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sábado, 23 de junio de 2012

Emoción y comunicación: Como entender mejor nuestro comportamiento

Hace unos años publicaba un articulo sobre las emociones en este blog http://www.ayuda-psicologia.org/2007/04/las-emociones-qu-son-cmo-nos-afectan.html . En ella trataba de que entendierais mejor el mecanismo de las emociones y de los tipos de emociones y como nos afectaban. Hoy vamos a adentrarnos más en las emociones y su relación con la comunicación. Hace dos meses dí una conferencia en TED donde hablaba de este tema. La comunicación es la necesidad más primaria del ser humano, desde que nacemos. Aqui podeis ver los 12,50 minutos de mi conferencia:       


También podeis ver la presentación que hice donde se exponen más detalladamente algunas de las cosas que cuento:
En resumen: La mayor protección emocional contra las adversidades es la sonrisa. Es el mejor antidoto comunicativo contra las emociones negativas.
¿Que opinas? Nos gustaría saber que piensas de las emociones y la comunicación.
Déjanos tu comentario.      

sábado, 21 de abril de 2007

La envidia: un sentimiento muy común

La envidia es una emoción experimentada por aquel que desea intensamente algo poseído por otr@. La base de la envidia es el afán de poseer y no el deseo de privar de algo al otro, aunque si el objeto en cuestión es el único disponible la privación del otro es una consecuencia necesaria.
La envidia es una sensación desagradable que ocasiona conductas desagradables para los demás. Tradicionalmente ha sido considerada uno de los siete pecados capitales.
La envidia ha sido frecuentemente tema literario y ha inspirado mitos como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia. Este mito, en realidad, ejemplifica la rivalidad y conflictos históricos entre los sistemas de vida nómadas y sedentarios de pastores y agricultores que se han desarrollado siempre a lo largo de la historia, también entre los pueblos semíticos. El escritor de la generación del 98, Miguel de Unamuno afirmaba que era el rasgo de carácter más propio de los españoles y escribió para ejemplificarlo su novela Abel Sánchez, en que el verdadero protagonista, que significativamente no da título a la obra, ansioso de hacer el bien por la humanidad, sólo recibe desprecio y falta de afecto por ello, mientras que el falso protagonista, que sí da título a la obra, recibe todo tipo de recompensas y afecto por lo que no ha hecho, ya que es el tipo de persona que cae bien a todo el mundo porque no vale para nada y puede ser despreciado en secreto y no nos hace sentir mal a causa de nuestra inferioridad.
Decía el escritor argentino Jorge Luis Borges que..."El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable"". Y la verdad es que no es sólo un mal español. Es un tema tan antiguo como el hombre. Decía, por ejemplo Epicteto de Frigia , un filósofo latino, hace ya muchos cientos deaños que "la envidia es el adversario de los afortunados"
Pero...¿Que es la envidia? Es, sin duda, uno de los problemas emocionales más frecuentes, la envidia suele definirse como la tristeza por el bien ajeno; un sentimiento desagradable que se produce al percibir en otro algo que se desea y que dificulta el desarrollo del que lo sufre y sus relaciones con los demás.
Se mezclan emociones de naturaleza contradictoria, como por ejemplo, el deseo de tener lo que otro tiene, la admiración por lo que otro ha conseguido, el dolor por no tenerlo, la indignación por considerar injusta la diferencia que se observa o la incertidumbre por no entender a qué se deben las diferencias que producen la envidia.
La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al individuo a desear lo que no tiene y a compararse con los demás.
La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional; sentimiento que en lugar de ayudarle a conseguir lo que envidia, se lo dificulta.
El envidioso es incapaz de ponerse en el lugar del envidiado, para poder comprender su situación, o de sentir empatía hacia él. ¿Qué significa sentir empatía hacia alguien? Significa sentir lo que siente el otro. Y es la base de la comprensión y de la solidaridad.
La envidia origina una serie de reacciones negativas que pueden hacer que el envidioso se aísle de los demás o tenga serias dificultades para relacionarse adecuadamente con ellos.
La envidia se produce casi siempre hacia personas muy cercanas (familiares, amigos, vecinos y frecuentemente entre compañeros de trabajo y/o profesión).
Entre los valores más envidiados suelen encontrarse el prestigio, el reconocimiento, el estatus ocupacional, el dinero, el poder o los símbolos y las posesiones materiales.
Para que en lugar de producirse envidia surja admiración, es necesario que las cualidades que se observan en el otro no representen una amenaza para la propia valoración.
En los ambientes en los que existe una fuerte tendencia a evaluar el rendimiento de forma individualista y competitiva hay más riesgo de suscitar envidia.
Cuando estamos enfermos envidiamos a los que rebosan salud, cuando nuestra pareja hace aguas nos fijamos en las que funcionan como el primer día y cuando padecemos problemas económicos envidiamos los que nadan en la abundancia. Y cuando envejecemos a los jóvenes y cuando estamos tristes a los que llevan la sonrisa...todas estas reacciones son fruto de la envidia.



Tenenos tendencia a valorar en los demás aquello que a nosotros nos falta, pero casi nunca nos ponemos a pensar en todo lo que tenemos.


Ser realistas y confeccionar mentalmente un cuadro-diagnóstico certero de nuestra situación puede ayudarnos a no convertirnos en víctimas del catatrofismo o de la euforia. El bienestar emocional consiste en el equilibrio al que conduce conocer y asumir con serenidad y buen humor lo que somos (y tenemos) y lo que aspiramos a ser (y tener). La envidia más perniciosa es la que sentimos del hermano, del amigo, del compañero de estudios o de trabajo, y del vecino de al lado. Y ello porque sabemos que quien tenemos cerca no es forzosamente más listo ni mejor profesional que nosotros, simplemente ha aprovechado mejor sus oportunidades. No se trata de ser conformistas y abandonar cualquier planteamiento ambicioso -un grado de ambición siempre es aconsejable para superarse a si mismo-, sino de ser consecuentes y elaborar una valoración global sobre lo que somos y lo que aspiramos a ser. Y todo ello no se debe hacer sobre la base de comparaciones con los/as demás, sino partiendo de nuestras propias percepciones, sentimientos y perspectivas de futuro.
Lo peor de la envidia es que se acompaña de una frustrante impresión de que la vida pasa sin vivirla, inmersa en la monotonía o en un devenir insatisfactorio carente de retos atractivos. Vemos a otras personas felices y ello acentúa la negativa percepción de nuestra vida y de nosotros mismos. Esa es la base de la envidia en las personas que no se sienten así. Es frecuente que esta disposición de ánimo nos conduzca a evitar los contactos sociales, nos acerque al fracaso y produzca esa inseguridad tan característica de la persona envisiosa que disfrazamos de apatía, conformismo y negatividad.La inteligencia emocional es en este caso imprescindible para acertar en el diagnóstico de nuestra situación en la vida y para dar con el paquete de medidas que nos ayude a superar el estadio de la envidia y a articular las estrategias que nos acerquen a las metas previstas. Mirar al exterior y compararnos con quienes admiramos o envidiamos puede ser un buen estímulo ("¿por qué yo no puedo hacerlo?") siempre que lo hagamos positivamente (no con un espíritu de simple emulación y constructivo) extrayendo del éxito ajeno conclusiones adaptables a nuestra manera de ser, nuestras capacidades y nuestras circunstancias personales.
El discurso del envidioso es repetitivo, monocorde y compulsivo respecto de lo que envidia y de con quién compite.Pendiente de lo que tienen los demás, evita reconocer lo que tiene y nada o poco hace para sacarle partido. Su vida no gira sobre su realidad, sino sobre lo que desea conseguir y , en definitiva, sobre lo que echa en falta. La insatisfacción, la frustración y la rabia, le dominan y hacen que su vida le resulte poco grata.


De modo que en esta competencia abierta, en la que uno ambiciona ser y tener lo que es y tiene el otro, es casi natural que el envidioso busque por todos los medios la caída de su rival, impulsado por esa creencia innata de que nadie es tan capaz y perfecto como uno mismo.
En la envidia todo vale: la ley de la selva y el sálvese quien pueda. Los envidiosos, para procurar la caída de su rival: difaman, insultan, acusan y, lo que es peor, cuando ya no les queda más argumentos para hablar en contra, transforman la mentira en verdad y la verdad la convierten en basura, pues los envidiosos suelen ser como las serpientes venenosas y las navajas de doble filo.

