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domingo, 20 de enero de 2013

Egocentrismo: La personalidad egocéntrica

Vivimos una época en la que el "culto a la personalidad" a pasado a ser una de las claves de nuestra cultura. está relacionado con la Vanidad y con el llamado el enamoramiento de si mismo, de la imagen propia. Lo que está hinchado en nuestro cuerpo se ve grande, pero tiene alguna anomalía, alguna enfermedad.  Las personas que se autodefinen como "las mejores en..." alguna capacidad en alguna función, en algún atributo..., o bien se suelen centrar en sus logros, habilidades o capacidades... sus conversaciones y no prestar atención a las otras personas. Acaban diciendo aquello de que "sólo una persona al mismo nivel que yo, tan inteligente como yo, puede entender aquello que yo estoy diciendo". Siempre ponen sus características por encima y niegan o denigran con comentarios negativos a las otras personas que consiguen logros. Necesitan permanentemente el reconocimiento de los demás.        
En la historia de la humanidad el llamado "Narcisismo" ha sido siempre identificado en muchos de los grandes personajes de la misma. La mayoría de las personas narcisistas se encuentran en la personalidad considerada como normal, pero también hay un narcisismo patológico. Es el llamado Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP) en el que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. 
En el mundo actual existen condiciones para que esta personalidad se presente con más frecuencia. "Es habitual que hoy se clasifique a las personas en ganadoras y perdedoras. Las primeras concitan la admiración de los demás -rasgo narcisista fundamental- y las segundas generan compasión y en algunos casos rechazo o indiferencia. Esto es lo que hace más fácil la vida actual para estos sujetos que viven centrados en sí mismos y despreocupados de lo que pasa con los demás. 


El Egocentrismo: El inicio de una conducta que puede cambiarse antes de ser patológica 
Pero antes vayamos al análisis de lo que aún no es considerado como una patología.  El Egocentrismo es aquel que define a la persona que cree que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás.  Es el comienzo de una forma de actuar, que puede ir evolucionando conforme su intensidad y duración se instaura en los pensamientos, las emociones y la conducta de la persona hacía el trastorno patológico relacionado con el narcisismo.

El problema fundamental que sufren los ególatras es que miran la realidad a través del cristal de la propia "infalibilidad". Para ellos, los demás deben aceptar sus puntos de vista y generalmente no aceptan estar equivocados. Tienen una marcada tendencia a menospreciar a las personas y son hipercríticos de quien piense o actúe diferente a su forma de comportarse. Sus opiniones y sus intereses son lo más importante en la vida y todos los seres que le rodean deben supeditarse a ellos. A menudo son también manipuladores (Ver capítulo dela manipulación). Estas personas pueden ser encantadoras y déspotas a la vez. Se consideran como "personas especiales" y por tanto tienen "derechos especiales". Generalmente son ineptos o mediocres y por ello su inseguridad les lleva a esa actitud.    
 Se ha podido constatar como en las relaciones personales, los egocéntricos o egocéntricas se comportan como auténticos aprovechados de los demás. Sus cónyuges, hijos y entornos íntimos deben subyugar sus proyectos de vida a ellos con demasiada frecuencia. Igual ocurre en el ámbito laboral, siempre usarán a los demás para alcanzar sus propósitos generalmente relacionado con sus fines.
Cuando cometen errores o algún traspié normal en la vida, no lo reconocerán y ante los comentarios de los demás y las críticas que puede aparecer ante los mismos dirán, por ejemplo, que los envidian o  buscarán causas externas para explicar el error. Con lo cual nunca aprenderán. Así construirán una "realidad" de perfección donde siempre “los otros” o circunstancias externas tendrán la culpa de sus errores.

