“He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz” (J.L. Borges). Esta es una de las frases con la que el escritor universal nos regaló para hacernos ver que hemos de aprender a amar la vida. Es como hacer un viaje a la felicidad. Es un viaje en solitario, un ecorrido por nuestro interior, porque la satisfacción vital solo podemos hallarla dentro, porque los recursos de nuestra mente, y de nuestra alma, son exclusivamente nuestros y solo nosotros podemos usarlos correctamente.
Como dice Alex Rovira en su libro "El laberinto de la felicidad" es como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa: ¿en los bienes materiales?, ¿en las personas queridas?, ¿o es sólo una utopía? En definitiva, ¿ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?.
"Tiene una gran importancia conocerse uno mismo, el placer de los sentidos, la ternura como bálsamo que todo lo cura, el sentido que damos a lo que nos sucede, nuestros miedos como obstáculos, la risa: disolvente universal de las preocupaciones, los sueños y anhelos como combustible espiritual y el banco universal del amor"".
Como el poema de Borges, este articulo de hoy es una invitación a la acción, a no quedarnos quietos para iniciar nuestra búsqueda de la felicidad.Y desde nuestros adentros, desde nuestra parte más profunda, fortalecidos/as, dispuestos/as a amar la vida, irradiar gratitud, generosidad, confianza… alegría de vivir.
Comenzamos hoy con una pelicula "Esencia de Mujer". Contiene una escena secillamente excepcional que he seleccionado para este artículo. Un momento puede una vida. Cuando Al Pacino le dice a la chica "En un momento se vive una vida" le esta dejando claro que hay momentos que valen la pena, y son de los que hemos de aprender a vivir. Pincha aqui y mira el video..
Como dice Alex Rovira en su libro "El laberinto de la felicidad" es como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa: ¿en los bienes materiales?, ¿en las personas queridas?, ¿o es sólo una utopía? En definitiva, ¿ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?.
"Tiene una gran importancia conocerse uno mismo, el placer de los sentidos, la ternura como bálsamo que todo lo cura, el sentido que damos a lo que nos sucede, nuestros miedos como obstáculos, la risa: disolvente universal de las preocupaciones, los sueños y anhelos como combustible espiritual y el banco universal del amor"".
Como el poema de Borges, este articulo de hoy es una invitación a la acción, a no quedarnos quietos para iniciar nuestra búsqueda de la felicidad.Y desde nuestros adentros, desde nuestra parte más profunda, fortalecidos/as, dispuestos/as a amar la vida, irradiar gratitud, generosidad, confianza… alegría de vivir.
Comenzamos hoy con una pelicula "Esencia de Mujer". Contiene una escena secillamente excepcional que he seleccionado para este artículo. Un momento puede una vida. Cuando Al Pacino le dice a la chica "En un momento se vive una vida" le esta dejando claro que hay momentos que valen la pena, y son de los que hemos de aprender a vivir. Pincha aqui y mira el video..
Ante cualquier situación podemos elegir cómo vivir nuestra vida, que es una sucesión de oportunidades.
Podemos convertir una experiencia concreta en un triunfo interno o pasar la vida como simple espectador.
¿Por qué, ante un mismo problema, unos se hunden y otros se crecen? ¿Por qué unos aman la vida y otros son adictos a la infelicidad? Es todo una cuestión de actitud. Protege tus sueños y no te dejes llevar por la gente que te desanima. Mira esta escena de la pelicula "En busca de la felicidad" que es toda una lección....“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, ve a por él. La gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo, y punto".
Podemos convertir una experiencia concreta en un triunfo interno o pasar la vida como simple espectador.
¿Por qué, ante un mismo problema, unos se hunden y otros se crecen? ¿Por qué unos aman la vida y otros son adictos a la infelicidad? Es todo una cuestión de actitud. Protege tus sueños y no te dejes llevar por la gente que te desanima. Mira esta escena de la pelicula "En busca de la felicidad" que es toda una lección....“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, ve a por él. La gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo, y punto".
Hemos de adquirir un compromiso con nosotros mismos: abrir nuestros sentidos, darnos permiso, inspirar profundamente cada instante, vivir nuestro presente.
