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domingo, 3 de febrero de 2013

610,000 visitas al Blog: Gracias a l@s lectores



Ya hemos llegado a las 600,000 visitas al Blog y vamos hacia 1 millón. En Marzo del 2012 sufrimos un problema técnico achacable a Google y a su forma de gestión de los dominios, que motivó una caída de las visitas y la indisponibilidad del blog. Hemos ido recuperando poco a poco a nuestros amigos y seguidores y estamos volviendo a la normalidad. La Ayuda Psicológica es fundamental y las redes sociales han conseguido que lleguemos a mucha gente para ayudarle y poder superar muchos de los problemas que le han estado acuciando en su vida. A otras personas hemos servido de guía para la toma de decisiones y para el afrontamiento de determinados retos. A otras le hemos abierto algunas nuevas perspectivas. A la mayoría la hemos reafirmado en sus convicciones. Gracias por los numerosísimos agradecimientos que nos habéis hecho llegar y que hemos compartido.    

El Top Ten de los artículos que han sido de mayor ayuda han sido los siguientes:



El que más comentarios y consultas ha generado ha sido el de Cómo vencer la timidez (101), las mentiras (92) y las personas tóxicas (51), con casos a veces muy interesantes de las historias humanas que suceden en cualquier parte del mundo. Gracias al@s que habéis confiado en ello.
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Gráfico de los países más populares entre los lectores del blog
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República Dominicana
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Además un 10% de las visitas se han realizado con dispositivos móviles, y en los últimos 6 meses el 25% de las 100,000 visitas se han hecho desde dispositivos móviles (Android, Ipad, Nokia, Blackberry , IPhones...)  lo que indica que cada vez es más frecuente consultar con tabletas y móviles nuestra página.  
      

miércoles, 29 de agosto de 2012

Afrontar una nueva etapa en la vida: Cambios para sentirte más feliz

Sois muchas personas las que me habéis hecho llegar en estos días a través de las redes sociales algunas propuestas para tratar este tema. La vuelta de las vacaciones, el comienzo de un nuevo curso, el inicio de un nuevo tiempo, marcan una serie de desafios a los que enfrentarse y aqui tenéis algunos consejos para ello.
Rescato una frase de Steve Jobs para plantearnos algunos cambios: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo".
Ante esta sabia reflexión hemos de hacer un primer ejercicio de conocimiento de nosotros mismos: autoconocimiento.
Este ejercicio requiere primero cierto nivel de aprendizaje con nuestra inteligencia emocional. Saber cuales son nuestras frustraciones, anhelos, que está operando en nuestros sentimientos y emociones que nos llevan a ese estado de ánimo.  Encontrarás en este enlace nucha información útil sobre como mejorar la inteligencia emocional...  
Cuidado con aquellos pensamientos que nos llevan a la autojustificación o el autoflagelo.
Cerrar etapas
 