Sacamos una serie de extratos de un libro de Mercedes Salisach ("La dimensión intermedia") que estereotipa a los envidiosos/as:
"La cuestión es desprestigiar(me), convencerse a sí mismo (..) que la razón está de su parte. Ni siquiera toma en consideración el daño que la mentira (...) está causando a (su) autoestima (..).
Pero (..) las heridas (...) le traen al freco. Lo único que le importa, de verdad, es desprestigiarme, cambiar la imagen siempre positiva que (los otros) ha(n) mantenido sobre mi forma de ser.
Es el único modo capacitado para ventilar (...) esos rencores secretos que de vez en cuando le atosigan.
Por eso (...) no cesa de airear falsedades que machacan mi imagen. Incluso procura ridiculizarme. (...) Y escupe su embuste como podía escupir una flema.(...)
Y cuánto más me difaman , más se agudiza la sensación de que mi modo de actuar lejos de haber servido para favorecer (...) sólo ha sido una trampa inmunda para conseguir apoderarme de todo lo que le pertenecía.(...)
Así fue creándose entre ellos el ambiente que me ha ido conviertiendo (falsamente) en un (ser) arrogante, despreciable y cargado de vanidad; mientras (ellos) se arrogaba(n) el victimismo de mis supuestos egoísmos.
A veces los celos son capaces de inmunizar los sentimientos más arraigados, y por supuesto convertir los posibles remordimientos en vindicaciones. Por eso ya no se siente culpable, al contrario.(...)
Y comprendo claramente hasta que punto el odio acumulado, cuando se ve acosado por el rencor y la impotencia, puede falsear el cariño y ser capaz de generar ENVIDIA.
Y hasta que punto la envidia puede admitir el odio como un hecho normal".
¿Tiene efectos secundarios la envidia?La envidia aguda puede crear ansiedad, trastornos del apetito y del sueño y diversas alteraciones. Incide también en la actitud hacia la vida, moldeando unas formas de estar en relación con los otros que van desde convertirse en eterna víctima hasta la adopción de una postura defensiva que se traduce en modos irónicos, altaneros, fríos y distantes e incluso de menosprecio hacia los demás.. Los afectados colocan al objeto de sus envidias en una posición de superioridad, a una distancia inalcanzable y sufren impotencia, desánimo y complejo de inferioridad, junto con sentimientos de rabia e ira, que le mantendrán dependiente de la persona con quien compiten. En ocasiones, la envidia no se manifiesta hacia personas de nuestro entorno ni siquiera hacia individuos concretos que conocemos por los medios de comunicación, sino hacia estereotipos creados por la publicidad, la moda, el cine, las series de TV... La estima social que merecen estos héroes de la ficción provoca la envidia de quienes no sienten poco valorados, que pierden su capacidad de análisis y de darse cuenta de que no envidian las virtudes o capacidades de ese modelo de persona sino el reconocimiento social y los honores que reciben.
Conocernos bien, potenciar y trabajar nuestras cualidades y ser conscientes de nuestras limitaciones es el mejor inicio para progresar. Una actuación exclusivamente competitiva genera una dependencia unidireccional hacia la persona envidiada. Se critica a la persona envidiada, pero se necesita..., es una dependencia perniciosa. El envidioso se guarda muy bien, incluso en su fuero interno, de reconocer que padece envidia. Pocas cosas hieren y descalifican más que decirle a alguien: "Tú lo que tienes es envidia". pero, ¿por qué niega siempre el envidioso su envidia?. Porque denota un sentimiento de inferioridad que no admite, porque se siente incapaz de reconocer unas limitaciones que interpreta como signos de debilidad, porque no puede aceptar que su infelicidad no se debe a todo aquello de lo que carece sino a que no sabe valorar lo que tiene, y porque, pendiente de la vida de los demás no deja un resquicio para asumir la suya propia, con la que no quiere comprometerse por no asumir sus responsabilidades. Pero no criminalicemos al envidioso "pata negra". En el fondo, casi todos sentimos envidia de algo o alguien en algún momento de nuestra vida. Es esa especie de sufrimiento (normalmente, secreto) que nos produce el éxito ajeno. Debemos aceptar la envidia como un sentimiento humano más, que sólo nos ha de preocupar cuando deriva en patología y perjudica nuestro equilibrio emocional. Pero esto último no es justificación para que no veamos en nosotros/as mismos/as los efectos perniciosos de la envidia. Reconozcamosla y comencemos a cambiarla. En casos extremos de sufrimiento, de celos patológicos, conviene acudir a un psicólogo.
Combatir la envidia leve
Lo mejor para hacer frente a la envidia es no vivir pendientes de lo que no tenemos. Practiquemos la contemplación en su sentido más profundo, el deleite por lo que se tiene, el redescubrimiento gozoso de lo que nos rodea: las personas que queremos, la fauna y la flora, los paisajes, los pequeños objetos entrañables o los que nos hacen más cómoda la vida, los pequeños logros que conseguimos en la vida.... También podemos convencernos de que, normalmente, nada perdemos cuando a otros les van magníficamente las cosas. O darnos cuenta de que compararse con los demás casi siempre resulta estéril. Nuestro mejor punto de referencia somos nosotros mismos. Establezcamos metas en función de nuestras posibilidades, no de lo que otros han conseguido. Podemos considerar que hemos superado la envidia cuando nos alegramos del éxito o la buena suerte de los demás, incluso de los que han sido anteriormente objeto de nuestra envidia.
Decálogo para prevenir la envidia:
1-Estimular la empatía, la capacidad de ponernos en lugar del otro.
2-Favorecer la confianza en uno mismo y en los demás, desarrollando expectativas y modelos positivos sobre las relaciones sociales.
3-Establecer en la infancia relaciones correctas y equilibradas con los demás niños .
4-Relativizar las diferencias sociales y adquirir habilidades para elegir adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse.
5-Valorar correctamente nuestra capacidad, sin infravalorarnos ni sobrevalorarnos (a veces esto es tambien un problema psicológico si persiste en el tiempo) .
6-Colaborar (tanto dar a los demás como solicitar ayuda), es un buen medio para dotarnos de la pericia que requiere resolver los conflictos que causan envidia.
7-Acostumbrarse a centrar la atención en los aspectos más positivos de la realidad, no siempre en los negativos.
8-Relativizar el éxito propio, no magnificarlo. Y, si es posible, tomarlo incluso un poco en broma.
9-Interpretar nuestro progreso personal mediante la comparación con nuestras competencias y habilidades, no con las de otros.


10-Mejorar la relación con los demás, siguiendo las siguientes pautas:
  • Aprender a colaborar, a dar y pedir ayuda, es un medio eficaz de adquirir habilidades para resolver los conflictos que suelen originar envidia.
  • La conducta de ayuda tiene consecuencias psicológicas muy positivas para la persona que la emite, y puede contribuir a prevenir la envidia.
  • Podemos aprender a plantearnos objetivos realistas de aprendizaje, a poner en marcha acciones adecuadas para alcanzarlos, y a esforzarnos por superar los obstáculos que encontremos, para, así, obtener el éxito y reconocimiento que necesitamos.
  • Una de las mejores protecciones contra la envidia es el optimismo aprendido, acostumbrarse a centrar la atención en los aspectos más positivos de la realidad, pero sin dejar de percibirla con precisión.
  • Una experiencia continua y absoluta de éxito también puede ser perjudicial, pues priva al individuo de defensas con las que poder afrontar el primer fracaso cuando éste se produzca. Para prevenir la envidia y favorecer la capacidad de adaptación a dichas situaciones hay que enseñar a relativizar también el éxito.
  • Para prevenir la envidia es preciso enseñar dos importantes habilidades: la comparación con uno mismo, que permite adquirir el sentido de progreso personal; y la comparación con múltiples grupos de referencia, pero especialmente con aquellos de rendimiento similar al propio, con los que es posible obtener cualquier resultado.
Envíanos tu experiencia con la envidia: ¿has sentido alguna vez envidia patológica? Envianos tu caso.¿Como lo resuelves? ¿Has sido víctima de envidia patologica? Cuentanosló en los comentarios...tu caso puede ayudar a los/as demás....

martes, 3 de abril de 2007

Las emociones: ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan? ¿Cómo las podemos controlar?