La adulación: La peor medicina 
Más que personas provistas de una necesaria y adecuada autoestima (ver capitulo de mejora de la autoestima), los egocéntricos manifiestan en el fondo una inseguridad y soledad, a la vez que una exagerada grandiosidad y pretenden considerarse admirados al menos, cuando no adulados. Esta circunstancia los hace vulnerables, porque los aduladores pronto se dan cuenta que una forma de manipular a los ególatras es sugiriéndole ideas como si fueran sus propios pensamientos. Esa es una de las claves para que aparezca esta conducta: Cuando son adulados por ostentar poder, por tener capacidad de decisión sobre otras personas o se espera obtener de esta persona algún favor o dádiva, las personas próximas a los ególatras los adulan y esto hace que su conduzca “ególatra” se mantenga y/o consolide a lo largo del tiempo. En el fondo los ególatras tienen una autoestima baja e inseguridad y por ello necesitan la adulación permanente. Hay quien piensa que es un mecanismo de defensa para salir y aparentar no tener baja autoestima.       
Pensando que nunca pifian y siempre tienen la razón, no son aptos para profundas reflexiones y no escuchan lo que se les dice o advierte. Por ello, cometen graves errores a lo largo de su vida y poco a poco, de grandilocuentes se van quedando solitarios, conviviendo con su propia "grandeza" y algunas fantasías de supuestos éxitos, de poder o de excepcionalidad. 





El trastorno Narcisista 

El trastorno (TNP) se caracteriza por un patrón generalizado de grandiosidad (en la fantasía o en el comportamiento habitual de la persona), con necesidad de admiración y carencia de empatía (pocas veces se pone en el lugar de quien lo escucha y no establece comunicación birediccional más que para pedir asentimiento), con un comienzo en la adultez temprana y presente en una variedad de contextos. Las personas con este trastorno les cuesta identificarlo, les cuesta reconocerse a si mismos como tales, pero es un buen ejercicio intentar encontrar si reúne alguno de los síntomas del mismo. Es esencial para encontrar la “curación” al trastorno. 


Caracteristicas del Trastorno de personalidad Narcisista (TNP) 
Según la CIE10 (Convención Internacional de Ginebra de la OMS)  si tiene de estos cinco (o más) de los siguientes síntomas se puede decir que la persona tiene un Trastorno Narcisista de la Personalidad:
1.    Tiene un sentido grandioso de su propia importancia
2.    Le absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal
3.    Se considera especial y único, y sólo puede ser comprendido, y sólo debería asociarse con otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.
4.    Requiere excesiva admiración (Es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).
5.    Tiene un gran sentido de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo. Tiene un sentido de "categoría" con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.
6.    En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (esperan que se les dé todo lo que deseen, sin importar lo que ello suponga para los demás, y pueden asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).
7.    Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.
8.    Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).
9.    Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes. 

Seguro que en nuestro entorno encontramos mucha gente que la podemos identificar con características de Egocentristas o Ególatras , así como Narcisistas con el trastorno TNP. Hagamos una lista de ellos y nos ayudará a identificarlos. 
Deportistas y artistas famosos son habituales visitantes de esta patología. A ella se suman con frecuencia gente con notoriedad en los medios de comunicación provinientes del mundo empresarial, de la política, del deporte (sobre todo los del deporte de élite). A ellos se le han sumado también los actores con mayor notoriedad en las redes sociales. Los medios de comunicación y los socialmedia actúan como aceleradoras de estas conductas. Asi es que cuidado con el desarrollo de estos comportamientos. Y no es el otro... que es lo que frecuentemente se piensa, no es tu vecino, ni tu compañero, ni tu jefe, ni tu amiga/o, piensa que  puedes ser tú.
Como mejorar para salir del egocentrismo y del narcisimo  
El principal consejo es acudir a un especialista. El Psicólogo le ayudará a buscar el origen del problema y de sus inseguridades y baja autoestima(aunque se manifieste en aparente sobreestimación de sus logros)

1º Reconocer el problema:  Si en un ejercicio de sinceridad has encontrado que reúnes algunas de estas características ponte a trabajar en ello. Si conoces a alguien que reúnes estas características busca a alguien que pueda influir en él/ella.  Opuedes empezar recomendando este artículo. En silencio y a solas lo podrá ver y reconocer. 