Cristina es una chica de 30 años que intenta vivir como puede una dura realidad que le ha tocado experimentar. Trabaja como camarera en un restaurante, mantiene a toda su familia y hace horas extras como cuidadora de dos niños... Muchas horas, poco sueldo... Su vida afectiva trata de mantenerla al margen de sus dificultades. Tiene novio con quien comparte sus pocas horaslibres. Su cabeza esta en su familia (lejos de donde ella vive) y en llegar a fin de mes con el poco dinero que gana. Sabe que no es del todo feliz. Le faltan cosas. Y en la sucesión de oportunidades que le da la vida, aparece un "Al Pacino" que le invita un día a un baile, pero ella, fiel a si misma, no le da una oportunidad a la vida, al momento aquel que odia haber cambiado su vida. Quiere, lo esta deseando, pero algo le dice que no debe, algo le impide vivirlo. Algo le hace quedarse sentada, algo le hace no permitirse un sueño. Algo le hace seguir tal y como está. Algo le impide ser feliz. El ser humano tiende a prevenir al máximo, lo cual es muy bueno para anticipar peligros, pero para disfrutar es un obstáculo. Cristina quiere protegerse frente a las oportunidades que le brindan la vida. La actitud ante la vida la aprendemos desde niños. Si nos han hecho constructivos o nos han sobreprotegido, nos marca en la forma de manejar los problemas.
Igualmente afecta los que llamamos los psicologos los rasgos del carácter: Los/as extravertidos/as son más felices porque tienen una mayor orientación a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Somos dueños de nuestra actitud hoy y es ahí donde tenemos que trabajar: Tenemos que construir esa actitud que no va en nuestro comporamiento "genético"; si pone el piloto automático, el 80 por ciento de las cosas positivas que pasan las pierde; al contrario, tener la mentalidad abierta de que siempre se puede aprender de los que tenemos alrededor, de la vida y de nosotros mismos favorece a la apertura y a estar en contacto con la vida. Cristina aprendió a que podía disfrutar de cosas de su vida cotidiana que a veces no daba importancia: una conversación, una invitación, el perfume que desprede una rosa, un paseo con su perra luna ...
Cristina aprendió a darle una oportunidad a sus sueños, a salir de los horarios que le mantenían en el círculo vicioso alejado de la realización de sus sueños. Aprendió le lección y comenzó a buscarlo, no dejó que nadie le desanimara. Protegió su sueño, y a la larga, a su vida. Supo distinguir el camino de su felicidad. Sus sentidos se abrieron a ese camino.
Cristina es una chica de 30 años que intenta vivir como puede una dura realidad que le ha tocado experimentar. Trabaja como camarera en un restaurante, mantiene a toda su familia y hace horas extras como cuidadora de dos niños... Muchas horas, poco sueldo... Su vida afectiva trata de mantenerla al margen de sus dificultades. Tiene novio con quien comparte sus pocas horaslibres. Su cabeza esta en su familia (lejos de donde ella vive) y en llegar a fin de mes con el poco dinero que gana. Sabe que no es del todo feliz. Le faltan cosas. Y en la sucesión de oportunidades que le da la vida, aparece un "Al Pacino" que le invita un día a un baile, pero ella, fiel a si misma, no le da una oportunidad a la vida, al momento aquel que odia haber cambiado su vida. Quiere, lo esta deseando, pero algo le dice que no debe, algo le impide vivirlo. Algo le hace quedarse sentada, algo le hace no permitirse un sueño. Algo le hace seguir tal y como está. Algo le impide ser feliz. El ser humano tiende a prevenir al máximo, lo cual es muy bueno para anticipar peligros, pero para disfrutar es un obstáculo. Cristina quiere protegerse frente a las oportunidades que le brindan la vida. La actitud ante la vida la aprendemos desde niños. Si nos han hecho constructivos o nos han sobreprotegido, nos marca en la forma de manejar los problemas.
Igualmente afecta los que llamamos los psicologos los rasgos del carácter: Los/as extravertidos/as son más felices porque tienen una mayor orientación a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Somos dueños de nuestra actitud hoy y es ahí donde tenemos que trabajar: Tenemos que construir esa actitud que no va en nuestro comporamiento "genético"; si pone el piloto automático, el 80 por ciento de las cosas positivas que pasan las pierde; al contrario, tener la mentalidad abierta de que siempre se puede aprender de los que tenemos alrededor, de la vida y de nosotros mismos favorece a la apertura y a estar en contacto con la vida. Cristina aprendió a que podía disfrutar de cosas de su vida cotidiana que a veces no daba importancia: una conversación, una invitación, el perfume que desprede una rosa, un paseo con su perra luna ...
