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sábado, 31 de mayo de 2008

En la búsqueda de la felicidad....


“He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz” (J.L. Borges). Esta es una de las frases con la que el escritor universal nos regaló para hacernos ver que hemos de aprender a amar la vida. Es como hacer un viaje a la felicidad. Es un viaje en solitario, un ecorrido por nuestro interior, porque la satisfacción vital solo podemos hallarla dentro, porque los recursos de nuestra mente, y de nuestra alma, son exclusivamente nuestros y solo nosotros podemos usarlos correctamente.

Como dice Alex Rovira en su libro "El laberinto de la felicidad" es como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa: ¿en los bienes materiales?, ¿en las personas queridas?, ¿o es sólo una utopía? En definitiva, ¿ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?.

"Tiene una gran importancia conocerse uno mismo, el placer de los sentidos, la ternura como bálsamo que todo lo cura, el sentido que damos a lo que nos sucede, nuestros miedos como obstáculos, la risa: disolvente universal de las preocupaciones, los sueños y anhelos como combustible espiritual y el banco universal del amor"".

Como el poema de Borges, este articulo de hoy es una invitación a la acción, a no quedarnos quietos para iniciar nuestra búsqueda de la felicidad.Y desde nuestros adentros, desde nuestra parte más profunda, fortalecidos/as, dispuestos/as a amar la vida, irradiar gratitud, generosidad, confianza… alegría de vivir.

Comenzamos hoy con una pelicula "Esencia de Mujer". Contiene una escena secillamente excepcional que he seleccionado para este artículo. Un momento puede una vida. Cuando Al Pacino le dice a la chica "En un momento se vive una vida" le esta dejando claro que hay momentos que valen la pena, y son de los que hemos de aprender a vivir. Pincha aqui y mira el video..


Ante cualquier situación podemos elegir cómo vivir nuestra vida, que es una sucesión de oportunidades.
Podemos convertir una experiencia concreta en un triunfo interno o pasar la vida como simple espectador.
¿Por qué, ante un mismo problema, unos se hunden y otros se crecen? ¿Por qué unos aman la vida y otros son adictos a la infelicidad? Es todo una cuestión de actitud. Protege tus sueños y no te dejes llevar por la gente que te desanima. Mira esta escena de la pelicula "En busca de la felicidad" que es toda una lección....“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, ve a por él. La gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo, y punto".


Hemos de adquirir un compromiso con nosotros mismos: abrir nuestros sentidos, darnos permiso, inspirar profundamente cada instante, vivir nuestro presente.

Cristina es una chica de 30 años que intenta vivir como puede una dura realidad que le ha tocado experimentar. Trabaja como camarera en un restaurante, mantiene a toda su familia y hace horas extras como cuidadora de dos niños... Muchas horas, poco sueldo... Su vida afectiva trata de mantenerla al margen de sus dificultades. Tiene novio con quien comparte sus pocas horaslibres. Su cabeza esta en su familia (lejos de donde ella vive) y en llegar a fin de mes con el poco dinero que gana. Sabe que no es del todo feliz. Le faltan cosas. Y en la sucesión de oportunidades que le da la vida, aparece un "Al Pacino" que le invita un día a un baile, pero ella, fiel a si misma, no le da una oportunidad a la vida, al momento aquel que odia haber cambiado su vida. Quiere, lo esta deseando, pero algo le dice que no debe, algo le impide vivirlo. Algo le hace quedarse sentada, algo le hace no permitirse un sueño. Algo le hace seguir tal y como está. Algo le impide ser feliz. El ser humano tiende a prevenir al máximo, lo cual es muy bueno para anticipar peligros, pero para disfrutar es un obstáculo. Cristina quiere protegerse frente a las oportunidades que le brindan la vida. La actitud ante la vida la aprendemos desde niños. Si nos han hecho constructivos o nos han sobreprotegido, nos marca en la forma de manejar los problemas.

Igualmente afecta los que llamamos los psicologos los rasgos del carácter: Los/as extravertidos/as son más felices porque tienen una mayor orientación a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Somos dueños de nuestra actitud hoy y es ahí donde tenemos que trabajar: Tenemos que construir esa actitud que no va en nuestro comporamiento "genético"; si pone el piloto automático, el 80 por ciento de las cosas positivas que pasan las pierde; al contrario, tener la mentalidad abierta de que siempre se puede aprender de los que tenemos alrededor, de la vida y de nosotros mismos favorece a la apertura y a estar en contacto con la vida. Cristina aprendió a que podía disfrutar de cosas de su vida cotidiana que a veces no daba importancia: una conversación, una invitación, el perfume que desprede una rosa, un paseo con su perra luna ...
Cristina aprendió a darle una oportunidad a sus sueños, a salir de los horarios que le mantenían en el círculo vicioso alejado de la realización de sus sueños. Aprendió le lección y comenzó a buscarlo, no dejó que nadie le desanimara. Protegió su sueño, y a la larga, a su vida. Supo distinguir el camino de su felicidad. Sus sentidos se abrieron a ese camino.


Para que nuestros sentidos se abran, el primer paso es proponérselo. Primero hay que tomar la decisión de verdad, un compromiso conmigo porque soy yo quien quiero ser feliz.
Pero esa felicidad no es un concepto general, sino que son pequeños detalles que nos olvidamos de saborear porque vivimos deprisa, olvidando el presente, el aquí y ahora, lo único que tenemos. Lo que seas mañana es lo que construyes hoy. Y para vivirlo, el segundo paso es conocernos, hacernos una auditoría de vez en cuando y revisar mi parte emocional –cómo me siento–; la académica o laboral –¿me siento realizado?–; la social –cómo me relaciono con los demás– y la física –¿me cuido?–Conociéndome sé qué fortalezas tengo y qué debo trabajar.

La Infusión emocional
Hay una metafora que en psicología llamamos infusión emocional y habla sobre el efecto de las emociones en el cerebro. Si uno pone una bolsita de té en el agua, esta se empieza a colorear del color del té; de la misma manera, si uno pone una emoción en el cerebro, esta colorea el presente y el pasado de nuestra vida. El agua es nuestra forma de ver las cosas, de procesarlas. Se trata de un mecanismo de las emociones para que seamos más conscientes de ellas: si estamos tristes, ver las cosas tristes nos permite centrarnos en los posibles problemas; si tenemos miedo, pensar en esos términos nos ayuda a estar atentos. Igualmente podemos poner una infusión de emociones positivas en nuestra vida, uno de los grandes recursos que tenemos para disfrutar de la vida.

¿Qué hacer para ser más felices?