2º No te enganches con una persona narcisista:  Como a veces son personas encantadoras es frecuente tener con ellas un enganche emocional. Nada más perjudicial para ti. Sis inseguridades y manipulaciones pronto te llegarán por la vida de los conflictos emocionales. Déjalo pasar y no establezcas esta relación muy estrechamente.
3º No le adules:  Reconoce sus méritos o logros, pero en su justa medida. Estas personas también tienen una escala de valores muy especial. La competitividad con los demás es muy alta.  Es aconsejable hablar de ello y signficarle que quizás tenga los valores equivocados. Hay que cambiar la competitividad por cooperación, hay que cambiar tus prioridades por hacer un ejercicio de comprender las prioridades y valores de los demás. 
4º Pautas en distintos escenarios y con distintos roles del narcisista:
Si tiene con convivir con un ególatra que sepa que son muy dependientes y poco empáticos y en el caso de la pareja tienen una seria dificultad para amar. 
En el caso de una pareja ególatra o narcista hay que tener cuidado porque estas personas son aparentemente encantadoras, aunque manifiestan también sus negatividades cuando no son "el centro". Hay parejas que entran en su juego e incluso acaban afirmando que "si es una persona tan especial y me ha elegido a mi, es que yo también soy especial. Como pueden imaginar la egolatría es contagiosa.     
En el caso de un jefe ególatra cuide mucho la forma de hacerle las críticas ya que no le gustan y rechaza a las gente que se las hace. Lo mejor es comenzar diciendo algo positivo de lo que tiene que criticar y después hacer la critica concreta. La descalificación del jefe ególatra (con estos individuos) puede significar serios problemas. En una organización acaban siendo un problema para su crecimiento. 
En el caso de un/a compañero/a en un equipo las criticas hay que medirlas. Siempre adoptará un papel negativo en el grupo si él no es el protagonista. Siempre comenzar las criticas también con algo positivo y no generalizar sus afirmaciones a la conducta global de esta persona. Romperá con usted o entrará en una escalada emocionalmente negativa.     
     

Para finalizar os dejo otro video que escenifica también el trastorno narcisista: 

Si conoces a gente ególatra o narcisista comparte con nosotros tu comentario de cómo lo has tratado, si le has ayudado o has aprendido a convivir con él. Si eres egocentrista o narcisista dejanos tu testimonio en nuestra web. Tus aportaciones ayudarán a los demás. Muchas gracias.    

miércoles, 29 de agosto de 2012

Afrontar una nueva etapa en la vida: Cambios para sentirte más feliz

Sois muchas personas las que me habéis hecho llegar en estos días a través de las redes sociales algunas propuestas para tratar este tema. La vuelta de las vacaciones, el comienzo de un nuevo curso, el inicio de un nuevo tiempo, marcan una serie de desafios a los que enfrentarse y aqui tenéis algunos consejos para ello.
Rescato una frase de Steve Jobs para plantearnos algunos cambios: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo".
Ante esta sabia reflexión hemos de hacer un primer ejercicio de conocimiento de nosotros mismos: autoconocimiento.
Este ejercicio requiere primero cierto nivel de aprendizaje con nuestra inteligencia emocional. Saber cuales son nuestras frustraciones, anhelos, que está operando en nuestros sentimientos y emociones que nos llevan a ese estado de ánimo.  Encontrarás en este enlace nucha información útil sobre como mejorar la inteligencia emocional...  
Cuidado con aquellos pensamientos que nos llevan a la autojustificación o el autoflagelo.
Cerrar etapas
 