Cristina aprendió a darle una oportunidad a sus sueños, a salir de los horarios que le mantenían en el círculo vicioso alejado de la realización de sus sueños. Aprendió le lección y comenzó a buscarlo, no dejó que nadie le desanimara. Protegió su sueño, y a la larga, a su vida. Supo distinguir el camino de su felicidad. Sus sentidos se abrieron a ese camino.
Para que nuestros sentidos se abran, el primer paso es proponérselo. Primero hay que tomar la decisión de verdad, un compromiso conmigo porque soy yo quien quiero ser feliz.
Pero esa felicidad no es un concepto general, sino que son pequeños detalles que nos olvidamos de saborear porque vivimos deprisa, olvidando el presente, el aquí y ahora, lo único que tenemos. Lo que seas mañana es lo que construyes hoy. Y para vivirlo, el segundo paso es conocernos, hacernos una auditoría de vez en cuando y revisar mi parte emocional –cómo me siento–; la académica o laboral –¿me siento realizado?–; la social –cómo me relaciono con los demás– y la física –¿me cuido?–Conociéndome sé qué fortalezas tengo y qué debo trabajar.
La Infusión emocional
Hay una metafora que en psicología llamamos infusión emocional y habla sobre el efecto de las emociones en el cerebro. Si uno pone una bolsita de té en el agua, esta se empieza a colorear del color del té; de la misma manera, si uno pone una emoción en el cerebro, esta colorea el presente y el pasado de nuestra vida. El agua es nuestra forma de ver las cosas, de procesarlas. Se trata de un mecanismo de las emociones para que seamos más conscientes de ellas: si estamos tristes, ver las cosas tristes nos permite centrarnos en los posibles problemas; si tenemos miedo, pensar en esos términos nos ayuda a estar atentos. Igualmente podemos poner una infusión de emociones positivas en nuestra vida, uno de los grandes recursos que tenemos para disfrutar de la vida.
¿Qué hacer para ser más felices?
Pero esa felicidad no es un concepto general, sino que son pequeños detalles que nos olvidamos de saborear porque vivimos deprisa, olvidando el presente, el aquí y ahora, lo único que tenemos. Lo que seas mañana es lo que construyes hoy. Y para vivirlo, el segundo paso es conocernos, hacernos una auditoría de vez en cuando y revisar mi parte emocional –cómo me siento–; la académica o laboral –¿me siento realizado?–; la social –cómo me relaciono con los demás– y la física –¿me cuido?–Conociéndome sé qué fortalezas tengo y qué debo trabajar.
La Infusión emocional
Hay una metafora que en psicología llamamos infusión emocional y habla sobre el efecto de las emociones en el cerebro. Si uno pone una bolsita de té en el agua, esta se empieza a colorear del color del té; de la misma manera, si uno pone una emoción en el cerebro, esta colorea el presente y el pasado de nuestra vida. El agua es nuestra forma de ver las cosas, de procesarlas. Se trata de un mecanismo de las emociones para que seamos más conscientes de ellas: si estamos tristes, ver las cosas tristes nos permite centrarnos en los posibles problemas; si tenemos miedo, pensar en esos términos nos ayuda a estar atentos. Igualmente podemos poner una infusión de emociones positivas en nuestra vida, uno de los grandes recursos que tenemos para disfrutar de la vida.
¿Qué hacer para ser más felices?
Emociones positivas: (ver capitulo de pensamientos positivos para ver cómo pueden generarse las emociones positivas) Se pueden generar con relativa facilidad en muchos momentos del día. Pero lo importante no es el momento de disfrute en sí, sino lo que eso genera en el organismo. Hay más flexibilidad y creatividad, lo que hace aceptar mejor la crítica y los problemas y permite que los estados de ánimo negativos se pasen mucho antes. La mayoría de la gente espera a que el estado de ánimo desaparezca porque piensa que no puede hacer nada, pero en realidad sí se puede hacer.
Relaciones interpersonales: (ver habiliddes sociales) Si no te gusta lo que recibes de tu entorno, preocúpate de lo que emites”, reza una frase. Según algunos estudios, alrededor del 75 por ciento de los problemas que tiene el ser humano nace de su forma de comunicarse con el entorno. La frecuencia de la calidad de las relaciones personales es muy importante. Hacer un poco de esfuerzo en llevarse bien con la gente es una inversión muy beneficiosa.