Emociones positivas: (ver capitulo de pensamientos positivos para ver cómo pueden generarse las emociones positivas) Se pueden generar con relativa facilidad en muchos momentos del día. Pero lo importante no es el momento de disfrute en sí, sino lo que eso genera en el organismo. Hay más flexibilidad y creatividad, lo que hace aceptar mejor la crítica y los problemas y permite que los estados de ánimo negativos se pasen mucho antes. La mayoría de la gente espera a que el estado de ánimo desaparezca porque piensa que no puede hacer nada, pero en realidad sí se puede hacer.

Relaciones interpersonales: (ver habiliddes sociales) Si no te gusta lo que recibes de tu entorno, preocúpate de lo que emites”, reza una frase. Según algunos estudios, alrededor del 75 por ciento de los problemas que tiene el ser humano nace de su forma de comunicarse con el entorno. La frecuencia de la calidad de las relaciones personales es muy importante. Hacer un poco de esfuerzo en llevarse bien con la gente es una inversión muy beneficiosa.

Creatividad: permite interpretar cosas aparentemente negativas y buscarles su ventaja. También ayuda a buscar cómo solucionar problemas y que las limitaciones que tenemos no sean barreras. Puede aplicarse en el trabajo diario: plantearse qué puedo hacer para que el trabajo sea más gratificante es una pregunta que poca gente se hace y si no te lo preguntas, es improbable que te contestes. En el ámbito laboral, como en otros muchos, hace falta ser creativo y saber que el bienestar no depende de fuera. El primer beneficiario somos nosotros y todo va a funcionar mejor si lo hacemos porque queremos.

La memoria positiva: El poder de los buenos recuerdos es extraordinario. Un ejercicio sencillo es trasladar una situación que recordamos agradable a un momento difícil, por ejemplo, antes de entrar en una reunión complicada, antes de tener que dar o recibir una mala noticia o en un examen.
El buen humor: (Ver capitulo de "¿Tomarse la vida en serio? El arte de no amargarse la vida"). Es fundamental y está muy relacionado con la actitud. La sonrisa es un buen antidoto para ser feliz. Una actitud mental positiva genera un entorno mucho más relajado.

Cuidar la salud física y emocional: Ante cualquier actividad satisfactoria, el cuerpo genera endorfinas y serotoninas. Si nosotros las generamos, el estado de ánimo será muy positivo. Los deportistas está generándolas constantemente y tiene un alto nivel de energía y optimismo. Por el contrario, en situaciones negativas, generamos cortisoles. Dañinos para la salud, provocan desánimo y tardan en eliminarse dos o tres horas del cuerpo. Ocurre, por ejemplo, tras una discusión, que estamos dándole vueltas unas horas después. Generar cortisoles se evita con endorfinas y serotoninas. ¿Cómo? Corriendo o haciendo algo que nos distraiga.

Establecer objetivos: es importante tener objetivos, aunque sea a corto plazo, para incrementar la sensación de logro, lo que revertirá en la autoestima. Y un objetivo no es ser feliz, sino plantearse ¿qué es ser feliz para mí? Definirlo. Para ello siempre es bueno hacer un balance de lo realizado, al final de un periodo determinado. (Ver el capitulo de balance del año)
Autoestima, automotivación y autocontrol: (ver capítulo de como mejorar la autoestima) Cuanto más autoconocimiento tengamos, más trabajemos la autoestima, la automotivación –capacidad de saber que tenemos recursos frente a las frustraciones– y el autocontrol –enlazado con nuestras relaciones con los demás– más controlaremos nuestra vida. Nosotros elegimos actuar de una forma u otra ante una situación, ahí radica nuestra libertad.

Es necesario tambiéb saber plantearse la necesidad de aprender a apreciar las cosas que realmente tiene valor en la vida. Relativizar las cosas desagradables y acercarnos a las pequeñas cosas que nos hacen más felices. Para ello podemos recordar el capítulo de "menos es más".

¿Como combatir los pensamientos irracionales que no ayudan a ser felices?

Necesidad de aprobación de los demás:

Irracional: Necesito que me aprueben. La idea de que existe una necesidad absoluta de cariño
y aprobación de los semejantes, familia y amigos, es una de las ideas irracionales más comunes y perjudiciales. En teoria todo el mundo entiende que es imposible ser aprobado por el resto, pero a la hora de la verdad no aceptamos que nuestro padre, novio o amigo no apruebe las acciones o decisiones que llevamos a cabo.
Racional: Me gusta que me quieran, pero no lo necesito. Lo racional es pensar que nunca nadie va a estar de acuerdo en todo con nosotros.Tendremos que aceptar que unos nos quieren y otros no, unos nos aprueban y otros no. Tenemos que ir entendiendo que aunque los demás no estén de acuerdo con nosotros y nos desaprueben no pasa nada, que no se hunde el mundo. Somos el primero de nuestra lista y eso no es ser egoísta porque si no estamos bien con nosotros mismos, no podremos dar bienestar a los que nos rodean. Si renunciamos a nosotros, lo que estaremos dando es nuestra amargura. El pensamiento racional sería “me gusta gustar, que me quieran y que me aprueben, pero no lo necesito. Solo necesito oxígeno para respirar. ¿No le gusta a mi
padre o a mi pareja una decisión? No pasa nada. Me hubiera gustado que les gustara, pero no pasa nada. Tengo que hacer lo que quiero hacer, lo que para mí es importante y sin estar mirando con lupa lo que van a pensar los demás. Si renuncio a mí mismo, el precio es muy alto, pudiendo llegar a padecer ansiedad.

Tengo que ser competente en todo lo que hago
Irracional: Para sentirme valioso tengo que ser competente en todo lo que haga Hacer bien todo es “imposible. Hemos de considerar que somos seres humanos limitados y que todo ser humano se equivoca inevitablemente. No existe la perfección. Además, si una persona no se perdona cuando se equivoca, acaba por no hacer nada porque tiene tanto miedo a la equivocación
que prefiere no hacer las cosas para no fallar. Craso error. También a veces queremos controlar lo que es ajeno a nosotros, como convencer al otro o controlar el futuro. Si estamos temiendo un futuro que ignoramos absolutamente, nos adelantamos al daño. Eso ocupará toda nuestra energía, invadirá nuestra mente, aparte de que, como seres humanos, somos muy limitados y no podemos controlar lo que está fuera de nuestro control. Es cierto que en un futuro puede pasar de todo, pero eso no es razón para estar arruinándonos la vida por algo que no sabemos si va a pasar. En realidad, prepararnos para un futuro lejos deayudarnos nos estará debilitando.
Racional: Hago mi parte, que es lo único que puedo controlar. Lo que los demás han de hacer, no puede ser responsabilidad mia. Soy responsable de lo que yop hago, no de los demás. "Yo hago mi parte, pero hay un montón de cosas ajenas a mí que no puedo controlar. Como ser humano con mis limitaciones voy a intentar hacer esto y me voy a sentir satisfecho; no pretenderé
controlar que los demás se sientan satisfechos porque no puedo, al final me estreso y no doy lo mejor de mí”. Querer controlar lo que escapa a nuestro control es como “querer mover una casa”, un esfuerzo inútil que hacemos a diario desgastándonos y fracasando. “Tampoco puedo hacer depender mi felicidad de lo que me dan los demás porque me lo pueden dar o no.Tengo que asumir el control de mi vida y la responsabilidad de mi felicidad. Es frecuente poner en os demás la felicidad de nuestra vida: "Si él o ella hace esto o aquello, yo seré feliz". Es un error clave. La felicidad depende de lo que cada uno haga.