 
Muchas preguntas debes hacerte para avanzar: ¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha acabado mi relación? ¿me he ido a vivir a otro país? ¿Esa amistad, que tanto cultivé ya no existe? ¿Murió un ser querido? ¿No encuentro sentido a porque luchar?
Muxchas preguntas de este tipo nos hacemos con frecuencia. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso adelante hasta que no encuentres respuesta a estas preguntas. Eso hace mucha gente. No se explican porque esas cosas tan importantes que fueron en su vida se convierten de repente en nada, en polvo. Pero esas preguntas te pueden hacer entrar en un sufrimiento permanente no sólo para ti, sino también para tus amigos, familia, pareja... Todos sufriran porque te ven paralizado y todos de una manera u otra han cerrado alguna vez ciclos en su vida.      
Se trata de hacer un cierre de una etapa en las relaciones de pareja, en el trabajo, en el lugar de residencia o de varias juntas... (con cierta prudencia los cambios radicales) . Todos estamos abocados en ir cerrando capítulos, a pasar página, a terminar con etapas, a iniciar nuevos caminos, en definitiva. La vida hay que mirarla para adelante, nunca hacía atrás.
A veces nos empeñamos en dejar puertas abiertas, por si acaso. Nunca podremos desprendernos de cosas que ya no nos son satisfactorias y sobre todo nos nos dejan vivir el presente, ni poner rumbo al futuro. Recuerdo un coach que decía con frecuencia que a veces nos buscamos cualquier excusa para seguir enganchados a a algo de lo que no queremos soltarlo: en una separación la discusión sobre los hijos o alguna propiedad común, en un trabajo, por las dificultades económicas o de encontrar otro, en una nueva ciudad o domicilio, por las cosas buenas que teníamos en la otra... una relación o amistad que no se cierra, por si acaso...,en definitiva, anclas en el pasado para no avanzar. Es bueno clausurar, limpiar, oxigenar, desprenderse, soltar... emprender una nueva eatapa implica eso, en primer lugar.  Si insistes en permenecer en ella mas del tiempo establecido, pierdes tu alegría, y el sentido del resto de las cosas. No debemos cometer varios errores: ni manipular la realidad, ni dejarnos manipular por otras personas, ni mentirnos a nosotros mismos, ni decir mentiras a los demás.   
Como empezar: Identifica tus metas  
Ya lo hemos dicho muchas veces en este blog, identificar tus metas es uno de los trabajos más importante que debes hacer. A veces no es fácil, lleva mucho tiempo -incluso muchos años- saber identificarlas. Y es importante escribirlas. Hacerlas explicitas, hacer un ejercicio de escribirlas, desde la más grande a la más pequeña: Cambiar de trabajo, cambiar de casa, encontrar nuevos amigos, aumentar mis ingresos, encontrar una pareja... y si quieres hacerlo más pequeñas tambien es aconsable: hacer una escapada de fin de semana, hacer ejercicio, aprender inglés, comenzar un nuevo deporte,  y cuanto lo hagamos más preciso mejor.
Y el siguiente paso es identificar cuáles son los obstáculos para conseguir las metas: Si está en alguna persona de tu entorno, saber que paso en otras ocasiones que te obstaculizaron, y cómo lo resolviste..Mira en el ambiente que te rodea (tu hogar, tu trabajo, tu estilo de vida) y observa si hay algo que te impida hacerlo. Por ejemplo si te propones adelgazar, mira en tu frigorífico cuales son los alimentos que tienes y si colaboran a que no acumules peso... y asi con una y otra meta.
Por último mira en tu entorno las personas que te rodean: Si tienes gente que te transmite zozobra o desanimo, alejate de ellos, si es gente que compite contigo en la consecución de la meta, identifica el problema y toma las decisiones consecuentes. Pero si tienes a gente que te apoyaría en la consecución de tu meta hazles participes, pídeles su apoyo, hazles complices.
Pasos para llevar a cabo tus metas
Cuando has identificado las metas, tienes que hacer un ejercicio de buscar los pasos que tienes que llevar a cabo. Una lista de hitos a conseguir, de pequeños pasos que tienes que identificar con los progresos que debes ir cumpliendo. La nueva etapa no llegará de la noche a la mañana. Requerirá de muchos pasos a lo largo del camino. Y tendrás que ir viendo cuales vas cumpliendo y cómo, las dificultades que tienes y los progresos que llevas. 
Todo esto llevalo reguistrado en una agenda, donde queden reflejados los avances que consigues. Es un trabajo extra, pero merecerá la pena. Esto te ayudará a ver tus progresos y dificultades. Y sobre todo que , aunque no hayas llegado al final, has progresado respecto al inicio.
Recompénsate en el camino 
A medida que vas consiguiendo tus hitos date de vez en cuando una pequeña recompensa que celebre tus avances. Una pequeña recompensa a tus avances.
Si consigues de esta forma ir poniendo un metodo de cambio, de avance en tu vida, te habrás familiarizado con una potente forma de progresar como persona.
 
