intensidad y dolor lo que en otro tiempo se considera un conflicto cotidiano. Un ejemplo muy simple es un adolescente que en todas las cenas se levanta de la mesa antes de que los demás terminen para chatear con sus amigos, pero si hace esto el día de Nochebuena, los padres sentirán con mucha más fuerza que se distancian del hijo o le prohibirán hacerlo.
2.- Conflictos propios de estas fechas. Dado que los festejos navideños enfrentan a todas las familias a una serie de tareas y decisiones que también pueden resultar complejas, relacionadas con el lugar donde juntarse para comer y cenar, quiénes serán los invitados, qué regalos se deben comprar o quiénes se encargarán del cuidado de los niños.
3.- Por último, se pueden citar los conflictos profundos que existen en todas las familias y que brotan estos días por el mayor tiempo que dispone la familia para estar junta. Estos problemas, presentes durante el resto del año, no se manifiestan o se hacen conscientes en otros momentos. "Sin ir más lejos puede haber parejas que no sepan comunicarse y llegar a acuerdos, pero como durante el resto del año sólo se ven delante de la tele y la vida está más pautada y ordenada, no se dan cuenta de ello hasta que tienen que pasar más tiempo juntos para preparar los eventos navideños con la familia.Aloran estos conflictos y se multiplican porque además se hacen patentes ante todo el mundo.
Muchos investigadores sostienen que 'los conflictos estrella' en estas fechas están muy relacionados con la familia. Al fin y al cabo, las familias crean su propia cultura, sus propias costumbres y sus propios ritos que, en Navidad, entran en conflicto con las culturas familiares de origen. Las demandas afectivas de todos -padres, hijos y abuelos- pueden dificultar mucho la toma de decisiones y el bienestar de la familia.
Otro tipo de cuestiones tienen que ver con la toma de decisiones económicas ya que la Navidad enfrenta a las familias a muchos gastos excepcionales y las dificultades económicas o los diferentes criterios de decisión en estos temas pueden incidir en un aumento de la conflictividad. Especialmente en momentos de crisis donde algun miembro de la familia está en paro, o cuando se percibe que puede ponerse en dificultades la economía familiar por la psicosis de crisis económica. También se encuentran en esta situación los adolescentes que ponen en cuestión las tradiciones familiares de sus padres, de forma que discuten y generan un conflicto por donde, como y con quien pasarán estas fiestas.
A continuación os pongo como postal de Felicitación de Navidad Imagine de John Lenon para que nos sirva de reflexión de la "otra navidad" del mundo:

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