No puedo con la injusticia, me hace infeliz
Irracional: No soportar la injusticia es como decir no soporto el cielo, cuando lo tienes todo el día encima de ti. Todos entendemos teóricamente que en el mundo hay injusticias, pero cuando te toca una suegra, un marido o un jefe injusto piensas irracionalmente "como mi padre es injusto, me tengo que amargar la vida". La irracionalidad está en justificar mi sufrimiento por la injusticia del otro. Así no levantarás cabeza y serás como una hoja movida por el viento, siendo lo más vulnerable del mundo.
Racional: Las injusticias no me hunden Para ahuyentar este pensamiento tenemos que asumir que a lo largo de la vida nos vamos a encontrar con gente injusta. “Voy a intentar pensar a partir de ahora que si el otro es injusto es su problema y tendrá que resolverlo él, aunque yo pueda ayudar a ver las cosas o a que se solucionen. Yo se lo puedo decir para ayudarle, pero nada más. No puedo arruinarme la vida. Al final justificamos nuestra amargura por ellos y, una vez más,
estamos queriendo cambiar algo que está fuera de nuestro control.
Pensar que las cosas y las personas tienen que ser como a mí me gustaría. Podría definirse como el síndrome del niño mimado, en el que cualquier inconveniente, problema o fallo que aparezca en el camino me hará pensar “¿por qué me pasa a mí?”, lo que provoca irritación y estrés. Pensamos entonces que "La miseria humana está causada por factores externos. En consecuencia pensaremos que para lograr la felicidad o evitar la tristeza habrá que controlar los acontecimientos externos" algo muy dificil, por no decir imposible. Dado que ese control es limitado, el resultado es la insatisfacción. Atribuir la falta de felicidad a los acontecimientos es una forma de evitar enfrentarse a la realidad. Las propias interpretaciones de los hechos son las que causan la infelicidad.

Cuando una situación me parece que puede ser amenazante estoy dándole vueltas continuamente. Muchas personas tienden a enumerar los escenarios de una posible catástrofe.
Si reserváramos las respuestas de miedo a los peligros reales, disfrutaríamos de lo incierto como una experiencia nueva y excitante. Es más fácil evitar los problemas y responsabilidades de la vida que hacerles frente. Esto nos hace eludir las responsabilidades y buscar cómo justificarnos: “Debería decirle que ya no me interesa, pero estoy cansado... Un grifo que gotea no hace daño...”.

El pasado determina el presente. Solo porque una vez algo haya afectado de forma importante no significa que se deba continuar con las conductas que se desarrollaron esa primera vez.
Los modelos de conducta son decisiones tomadas tantas veces que se han hecho casi automáticas.
Hay que averiguar cuáles son y empezar a cambiarlas y aprender de las experiencias pasadas, pero no permanecer atados a ellas indefinidamente. podemos cambiar las cosas, no permenecer atadas a ellas como si fueran eternas.

La felicidad no se aumenta con la inactividad, la pasividad y el ocio indefinido. Existen más formas de felicidad que la relajación absoluta. La felicidad llega en grandes dosis cuando estamos inmersos en actividades dirigidas a la creatividad o cuando nos damos a los demás.

Haznos llegar tus comentarios y tus experiencias para ser más feliz. Ayudarán a los demás. Mucha gente como tú comparte sus experiencias.

martes, 6 de febrero de 2007

La Pareja (III) LOS HIJOS Y LA PAREJA



La decisión de tener un hijo
Tener un hijo es la decisión más importante que puede tomar una pareja. Esta decisión puede quedar supeditada para algunas parejas a una serie de factores que les pueden hacer dudar, como es una situación laboral inestable, unas expectativas económicas determinadas o el temor al cambio de vida.Las parejas deben saber cuál es el momento adecuado para tener ese hijo y estar preparadas para los cambios que producirá en sus vidas. Deben hacerse a la idea de que ser padres significa ser los responsables de una nueva vida, que precisa tanto de cuidados físicos como educación, protección, etc. Y que para ello es necesario dedicarle tiempo y paciencia.

Durante el embarazo: La mujer experimenta cambios tanto físicos como emocionales durante el embarazo. El cansancio, la preocupación por la salud del futuro bebé, el temor al parto y el hecho de perder la libertad hacen que se encuentre especialmente sensible y con continuos cambios de humor. Todo ello hace que sea habitual que en este periodo se produzcan tensiones en la pareja que tiene que adaptarse a una nueva situación.El embarazo hace que la pareja modifique determinadas conductas. Conforme avanza el embarazo el cansancio es más acusado en la mujer, por lo que la pareja se verá limitada en cuanto viajes, vida social etc. Las relaciones sexuales también se verán afectadas en la última etapa del embarazo y será necesario adaptarse a los cambios que sufre el cuerpo de la mujer.Por encima de estos cambios, las parejas generalmente lo viven con ilusión y felicidad y en la mayoría de los casos une aún más a la pareja. Ambos comienzan una experiencia nueva, la de ser padres y en torno a ello infinidad de interrogantes, ¿seremos buenos padres?, ¿podremos darle todo lo que necesita?, etc. Todos ellos se irán despejando con el paso del tiempo.


La llegada......Cuando llega un bebé a la pareja todo se transforma. Antes la pareja, a medida que va madurando, pasando a una relación amorosa-amistosa, comienza la búsqueda de un bebé que sea el fruto de la relación. Igualmente las parejas que ya lo tienen buscan también consolidar su unidad familiar con más miembros. Cada uno se vive de forma distinta. Tampoco olvidamos aquellas parejas que por "accidente" han de afrontar una maternidad/paternidad "inesperada".


Ahora vemos 5 cosas más de la pareja y los hijos/as....: 1.El tema central de las conversaciones y de las actividades de la pareja....


2.El equilibrio entre los cuidados y el cultivo del amor y el sexo
3.Cuidemos las relaciones de pareja
4.A modo de ejemplos cotidianos
5.Planifiquemos la nueva situación de la pareja

Una vez llegado, el bebé pasa a constituirse en tema central tanto de las conversaciones de la pareja, de las de familias de cada miembro de la pareja, e incluso del círculo de amistades. Tener hijos (especialmente, el primero) es uno de los acontecimientos más señalados de nuestras vidas, pero no todo es color de rosa.