Disfruta del recorrido que has iniciado, no sólo de la meta  
Para poder emitir sentimientos y pensamientos positivos más fácilmente con los propósitos que te has marcado es importante que seas consciente de todo lo bueno que tienes ya en este mismo instante, como puede ser: un trabajo, una casa, una cama donde dormir, una pareja, el poder comer todos los días, poder disfrutar de tus hobbies todo aquello que tengas ya por lo que te puedas sentir agradecida y centrarte en disfrutar de ello. Sería muy útil que hagas una lista de todas estas cosas, y si son cosas que además te hacen ilusión.
Pensar en positivo
Piensa siempre de manera positiva, sacándole el lado positivo incluso a los acontecimientos que no te agradan, pues siempre sirven de aprendizaje. Cuando algo no sale como esperas, casi siempre es porque eso era necesario para conseguir tus objetivos aunque de entrada no te lo parezca. Esto es algo muy útil y que siempre pongo en práctica. Somos humanos y es normal que haya circunstancias que te duelan, pero siempre procura sacar un aprendizaje de cada nueva situación y pensar que lo que ha ocurrido era algo necesario para la consecución de tus objetivos te va ayudar. A veces los acontecimientos negativos son la semilla de algo bueno que está por llegar y así es como debes verlos.

Os dejo este video muy ilustrativo y sencillo para emprender esta nueva vida y encontrar tu felicidad:   

       
 

Dejanos tus comentarios en el Blog, son de muchas ayuda para otra gente y para nosotros poder seguir trabajando. Gracias.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Sentirse Culpable: Mentiras hacia nosotros mismos


Volvemos de vacaciones y nos sentimos culpables. No hemos aprovechado todo el tiempo que podiamos haber aprovechado para hacer cosas que luego no podemos realizar el resto del año. Y asi comienzan lo que llamamos autoreproches por lo que pudo haber sido y no fué. Y así en nuestra vida cotidiana acerca de nuestro quehacer como pareja, como padres/madres, hijos, como trabajador/a, profesional, por no habernos quitado de fumar, por no haber adelgazado, por no haber hecho deporte.... y por tantas y tantas cosas....que creemos podiamos haber hecho mejor. Nos sentimos culpables. Es el momento de quitarnos peso de encima para afrontar este “curso” ligeros de equipaje y libres de culpa, un sentimiento inútil y devastador. Vamos a aprender a ejercer nuestra responsabilidad objetivamente; trataremos sobre ataduras invisibles y sobre libertad.
Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se puede reaccionar de dos formas ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se autoinculpan de lo que sucede (soy el culpable), quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie, bien porque no entran a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.

La culpabilidad es de lejos la emoción que despilfarra mayor cantidad de energía emocional. ¿Por qué?. Porque por definición, te estas sintiendo inmovilizado en el presente por algo que ya paso, Y no existe culpabilidad por grande que sea, que pueda cambiar la historia. El grado de inmovilización puede abarcar desde una pequeña incomodidad hasta una severa depresión. Si simplemente estas aprendiendo lecciones de tu pasado, y prometiéndote evitar la repetición de algún comportamiento especifico, eso no se llama culpa.

Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción pueda caer sobre ellos. Las pautas educativas más represivas o las que se derivan de comportamientos ligados a creencias religiosas hacen más frecuente la aparición de estas culpabilidades. Una autoinculpación puede ocasionar epsodios depresivos recurrentes y hasta graves.
Cada uno de nosotros tiene consciente e inconscientemente un conjunto de pautas que marcan su comportamiento. Este es nuestro propio código moral que puede o no coincidir completamente con el código social en que vivimos, el cual por supuesto a contribuido en gran medida determinar al nuestro.