Creatividad: permite interpretar cosas aparentemente negativas y buscarles su ventaja. También ayuda a buscar cómo solucionar problemas y que las limitaciones que tenemos no sean barreras. Puede aplicarse en el trabajo diario: plantearse qué puedo hacer para que el trabajo sea más gratificante es una pregunta que poca gente se hace y si no te lo preguntas, es improbable que te contestes. En el ámbito laboral, como en otros muchos, hace falta ser creativo y saber que el bienestar no depende de fuera. El primer beneficiario somos nosotros y todo va a funcionar mejor si lo hacemos porque queremos.
Creatividad: permite interpretar cosas aparentemente negativas y buscarles su ventaja. También ayuda a buscar cómo solucionar problemas y que las limitaciones que tenemos no sean barreras. Puede aplicarse en el trabajo diario: plantearse qué puedo hacer para que el trabajo sea más gratificante es una pregunta que poca gente se hace y si no te lo preguntas, es improbable que te contestes. En el ámbito laboral, como en otros muchos, hace falta ser creativo y saber que el bienestar no depende de fuera. El primer beneficiario somos nosotros y todo va a funcionar mejor si lo hacemos porque queremos.
La memoria positiva: El poder de los buenos recuerdos es extraordinario. Un ejercicio sencillo es trasladar una situación que recordamos agradable a un momento difícil, por ejemplo, antes de entrar en una reunión complicada, antes de tener que dar o recibir una mala noticia o en un examen.
El buen humor: (Ver capitulo de "¿Tomarse la vida en serio? El arte de no amargarse la vida"). Es fundamental y está muy relacionado con la actitud. La sonrisa es un buen antidoto para ser feliz. Una actitud mental positiva genera un entorno mucho más relajado.
Cuidar la salud física y emocional: Ante cualquier actividad satisfactoria, el cuerpo genera endorfinas y serotoninas. Si nosotros las generamos, el estado de ánimo será muy positivo. Los deportistas está generándolas constantemente y tiene un alto nivel de energía y optimismo. Por el contrario, en situaciones negativas, generamos cortisoles. Dañinos para la salud, provocan desánimo y tardan en eliminarse dos o tres horas del cuerpo. Ocurre, por ejemplo, tras una discusión, que estamos dándole vueltas unas horas después. Generar cortisoles se evita con endorfinas y serotoninas. ¿Cómo? Corriendo o haciendo algo que nos distraiga.
Establecer objetivos: es importante tener objetivos, aunque sea a corto plazo, para incrementar la sensación de logro, lo que revertirá en la autoestima. Y un objetivo no es ser feliz, sino plantearse ¿qué es ser feliz para mí? Definirlo. Para ello siempre es bueno hacer un balance de lo realizado, al final de un periodo determinado. (Ver el capitulo de balance del año)
Autoestima, automotivación y autocontrol: (ver capítulo de como mejorar la autoestima) Cuanto más autoconocimiento tengamos, más trabajemos la autoestima, la automotivación –capacidad de saber que tenemos recursos frente a las frustraciones– y el autocontrol –enlazado con nuestras relaciones con los demás– más controlaremos nuestra vida. Nosotros elegimos actuar de una forma u otra ante una situación, ahí radica nuestra libertad.
Es necesario tambiéb saber plantearse la necesidad de aprender a apreciar las cosas que realmente tiene valor en la vida. Relativizar las cosas desagradables y acercarnos a las pequeñas cosas que nos hacen más felices. Para ello podemos recordar el capítulo de "menos es más".
¿Como combatir los pensamientos irracionales que no ayudan a ser felices?
Necesidad de aprobación de los demás:
Irracional: Necesito que me aprueben. La idea de que existe una necesidad absoluta de cariño
y aprobación de los semejantes, familia y amigos, es una de las ideas irracionales más comunes y perjudiciales. En teoria todo el mundo entiende que es imposible ser aprobado por el resto, pero a la hora de la verdad no aceptamos que nuestro padre, novio o amigo no apruebe las acciones o decisiones que llevamos a cabo.