Son estados anímicos que manifiestan una gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un torbellino de comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes. Estas se conciben como un comportamiento que puede ser originado por causas externas e internas; que puede persistir en el tiempo, incluso, una vez que ha desaparecido el estímulo y que acompaña necesariamente, en mayor o menor grado, toda conducta "motivada".
Se puede decir, que las emociones no son entidades psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.
No es que la emoción sea exclusivamente corporal, ni tampoco sólo mental, más bien el aspecto cognitivo y las sensaciones físicas van completamente unidas como una forma integral de vivencia.
El lenguaje ordinario puede separar algún aspecto de la emoción porque le interesa remarcarlo (mira como estoy temblando, lo que me dices me parece ofensivo son mensajes que apuntan al cuerpo y a la evaluación, respectivamente), aunque la vivencia interna integre el pensamiento y la imagen de cuerpo propio
“Las emociones como los motivos pueden generar una cadena compleja de conducta que va más allá de la simple aproximación o evitación”.
Las emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la arquitectura de la mentetoma de decisiones, memoria, atención, percepción, imaginación, que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción. La interacción del organismo con el entorno constituye la matriz biológica de la experiencia subjetiva y social del ser humano, que identifica de este modo el carácter favorable o desfavorable del entorno hacia esta lucha.
Si el hombre es capaz de oponer resistencia al proceso de selección natural, es precisamente por su capacidad de imaginar nuevos entornos capaces de suavizar las emociones que más le agotan. El hombre cuenta con la capacidad de razonar aquellas emociones que le inducen sentimientos, las que pasan desapercibidas marcan nuestras respuestas involuntarias (lenguaje no verbal, inteligencia emocional).
Etimológicamente, el término emoción significa el impulso que induce la acción. En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como reacciones faciales o pulso cardíaco, e incluye reacciones de conducta como la agresividad, el llanto.

Aclarando conceptos: Aprendamos a diferenciar las emociones de sentimientos y de sentimentalismos, de la pasión, del shock emocional….

Las emociones son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos, apetitos, deseos, sentimientos o pasiones y son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración.
Se manifiestan por una conmoción orgánica más o menos visible, por los síntomas físicos que les acompañan y por la conmoción afectiva de carácter intenso; es una agitación del animo acompañada de fuerte conmoción somática.

  • Los Sentimientos: Son tendencias o impulsos, estados anímicos(orgánicos), son estados afectivos de baja intensidad y larga duración; son impresiones que causan el ánimo las cosas espirituales, son también estados de ánimo y vienen de los sentidos.

  • La Pasión: Estado efectivo muy intenso y de larga duración.

  • El Schock Emocional: Estado afectivo de intenso de muy corta duración.

  • La Difusión: estado en el que hay un rompimiento con la realidad.

  • El sentimentalismo es el carácter o cualidad de lo que muestra demasiada sensibilidad o sensiblería.

  • La sensiblería es la sensibilidad exagerada.

  • La sensibilidad es la capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas; es la capacidad de responder a estímulos externos.


Tipos y clases de emociones

Aunque varian mucho entre las distintas personas podemos considerar distintas categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta adaptativa y que ayudan a cada una de las personas a adaptarse a la situación nueva.
Tratemos de identificarla en nosotros mismos:
· Temor/Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Se produce como reacción ante la llegada rápida, intensa e inesperada de una situación que perturba nuestra costumbre. Con el miedo tendemos hacia la protección. En las emociones de miedo vivimos un aviso de un peligro que arruinaría un deseo que tenemos (de vivir, gozar de buena salud, tener una excelente imagen personal, caer bien a los demás, etc.). El aviso de peligro lo tenemos que entender como una evaluación. compleja del posible desarrollo de lo que tememos junto a las posibilidades correspondientes de contrarrestarlo con los recursos y medios que poseemos. Según a la distancia y velocidad que vemos a un coche que viene por la calle que estamos atravesando y según las posibilidades que tenemos de alcanzar la acera antes de ser atropellados tenemos un miedo más intenso, si nos vemos poco menos que arrollados, o más liviano si nuestros medios defensivos superan las circunstancias con creces.
· Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva a los hechos que estamos viviendo para saber qué pasa. También ayuda a orientarnos frente a la nueva situación
· Tristeza: Pena, soledad, pesimismo. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
· Aversión/ Disgusto: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión. Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
· Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la destrucción.
· Esperanza: Nos crea expectativas positivas sobre una nueva situación.
· Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
· Aceptación.
· Cólera: Se produce por la frustración de no obtener lo que necesitamos o deseamos.
· Frustración: La frustración se produce cuando aparece una barrera o interferencia invencible en la consecución de una meta o motivación.La frustración y los conflictos son un quehacer ordinario de nuestras vidas.

Emociones positivas
Me siento .... Siento ...
Bien > Bienestar
Feliz > Felicidad
Sano > Salud
Alegre > Alegría
Fuerte > Fortaleza
Acompañado > Compañía
etc. > etc.


Emociones negativas
Me siento ... Siento ...
Mal > Malestar
Desgraciado > Desgracia
Enfermo > Enfermedad
Triste > Tristeza
Débil > Debilidad
Solo > Soledad
etc. > etc.

Parece claro que la combinación de varias pueden a su vez producir otras nuevas sensaciones emocionales : la esperanza y la alegria pueden producir optimismo, la alegria y la aceptación nos hacen sentir cariño, el desengaño es una mezcla entre sorpresa y tristeza…

A su vez las emociones tienes diferentes grados, varían en función de su intensidad:
Enfado ------------------------>Ira----------------------------->Furia
- Intensidad >>>>>>>>>> +Intensidad

Cuanto más intensa sea la emoción nuestra conducta estará más marcada, estará más “motivada”. Existe un rango muy amplio de emociones según la intensidad de las mismas.
Las emociones primarias son automáticas y cumplen una función adaptativa y saludable dentro del organismo al ayudarnos a reaccionar inmediatamente frente a un estímulo. Cuando estas emociones no son procesadas adecuadamente sufren una "mutación" y no son superadas, quedando convertidas en emociones secundarias.
Es así como cada emoción primaria se asocia a una emoción secundaria:
· Ira > Rencor –violencia y odios patológicos–.
· Miedo > Ansiedad –fobia y pánico–.
· Amor > Dependencia.
· Alegría > Manía.
· Sorpresa > Ansiedad.
· La Tristeza > Depresión.
· Interés > Paranoia.
Un video a modo de ejemplo....
Podemos ver algunos ejemplos de cómo desconectando emoción y cognición por un trauma en el cerebro se puede dar origen a enfermedades, el síndrome de capgras pinchando a continuación















Comunicar las emociones

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

Las emociones tienen un fundamento fisiológico: neuronal y endocrino. Lo que ocurre es que en esa estructura básica se insertan conocimientos, creencias, expectativas.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hederitarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.


Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:
• Expresiones faciales.
• Acciones y gestos.
• Distancia entre personas
.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
• Temblor.
• Sonrojarse
• Sudoración
• Respiración agitada
• Dilatación pupilar
• Aumento del ritmo cardíaco

Componentes de las emociones
Componente fisiológico
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el sistema nervioso central (SNC) y que están relacionados con la presencia de determinados estados emocionales. Son tres los subsistemas fisiológicos que según Davidoff están relacionados con las emociones, el Sistema Nervioso Central (SNC), el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo.