 
Muchas preguntas debes hacerte para avanzar: ¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha acabado mi relación? ¿me he ido a vivir a otro país? ¿Esa amistad, que tanto cultivé ya no existe? ¿Murió un ser querido? ¿No encuentro sentido a porque luchar?
Muxchas preguntas de este tipo nos hacemos con frecuencia. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso adelante hasta que no encuentres respuesta a estas preguntas. Eso hace mucha gente. No se explican porque esas cosas tan importantes que fueron en su vida se convierten de repente en nada, en polvo. Pero esas preguntas te pueden hacer entrar en un sufrimiento permanente no sólo para ti, sino también para tus amigos, familia, pareja... Todos sufriran porque te ven paralizado y todos de una manera u otra han cerrado alguna vez ciclos en su vida.      
Se trata de hacer un cierre de una etapa en las relaciones de pareja, en el trabajo, en el lugar de residencia o de varias juntas... (con cierta prudencia los cambios radicales) . Todos estamos abocados en ir cerrando capítulos, a pasar página, a terminar con etapas, a iniciar nuevos caminos, en definitiva. La vida hay que mirarla para adelante, nunca hacía atrás.
A veces nos empeñamos en dejar puertas abiertas, por si acaso. Nunca podremos desprendernos de cosas que ya no nos son satisfactorias y sobre todo nos nos dejan vivir el presente, ni poner rumbo al futuro. Recuerdo un coach que decía con frecuencia que a veces nos buscamos cualquier excusa para seguir enganchados a a algo de lo que no queremos soltarlo: en una separación la discusión sobre los hijos o alguna propiedad común, en un trabajo, por las dificultades económicas o de encontrar otro, en una nueva ciudad o domicilio, por las cosas buenas que teníamos en la otra... una relación o amistad que no se cierra, por si acaso...,en definitiva, anclas en el pasado para no avanzar. Es bueno clausurar, limpiar, oxigenar, desprenderse, soltar... emprender una nueva eatapa implica eso, en primer lugar.  Si insistes en permenecer en ella mas del tiempo establecido, pierdes tu alegría, y el sentido del resto de las cosas. No debemos cometer varios errores: ni manipular la realidad, ni dejarnos manipular por otras personas, ni mentirnos a nosotros mismos, ni decir mentiras a los demás.   
Como empezar: Identifica tus metas  
Ya lo hemos dicho muchas veces en este blog, identificar tus metas es uno de los trabajos más importante que debes hacer. A veces no es fácil, lleva mucho tiempo -incluso muchos años- saber identificarlas. Y es importante escribirlas. Hacerlas explicitas, hacer un ejercicio de escribirlas, desde la más grande a la más pequeña: Cambiar de trabajo, cambiar de casa, encontrar nuevos amigos, aumentar mis ingresos, encontrar una pareja... y si quieres hacerlo más pequeñas tambien es aconsable: hacer una escapada de fin de semana, hacer ejercicio, aprender inglés, comenzar un nuevo deporte,  y cuanto lo hagamos más preciso mejor.
Y el siguiente paso es identificar cuáles son los obstáculos para conseguir las metas: Si está en alguna persona de tu entorno, saber que paso en otras ocasiones que te obstaculizaron, y cómo lo resolviste..Mira en el ambiente que te rodea (tu hogar, tu trabajo, tu estilo de vida) y observa si hay algo que te impida hacerlo. Por ejemplo si te propones adelgazar, mira en tu frigorífico cuales son los alimentos que tienes y si colaboran a que no acumules peso... y asi con una y otra meta.
Por último mira en tu entorno las personas que te rodean: Si tienes gente que te transmite zozobra o desanimo, alejate de ellos, si es gente que compite contigo en la consecución de la meta, identifica el problema y toma las decisiones consecuentes. Pero si tienes a gente que te apoyaría en la consecución de tu meta hazles participes, pídeles su apoyo, hazles complices.
Pasos para llevar a cabo tus metas
Cuando has identificado las metas, tienes que hacer un ejercicio de buscar los pasos que tienes que llevar a cabo. Una lista de hitos a conseguir, de pequeños pasos que tienes que identificar con los progresos que debes ir cumpliendo. La nueva etapa no llegará de la noche a la mañana. Requerirá de muchos pasos a lo largo del camino. Y tendrás que ir viendo cuales vas cumpliendo y cómo, las dificultades que tienes y los progresos que llevas. 
Todo esto llevalo reguistrado en una agenda, donde queden reflejados los avances que consigues. Es un trabajo extra, pero merecerá la pena. Esto te ayudará a ver tus progresos y dificultades. Y sobre todo que , aunque no hayas llegado al final, has progresado respecto al inicio.
Recompénsate en el camino 
A medida que vas consiguiendo tus hitos date de vez en cuando una pequeña recompensa que celebre tus avances. Una pequeña recompensa a tus avances.
Si consigues de esta forma ir poniendo un metodo de cambio, de avance en tu vida, te habrás familiarizado con una potente forma de progresar como persona.
 