Racional: Me gusta que me quieran, pero no lo necesito. Lo racional es pensar que nunca nadie va a estar de acuerdo en todo con nosotros.Tendremos que aceptar que unos nos quieren y otros no, unos nos aprueban y otros no. Tenemos que ir entendiendo que aunque los demás no estén de acuerdo con nosotros y nos desaprueben no pasa nada, que no se hunde el mundo. Somos el primero de nuestra lista y eso no es ser egoísta porque si no estamos bien con nosotros mismos, no podremos dar bienestar a los que nos rodean. Si renunciamos a nosotros, lo que estaremos dando es nuestra amargura. El pensamiento racional sería “me gusta gustar, que me quieran y que me aprueben, pero no lo necesito. Solo necesito oxígeno para respirar. ¿No le gusta a mi
padre o a mi pareja una decisión? No pasa nada. Me hubiera gustado que les gustara, pero no pasa nada. Tengo que hacer lo que quiero hacer, lo que para mí es importante y sin estar mirando con lupa lo que van a pensar los demás. Si renuncio a mí mismo, el precio es muy alto, pudiendo llegar a padecer ansiedad.
Tengo que ser competente en todo lo que hago
Irracional: Para sentirme valioso tengo que ser competente en todo lo que haga Hacer bien todo es “imposible. Hemos de considerar que somos seres humanos limitados y que todo ser humano se equivoca inevitablemente. No existe la perfección. Además, si una persona no se perdona cuando se equivoca, acaba por no hacer nada porque tiene tanto miedo a la equivocación
que prefiere no hacer las cosas para no fallar. Craso error. También a veces queremos controlar lo que es ajeno a nosotros, como convencer al otro o controlar el futuro. Si estamos temiendo un futuro que ignoramos absolutamente, nos adelantamos al daño. Eso ocupará toda nuestra energía, invadirá nuestra mente, aparte de que, como seres humanos, somos muy limitados y no podemos controlar lo que está fuera de nuestro control. Es cierto que en un futuro puede pasar de todo, pero eso no es razón para estar arruinándonos la vida por algo que no sabemos si va a pasar. En realidad, prepararnos para un futuro lejos deayudarnos nos estará debilitando.
Racional: Hago mi parte, que es lo único que puedo controlar. Lo que los demás han de hacer, no puede ser responsabilidad mia. Soy responsable de lo que yop hago, no de los demás. "Yo hago mi parte, pero hay un montón de cosas ajenas a mí que no puedo controlar. Como ser humano con mis limitaciones voy a intentar hacer esto y me voy a sentir satisfecho; no pretenderé
controlar que los demás se sientan satisfechos porque no puedo, al final me estreso y no doy lo mejor de mí”. Querer controlar lo que escapa a nuestro control es como “querer mover una casa”, un esfuerzo inútil que hacemos a diario desgastándonos y fracasando. “Tampoco puedo hacer depender mi felicidad de lo que me dan los demás porque me lo pueden dar o no.Tengo que asumir el control de mi vida y la responsabilidad de mi felicidad. Es frecuente poner en os demás la felicidad de nuestra vida: "Si él o ella hace esto o aquello, yo seré feliz". Es un error clave. La felicidad depende de lo que cada uno haga.
No puedo con la injusticia, me hace infeliz
Irracional: No soportar la injusticia es como decir no soporto el cielo, cuando lo tienes todo el día encima de ti. Todos entendemos teóricamente que en el mundo hay injusticias, pero cuando te toca una suegra, un marido o un jefe injusto piensas irracionalmente "como mi padre es injusto, me tengo que amargar la vida". La irracionalidad está en justificar mi sufrimiento por la injusticia del otro. Así no levantarás cabeza y serás como una hoja movida por el viento, siendo lo más vulnerable del mundo.
Racional: Las injusticias no me hunden Para ahuyentar este pensamiento tenemos que asumir que a lo largo de la vida nos vamos a encontrar con gente injusta. “Voy a intentar pensar a partir de ahora que si el otro es injusto es su problema y tendrá que resolverlo él, aunque yo pueda ayudar a ver las cosas o a que se solucionen. Yo se lo puedo decir para ayudarle, pero nada más. No puedo arruinarme la vida. Al final justificamos nuestra amargura por ellos y, una vez más,
estamos queriendo cambiar algo que está fuera de nuestro control.
Pensar que las cosas y las personas tienen que ser como a mí me gustaría. Podría definirse como el síndrome del niño mimado, en el que cualquier inconveniente, problema o fallo que aparezca en el camino me hará pensar “¿por qué me pasa a mí?”, lo que provoca irritación y estrés. Pensamos entonces que "La miseria humana está causada por factores externos. En consecuencia pensaremos que para lograr la felicidad o evitar la tristeza habrá que controlar los acontecimientos externos" algo muy dificil, por no decir imposible. Dado que ese control es limitado, el resultado es la insatisfacción. Atribuir la falta de felicidad a los acontecimientos es una forma de evitar enfrentarse a la realidad. Las propias interpretaciones de los hechos son las que causan la infelicidad.