Todos tenemos un código moral: El contenido del código moral personal es el conjunto de normas que organizan nuestro comportamiento. Esas normas pueden enunciarse, por ejemplo, como " no frustrarás a los otros ", " no dañaras a tus padres". Una vez que el contenido del código se estableció un proceso largo que se realiza a través de los años, empieza a funcionar un suerte de sistema que garantiza su cumplimiento.
Este sistema que se "llama el guardián del código" hace que cada vez que uno transgrede una norma o alguna de las pautas del código, se encienda una señal informando que el código se ha transgredido. Se trata de una suerte de avisador interno que cumple funciones de autoinculpación con el consiguiente malestar.
Una de las consecuencias mas comunes del sentimiento de culpa es el remordimiento. Clínicamente se define como el pesar interno que produce en forma de sentimiento cuando enjuiciamos nuestras acciones y pensamos que hemos realizado una mala acción. Es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, que va creciendo imperceptible dentro de uno. La vivencia del remordimiento es como tener un objeto intragable atravesado en la garganta, que finalmente se volverá contra uno mismo. El problema principal del remordimiento es que muchas veces se desconoce su origen. Se experimenta como una sensación que esta continuamente presente pero no se sabe exactamente cual es la culpa que está escondida detrás originando este malestar.
En segundo lugar las reacciones que sistemáticamente inculpan a otros de todo lo negativo que sucede se deben a que el individuo no soporta la carga de la propia responsabilidad cuando surgen las frustraciones, y dirige a los demás la sensación de culpa. Reaccionan de forma que lo primero es buscar un culpable fuera de si mism@. Es una forma de liberación que los demás perciben como una conducta agresiva, pero que revela la incapacidad del individuo para autocriticarse de forma objetiva y serena. Aqui aparece también la mentira y/o la manipulación para intentar inculpar a otro. A veces las personas tóxicas emplean con frecuencia esta táctica. El origen de estas conductas está en estilos de educación permisivos en los que la persona no ha experimentado los límites de su conducta ni las consecuencias de sus errores. Sucede frecuentemente en familias en los que la autoridad de padres y adultos y el respeto a unas ciertas normas de convivencia han sido mal o insuficientemente trabajados con los niños y adolescentes. La educación en libertad y responsabilidad es una de las asignaturas pendientes de nuestra educación. De hecho gracias a los medios de comunicación podemos ver lo que con frecuencia sucede con muchos jóvenes: episodios de violencia de los más jóvenes, consumo de alcohol y drogas hasta la extenuación, conductas vandalicas que tienen como base la falta de responsabilidad y la la falta de profundizzación en responsabilidad y libertad.
Y, por otra parte, la actitud de reaccionar ante las malas noticias, o ante las adversidades o ante los errores y/o fracasos no echando la culpa a nadie se asocia a dos tipos de comportamiento: quienes mantienen actitudes frívolas y no le dan importancia a nada y, por otra parte, quienes mostrándose responsables y conscientes, optan por no teñir las relaciones interpersonales de sentimientos de culpa para evitar la negatividad que ello acarrea.
Es frecuente encontrar sentimientos de culpabilidad cuando se da un proceso de separación y/o divorcio, cuando perdemos a un ser querido, o cuando por ejemplo una mujer trabaja fuera de casa y se siente culpable por creer que no atiende a sus responsailidades como madre (cuando estas han de ser compartidas)   
El sentimiento de culpabilidad se da en muchos ámbitos de la vida, en las relaciones de pareja también. Veamos un video de la pelicula "Antes que termine el día" (If Only) en el que podemos ver cómo se da un modelo de culpabilidad sobre las relaciones de pareja, aunque la vida le da otra oportunidad...(no siempre es así...)


Y ¿Como comenzamos a superar y liberarnos de esos sentimientos de culpabilidad?
Muchas de las frustraciones que originan los sentimientos de culpa se producen porque se tiene una idea de nuestra capacidad o de la de los demás, que, por excesivamente optimista, no se atiene a lo real. Lo hemos dicho muchas veces, no hemos de sobrevalorarnos. Hay que huir de aquellas personas que continuamente fanfarronean o presumen de su control sobre todo lo que ocurren, estpos son serios candidatos a la ausencia de autocrítica.  Por tanto, la primera estrategia para combatir el sentimiento de culpa es cultivar el sentido de la realidad, lo que supone aceptar, aunque resulte doloroso, qué y quién es cada uno. Para ello, es necesario trabajar la autocrítica mediante la reflexión y tomando en consideración las observaciones que nos hacen las personas que nos manifiestan más afecto y confianza. Determinaremos así las causas de las situaciones conflictivas para aprender de los fracasos y no volver a cometer esos o similares errores.
El objetivo es doble: el esclarecimiento de la situación y la desactivación del proceso de adjudicación de culpas. Lo inteligente y provechoso es identificar los errores, reconocer la causa, asumir la responsabilidad cuando nos compete y, ya después, tomar medidas para rectificarlos y para no volver a caer en la misma piedra. Limitarnos a sentir culpa es como encadenarnos de por vida por lo que ocurrió en el pasado, lo que conduce a un estado de ansiedad que puede derivar en depresiones. Sentir culpa sólo resultará útil cuando esta sensación pueda convertirse en acción. Cuando se aceptan los errores sin sentir un fracaso definitivo y paralizante, el error puede percibirse como una oportunidad de aprendizaje, como una fuente de información de qué cosas van bien y cuáles no. Se trata de un proceso de autoaceptación y mejora que genera autoestima, de aprender a querernos a partir de un diagnóstico certero sobre nuestras acciones menos logradas y nuestras posibilidades de intervenir sobre ellas.
Pautas para comenzar a superar los sentimientos de culpa
Tendremos que comenzar a hacer un pequeño ejercicio de análisis de nosotr@s mismos, siguiendo, de forma ordenada, las siguientes pautas:

  1. Identificar cuales son los sentimientos de culpa.

  2. Analizar en qué situaciones sobrevienen. Donde aparecen con más frecuencia.   

  3. Aceptarlos como normales y pensar que son comprensibles. No darle una gran trascendencia y creer que sólo te pasa a ti. Le pasa a todo el mundo. Al reconocer y aceptar estos sentimientos de culpa, resulta más fácil expresarlos y combatirlos

  4. Expresar los sentimientos de culpa. Hablar con otras personas del tema (si es necesario, con profesionales de la psicología) puede ayudar a aliviar este pernicioso sentimiento.

  5. Analizar sus causas. Buscar las razones de estos sentimientos puede contribuir a hacerlos más comprensibles y aceptables.

  6. Reconocer nuestros propios límites. Es muy sano saberlo. reconocer nuestras debilidades y fortalezas. Las primeras para no abarcar cosas que no podemos hacer, y que, a lo mejor, podriamos pedir ayuda.  Trata también de enseñarles a las personas que tienen que ver con tu vida y que tratan de manipularte por medio de la culpa, de que tu eres muy capaz de enfrentarte con las desilusiones que les provoque tu comportamiento. El resultado tardará en llegar pero el comportamiento de aquella gente empezará a cambiar cuando vean que no te pueden forzar a sentirte culpable. Una vez que logres desconectar la culpa, la posibilidad de manipularte y de controlarte emocionalmente habrá desaparecido para siempre.

  7. Aprender a dejar vivir a los demás. Aprender a usar la libertad tuya y a respetar la de los demás. 
     

Finalmente, la culpabilidad es en nuestra cultura una herramientas útil para manipular a los demás y una inútil perdida de tiempo. Una vez desconectado el mecanismo de culpa, desaparece la posibilidad de ser controlado y manipulado emocionalmente.
Al final es necesario considerar que la culpa es una emoción auto-anulante, es una elección personal, es una reacción que podemos controlar si hemos entendido el mecanismo que la produce. Uno puede vivir culpable toda la vida, pero la emoción de sentirse libre de toda culpa es como haber recuperado la inocencia y la creatividad, como cuando después de un día nublado por fin sale el sol.
Cuéntanos tu experiencia con los sentimientos de culpabilidad. La tuya o la de la gente de tu entorno. En el trabajo es muy frecuente también. Haznios llegar tus vivencias... son muy útiles para tod@s. Déjanos tu comentario.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Las Mentiras


¿Que es la mentira? La mentira es una forma de eludir la realidad y por tanto la responsabilidad que tendría el afrontar la verdad de alguna cosa. Muchos trastornos psicológicos llevan asociada la mentira como forma de evitación de circunstancias. Sin embargo a la larga si llega a convertirse en hábito, puede suponer un trastorno psicologico considerable.

¿A quien hace daño la mentira? La mentira puede hacer daño al destinatario pero en última instancia a quien más perjudica es al mentiroso, ya que le convierte en una persona poco fiable, indigna de confianza y carente de crédito.

Origen de la mentira:

Parece que desde que nacemos y nos comenzamos a relacionar con los demás comenzamos a ser conscientes de las repercusionesque tiene en los demás nuestra conducta. Y hay dos formas de afrontar esa conducta de relacionarnso con los demás:

  • Afrontándo estos comportamientos tanto si se prevé agradable como desagradable. Ejemplo, reconocer que hemos cometido un error en una suma después de decirle al cajero de un supermercado que se ha equivocado. Dar la cara supone generalmente la mejor opción, ya que aún suponiendo que nos vayan a castigar, demostramos que somos responsables de nuestros actos y por tanto los demás nos toman en serio.