El bebé también juega un papel de intruso, en un hogar que antes giraba en torno a dos personas que se dedicaban todas las atenciones, que mantenían un protocolo de actuación que comenzaba en una y terminaba en la otra. De esto, de las consecuencias menos agradables de la llegada de los hijos, apenas se habla, es un tema casi tabú (uno de tantos), ya que podría ser entendido por los demás como una falta de aprecio al niño, un egoísmo poco decoroso o una insuficiente asunción del papel de padres. Pero, a pesar de todo, merece la pena hablar sobre ello.

Planificamos minuciosamente lo que necesitará el niño, los recursos económicos y de otro tipo (tiempo, espacio en el hogar, educación) que requerirá, pero no calculamos cuestiones que, antes o después, pueden afectar al equilibrio de nuestra relación de pareja. Saldremos menos con nuestros amigos a cenar, el cine pasará de ser semanal o quincenal a muy esporádico, los momentos románticos se verán reducidos. Y la comunicación personal, las confidencias, las aficiones de cada uno, cederán el paso ante las "apremiantes" necesidades del niño. Y, si no tomamos medidas, acabaremos siendo unos excelentes padres pero unos pésimos amantes. Nuestra relación de pareja comienza a resentirse. Es el principio de las desavenecias y sobre todo el principio del fin de la pasión amorosa. En este momento situan muchas parejas los inicios de sus problemas como pareja.
Remedios
Hemos de buscar tiempo para el hombre y mujer a quien hemos unido nuestras vidas.
Todo cambia con los niños. El hogar, antes territorio de intimidad de la pareja, pasa a ser compartido por una tercera persona.
La cotidianeidad de la pareja se ve afectada. Es frecuente que la madre deje temporalmente su trabajo o reduzca su jornada laboral. Incluso, si contrata a un(a) profesional para que cuide del bebé, normalmente la madre habrá de afrontar el trabajo remunerado y el cuidado del vástago. La estructuración de los tiempos varía. Y la percepción del hombre por la mujer, también. Se pasa de marido a padre y de mujer a madre.

Es importante trabajar con nuestra pareja el compartir las tareas de los cuidados. Es importante compartir todas las responsabilidades y las tareas del hogar, la corresponsabilidad de la pareja. El empeño en compartir no debe ser una tarea o reivindicación de la mujer, sino un compromiso de ambos. Pero en este caso (si cabe aún más) es clave no abdicar en la mujer el cuidado del bebé.
Por otro lado, los cambios horarios y los desvelos nocturnos los marcan las necesidades del recién llegado, con lo cual nuestras costumbres y deseos, tanto personales como de pareja, pasan a segundo lugar. Si antes hablábamos del tiempo, de cosas cotidianas, de amor, de aficiones compartidas o de las preocupaciones del trabajo, ahora, las conversaciones giran en torno al hijo: cómo está, qué ha hecho hoy: si duerme, si come, si sonríe, si abre los ojos, si dice algo.
Cuidemos la relación de pareja.
Y no sólo la vida cotidiana y los diálogos de pareja se pueden deteriorar. Quizá lo que más dañado se vea con la irrupción (y consolidación) de la figura del hijo, es la vida afectiva y los juegos sexuales de los padres, imprescindibles para que todo funcione bien y vivamos a gusto.
Nos debemos a nosotros mismos, al margen de ser buenos padres, el intento de vivir con ilusión, de ser felices en nuestra vida de pareja. Hay tiempo para todo. Incluso con hijos, tenemos bien cerca a una persona (aunque a veces no lo parezca, con su propio mundo interior y unas expectativas personales muy íntimas que desea satisfacer) a la que hemos de conquistar cada día, a la que tenemos que demostrar que merece la pena el proyecto en que se ha embarcado con nosotros. A medida que nosotros seamos más felices afectiva y sexualmente con nuestra pareja haremos más felices a nuestros hijos/as porque irradiaremos esa felicidad.
Los cambios y reajustes de nuestra vida favorecen al niño, no en vano se han realizado en función de él.

SITUACIONES QUE SON FRECUENTES A MODO DE EJEMPLO: De pronto y como sin querer, nos vemos en casa de los suegros o padres cada día de fiesta, comenzamos a dejar de salir los sábados, a diseñar las vacaciones en función de los niños; a abandonar -por impracticables, no hay tiempo ni opción logística-- aficiones que nos llenaban de regocijo, a ver vídeos infantiles o dibujos animados en lugar de nuestros programas favoritos de TV... Porque, "total, ¿qué más da?".
Por su parte, la mujer experimenta cambios físicos y psicológicos que le pueden causar ansiedad. Al unirse a ellos el cansancio y la angustia por hacerlo todo bien y de ser una excelente madre (superwoman), a pesar de que nadie le haya enseñado a serlo, puede surgir en ella una auténtica crisis emocional que el hombre debe detectar y ayudar a superar. Ahora bien, algunos hombres viven asimismo una situación delicada.
Quedan desplazados a un segundo plano, al ser el bebé y la madre quienes monopolizan el centro de atención. Parecen ser los "destronados", por no havber tenido una relación basada en la igualdad. Incluso dentro del nuevo núcleo familiar pasa a ser espectador de los mimos, cuidados y dedicación que normalmente la madre dirige al bebé y de los que hasta entonces él era destinatario exclusivo. También el hombre arrastra un cansancio adicional, pero sin que nadie se lo reconozca. Sin embargo, a él la vida se le ha modificado y precisa de una reubicación.
Los celos encubiertos y no asumidos (hacia el hijo o hija) hacen que el hombre no se encuentre a gusto y canalice a veces esa sensación de abandono estableciendo una relación distante, malhumorada, "sacando punta" a cualquier nadería o centrándose desmesuradamente en su trabajo o en sus amigos. Con lo que la situación termina por complicarse mucho. Y no es fácil solucionar el problema: si bien el hombre ha de plantearse que debe compartir las tareas domésticas no siempre podrá hacerlo de manera que resulte satisfactoria para la mujer. Y viceversa. Es necesario compartir y pactar antes el compartir las tareas y tenerlas asumidas en la cultura de la relación de la pareja.