Cuando una situación me parece que puede ser amenazante estoy dándole vueltas continuamente. Muchas personas tienden a enumerar los escenarios de una posible catástrofe.
Si reserváramos las respuestas de miedo a los peligros reales, disfrutaríamos de lo incierto como una experiencia nueva y excitante. Es más fácil evitar los problemas y responsabilidades de la vida que hacerles frente. Esto nos hace eludir las responsabilidades y buscar cómo justificarnos: “Debería decirle que ya no me interesa, pero estoy cansado... Un grifo que gotea no hace daño...”.
El pasado determina el presente. Solo porque una vez algo haya afectado de forma importante no significa que se deba continuar con las conductas que se desarrollaron esa primera vez.
Los modelos de conducta son decisiones tomadas tantas veces que se han hecho casi automáticas.
Hay que averiguar cuáles son y empezar a cambiarlas y aprender de las experiencias pasadas, pero no permanecer atados a ellas indefinidamente. podemos cambiar las cosas, no permenecer atadas a ellas como si fueran eternas.
La felicidad no se aumenta con la inactividad, la pasividad y el ocio indefinido. Existen más formas de felicidad que la relajación absoluta. La felicidad llega en grandes dosis cuando estamos inmersos en actividades dirigidas a la creatividad o cuando nos damos a los demás.
Haznos llegar tus comentarios y tus experiencias para ser más feliz. Ayudarán a los demás. Mucha gente como tú comparte sus experiencias.
El buen humor: (Ver capitulo de "¿Tomarse la vida en serio? El arte de no amargarse la vida"). Es fundamental y está muy relacionado con la actitud. La sonrisa es un buen antidoto para ser feliz. Una actitud mental positiva genera un entorno mucho más relajado.
Cuidar la salud física y emocional: Ante cualquier actividad satisfactoria, el cuerpo genera endorfinas y serotoninas. Si nosotros las generamos, el estado de ánimo será muy positivo. Los deportistas está generándolas constantemente y tiene un alto nivel de energía y optimismo. Por el contrario, en situaciones negativas, generamos cortisoles. Dañinos para la salud, provocan desánimo y tardan en eliminarse dos o tres horas del cuerpo. Ocurre, por ejemplo, tras una discusión, que estamos dándole vueltas unas horas después. Generar cortisoles se evita con endorfinas y serotoninas. ¿Cómo? Corriendo o haciendo algo que nos distraiga.
Establecer objetivos: es importante tener objetivos, aunque sea a corto plazo, para incrementar la sensación de logro, lo que revertirá en la autoestima. Y un objetivo no es ser feliz, sino plantearse ¿qué es ser feliz para mí? Definirlo. Para ello siempre es bueno hacer un balance de lo realizado, al final de un periodo determinado. (Ver el capitulo de balance del año)
Autoestima, automotivación y autocontrol: (ver capítulo de como mejorar la autoestima) Cuanto más autoconocimiento tengamos, más trabajemos la autoestima, la automotivación –capacidad de saber que tenemos recursos frente a las frustraciones– y el autocontrol –enlazado con nuestras relaciones con los demás– más controlaremos nuestra vida. Nosotros elegimos actuar de una forma u otra ante una situación, ahí radica nuestra libertad.
Es necesario tambiéb saber plantearse la necesidad de aprender a apreciar las cosas que realmente tiene valor en la vida. Relativizar las cosas desagradables y acercarnos a las pequeñas cosas que nos hacen más felices. Para ello podemos recordar el capítulo de "menos es más".
¿Como combatir los pensamientos irracionales que no ayudan a ser felices?
Necesidad de aprobación de los demás:
Irracional: Necesito que me aprueben. La idea de que existe una necesidad absoluta de cariño
y aprobación de los semejantes, familia y amigos, es una de las ideas irracionales más comunes y perjudiciales. En teoria todo el mundo entiende que es imposible ser aprobado por el resto, pero a la hora de la verdad no aceptamos que nuestro padre, novio o amigo no apruebe las acciones o decisiones que llevamos a cabo.