  • Evitando o huyendo de dicho acontecimiento. Siempre cuado huimos de nuestros actos, estos nos persiguen de uno u otro modo. Por ejemplo, tiramos un jersey al suelo en una tienda y nos hacemos los despistados. Caben dos alternativas, que los dependientes o los clientes no lo vean y entonces nadie me regañará, pero yo sí sé que lo he hecho y es un golpe bajo para nuestra autoestima (pues sabemos que no lo hemos hecho bien), o que nos llamen la atención y nos pongan la cara colorada. (pinche aqui para poner música de mentiras...http://www.pequenet.com/canciones/mentira.asp ).
Cuatro Tipos de mentiras:
  1. La hecha en forma esporádica (todos alguna vez mentimos) y espontánea (¿Hay mentiras piadosas? Esa es la pregunta que todos nos hacemos, y quien justifica la mentira hace suya la frase de que "el fin justifica los medios")

  2. La evolutiva, que comienza en la niñez y es reforzada por los padres/madres (de niño)

  3. La que se dice como producto de un padecimiento sintomático (para obtener atención gracias a la creación de un falso personaje que nos dá brillo y es para mejorar nuestra propia autoestima, inventando logros y consecuciones personales )

  4. La efectuada como conducta repetitiva. Esta es la mitomanía, en la que se vive para y por la mentira. es la complicada y la quie lleva a la mentira compulsiva.



Pero...¿Porqué mentimos?





  1. Determinadas personas, en algún momento, aprenden a eludir sus responsabilidades mintiendo. Si lo realizan durante mucho tiempo, la mentira termina convirtiéndose en hábito, apareciendo de este modo un trastorno psicologico serio que le impide controlar su comportamiento , donde la mentira acaba dominando al individuo.

  2. La mentira se da también porque el sujeto obtiene cierto placer, se siente de alguna forma más listo que los demás. El hecho de correr cierto riesgo favorece la aparición de una elevación de adrenalina y cierto placer asociado al riesgo. Recibe el beneficio secundario que supone el no afrontar el acto realizado. Sin embargo cada mentira, además puede llevar asociada que la persona se vea obligada a unirla con otras nuevas. Por ejemplo, una persona dice a su doctor que le duele el estómago para evitar acudir a su trabajo. El médico le remite al especialista y éste le realiza una prueba muy dolorosa que consiste en introducir un tubo por la garganta hasta el intestino. Finalmente la conducta ficticia inicial lleva al paciente a un dolor real de garganta y a lo mejor a la pérdida de su trabajo si su jefe descubre el invento.

  3. Tambien otra causa está relacionada con la autoestima. Llevados por la inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados tal como somos, podemos caer en la tentación de adornar aquí y allá nuestra historia y nuestras habilidades de forma que causemos una impresión favorable en las demás personas. Esta es quizás el origen de la mentira que más se está generalizando en nuestro tiempo en la que la imagen superficial y la búsqueda de estereotipos y cliches socialmente aceptados se está imponiendo.
Mentir es un recurso fácil de valer sin tener que pasar por esfuerzos ni penurias, aunque el precio que se corre es la posibilidad de ser descubierto. En esto sucede algo similar a la persona que lanza rumores falsos para disminuir a las personas que envidia: puede ser descubierto y la conducta desvelada, ir en su contra desprestigiándolo ante a los que quería influir.

La mentira que busca impresionar para mejorar la autoestima (siguiendo a Jose Luis Catalán, COP,2005) se puede transformar en un trastorno de la personalidad que podríamos llamar 'seudologia fantástica' que es una compulsión a imaginar una vida, unos acontecimientos y una historia en base a causar una impresión de admiración en los espectadores o en las personas que nos escuchan.
Este afán por impresionar esta basado en la imperiosa necesidad de resultar valiosos e geniales por medios tramposos ya que por los medios naturales y habituales de la simpatía y de la espontaneidad se duda de poder conseguirlos.

Refleja, por un lado, la ambición de ser dignos de amor, de admiración y "ojito derecho" de los demás como antes de ser destronamos por el proceso de maduración lo éramos de los padres; por otro lado, se pone de manifiesto nuestra profunda duda de no ser dignos de ser admirados o queridos en base a la distancia, la dureza, el aislamiento y la falta de adaptación que sufrimos, que asemejan pruebas de algún tipo de discapacidada.