Planifiquemos la nueva situación en la pareja.
Igual que planeamos y cuidamos la venida del bebé, hagámoslo con la nueva situación que afrontamos los padres para que ambos gocemos por igual de la crianza, educación, sinsabores y placeres que aportará esa persona que ha colado en nuestro hogar.
La clave está en que velemos, ambos, para que el bebé no se inmiscuya entre nosotros. Los hijos nacen, normalmente, del amor que se profesan los miembros de una pareja, pero no forman parte de ella. La pareja debe tener su propia vida, al margen de los hijos.
En los primeros meses de vida, la dedicación y el tiempo que requieren los bebés son abrumadoramente exigentes, apenas queda tiempo para nada más. Pero ello no obsta para que hombre y mujer eviten que se transforme en el motivo único de sus vidas. Debe contribuir a fortalecer los lazos de unión, cristalizados ahora en un nuevo empeño: ser padre y madre. Pero tengamos claro qué somos y quiénes somos el uno para el otro, qué queremos y hacia dónde vamos.
Seguimos siendo una pareja: cada uno ha de comprender y atender al otro. He de seguir siendo un buen compañero-a para mi mujer o marido.
Además, sin amor, afecto y comunicación en la pareja es casi imposible ser buenos padres. Y esta convicción habremos de mantenerla siempre, porque los hijos, también cuando crecen, siguen siendo muy absorbentes. Y nos pueden distraer de una de las finalidades de nuestra vida: hacer feliz a nuestra pareja.
También nosotros necesitamos atenciones
Por mucho que el bebé reclame atenciones y tiempo, y de que casi todo gire en torno a él, reservemos buena parte de nuestras energías a escuchar y a sentir a nuestra pareja.
Hablemos de cómo nos encontramos, qué sentimos, cómo ha transcurrido la jornada. Todos los días, unos minutos para el diálogo sobre nuestras cosas, al margen de la criatura.
Repartamos, según las preferencias y posibilidades de cada uno, las tareas que acarrea el hijo. Su presente y futuro son una responsabilidad que debemos compartir ambos.
Acordemos qué y cómo hacer con nuestro hijo: compartamos, ya desde la cuna, un criterio de educación y de comportamiento ante él o ella.
La criatura "es" de los dos miembros de la pareja. No es "tu hijo", ni "mi hijo", sino "nuestro hijo". Recordémoslo. Nos evitará tensiones, celos y disgustos posteriores.
Al menos una vez por semana, habilitemos el tiempo para dar un paseo o ir al cine, o hacer lo que nos gusta. Emancipémonos del niño, es necesario y conveniente.
Reservemos un momento para la caricia, el beso y el juego sexual con nuestra pareja. Las contraindicaciones tras el parto para el coito sexual, no significa que otros juegos sensuales se supriman. Y, tras la cuarentena, volvamos a la vida sexual normal.
El amor, sustento de la pareja, requiere ser alimentado cada día. Hay que disfrutar de la vida, y amar a nuestro hombre o mujer, también ahora. O, quizá, más que nunca.


LOS/AS HIJOS/AS DE LA OTRA PARTE
Cada vez hay más parejas que tras una ruptura emprenden una nueva relación y se encuentran con un nuevo modelo de familia.
Si comienzas a convivir con un hombre o mujer y sus hijos, es el momento de hacerte algunas preguntas. ¿Estás dispuesta/o a ser fiel a ti misma? ¿O tal vez tu primer impulso es agradar a los demás para conquistarlos desde el comienzo? Cuidado. Estos primeros tiempos son muy importantes, y lo que siembres ahora es lo que cosecharás después. Los niños son capaces de percibir la honestidad y el verdadero cariño, aun desde el principio. Es mejor ser sincera/o, dar lo que salga de tu corazón, y no prometer lo que no puedas cumplir. No importa si su mamá/papa biológica/o era o es de esta o aquella forma. Es importante que todos entiendan, incluida/o tú, que no has venido a reemplazarla/o. Que tú eres tú, y mereces una oportunidad de que te conozcan tal cual eres.
El poder de la vida
Si tú también tienes niños de una anterior relación, quizá sea más sencillo. El vínculo biológico estará allí para recordar siempre cuál es la real situación. Pero esto no quiere decir que debas hacer diferencias en tus cuidados y tu preocupación por su bienestar. En absoluto, sólo reserva algunos detalles y ciertos temas para que sean resueltos por la mamá/papá biológica/o de tus "nuevos amiguitos". Nunca interfieras en esa relación, ya que irías en contra del inmenso poder de la vida. Es muy importante que hables de esto con tu pareja, ya que ambos tienen que establecer algunos puntos de acuerdo. Él/Ella debe mostrarles también cuál es el lugar que te da y que tú tomas.


Aprende de ellos
Si crees que estás ante una empresa en la que no tendrás maestros, estás equivocado/a. Mira cómo los niños son capaces de querer, más allá de cuál sea el título que le pongas al vínculo. Ellos son sinceros y no suelen hacer cálculos. Sólo pretenden ser amados y están dispuestos a brindarse por enteros cuando presienten que el otro es honesto. Por supuesto que no será fácil, y que muchos problemas surgirán a diario. Pero aprende de ellos, que están dispuestos a olvidar pronto el enojo para volver a sonreír. ¡Juégate por entero! Si todos ponen su mejor capital, esta nueva empresa no puede fracasar. No es tan difícil.


CARTA DE UN HIJO/A A SUS PADRES:

"Carta de un hijo a todos los padres del mundo":
No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a mí también y yo no quiero hacerlo. No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas yo lo haría más rápido y con más gusto. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo. No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir. Y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión. Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el porqué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también. No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y seré siempre lo que tú hagas aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. Enséñame a amar y a conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar, porque de nada vale si yo veo que tú ni conoces ni amas a Dios. Cuando te cuente un problema mío no me digas “No tengo tiempo para tonterías” o “eso no tiene importancia”, Trata de comprenderme y ayudarme. Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.






martes, 30 de enero de 2007

Evolución de la pareja (II) LOS CELOS: ¿SON NORMALES O PATOLÓGICOS?

Los celos son una emoción sumemente destructiva en la pareja. Es importante saber distinguir la diferencia entre los naturales y los enfermizos.

Aunque los celos son comunes, hablar de ello abiertamente sigue siendo un tabú. te animamos a que pienses y trabajes con tu pareja sobre ellos.
Muchos de los datos y argumentos que exponemos a continuación explican la diferencia entre los celos normales y los celos patológicos. Averigua cuáles son los tuyos y de tu pareja, ¡y a trabajar en ellos!

Los celos “son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a un amigo o a los hijos”.

Según muchos especialistas las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a esa persona, no es una propiedad privada, no es una posesión en nuestra vida.

Miedo a la pérdida de la otra persona
Siempre se ha dicho que los celos se deben a la inseguridad emocional de una persona, sin embargo esto no es así en la mayoría de los casos. Casi siempre los celos son normales y no patológicos, porque son el resultado de un tercer factor real que perturba el equilibrio de la relación.
Los celos normales son justificados porque nos invade un malestar al sentir que nuestra pareja expresa una atracción exagerada por otra persona que no somos nosotros. Los celos son un temor real de perder a la pareja, son nuestra respuesta al percibir un peligro en nuestra relación. Nuestra vida en pareja nos brinda innumerables satisfacciones y es natural sentir que nos domina la rabia ante la idea de perder esa valiosa relación.