Disfruta del recorrido que has iniciado, no sólo de la meta  
Para poder emitir sentimientos y pensamientos positivos más fácilmente con los propósitos que te has marcado es importante que seas consciente de todo lo bueno que tienes ya en este mismo instante, como puede ser: un trabajo, una casa, una cama donde dormir, una pareja, el poder comer todos los días, poder disfrutar de tus hobbies todo aquello que tengas ya por lo que te puedas sentir agradecida y centrarte en disfrutar de ello. Sería muy útil que hagas una lista de todas estas cosas, y si son cosas que además te hacen ilusión.
Pensar en positivo
Piensa siempre de manera positiva, sacándole el lado positivo incluso a los acontecimientos que no te agradan, pues siempre sirven de aprendizaje. Cuando algo no sale como esperas, casi siempre es porque eso era necesario para conseguir tus objetivos aunque de entrada no te lo parezca. Esto es algo muy útil y que siempre pongo en práctica. Somos humanos y es normal que haya circunstancias que te duelan, pero siempre procura sacar un aprendizaje de cada nueva situación y pensar que lo que ha ocurrido era algo necesario para la consecución de tus objetivos te va ayudar. A veces los acontecimientos negativos son la semilla de algo bueno que está por llegar y así es como debes verlos.

Os dejo este video muy ilustrativo y sencillo para emprender esta nueva vida y encontrar tu felicidad:   

       
 

Dejanos tus comentarios en el Blog, son de muchas ayuda para otra gente y para nosotros poder seguir trabajando. Gracias.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Sentirse Culpable: Mentiras hacia nosotros mismos


Volvemos de vacaciones y nos sentimos culpables. No hemos aprovechado todo el tiempo que podiamos haber aprovechado para hacer cosas que luego no podemos realizar el resto del año. Y asi comienzan lo que llamamos autoreproches por lo que pudo haber sido y no fué. Y así en nuestra vida cotidiana acerca de nuestro quehacer como pareja, como padres/madres, hijos, como trabajador/a, profesional, por no habernos quitado de fumar, por no haber adelgazado, por no haber hecho deporte.... y por tantas y tantas cosas....que creemos podiamos haber hecho mejor. Nos sentimos culpables. Es el momento de quitarnos peso de encima para afrontar este “curso” ligeros de equipaje y libres de culpa, un sentimiento inútil y devastador. Vamos a aprender a ejercer nuestra responsabilidad objetivamente; trataremos sobre ataduras invisibles y sobre libertad.
Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se puede reaccionar de dos formas ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se autoinculpan de lo que sucede (soy el culpable), quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie, bien porque no entran a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.

La culpabilidad es de lejos la emoción que despilfarra mayor cantidad de energía emocional. ¿Por qué?. Porque por definición, te estas sintiendo inmovilizado en el presente por algo que ya paso, Y no existe culpabilidad por grande que sea, que pueda cambiar la historia. El grado de inmovilización puede abarcar desde una pequeña incomodidad hasta una severa depresión. Si simplemente estas aprendiendo lecciones de tu pasado, y prometiéndote evitar la repetición de algún comportamiento especifico, eso no se llama culpa.

Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción pueda caer sobre ellos. Las pautas educativas más represivas o las que se derivan de comportamientos ligados a creencias religiosas hacen más frecuente la aparición de estas culpabilidades. Una autoinculpación puede ocasionar epsodios depresivos recurrentes y hasta graves.
Cada uno de nosotros tiene consciente e inconscientemente un conjunto de pautas que marcan su comportamiento. Este es nuestro propio código moral que puede o no coincidir completamente con el código social en que vivimos, el cual por supuesto a contribuido en gran medida determinar al nuestro.