Componentes subjetivos de las emociones
El componente subjetivo de las emociones es el conjunto de procesos cognitivos relacionados con la respuesta emocional a determinados estados del entorno y cambios fisiológicos. Piaget explica en su Psicología de la Inteligencia que algunas reacciones emocionales son producto de los procesos mentales que tratan de estructurar el entorno del individuo.
Los procesos de aprendizaje y comprensión de acuerdo a Piaget son procesos que intrínsecamente generan o requieren la existencia de estados emocionales. El componente subjetivo de la emoción es objeto de polémica. Hay varias aproximaciones, una neurosicológica, que explica las emociones de acuerdo con la conciencia individual y a la percepción humana de las mismas y al análisis de sus relaciones con la conducta y la fisiología. Otra aproximación que trata de explicar las emociones como consecuencia de los procesos necesarios para el funcionamiento de diferentes estructuras cognitivas de la mente. Una tercera y poco común trata de explicar las emociones como un conjunto de consecuencias fisiológicas y de conducta producto de la conformación de estructuras lógicas en los procesos mentales.
Todas las aproximaciones que tratan de explicar el componente subjetivo de las emociones suelen ser unas casos especiales de las otras, esto es, las emociones se generan por niveles de abstracción los cuales definen su complejidad, desde emociones superficiales resultados de percepciones elementales y reacciones inmediatas, hasta emociones complejas producto del análisis de escenarios y entornos complejos que implican elementos de la memoria y consideraciones de estados pasados, actuales y futuros del individuo, de esta forma los mismos tipos genéricos de emoción, como por ejemplo, el enojo, pueden generarse de varias formas según el nivel de abstracción, por una reacción inmediata a un estímulo nerviosos directo, como una herida, o bien como resultado de una apreciación abstracta del entorno, como al escuchar un discurso ofensivo.
Normalmente las reacciones emocionales fisiológicas observables son difíciles de diferenciar por su nivel de abstracción. La principal diferencia, la duración, depende del estado de aceptación o rechazo del individuo a las condiciones del entorno o bien a la duración de las condiciones que la provocaron. Sin embargo no queda duda que las reacciones emocionales también están relacionadas con la bioquímica del organismo. ¿Cambiará la bioquímica de los procesos mentales relacionados con las emociones dependiendo del nivel de abstracción mental que generó la emoción? ¿se requieren ciertas condiciones en la química de la sinapsis para generar determinado tipo de emociones? ¿estas condiciones varían de acuerdo al nivel de abstracción? Si es así, entonces la producción de ciertas enzimas en el cerebro determinaría la capacidad de ciertos individuos para lograr determinados estados emocionales y de ahí su habilidad o dificultad de permanecer en estos estados emocionales en los procesos de enseñanza, aprendizaje y comprensión. Si existiera una relación entre el genoma del individuo y su habilidad de comprender el mundo que le rodea, probablemente la relación se encontraría entre el componente subjetivo de la emoción y la bioquímica de las conexiones sinápticas.
Componente conductual
Es el comportamiento perceptible de los individuos relacionados con estados mentales emocionales. Se considera que las reacciones de conducta a los estados emocionales no constituyen conductas relacionadas directa o lógicamente con el estado del entorno, es decir, las conductas características de diversos estados emocionales son en general conductas emergentes. Las conductas emergentes relacionadas con las emociones pueden tener la función de transmitir o comunicar el estado emocional a otro individuo, ya sea para prevenirlo o intimidarlo, pueden ser reacciones de defensa involuntarias ante un enemigo o agresor real o imaginario (como patear el automóvil si no arranca por la mañana) o pueden ser un proceso de búsqueda de conductas adecuadas para manejar determinadas situaciones desconocidas.
El estado emocional parece ser determinante ante la disyuntiva atacar o huir de un individuo amenazado, normalmente este estado emocional se genera ante las señales emocionales representadas o transmitidas por el agresor o víctima. Muchas emociones tienen un comportamiento de relajación y posteriormente opuesto al estado emocional, después de un estado de enojo puede sobrevenir un estado de calma o incluso placer, después de un estado de tristeza puede sobrevenir cierto estado de calma o consuelo. En los niveles más elementales de abstracción la conducta emocional es más fácil de comparar entre individuos, especies o agentes (IA) al elevar el estado de abstracción, la conducta relacionada con los estados emocionales suele ser impredecible.
Como curiosidad es adecuado señalar que en algunas experiencias en las aulas demuestran que los estados emocionales de un grupo de alumnos puede ser sorprendentemente variado conforme avanza el nivel de abstracción de un concepto. Bajo determinadas condiciones dependiendo de la complejidad del concepto algunos alumnos pueden tener reacciones casi eufóricas a determinadas actividades en clase.
Aparentemente los estados emocionales permiten al individuo establecer determinados formas de apreciar el entorno y a preferir determinadas estructuras lógicas o formales para concebirlo respecto de otras, todo esto con el fin de ser capaz de obtener conclusiones rápidas y de cambiar sin necesidad de un proceso racional de un patrón de conducta o razonamiento a otro, quizás más adecuado al tipo de situaciones a las que se enfrenta, ya sea una situación práctica, social, analítica o creativa o de supervivencia.

El control de las emociones
En la búsqueda de una mejor vida, es común mirar afuera deseando encontrar "algo" milagroso que cambie nuestras condiciones inmediatamente. No existe "lo milagroso", ni una "varita mágica" que cuan "hada madrina" nos saque de las emociones "negativas". Y es precisamente en ese proceso de centrarnos en lo exterior, que generalmente obviamos una herramienta poderosa para el cambio que llevamos dentro. Esta herramienta son nuestras Emociones.




Nuestras emociones son un agente poderoso para el cambio, usadas constructivamente pueden impulsarnos a crear cambios beneficiosos en nuestras vidas, que a su vez repercutan positivamente en nuestra calidad de vida, y en hacer realidad la vida que deseamos vivir.
Podemos considerar a las emociones el combustible, y a la mente el piloto de nuestra personalidad
, empleando ambas inteligentemente, podemos dirigir el vehículo que es nuestro cuerpo para conducirnos hacia el éxito.

Existen básicamente cuatro emociones MIEDO, IRA, ALEGRIA, AUTOCOMPLACIENCIA...(que hemos reflejado al principio de este capítulo) que potencialmente pueden impulsarnos a la acción que resulte en cambios positivos para nuestra vida. Si permitimos que alguna, o la combinación de varias, de estas emociones nos guíen, podríamos estar a un paso de darle un vuelco a nuestras vidas.
Es un error creer que el control de las emociones es como domesticar una bestia salvaje. Al hacerlo estoy bloqueando una energía que termina infectándose y yo termino prefiriendo no sentir.
"es que me dominan"
"son como bestias salvajes dentro de mí"
"me llevan a donde no quiero ir"
Entiendo, pero si lucho contra ellas, sólo haré más grande el problema.
Quejarme de mis emociones es tan absurdo (aunque humanamente entendible) como maldecir la alarma de mi reloj despertador por sonar a la hora programada.
Si yo quiero controlar la alarma, me ocupo en programar adecuadamente la hora a la que quiero que suene.
Si quiero controlar mis emociones, elijo adecuadamente mis pensamientos ya que ellas son solo una respuesta a la dirección de mis pensamientos.
Una vez que comprenda este punto, no vuelvo a quejarme de mis emociones a riesgo de caer en ridículo ante mí mismo por ladrarle a la alarma.
Escalera emocional
Esta sucesión – escalera emocional – desde las emociones más positivas hasta las más negativas, tiene una única finalidad:
Comprender por un lado, cuáles son las emociones de referencia. Por otro, darme cuenta que puedo mover mi energía desde una posición molesta a otra mejor, de manera gradual hasta llegar a conectarme con mi esencia.
Muchas veces seguro que has querido salir de la tristeza y conectarme con la alegría, pero no lo has logrado. Ese paso es difícil pues implica un salto muy grande.
Te resultará más fácil moverte de la tristeza al miedo, luego al enojo, de allí a la decepción. Si logras pasar a la esperanza, ya estaras fuera. Entonces te será más fácil conectarte con el coraje y todas las otras emociones grandiosas que te construyen y hacen de tu vida algo extraordinario. En ese momento ya estarás conectado/a a mi esencia, a la mejor parte de tí.
Si comprendes cuáles son las emociones a las que puedes moverte con más facilidad, habrás dado un gran paso.

Las características de los niveles inferiores que se manifestarán en ti son:
siento menos energía
mi mente está más confusa
me aferro más a la emoción
me siento más aprisionado/a y
mi nivel de frecuencia es más bajo.
Detienes esa necedad de culparte por sentir emociones negativas y empieza a revisar los pensamientos que las generan. De ahora en adelante, sólo reformula tus pensamientos para generar otros tipos de emociones e ir subiendo gradualmente por la escalera emocional.


Causa y efecto

Sentirme bien o sentirme mal es algo que me hago yo mismo al permitir pensamientos que me construyen o que me disminuyen.
El control de mis emociones empieza en el tipo de pensamientos que me permito pensar. Lo importante es que yo asuma la responsabilidad de los pensamientos que permito en mi mente.
Reformular mi pensamientoes tan solo cambiarle la dirección.
Si pienso: “no soy atractivo/a”, por supuesto que siento emociones desagradables.
Si quiero controlar esas emociones, puedo reformular diciendo:
“Me siento feo/a y más feo/a me verán si lo demuestro. Quiero cambiar esta perspectiva.”
“He visto personas feas que se expresan con mucha gracia o que son muy alegres y simpáticas. Hay quienes bailan muy bien y otras que se visten muy bien. Eso compensa su apariencia y se convierte en su atractivo.”
“Yo quiero desarrollar algún atractivo especial… Ya sé, yo puedo XXX y tengo facilidad de YYY. Se me ocurre que talvez yo...”
Ya se ha movido un poco la energía, esos pensamientos se sienten mejor y estoy controlando las emociones. Puedo seguir reformulando y reformulando hasta llegar a proponerme cosas que en verdad me ilusionan y me provocan grandes expectativas.
Eso es reformular: es cambiarle la dirección al pensamiento, sin cambiar el tema central.
Así es como llego a controlar las emociones. Sin bloquearlas, sino provocando que surjan las que sí quiero.
Controlo mis emociones cuando busco pensamientos que cada vez se sientan mejor.
¿Un pensamiento que se sienta mejor?
Cuando un pensamiento me destruye o me disminuye, me siento mal y siento que pierdo el control de las emociones.
Cuando un pensamiento me construye, entonces siento que me libera, me alivia, me hace sentir mi valor y mi derecho a vivir una vida digna.
Me siento mejor.
En ese momento siento que recupero el control de las emociones.
Puedes ver como esto no es un asunto de luchar en contra de las emociones negativas, ni tampoco de taparlas o bloquearlas a pura fuerza de voluntad.
Es un asunto de actitud
Me apunto del lado de la actitud constructiva o del lado de la actitud destructiva.
Es algo muy simple, pero muy eficaz si lo hacemos de forma automatizada, con el aprendizaje en la forma de realizarlo.
Cuando muchas personas logran comprender y aplicar las técnicas que estamos describiendo dicen:
“Ya entiendo que si me siento deprimida o enojada, es porque me he dejado llevar por una corriente de pensamientos que me empequeñecen. Incluso, ya entiendo por qué si me quejo de mi malestar, es como ladrarle a la alarma.”
“Esa comparación es buena. La alarma sonará de acuerdo a cómo programo el reloj de la misma manera que mis emociones serán el resultado de cómo programe mis pensamientos.”