  • Un ejemplo: cuando nuestra pareja nos confiesa que ha sentido atracción por otra persona que acaba de conocer y comienza a desgranar lo que le atrae de él: "...guapo/a, tiene unos ojos preciosos, es muy inteligente...habla muy bien..., parece muy sensible...." . Es muy positivo que nuestra pareja nos exprese lo que piensa de los demás, sus pensamientos, sus emociones, y eso debemos tener claro que nos puede generar una reacción celosa (normal ya que creemos que podemos perder a esa persona) , porque en ese momento podemos actuar de la siguiente forma: Pensamientos: Le gusta esa persona más que yo, que ya no le resulto atractivo/a, puede enamorarse de ella, valora a ella más que a mí....; y en ese momento comienza a apoderarse una sensación de ansiedad pasajera...que queda anclada en ese preciso momento y que no va a más. eso puede ser una reacción "normal" y que quedaría aún más normalizada hablándola con la pareja e intercambiando los sentimientos sobre el tema que ha ocurrido. Eso es un buen antidoto y si se maneja bien una reafirmación de la pareja.


Una exaltación dañina
Los celos son patológicos cuando por el contrario, la amenaza es sólo imaginaria y se inventa a ese tercer factor. El problema se da cuando la furia y la intensidad de los celos sobrepasa lo normal, porque esos ataques de rabia y dolor desgastan la relación, la transforman en un infierno y crean una sombra en el amor. Por causa de los celos se puede llegar a la violencia familiar y a crímenes pasionales.


El problema está en que la persona celosa patológica siente la total pertenencia de su pareja y la ve como una posesión, cree que su cuerpo y sus sentimientos le pertenecen. Cuando una persona siente celos, es porque ve a su pareja como algo que le pertenece. Los celos surgen porque dejamos de ver a nuestra pareja como un sujeto y lo empezamos a ver como un objeto de nuestra propiedad. Sin embargo los celos y la infidelidad no son propios del ser humano, sino que son conductas aprendidas.

Un/a celoso/a 'sin medida' tiene...

*Dificultad para relacionarse con el otro.
*Dificultad para asumirse valiosos por sus atributos personales y no por los de otro.

*Dependencia emocional.
*Dificultad para crecer en lo emocional.
*Dificultad para construir una relación basada en la aceptación y confianza.

Si ves en tu pareja unos celos exagerados y enfermizos, no te engañes, no creas que ésa es su manifestación del intenso amor que te tiene, no lo aceptes como algo tolerable o normal, porque a la larga destruirá tu relación.

DEBES ANDAR CON CUIDADO

El hombre o la mujer celosos comenzarán a desconfiar y se irá distanciando de ti, hasta que no haya comunicación ni diálogo. Los celos pueden llegar a tal grado que él te prohíba o impida sutilmente salir, hablar con los demás, arreglarte, y aún así seguirá pensando que le eres infiel, desconfiará de ti y te vigilará constantemente. Utilizara estrategias que no serán abiertamente prohibitivas, pero hará que te sientes mal si lo haces...chantajes emocionales, enfados, peleas...
Los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.

Los especialistas en este tema afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.

CUATRO TIPO DE COMPORTAMIENTOS CELOSOS:

Celos manifiestos: Es cuando, por ejemplo, tu pareja desconfía de tu fidelidad y te interroga sobre tus compañeros de trabajo, no soporta que le cuentes cómo son tus amigos, o que te veas con alguien que no sea él, y sospecha más de ti cuando, cansada de su constante asedio, te niegas a responderle. Si le respondes entras en una espiral que no soluciona el problema, sino que lo aumenta para el futuro...

Celos ocultos: Es cuando, por ejemplo, tú eres la celosa y tienes ciertas actitudes hostiles, como criticar o regañar a tu pareja, quien es un hombre o mujer muy respetado en su profesión; así tú sientes que obtienes mayor poder sobre él/ella y que él no es tan superior a ti. Muy frecuente en relaciones que tienen una cierta igualdad.

Celos exagerados: Es cuando no ha habido ninguna infidelidad, la pareja no se ha acercado emocionalmente a otra persona, es decir, no hay un motivo aparente. (Puede haber motivos aparentes o reales, la pareja siempre está expuesta a que aparezca otra persona).

Celos patológicos: Es cuando ya se llega a perseguir o incluso a vigilar a la pareja.

RESTABLECER LA COMUNICACIÓN DE LA PAREJA:

  • Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas de su parte.
  • Si eres tú el/ la celoso/a y quieres superar el problema, sigue estos consejos de los especialistas PARA EL CELOSO/A:

    1. Lo único que puede hacer que termine esta situación es la ayuda psicológica o la ruptura. No le des más vueltas. ¿Cuantas veces un celoso/a ha dicho que es la última vez, que no lo volverá a hacer? ¿No has ido subiendo el tono de la desconfianza día a día...hasta límites que friamente te han parecido ya absurdos?

    2. Analiza en qué momentos y situaciones te comportas celosa/o, qué piensas, qué sientes y qué haces. Detecta los pensamientos que de forma automática vienen a tu cabeza y que hemos descrito algún ejemplo de ellos anteriormente. Describete (y anótalo si es preciso en un papel para luego hablarlo con tu pareja o con el profesional) como te sientes en ese momento (rábia, rencor, agresividad, venganza...ganas de romper la relación,...). A continuación describe que comportamiento es el que tienes en esa situación. (lo/a llamas, investigas, le recriminas, das golpes....)

    3. Habla con tu pareja para decirle qué sientes, que sabes que no estás actuando con madurez y que intentarás cambiarlo, y pídele que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá tus celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y sí tengan una base real (para ello analizar lo que pasa en momentos no de máxima tensión sino con tranquilidad), pero lo más probable es que sea sólo tu imaginación. Si tu pareja habla contigo de que tiene ese comportamiento o es verdad que hay otra persona en su vida y él libremente decide decírtelo, hablalo con él porque entonces el rpoblema es otro.

    4. Reflexiona en que si tu pareja está contigo es porque te quiere, no tienes que compararte ni competir con nadie. Piensa que los celos destruyen y separan, y para establecer una comunicación con respeto y confianza debes dedicar tus energías a fortalecer tu pareja, no a destruirla.

    5. Debes estar consciente de que la posesión del ser amado es perjudicial en tu relación; hay que aceptar que tu pareja debe poder estar sola o con otras personas.

    6. Los celos también reflejan una dependencia desmedida hacia ese ser querido. Eviten esa atadura como pareja, sigan relacionándose con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.