Todos tenemos un código moral: El contenido del código moral personal es el conjunto de normas que organizan nuestro comportamiento. Esas normas pueden enunciarse, por ejemplo, como " no frustrarás a los otros ", " no dañaras a tus padres". Una vez que el contenido del código se estableció un proceso largo que se realiza a través de los años, empieza a funcionar un suerte de sistema que garantiza su cumplimiento.
Este sistema que se "llama el guardián del código" hace que cada vez que uno transgrede una norma o alguna de las pautas del código, se encienda una señal informando que el código se ha transgredido. Se trata de una suerte de avisador interno que cumple funciones de autoinculpación con el consiguiente malestar.
Una de las consecuencias mas comunes del sentimiento de culpa es el remordimiento. Clínicamente se define como el pesar interno que produce en forma de sentimiento cuando enjuiciamos nuestras acciones y pensamos que hemos realizado una mala acción. Es la inquietud que despierta la memoria de una culpa, que va creciendo imperceptible dentro de uno. La vivencia del remordimiento es como tener un objeto intragable atravesado en la garganta, que finalmente se volverá contra uno mismo. El problema principal del remordimiento es que muchas veces se desconoce su origen. Se experimenta como una sensación que esta continuamente presente pero no se sabe exactamente cual es la culpa que está escondida detrás originando este malestar.
En segundo lugar las reacciones que sistemáticamente inculpan a otros de todo lo negativo que sucede se deben a que el individuo no soporta la carga de la propia responsabilidad cuando surgen las frustraciones, y dirige a los demás la sensación de culpa. Reaccionan de forma que lo primero es buscar un culpable fuera de si mism@. Es una forma de liberación que los demás perciben como una conducta agresiva, pero que revela la incapacidad del individuo para autocriticarse de forma objetiva y serena. Aqui aparece también la mentira y/o la manipulación para intentar inculpar a otro. A veces las personas tóxicas emplean con frecuencia esta táctica. El origen de estas conductas está en estilos de educación permisivos en los que la persona no ha experimentado los límites de su conducta ni las consecuencias de sus errores. Sucede frecuentemente en familias en los que la autoridad de padres y adultos y el respeto a unas ciertas normas de convivencia han sido mal o insuficientemente trabajados con los niños y adolescentes. La educación en libertad y responsabilidad es una de las asignaturas pendientes de nuestra educación. De hecho gracias a los medios de comunicación podemos ver lo que con frecuencia sucede con muchos jóvenes: episodios de violencia de los más jóvenes, consumo de alcohol y drogas hasta la extenuación, conductas vandalicas que tienen como base la falta de responsabilidad y la la falta de profundizzación en responsabilidad y libertad.
Y, por otra parte, la actitud de reaccionar ante las malas noticias, o ante las adversidades o ante los errores y/o fracasos no echando la culpa a nadie se asocia a dos tipos de comportamiento: quienes mantienen actitudes frívolas y no le dan importancia a nada y, por otra parte, quienes mostrándose responsables y conscientes, optan por no teñir las relaciones interpersonales de sentimientos de culpa para evitar la negatividad que ello acarrea.
Es frecuente encontrar sentimientos de culpabilidad cuando se da un proceso de separación y/o divorcio, cuando perdemos a un ser querido, o cuando por ejemplo una mujer trabaja fuera de casa y se siente culpable por creer que no atiende a sus responsailidades como madre (cuando estas han de ser compartidas)   
El sentimiento de culpabilidad se da en muchos ámbitos de la vida, en las relaciones de pareja también. Veamos un video de la pelicula "Antes que termine el día" (If Only) en el que podemos ver cómo se da un modelo de culpabilidad sobre las relaciones de pareja, aunque la vida le da otra oportunidad...(no siempre es así...)