¿Cómo cambiar las emociones?

Aprender cómo cambiar las emociones es fácil si comprendo qué son las emociones. No necesito luchar contra ellas, sino asumir una actitud constructiva que me libera y fortalece.
"mis fantasmas me persiguen sin descanso"
"tengo miedo de ser asaltado/a en las calles"
"mi pareja me dejó y me siento desolado/a"

La fuente de bienestar, seguridad e integridad personal está al alcance de toda persona. Cuando preguntamos ¿cómo cambiar las emociones?, cuando siento esas emociones negativas, es porque me he desconectado de la fuente.
Es verdad que cualquiera que no ha vivido el desgarre de la depresión, el pánico o la tristeza profunda, parece que habla muy a la ligera de este tema. Sólo el conocimiento profesional y científico de esta realidad nos permite avanzar en esta técnica.
Es difícil que los demás le hablemos a las personas que le parece que se encuentran en el abismo con la naturalidad que precisan ya que los demás estamos a otro nivel de la cima de la montaña. (Valga la metáfora) Los passos para la mejora se darán de forma gradual, muy poco a poco se aprenderá a manejar las emociones.
Rescatando la conexión
Pongamos un ejemplo: Si le preguntaremos a un rescatador profesional qué haría para sacarte si estás perdido/a en las profundidades del bosque. Y en un proceso de varias semanas la persona comienza afrontar y a superar su situación:
El Rescatador diría: “Lo primero es determinar adónde está y en qué condiciones. Lo segundo es adónde quiere llegar. Con esos datos, ya tendremos una ruta básica. No interesa cómo llegó allí.”
Su estado es de profunda tristeza. Podremos apoyarlo/a y guiarlo/a de varias maneras, pero deberá salir por sus propios medios, pues nadie puede hacerlo por él/ella. Quiere llegar a la cumbre, pero desde donde está, esa cumbre no se distingue aún.
Rescatador: “Comprendo. Al menos sabemos que deberá dirigirse en dirección Este sin perder más tiempo.”
¿Me puedo quejar?
Ante este estado de cosas las personas que están en un estado emocional negativo quieren partir del porqué se encuentran así y con frecuencia dicen: “Pero creo que es importante que sepan por qué estoy aquí. Con esa explicación, al menos me darán la razón.” “ Tengo razones poderosas para sentirme así y deben entenderme”
Es posible que tenga toda la razón, pero eso no será de ninguna ayuda para aprender cómo cambiar las emociones que siente esa persona. Mientras más se dediques a encontrar razones de por qué está así, más se hundirá en la espesura.
El Rescatador le diría: "No interesa cómo llegaste al lugar donde te encuentras sino cómo salir. ¿Quieres salir de allí?"
Y la persona con sus emociones encontradas dice la mayoría de las veces: “Pero es que si supieran lo que he vivido, comprenderían...”
El Rescatador también saca sus propias conclusiones: “Ella no quiere salir de allí.”
La persona en cuestión al fín reacciona para poder trabajar su salida de este estado de ánimo: “Bueno, bueno, está bien. La verdad es que sí quiero salir de este infierno. ¿Qué hago para aprender a cambiar las emociones?”
Encontrar el camino que señala la brújula
El Rescatador le dice: “Dirígete hacia donde sale el sol. Está amaneciendo y verás una parte que es más luminosa. Si de camino encuentras grandes obstáculos, esquívalos pero retoma el rumbo.”
Lo que significa claramente: Que debes elegir desde ya que nada hay más importante que sentirte bien o al menos mejor que antes. Si te encuentras algún obstáculo, busca cualquier pensamiento que te haga sentir un poco mejor que antes, que te libere un tanto, que te construya un poquito. Siempre con la dirección clara de cambiar de emociones y llegar a un lugar que te haga sentir mejor.
La persona con estos sentimientos dice: “Apenas empiezo a caminar siento miedo, pero eso se siente mejor que la tristeza de donde vengo.”
Y eso ya significa que hemos conseguido un avance, que estamos subiendo por la llamada escalera emocional
La persona en cuestión manifiesta su inseguridad en el nuevo proceso: “Me preocupa lo que va a pasar conmigo. ¿Qué va a ser de mí? Me molesta que la gente opine respecto a mi vida. No veo un futuro prometedor. No sé cómo cambiar las emociones”
Eso ya es un paso…es un signo de que la persona se siente mejor…
Y nos vuelve a decir: “Sí claro, pero no me quiero quedar aquí. Yo quisiera vivir una vida con un mínimo de tranquilidad. Quisiera llegar a sentir que tengo derecho a sentirme bien. Diablos, yo también tengo derecho.”
Ya se ve como la persona ha cambiado sus emociones y quiere mantener ese cambio.
Sustituir y reformular
Primero se elije una dirección clara, y luego se van manejando tus pensamientos, siempre determinado/a a atravesar la maraña.
Las personas que han recibido ayuda perciben su proceso de la siguiente forma : “Si, primero estuve muy pegada con la justificación.”
En ese momento tuviste que sustituir: desapegarte de una línea de pensamiento para alinearte con otra. Después de eso, reformular tu pensamiento ya fue cada vez más fácil.
Ver hacia atrás
Dicen estas personas: “Fácil dices tú. Si supieras lo duros que fueron esos momentos de desesperación...”
Estamos con la intención de aprender cómo cambiar las emociones ¿En qué dirección le lleva eso que acaba de decir?
Y vuelven a decir: “Huy, horroroso. Iba a lamentarme de nuevo y sentir lástima de mí mismo/a. Corrijo: Acabo de completar una travesía dura, pero me siento tan bien de estar aquí, que me parece que todo ese esfuerzo ha sido válido.”
Eso está mucho mejor. Acaba de reformular muy bien. Así es como aprendes cómo cambiar las emociones. Ahora, todavía le daba mucha importancia a “de dónde vienes”. Las personas a veces se estancan en etapas anteriores.
En este momento, lo importante es preguntarte: ¿adónde quieres ir?
Frecuentemente dicen: “Ahora que ya sé cómo cambiar las emociones, quiero mantenerme siempre de este lado constructivo. Quiero afianzarme en mi propio valor y sentir más fuerza para alcanzar una vida cada vez más satisfactoria.”
Eso está ya en el buen camino.
Enchufando
Cuando haces tu elección de que lo más importante es sentirte un poco mejor con cada pensamiento que permites en tu mente...
...que la única opción en la que te vas a enfocar es la actitud de construirte con cada paso que das...
...sin ver hacia atrás, sino sólo hacia donde quieres ir...
...te estás conectando con “lo mejor de ti”...
...con todo lo que te lleve en la dirección de tu esencia...
…con todas tus potencialidades como persona…

Como manejar las distintas emociones :
Disgusto/Aversión
Aunque generalmente no se relaciona el disgusto con acciones positivas, si lo canalizamos apropiadamente, el disgusto puede estimularnos a cambiar nuestras vidas.
La persona que se siente disgustada ha alcanzado un punto en el que no hay vuelta atrás. Su tolerancia alcanzó el límite, y no se contenta con algo menos que un cambio, un cambio para mejor.
Generalmente empleamos el disgusto de manera productiva cuando llegamos al punto en el que sentimos que "¡Ya es suficiente!", y entonces decidimos que queremos un estilo de vida más gratificante.
Decisión
Generalmente esperamos a que la vida nos empuje contra la pared para tomar decisiones. Y una vez que alcanzamos este punto, nos toca manejar las emociones contrastantes relacionadas con la toma de decisiones.
Este punto equivale a encontrarse con un distribuidor en una autopista, podemos tener uno, dos tres o hasta cuatro o más diferentes caminos para escoger. De allí lo complejo del proceso de toma de decisiones, y la cantidad de emociones potencialmente conflictivas que nos toca manejar.
Desde el punto de vista de las emociones, tomar decisiones que involucran cambios en nuestras vidas puede ser parecido a una lucha interior por la supremacía de nuestra mente. Y las decisiones resultantes, tímidas o arriesgadas, maduradas o impulsivas, pueden establecer el curso de acción, o cegarlo.
En el proceso de toma de decisiones, lo importante es aventurarnos por algunas de las opciones que se nos presentan disponibles. Es mucho mejor tomar una mala decisión ahora que puede mejorarse o corregirse después, que quedarse paralizado en la intersección.
A cada uno de nosotros nos toca, llegado el momento de decidir, confrontar nuestro torbellino de emociones, y sortear nuestros sentimientos para conectarnos con la motivación.