    7. Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, por ejemplo, desarrollando actividades que te hagan sentirte realizado/a, como escribir, leer, bailar, salir con los/as amigos/as, practicar deportes, inscribirte en cursos, etcétera.

    LA AYUDA DE UN PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA COMPETENTE Y ESPECILISTA EN ESTE TEMA

    Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, acudan urgentemente a un/a psicólogo/a que les enseñe a controlarlos. Aunque el/la celoso/a diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado. Si es usted víctima de la actitud violenta de su pareja acuda a un centro de ayuda inmediatamente. No le de ni una vuelta más, porque su vida puede correr peligro.

    Es importante que se pongan en manos de un profesional antes de que el problema aumente, porque los celos suelen crecer si se siguen alimentando. Pueden traer muchos problemas si no aprendemos a tener un control emocional que nos permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes, y cambiamos nuestras creencias, actitudes y normas.

Cuentanos tu caso: puede servirte para
mejorar tu situación.... Escribenos al email...o en los
comentarios....




sábado, 13 de enero de 2007

ELEGIR UNA PAREJA




Esa pregunta se la han hecho muchos investigadores de la psicología y de la sexualidad humana, y han llegado a la conclusión de que todos buscamos parejas con personalidad similar u opuesta a la nuestra, por las razones que te explicamos a continuación. La cosa parece sencilla, pero no lo es. No es tampoco una cuestión de azar como se cree. Intervienen muchas cuestiones como la inteligencia, la atracción física inicial, los rasgos de la personalidad...y depende en lo que nos fijemos y de lo que nos atraiga del otro/a para que nuestra relación sea más satisfactoria y/o duradera.

Los psicólogos coincidimos en que el punto inicial en que nos fijamos en una pareja potencial suele ser la atracción sexual que provoca aparte de reacciones biológicas, alteraciones nerviosas, cambios de ritmo cardiaco... Pero aparte de esto se sabe que el deseo está muy mediatizado por las características psicológicas y la experiencia personal que condicionan los criterios que utilizara una persona para elegir a su pareja.



Elegir con quien hacerlo es importante, y elegir bien es fundamental. Al fijarnos en alguien estamos respondiendo a un estímulo de atracción (sus ojos, su cara, su pelo, sus piernas, su culo, sus pechos,...la forma de moverse...). En el hombre y la mujer hay diferencias en cuanto a lo que nos atrae del otro/a. Físicamente nos gusta, aunque eso es sólo el primer eslabón de una cadena de cualidades y factores (forma de comunicarse, gustos, puntos de vista, valores...) que se van tejiendo, hasta que se formaliza el vínculo. Pero hay que tener muy presente que ese vínculo será más sano y maduro cuando 'nuestra relación' con nosotros mismos sea buena. Esto es, para elegir pareja, nos encontraremos en un punto de partida más adecuado si nos conocemos, si nuestra autoestima no está por los suelos, si somos más o menos conscientes de nuestros límites y, por tanto, gozamos de libertad para decidir. Por eso el tan criticado "efecto liana" de enganchar una relación con otra nos puede pasar factura en nuestra relación.



Lo que buscamos en el otro es casi un misterio del que somos realmente poco conscientes, porque puede que nos atraíga lo que no nos conviene, o nos fijemos en una persona porque posee lo que a nosotros nos falta y la admiremos por ello, tal vez esperamos que nos dará lo que no tenemos o que cambiará por nuestro amoroso influjo, con mucha frecuencia lo que decimos de forma teórica no se cumple en la práctica, como si nuestras inclinaciones amorosas se nos impusieran a su antojo sin pedirnos permiso. La psicología ha arrojado mucha luz a ello.


Los hombres y mujeres tienen formas diferentes de percibir el noviazgo, parece ser que los hombres están más preocupados por la relación corporal y por la atracción física, tanto en él, como en su pareja; inclinándose a aspectos de autoafirmación o seguridad, a conductas destinadas a la ejecución y logro de metas y a lo racional o analítico. Mientras que las mujeres tienden a dar mayor importancia a las características de orden socioeconómico, intelectual, expresivo, a la preocupación por el bienestar de otros y a las relaciones interpersonales afectivas, según diversas investigaciones (Jiménez, 2003, Pedroza, 1998 y Winch, 1958).
De acuerdo con Garduño (2002), la principal causa de noviazgo
  • Para las mujeres es la atracción, después de la amistad, el tener alguien con quien puedan hablar, compartir, admirar, querer y satisfacer la necesidad de no estar sola, además de que tengan intereses en común.

  • Para los hombres la principal causa de noviazgo es el interés físico, la amistad, la diversión y el gusto por la aventura.

Para algunas investigaciones el factor más importante y recurrente en la población en general en la atracción es el de gentileza, es decir, tendemos a buscar en el hombre que sea: educado, caballeroso, atento, detallista; y la mujer que sea: tierna y cariñosa, donde los dos tengan sentido del humor y sean románticos.
Por otro lado, el factor menos relevante en la elección de pareja, tanto en hombres como en mujeres es el sociocultural, que se refiere al nivel económico de la persona o la cantidad de bienes , lo que rompe muchos esquemas sobre la elección de pareja.


A pesar de la coincidencia en la definición de los factores más y menos importantes para hombres y mujeres, el segundo factor más relevante para ellas es el apoyo, el cual representa la necesidad de contar con alguien para seguir adelante en la vida, capaz de proporcionar seguridad, comprensión y ayuda. Este factor de apoyo no es importante en la elección de pareja de los hombres, ya que es el segundo factor menos relevante en este grupo.

A menudo dejarnos llevar de una intuición, de una chispa, de un flechazo, de una pasión desbordada nos parecen criterios mucho más certeros que un estudio psicológico y/o económico de conveniencia. La razón y el corazón parece que muchas veces no van por el mismo camino. Durante siglos la cultura se inclinó más bien por crear matrimonios basados en intereses económicos y todavía en muchas regiones del mundo vemos cómo los padres deciden las parejas de los hijos como antiguamente hacían nuestros antepasados. En cierta medida la seguridad de la relación sigue siendo un factor influyente aunque no decisivo, ni mucho menos.



Nuestro ideal amoroso (el que se nos ha transmitido por la cultura de nuestra sociedad) está presente a la hora de elegir y nos condiciona cualquier relación:




  • Amar con una intensidad lo más espectacular posible (de cine, y si no es así nos parece que no puede funcionar).
  • Debemos basar ese amor en un respeto amistoso, en un democrático tu y yo, de forma que tu pareja debería ser tu mejor amigo/a, y al mismo tiempo hemos de aceptar estar en el mundo social dando importancia a la realización profesional de él y de ella.