El mentiroso fantasioso coge el atajo de robar atención y aprecio de los demás por la vía del fácil engaño (las palabras son cómodos sustitutos de los hechos) en vez de por su Ser-sincero, tal vez mucho mas modesto de lo que su ambición soporta.

A veces la propia conducta del individuo genera un comportamiento que tiende a confirmar la mentira: Se imagina un gran literato o poeta, lo dice y además busca poemas, los copia, los parafrasea y los da a conocer diciendo que son suyos. Copia un cuadro diciendo que tiene dotes de pintor/a y lo que ha hecho es una sofisticada tecnica de copiado. La historia está llena de grandes farsantes que han sido descubiertos tarde o temprano.

No se conforma con ser una persona cualquiera -tal vez se vería a sí misma con excesivo desarraigo-, sino que desea ser siempre una personalidad de primera magnitud, de esas que los demás admiramos embelesados y envidiosos.

Lo que nos gustaría hacer, lo que en ensueños nos prometemos, lo que según nuestros cálculos inflados seguramente nos pasará puede hacernos correr tanto en el tiempo que disfrutemos precipitadamente de lo que todavía no somos, y ello nos prepara mal para el naufragio de nuestros ilusiones durante el transcurso despiadado de la vida. Este tropiezo no le sucede a quien su mirada alcanza al escalón de arriba sólo cuando ha mirado bien que ha subido el actual.

El problema del llamado "pseudólogo" (JL Catalán) es que para mentir tanto y que no se note ha de hacer lo mismo que un actor que representa un personaje y quiere resultar creíble: esforzarse tanto, como si uno fuera esa persona inventada, que realmente uno se confunda y olvide de quien es realmente.

Lo que debe plantearse el mentiroso es su misterioso desánimo, la progresiva languidez que simular produce en él. Cada vez se dá cuenta que algo no prendeen los demás. Su afán de caer bien produce el efecto contrario de que los demás se decepcionen, se sientan despreciados y se disgusten, generando una profunda desconfianza muy difícil de superar (piénsese por ejemplo lo difícil que es olvidar que tu pareja te ha engañado, o te miente sistemáticamente -otro día hablaremos de ello, porque es un tema muy interesante-).

¿Cual es la cura del mentiroso...?
La cura del mentiroso es sustituir la mentira por la búsqueda de la excelencia. Reconociendo su necesidad de brillo y atracción dedicarse con firmeza a mejorar sus méritos verdaderos y su curriculum (profesionales, de cultura, relaciones interesantes, etc.) con suficiente persistencia (porque si ha caído en la mentira es por impaciencia), con paciencia -y a veces como una hormiguit-a y seguridad (garantizando con pruebas evidentes las suposiciones).
Jugar limpio, ser naturales, es el mejor camino para ser aceptados por los demás. Lo primero es que nos acepten aun siendo humildes y mediocres. Una vez conseguida esta aceptación básica entonces se pueden intentar el asalto al mérito, que ya no será un mérito agresivo (de esos que aunque la persona valga mucho nos da igual porque nos cae antipática) sino un afán de darnos más, de buscar una mayor cualidad, de jugar más fuerte, una activa entrega para participar, colaborar, sugerir y animar la vida familiar, los equipos de trabajo, los grupos de amigos o la excelencia profesional.

¿Se puede prevenir la mentira?



Una forma de evitar que la mentira se transforme en una obsesión en la edad adulta es "no castigar a los chicos cuando dicen una mentira menor, ya que es propio de la imaginación infantil y forma parte de su maduración". Los padres deben explicar las diferencias entre fantasía y realidad a los niños/as. El desarrollo de una fantasia muy grande puede llevar a los niños/as a cultivar "otra realidad" inventada que es la puerta a la mentira. Hay que hacerles saber distinguir entre imaginación (estimulandosela también) y realidad.

Y además la principal fuente para la prevención es la detección de las mentiras. Varias Universidades americanas ya han detectado cambios sustanciales en el cerebro y en la actividad cerebral en las personas que mienten y eso puede ayudar a detectarlas y a tratarlas.

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