Motivación
Con respecto de la motivación es importante recordar que es un poder interno que puede ser estimulado por factores externos.
Otra persona, o cosa, no puede motivarle, lo más que puede hacer es estimularle, y desde ese estimulo, usted puede conectarse con su motivación interna.
Comprendido esto, es fácil entender que casi cualquier cosa puede servirnos como estimulo para conectar con nuestra motivación si estamos preparados y dispuestos a recibirlo.
Una canción que evoque recuerdos, una película que haga volar la imaginación, una conversación que nos rete, una confrontación en el tráfico que nos haga cuestionarnos, un artículo que nos inspire, un libro que nos haga reflexionar, cualquiera de estos puede ser un estimulo que nos conecte con el mecanismo interno que nos motive a decir "¡Lo quiero Ya! Y a actuar en consecuencia para lograrlo.
Mientras encontramos ese botón interno que encienda la motivación pura, démosle la Bienvenida en nuestras vidas a cada experiencia positiva que podamos experimentar.
Si erigimos una pared para protegernos, esa misma pared nos alejará de las experiencias enriquecedoras que la vida tiene para ofrecernos. Permita que la vida le toque, el próximo roce puede ser el que le estimule a cambiar su vida para mejor tomando una resolución.
Resolución
Cuando logramos una resolución, resolvemos de manera definitiva cualquier conflicto que pudiera existir antes, y sentimos el poder de lograr lo que nos proponemos.
Lograr una resolución es el desenlace natural del proceso que plantea este articulo. Desde la resolución nos conectamos con nuestro poder interno, y entonces sentimos que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos.
Nos sentimos poderosos, sentimos que cualquier cosa está a nuestro alcance, y reconocemos nuestros recursos (principalmente internos) con que contamos para hacerlo realidad.
Cuando alguien está realmente resulto de lograr lo que se propone, nada puede detenerlo. Y eso es debido a que una persona que ha logrado una resolución, paralelamente se ha prometido a si misma que nunca se rendirá hasta lograr lo que ha resuelto alcanzar. Ese es el poder de conectarnos con nuestro ser interno.
Resultados
Al canalizar apropiadamente nuestras energías, nos colocamos en la ventajosa posición de emplearlas para nuestro provecho, explotando su potencial a nuestro favor, mientras avanzamos hacia la vida que deseamos y merecemos vivir.
A medida que avanzamos y surge la pregunta ¿Cuánto tiempo voy a dedicarme a hacer realidad mis sueños?, la mejor respuesta que podemos dar es "¡Tanto como sea necesario!"

Un ejemplo divertido de emociones.... el futbol como ejemplo de las emociones





miércoles, 3 de enero de 2007

Regalos: aprender a hacerlos



Regalar es una práctica tradicional en esta época del año, pero no todas las personas comprenden los alcances de este acto: para muchos es una simple rutina, un deber, una oportunidad para sorprender o un hábito consumista. Incluso, para algunas personas buscar regalos es una "tortura" y una pérdida de tiempo. Sin embargo, a todos nos gusta recibir regalos. Por lo tanto, hacerlos es una acción muy valorada por las personas que los reciben. Se acercan la festividad de los Reyes Magos y el que mas y el que menos iene que afrontar una etapa de "lidia" con los regalos. Por eso abordamos este tema para intentar ayudar en esta época de regalos.

Hemos aprendido a recibir y tenemos que aprender a dar: Regalar es comunicar

La pregunta es: ¿sabemos hacer regalos? La mayoría de nosotros, no. De niños nos enseñan a aceptar los regalos, a disfrutar con ellos, e incluso, a poner "la mejor cara" aunque un obsequio no nos guste. En este caso nos enseñan a valorar "que lo que cuenta es la intención. Pero esta educación considera el acto de regalar únicamente desde un lado del proceso: la recepción. Pero vamos a plantear que además de aprender a recibir regalos, sería más efectivo aprender a hacer regalos.Para aprender a regalar, primero debemos modificar un paradigma que tenemos muy arraigado: regalar es comprar. Definitivamente, hace falta un proceso de adquisición para obtener un presente. Pero regalar es más que comprar... es comunicar, es decir al otro algo que le queremos hacer llegar, es darle un mensaje sobre nosotros y él/ella. Preguntarnos ¿qué puedo regalar? es preguntarnos ¿qué quiero decir? y - a la vez- ¿qué quisiera "escuchar" de mí la otra persona? El intercambio de regalos es un poderoso medio de comunicación. En lugar de pensar los regalos como productos, necesitamos aprender a verlos como mensajes que contienen significados (frases, pensamientos, sentimientos...) y propósitos (declarar nuestras intenciones, como nos gustaria ver a esa persona, que nos gustaria que esa persona potenciara...). Un presente puede contar una historia (por ejemplo, si regalamos un disco con una canción que nos recuerda un momento compartido), hacer una promesa (por ejemplo, cuando se regala un anillo de compromiso), o reforzar una conducta (si se obsequia un libro a un niño.) Pero por sobre todo, los regalos son "mensajeros" de la relación entre dos o más personas. Un presente dice mucho acerca de quien lo da, de quien lo recibe... y de la relación entre estas personas. Cuando damos un obsequio estamos transmitiéndole a alguien aquello que significa para nosotros. Lo mismo ocurre cuando recibimos un presente.


Los regalos a los/as niños/as

Con ellos/as funcionan también parámetros parecidos, pero merecen un análisis singular al que le dedicaremos un espacio específico más adelante.





Conexión emocional y enriquecimiento de la relación


Como toda forma de comunicación, los regalos nos dan una oportunidad muy valiosa: a través de ellos podemos establecer una conexión emocional con otra persona y enriquecer una relación. También un mal regalo -que no se ajuste a las expectativas de la otra persona- puede empeorar -¡Y de que modo!- una relación. Un buen obsequio, bien elegido en el contexto de la relación, une. Es así que la excelencia de un regalo reside más en su valor relacional, en el valor que tiene en esa relación, que en su valor transaccional o en su precio. Lo determinante en el acto de regalar no es el dinero invertido, el tamaño, el envoltorio, ni la marca. Mucho más importante es la sensibilidad que invertimos en hacerlo. Todos preferimos recibir algo dedicado, original y realmente útil, que un objeto muy común que vemos en todas las vidrieras y que sabemos que la persona pudo comprar en la esquina cinco minutos antes de vernos. Para desarrollar esa sensibilidad es esencial conocer al destinatario de nuestro "mensaje". De lo contrario, corremos el riesgo de vivir algunos equívocos muy frecuentes: regalamos una prenda que "casualmente" nunca la vemos puesta a la otra persona; visitamos la casa de un amigo y encontramos allí el regalo que le hicimos a otro amigo en común; etc... De la misma manera, cuando recibimos un regalo que no se ajusta a nuestras expectativas, damos excusas como "me queda grande", "tengo uno igual", etc... Estas situaciones incómodas -para una persona, o la otra- podrían evitarse fácilmente si aprendiésemos a regalar. Este aprendizaje no sólo nos ahorraría una posterior decepción, sino que nos acercaría más a quienes apreciamos.Regalar es también una manera de honrar a aquellos que queremos: dar un presente es estar presentes. Cuando la compra de un regalo involucra dedicación, empatía y representa un valor, deja de ser un acto meramente comercial -o rutinario- y se convierte en una oportunidad para hacer crecer una relación. Si aprendemos a regalar y comprendemos que es una herramienta de comunicación muy poderosa, encontraremos en lo material... un buen camino para materializar lo emocional.


Consejos para las buenas prácticas que nos lleven a aprender a regalar:

En primer lugar es importante conocer las expectativas y la personalidad de quien tenemos que regalar. Si no lo conoces suficientemente pregunta a la gente cercana sobre él/ella: gustos, aficiones, deseos, expectativas, profesión ...

En segundo lugar haz una lista de lo que puedes regalar y las personas y un presupuesto del mismo. Para ello deberás seguir los siguientes puntos:


  1. Intentá aplicar tu originalidad en los regalos. No compres lo típico, lo primero que se te ocurra. En otras palabras, no elijas el regalo fácil. Mejor te lo piensas.