Y ¿Como comenzamos a superar y liberarnos de esos sentimientos de culpabilidad?
Muchas de las frustraciones que originan los sentimientos de culpa se producen porque se tiene una idea de nuestra capacidad o de la de los demás, que, por excesivamente optimista, no se atiene a lo real. Lo hemos dicho muchas veces, no hemos de sobrevalorarnos. Hay que huir de aquellas personas que continuamente fanfarronean o presumen de su control sobre todo lo que ocurren, estpos son serios candidatos a la ausencia de autocrítica.  Por tanto, la primera estrategia para combatir el sentimiento de culpa es cultivar el sentido de la realidad, lo que supone aceptar, aunque resulte doloroso, qué y quién es cada uno. Para ello, es necesario trabajar la autocrítica mediante la reflexión y tomando en consideración las observaciones que nos hacen las personas que nos manifiestan más afecto y confianza. Determinaremos así las causas de las situaciones conflictivas para aprender de los fracasos y no volver a cometer esos o similares errores.
El objetivo es doble: el esclarecimiento de la situación y la desactivación del proceso de adjudicación de culpas. Lo inteligente y provechoso es identificar los errores, reconocer la causa, asumir la responsabilidad cuando nos compete y, ya después, tomar medidas para rectificarlos y para no volver a caer en la misma piedra. Limitarnos a sentir culpa es como encadenarnos de por vida por lo que ocurrió en el pasado, lo que conduce a un estado de ansiedad que puede derivar en depresiones. Sentir culpa sólo resultará útil cuando esta sensación pueda convertirse en acción. Cuando se aceptan los errores sin sentir un fracaso definitivo y paralizante, el error puede percibirse como una oportunidad de aprendizaje, como una fuente de información de qué cosas van bien y cuáles no. Se trata de un proceso de autoaceptación y mejora que genera autoestima, de aprender a querernos a partir de un diagnóstico certero sobre nuestras acciones menos logradas y nuestras posibilidades de intervenir sobre ellas.
Pautas para comenzar a superar los sentimientos de culpa
Tendremos que comenzar a hacer un pequeño ejercicio de análisis de nosotr@s mismos, siguiendo, de forma ordenada, las siguientes pautas:

  1. Identificar cuales son los sentimientos de culpa.

  2. Analizar en qué situaciones sobrevienen. Donde aparecen con más frecuencia.   

  3. Aceptarlos como normales y pensar que son comprensibles. No darle una gran trascendencia y creer que sólo te pasa a ti. Le pasa a todo el mundo. Al reconocer y aceptar estos sentimientos de culpa, resulta más fácil expresarlos y combatirlos

  4. Expresar los sentimientos de culpa. Hablar con otras personas del tema (si es necesario, con profesionales de la psicología) puede ayudar a aliviar este pernicioso sentimiento.

  5. Analizar sus causas. Buscar las razones de estos sentimientos puede contribuir a hacerlos más comprensibles y aceptables.

  6. Reconocer nuestros propios límites. Es muy sano saberlo. reconocer nuestras debilidades y fortalezas. Las primeras para no abarcar cosas que no podemos hacer, y que, a lo mejor, podriamos pedir ayuda.  Trata también de enseñarles a las personas que tienen que ver con tu vida y que tratan de manipularte por medio de la culpa, de que tu eres muy capaz de enfrentarte con las desilusiones que les provoque tu comportamiento. El resultado tardará en llegar pero el comportamiento de aquella gente empezará a cambiar cuando vean que no te pueden forzar a sentirte culpable. Una vez que logres desconectar la culpa, la posibilidad de manipularte y de controlarte emocionalmente habrá desaparecido para siempre.

  7. Aprender a dejar vivir a los demás. Aprender a usar la libertad tuya y a respetar la de los demás. 
     

Finalmente, la culpabilidad es en nuestra cultura una herramientas útil para manipular a los demás y una inútil perdida de tiempo. Una vez desconectado el mecanismo de culpa, desaparece la posibilidad de ser controlado y manipulado emocionalmente.
Al final es necesario considerar que la culpa es una emoción auto-anulante, es una elección personal, es una reacción que podemos controlar si hemos entendido el mecanismo que la produce. Uno puede vivir culpable toda la vida, pero la emoción de sentirse libre de toda culpa es como haber recuperado la inocencia y la creatividad, como cuando después de un día nublado por fin sale el sol.
Cuéntanos tu experiencia con los sentimientos de culpabilidad. La tuya o la de la gente de tu entorno. En el trabajo es muy frecuente también. Haznios llegar tus vivencias... son muy útiles para tod@s. Déjanos tu comentario.

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