  • Relación abierta a cada una de las redes de amigos/as: No hay que dar la espalda a los amigos/as la amistad porque es perjudicial encerrarse en la cueva de una relación exclusiva, que sería vista como excesivamente oscura y agobiante, y al mismo tiempo hay que conservar una sana individualidad, un espacio personal e intransferible (con aficiones, hobbies, amigos propios...).

  • En el caso de tener hijos, hay que tener hijos con los cuales haya un vínculo tierno y amoroso (no como el antiguo temor con el que nos antepasados tenían a raya a los hijos).

  • Tener habilidades de comunicación (ya hablamos de las dificultades de comunicación, para ver consejos para mejorarla pincha aqui http://ayuda-psicologia.blogspot.com/2006/11/la-comunicacin-en-la-pareja.html )

Según una encuesta del CIS: el carácter, el físico y la forma de ver la vida es lo que casi siempre determina que nos fijemos en una persona determinada. El cariño parece ser el motivo principal por el que las parejas siguen unidas después de varios años de convivencia. Los estudios realizados sobre la atracción personal demuestran que nuestras preferencias cambian después de la adolescencia, por la parte femenina se busca una pareja que represente "brillo social, don de gentes"...y ternura y afecto por la parte masculina. Alrededor de los treinta años tanto hombres como mujeres buscan en su potencial pareja aficiones comunes, afinidad laboral... una persona con la que poder compartir nuestra vida. Es bastante difícil pronosticar el éxito o el fracaso de una relación en su inicio, mucho más teniendo en cuenta que, cuando se inicia una relación las personas tendemos a comportarnos inconscientemente de una forma distinta a como somos realmente. El carácter de cada uno será lo que lo determine.


La teoria de la atracción de polos opuestos: la media naranja


Hay una teoría muy extendida que argumenta que personas con caracteres muy distintos se atraen porque se complementan (la teoría de la media naranja). Estas son relaciones de compensación, que muchas veces tienen un resultado difícil, ya que están basadas en la dependencia. Lo que suele ocurrir en estas parejas es lo siguiente: En un principio es una relación gratificante y excitante para el miembro de la pareja de carácter más débil porque su compañero le resuelve todos los problemas; para la persona del carácter más fuerte también porque le sube la autoestima. Al pasar el tiempo, la persona débil aprende a ser fuerte y deja de depender de su pareja, con lo que la relación se rompe, porque ya no se gratifican mutuamente; sino es así la relación de dependencia será cada vez mayor, el sumiso vivirá para la relación y tendrá miedo de que esta se rompa, el dominador sentirá como una carga de que la otra persona dependa de él. Ninguno de los dos disfrutará de la relación.


¿Porqué tropezamos dos veces en la misma piedra? ¿Porqué iniciamos relaciones abocadas al fracaso? Parece que los errores más comunes que solemos cometer son:

  • Tendemos a vincularnos demasiado jóvenes a una persona, lo que puede provocar que evolucionemos de forma distinta y después la relación no funcione al tener intereses y valores distintos.

  • Estereotipamos a las personas con poca información, lo que hace que tengamos una imagen que es ficticia y no real.

  • Presuponemos que ciertos rasgos de personalidad van unidos, de forma que si una persona es simpática, también ha de ser inteligente.

  • No hacemos suficientes preguntas, preferimos ocuparnos de las cosas positivas y de las razones que nos permiten amar a una persona y no analizar las cosas o puntos que nos separan o que no nos gustan.

  • Por miedo a que la relación no funcione, transigimos prematuramente creando una falsa sensación de armonía auto-engañándonos.

Parece observarse una tendencia a emparejarse selectivamente por el parecido en inteligencia, pero rasgos básicos de la personalidad como la dureza de carácter, la extraversión o la inestabilidad emocional no parecen desempeñar un papel relevante en la elección de pareja.


MITOS A SUPERAR EN LA PAREJA CUANDO COMIENZA:

NO SOMOS MEDIA NARANJA: El mito de la media naranja nos lleva a pensar que somos una mitad en busca de la otra mitad que nos complemente. Aunque con carencias, somos unidades enteras que tienen que responsabilizarse de su propia felicidad.
NO HAY QUE SER TODO DE LA OTRA PERSONA. “Sin ti no soy nada”. Este mito indica reminiscencias del vínculo materno-filial. Cortar el cordón umbilical es llegar a ser autónomo y, por tanto, libre.
EL VERDADERO AMOR NO ES FUNDIRSE CON LA OTRA PERSONA. La fusión con la pareja es imprescindible en momentos puntuales, pero precisamente para llegar a esa fusión hay que saberse un ser único y separado.
JUNTOS PARA TODO NUNCA. La pareja ha de comunicarse y compartir, pero sólo se podrá
compartir un espacio cuando éste se posee, cuando cada cual tiene su parcela que mima y enriquece para uno mismo, del que después hará participé al otro.
HAZ FELIZ A TU PAREJA Y TU PAREJA TE HARÁ FELIZ A TI: EL AMOR NO ES TAN
SIMPLE
. La felicidad sólo puede ser compartida y ofrecida cuando cada una de las partes
es feliz por sí misma. Entonces se podrá ser generoso y compartirla con el otro.
HAY QUE SER UN INCONDICIONAL DEL OTRO: UN ERROR. Si la pareja no nos corrige cuando debe hacerlo, tampoco nos aplaudirá. Si se impone la condescendencia generada por la obligación del vínculo, es muy fácil terminar en la indiferencia.
HAY QUE SER ADIVINO DEL OTRO: ESTO NO ES MAGIA. Nadie puede saber con certeza qué piensa y qué siente su pareja. Ni siquiera uno lo sabe de sí mismo. Jugar a adivinar o ser adivinado genera incomunicación.
LOS PROBLEMAS DE PAREJA NO SE COMENTAN: el silencio no ayuda. No se trata de aguantar y luchar por el matrimonio, se trata de buscar ayuda para uno/a mismo/a. Hay que recuperar a la persona. Tal vez así la pareja pueda funcionar. O tal vez no.

Esperemos que con estos consejos y conocimientos puedas elegir mejor o confirmar mejor tu elección.
Animate y cuentanos tu parecer...envianos tus dudas, sugerencias y experiencias a nuestro correo electrónico.




LA PAREJA



Iniciamos una serie de capitulos sobre la pareja en nuestro blog. El mundo de la pareja es un mundo apasionante y desarrollaremos una serie de capitulos reflejando aquello que creemos puede serte de utilidad: Escoger pareja, los celos, las relaciones sexuales, la pasión, el amor, incompatibilidades de la pareja, reaprender a vivir en pareja, separación y divorcio... son algunos de los temas que trataremos...nos gustaría contar también con tu experiencia en el correo electrónico...contestaremos una a una las cuestiones que nos planteeis.

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