  2. Ponte en lugar del otro/a. Prestá atención a sus conversaciones y actividades para descubrir aquello que le gusta. Entrá en el horizonte del otro/a y haz que tu imaginación coincida con el deseo ajeno.

  3. No te olvides de considerar la relación que tienes con cada persona a la que regalas. A veces un regalo puede usarse para comenzar una relación.

  4. Recorre varios locales/tiendas antes de decidirte. Intentá agotar las opciones antes de realizar la compra.

  5. Medita sobre la información que has obtenido de la persona a la que le vas a regalar: hobbies, sobre lo que le hace falta, sobre lo que no necesita pero prefiere, sobre sus gustos a la hora de vestirse, de decorar la casa, de leer un libro, de practicar un deporte, de escuchar música o de elegir una película.

  6. No tengas miedo de preguntar. Hay gente que es muy difícil de conformar y siempre termina cambiando ese regalo que tanto nos costó. Por eso, mejor, preguntar directamente para saber qué vio, dónde y si prefiere verlo antes. Claro, no te olvides de evaluar el grado de confianza que tengas con esa persona.

  7. Evita los regalos utilitarios o funcionales. Una licuadora puede ser muy útil para una ama de casa, pero no se trata de un obsequio personal para uso propio.

  8. Lamentablemente, el bolsillo tiene un límite, es decir, el precio importa. Intentá realizar una combinación perfecta entre afecto y precio, con los presupuestos que manejas.

  9. Fijate en el envoltorio. La presentación es el 30% del mensaje que lleva el regalo implícito. En algunos locales envuelven sus productos de manera tal que el obsequio se convierte en importante. Si no es el caso, tomate el tiempo necesario para armar unos paquetes que nada más que por la vista entren.

Para los niños y niñas las cosas son distintas


Mientras llega el día que se considere a los niños y niñas como personas y se les trate con el respeto que merecen, muchos tópicos seguirán dañando psicológicamente a éstos y, finalmente a la sociedad, pues ellos y ellas serán el futuro. A continuación vamos a enumerar unos cuantos que dan origen a formas de enfocar los regalos de los niños/as:


"¡Los niños sólo quieren lo que anuncian en televisión y, siempre, lo más caro!"¿Has probado a acompañarlos a tiendas y jugueterías?. Los niños y niñas piden aquello que conocen y, por tanto, deberían visitar tiendas para apreciar todas las posibilidades que existen, de otra manera, acabarán solicitado lo que ven por televisión o lo que tienen sus amigos o compañeros de colegio.



¡Siempre están pidiendo regalos, lo quieren todo!¿No será que han aprendido a querer tener todo excepto lo que ya poseen?. Frases que pronunciamos muy a menudo como “¡menudo coche tiene mi jefe, le ha costado más de 10.000 €”, ¡Quién pudiera tener esa casa!, ¡si pudiese me compraría esos zapatos!, ¡Que ropa más bonita, la compraría toda! sirven de modelo a seguir a los hijos/as, que tenderán a mimetizar el comportamiento de los adultos que les rodea. Simplemente nos imitan. Examinemos nuestro comportamiento para ver como en nosotros puede estar el origen de "este mal".


¡No tengo tanto dinero como para comprar lo que piden! Un regalo no tiene porqué ser costoso, es más, también puede ser gratis:

  • Ir con ellos a “la montaña” u otro lugar.
  • Compartir una lectura.
  • Pasear.
  • Observar el firmamento
  • Jugar con ellos.
    …También se puede regalar cosas necesarias para la vida diaria:
  • Prendas de vestir
  • Material escolar

El problema es que acostumbramos a los niños a regalarles cosas materiales por cada día señalado (cumpleaños, finales y primeros de año, …) y luego nos quejamos de que para ellos pasear o ir a “la montaña” no es un regalo. Al mismo tiempo les enseñamos una norma social absurda: regalar es una demostración de amor y afecto. Luego se pasarán buena parte de su vida haciendo regalos por compromiso -con poca afectividad- a sus amigos/as en dichas fechas señaladas.


¡Los juguetes sólo le hacen ilusión el primer día, luego no los vuelve a utilizar! Los adultos compramos cosas de forma impulsiva y luego nos damos cuenta que fue un gasto innecesario, ¿no es lo mismo?. Además, ¿Cuántas veces le compramos aquello que nos hace ilusión a nosotros?. Claro, luego nos sentimos decepcionados al ver que difieren de nuestros gustos personarles. Y, es que, ¡los niños son personas, no clones nuestros!.
Y no hablemos de regalar animales de compañía para luego abandonarlos en verano. O, peor aún, en caso de no querer tener perros o gatos en casa le compramos una consola de videojuegos para que no se sienta solo ni abandonado matando a todo enemigo virtual que se pone a tiro o conduciendo vehículos a vertiginosa velocidad, ¡luego decimos que morir estrellando el coche a 180 km/h es un accidente!.
En resumen, tu hijo/a no sabe lo que necesita, pero con tu ayuda podría lograrlo. De ti depende. Edúcale en valores como la generosidad, la sinceridad y la comprensión en vez de otros como la estética y la materialidad. ¡Esto si que es un buen regalo!

Respecto a la compra de videojuegos recomiendo la visita a esta página donde se dan consejos para su compra:http://blog.pc-actual.com/2006/12/tu_tambien_juegas.html



Para los más pequeños


El juego es una parte fundamental en el desarrollo del niño desde que es un bebé; mediante el juego comienza a explorar el mundo, a conocerse a si mismo, su capacidad para moverse, para ejercer cierto control sobre su medio y para relacionarse con los demás.
Según la fase de desarrollo en que se encuentre le van a resultar atractivos distintos tipos de juegos. También habrá que tener en cuenta las características del propio niño, ya que algunos son mucho más activos y preferirán juegos que insistan en el movimiento; los más tranquilos disfrutarán de actividades más sosegadas.




miércoles, 20 de diciembre de 2006

La Inteligencia emocional

¿Que es la inteligencia emocional?
”Es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros.”

La inteligencia emocional es importante en la vida de las personas, ser equilibrado en una reacción emocional, saber controlar las emociones y los sentimientos, conocerse y auto-motivarse.
Eso da a la persona la capacidad de ser mejor persona, con mejores relaciones, lo que hará en su vida personal y profesional.



El fin es lograr una personalidad madura, que es el conjunto existencial y dinámico de rasgos físicos, temperamentales, afectivos y volitivos propios, que nos hacen ser únicos y originales.
En la Inteligencia emocional ya no depende del corazón depende de las capacidades intelectuales superiores del hombre, ya que un cerebro primitivo como es el sistema límbico debe supeditarse a un cerebro más avanzado, entre más control tengamos de nuestro cerebro, entre más rápido sean nuestras conexiones entre el cerebro primitivo y la corteza cerebral mucho mas inteligencia emotiva tendremos.

Para lograr las conexiones tendremos que crear hábitos positivos sobre las emociones, lo que lograra que nuestras sinapsis sean mejores y más rápidas.Desarrollar la inteligencia emocional nos hará mejores personas, y nos ayudará a que los demás lo sean.




La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental, etc.
Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.


Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas también tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida.


Ya en tiempos de lo Griegos se hablaba de la Alegoría de el carro que decían que el hombre tenía que dominar a dos caballos y que había un auriga que los controlaba a dos apetitos del hombre.



Pero actualmente partiendo de dos autores se establece lo que hoy se da a llamar la inteligencia emocional ellos son Solovey y Mayer, los cuales dieron pie a que un investigador del New York Time diera a conocer al mundo a este concepto Daniel Goleman.


Las emociones según Goleman tienen varios componentes y ello nos va a servir para saber lo que es la Inteligencia Emocional.
En base en las investigaciones realizadas por los dos investigadores anteriores y comparándole con las Inteligencias Múltiples, Goleman afirmó en su última conferencia en Madrid, que la inteligencia emocional, este término incluye dos tipos:


· La Inteligencia Personal: está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo:


· Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de auto-confianza.



· Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.


· Auto-motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.


· La Inteligencia Interpersonal: al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:

· Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas.

·Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales.


La mente emocional que hemos de hacer inteligente y autocontrolar:
1. Siguiendo a Daniel Goleman, la mente emocional es infantil, en cuanto a que es categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los grises.
2. Todo lo enfoca personalizándolo en una misma.
3. Es auto confirmante, ya que obvia y no permite la percepción de todo aquello que socava las propias creencias o sentimientos y se centra exclusivamente, en lo que los confirma.
4. Impone el pasado sobre el presente, lo cual quiere decir que si una situación posee alguna característica o rasgo que se asemeje de alguna forma a un suceso del pasado cargado emocionalmente (esto es, que suscito en nosotras gran emoción), la mente emocional ante cualquier detalle que considere semejante, activa en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado, con la añadida de que las reacciones emocionales son tan difusas, que no nos apercibimos del hecho de que estamos reaccionando, de una determinada forma, ante una situación que probablemente no comparta más que algunos rasgos, con aquella que desencadenó esa misma reacción en el pasado.
5. Sé auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente.
6. Realidad específica de estado, esta característica se refiere al hecho de que cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional. Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o enamorado.
7. La mente emocional también posee el rasgo de la memoria selectiva lo cual implica, que ante una situación emocional determinada, reorganiza los recuerdos y las posibles alternativas de forma que sobresalgan los que considera relevantes.
8. Es asociativa, esto es considera los elementos que activan los recuerdos como si fuera la realidad, y ya sabemos que un solo rasgo similar puede evocar la totalidad de los sentimientos asociados, por esto el lenguaje de las artes, metáforas, leyendas, fábulas, le hablan directamente.
9. El tiempo no existe para ella y no le importa como son las cosas, sino como se perciben y lo que nos recuerdan.
10. Por lo que respecta a las palabras asociadas a este tipo de mente, podemos hablar de rapidez, impaciencia, relacionarse, decisiones a partir de ensayo error, globalizar, orientada a las emociones, sentir, creer, intuir, vincular.
11. Es cálida, imprecisa y está orientada básicamente a las relaciones con nosotros mismos y con los demás
Competencias personales desde el punto de vista de la inteligencia emocional
>Conciencia de uno mismo: conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e instituciones.
>Conciencia de uno mismo: conciencia de nuestros propios estados internos, recursos e intuiciones.
>Conciencia emocional: reconocer las propias emociones y efectos
>Valoración adecuada de uno mismo: conocer las propias fortalezas y debilidades.
>Confianza en uno mismo: seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos y sobre nuestras capacidades
>Autorregulación: control de nuestros estados, impulsos y recursos internos
>Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos
>Confiabilidad: fidelidad al criterio de sinceridad e integridad
>Integridad: asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal
>Adaptabilidad: flexibilidad para afrontar los cambios
>Innovación: sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e información.
>Motivación: las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de nuestros objetivos.
>Motivación de logro: esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de excelencia.
>Compromiso: secundar los objetivos de un grupo u organización.
>Iniciativa: prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión.
>Optimismo y persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y los contratiempos.
>Competencia social. Determinan el modo en que nos relacionamos con los demás
Algunos consejos para controlar inteligentemente las emociones

· Lograr expresar con palabras lo que sentimos. verbalizar.
· ¿no entiendes bien qué te pasa? pues empieza a explicarlo.
· Cuando logramos expresar en palabras lo que sentimos damos un gran paso hacia el gobierno de nuestros sentimientos .
· "Una vez que tienes el valor de mirar al mal cara a cara, de verlo por lo que realmente es y de darle su verdadero nombre, carece de poder sobre ti y puedes destruirlo" Lloyd Alexander
·Pensar, leer y hablar sobre los sentimientos.
·Es muy útil plantearse si no tendré yo los defectos que identifico en los demás. Es lo más probable.
·Identificar nuestros defectos y valores dominantes.
·Actitud crítica hacia el origen de la preocupación o ¿cuál es la posibilidad real de que eso suceda? o ¿qué es razonable hacer para evitarlo? o ¿sirve de algo que siga dándole vueltas?
·Reflexionar sobre las causas. ¿qué pensamientos se esconden en el núcleo de la tristeza? Cuestionar su validez y considerar alternativas positivas.
·Que la reflexión no acabe en lamento.
·No sólo hay males que denunciar, también hay buenos ejemplos para seguir. Centrarse en lo constructivo
·La distracción es muy útil cuando los pensamientos deprimentes no tienen causa directa clara con moderación..
·Evitar pensamientos victimitas.
·Desahogo con quien nos pueda ayudar.
·Esforzarse en ver lo positivo de cualquier situación.
·Descansar.
·Pensar en los demás.
·Descargar el enfado casi nunca es positivo.
·En los momentos de enfado se piensan, se dicen y se hacen cosas de las que nos habremos arrepentido al poco tiempo, pero producen heridas que son difíciles de curar. Hay que aprender a buscar una salida a los enfados que no perjudique a los demás.

¿Como controlar nuestra inteligencia emocional?


Algunas preguntas que nos hacemos......
Siguiendo a mi compañera bloggera Maria Teresa Mata (Bercelona, 2006), Psicologa y fisiterapeuta en el certero análisis que realiza del autocontrol emocional, que sin duda se basa en las técnicas de control cognitivo de Beck (1984, 1999,2005) y en las tecnicas de autocontrol de la Terapia Racional emotiva de Ellis (1988) damos algunas pautas por si encuentras tu fórmula de autocontrol.


¿Realmente, existe alguna posibilidad de que mis miedos se cumplan, son verosímiles, se pueden dar en la realidad o son producto de mi mente?
¿Qué es lo peor que podría ocurrir ante esta situación que me preocupa? ¿puedo imaginarme la cantidad de consecuencias que se producirían si se da esa situación imaginaria que me produce este malestar?
¿Qué puedo hacer realmente para proponer una solución constructiva? ¿Hay alguna alternativa que pueda imaginar que me pueda ayudar con este miedo que siento?
¿ Seguir pensando en el miedo y no en las soluciones, provoca en mi algún cambio positivo? ¿Seria capaz de centrarme en las soluciones que he imaginado para no obsesionarme con el problema y más en las soluciones? ¿Me reporta esto algo mejor?
El análisis de las situaciones que nos preocupan es importante para tomar el autocontrol de nuestros pensamientos. Si nosotros aprendemos a repasar el problema mentalmente con detenimiento y a objetivar, construiremos soluciones más efectivas y, en definitiva, nos prepararemos para retos futuros.sobre ella, puede
  1. Ver en qué situación estamos. (describir todas y cada una de las cosas que ocurren en ella -lugar, personas que están en ella, qué está sucediendo,etc.-)
  2. Qúe emoción nos despierta dicha situación (alegria, tristeza, ansiedad, síntomas físicos derivados -palpitaciones, ahogos, opresión en el pecho, temblores, etc.-).
  3. Cuál es el pensamiento automático que aparece (inmediato), pequeñas frases que inundan nuestro pensamiento y que nos acrecientan esta sensación de "descontrol" y que escapan a lo que racionalmente con tranquilidad pensamos ("no lo voy a conseguir, me estoy poniendo nervioso/a, soy un desastre, todos se están dando cuenta..., me voy a descontrolar, estoy hoy peor que nunca, etc, etc.") .
  4. Qué pensamiento racional puede ser el alternativo. Pensar en aquellas cosas que pueden ser analizadas bajo otro punto de vista en base a nuestra experiencia, a lo que nos han dicho y a los errores que puedo estar cometiendo con estos pensamientos: Inferencias arbitrarias, Pensar sólo en lo negativo, Creer que siempre eres el culpable....de tus fracasos, etc.
  5. Qúe emociones adaptativas aparecen con este nuevo pensamiento racional. Ver comio pensar de esta forma racional nos tranquiliza, nos hace sentirnos mejor....
Pongamos un ejemplo:
  • Situación: Mi pareja llega tarde otra vez, es el tercer día que ocurre esto después del trabajo
  • Emociones: Celos, rabia, sentimiento de engaño
  • Pensamientos automáticos: " Me engaña, está mejor fuera de casa, no quiere estar conmigo..."
  • Pensamiento adaptativo: " No me responde al teléfono, pero de hecho, cuando está reunido no puede hacerlo. Además, parce que estas semanas son más duras y hay más trabajo; posiblemente esta sea la causa de su retraso"
  • Emociones adaptativas: Emociones sanas en las que no haya reproches, sensaciones de bienestar personal y de comprensión hacia la pareja : tranquilidad, serenidad, seguridad.

El autocontrol es uno de los pilares más importantes de la inteligencia emocional; es la clave para conocerse a uno mismo y demostrarlo a los demás. Es cuestión de entrenamiento, de práctica.... Intentalo siguiendo estas pautas y cuentanos como te ha ido en el post..
Aprender a tomar el control no es fácil, en algunos momentos es posible que lo perdamos, pero lo más importante es tener los instrumentos (inteligencia emocional) para reencaminar el conflicto y buscar una solución constructiva. Muchas personas lo han conseguido y tú tambien puedes hacerlo.
En tu vida personal , en la empresa, en el trabajo, en las relaciones con tus amigos/as, la inteligencia emocional es reconocida ya como la clave del éxito de las personas en la sociedad en que vivimos.
Así pues, una solución constructiva será aquella que permita la maduración del individuo, un aprendizaje, y un crecimiento personal sín límites.

Potenciemos la inteligencia emocional, nuestra mejor base para nuestra adaptación.....

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