Racional: Me gusta que me quieran, pero no lo necesito. Lo racional es pensar que nunca nadie va a estar de acuerdo en todo con nosotros.Tendremos que aceptar que unos nos quieren y otros no, unos nos aprueban y otros no. Tenemos que ir entendiendo que aunque los demás no estén de acuerdo con nosotros y nos desaprueben no pasa nada, que no se hunde el mundo. Somos el primero de nuestra lista y eso no es ser egoísta porque si no estamos bien con nosotros mismos, no podremos dar bienestar a los que nos rodean. Si renunciamos a nosotros, lo que estaremos dando es nuestra amargura. El pensamiento racional sería “me gusta gustar, que me quieran y que me aprueben, pero no lo necesito. Solo necesito oxígeno para respirar. ¿No le gusta a mi
padre o a mi pareja una decisión? No pasa nada. Me hubiera gustado que les gustara, pero no pasa nada. Tengo que hacer lo que quiero hacer, lo que para mí es importante y sin estar mirando con lupa lo que van a pensar los demás. Si renuncio a mí mismo, el precio es muy alto, pudiendo llegar a padecer ansiedad.
Tengo que ser competente en todo lo que hago
Irracional: Para sentirme valioso tengo que ser competente en todo lo que haga Hacer bien todo es “imposible. Hemos de considerar que somos seres humanos limitados y que todo ser humano se equivoca inevitablemente. No existe la perfección. Además, si una persona no se perdona cuando se equivoca, acaba por no hacer nada porque tiene tanto miedo a la equivocación
que prefiere no hacer las cosas para no fallar. Craso error. También a veces queremos controlar lo que es ajeno a nosotros, como convencer al otro o controlar el futuro. Si estamos temiendo un futuro que ignoramos absolutamente, nos adelantamos al daño. Eso ocupará toda nuestra energía, invadirá nuestra mente, aparte de que, como seres humanos, somos muy limitados y no podemos controlar lo que está fuera de nuestro control. Es cierto que en un futuro puede pasar de todo, pero eso no es razón para estar arruinándonos la vida por algo que no sabemos si va a pasar. En realidad, prepararnos para un futuro lejos deayudarnos nos estará debilitando.
Racional: Hago mi parte, que es lo único que puedo controlar. Lo que los demás han de hacer, no puede ser responsabilidad mia. Soy responsable de lo que yop hago, no de los demás. "Yo hago mi parte, pero hay un montón de cosas ajenas a mí que no puedo controlar. Como ser humano con mis limitaciones voy a intentar hacer esto y me voy a sentir satisfecho; no pretenderé
controlar que los demás se sientan satisfechos porque no puedo, al final me estreso y no doy lo mejor de mí”. Querer controlar lo que escapa a nuestro control es como “querer mover una casa”, un esfuerzo inútil que hacemos a diario desgastándonos y fracasando. “Tampoco puedo hacer depender mi felicidad de lo que me dan los demás porque me lo pueden dar o no.Tengo que asumir el control de mi vida y la responsabilidad de mi felicidad. Es frecuente poner en os demás la felicidad de nuestra vida: "Si él o ella hace esto o aquello, yo seré feliz". Es un error clave. La felicidad depende de lo que cada uno haga.
No puedo con la injusticia, me hace infeliz
Irracional: No soportar la injusticia es como decir no soporto el cielo, cuando lo tienes todo el día encima de ti. Todos entendemos teóricamente que en el mundo hay injusticias, pero cuando te toca una suegra, un marido o un jefe injusto piensas irracionalmente "como mi padre es injusto, me tengo que amargar la vida". La irracionalidad está en justificar mi sufrimiento por la injusticia del otro. Así no levantarás cabeza y serás como una hoja movida por el viento, siendo lo más vulnerable del mundo.
Racional: Las injusticias no me hunden Para ahuyentar este pensamiento tenemos que asumir que a lo largo de la vida nos vamos a encontrar con gente injusta. “Voy a intentar pensar a partir de ahora que si el otro es injusto es su problema y tendrá que resolverlo él, aunque yo pueda ayudar a ver las cosas o a que se solucionen. Yo se lo puedo decir para ayudarle, pero nada más. No puedo arruinarme la vida. Al final justificamos nuestra amargura por ellos y, una vez más,
estamos queriendo cambiar algo que está fuera de nuestro control.
Pensar que las cosas y las personas tienen que ser como a mí me gustaría. Podría definirse como el síndrome del niño mimado, en el que cualquier inconveniente, problema o fallo que aparezca en el camino me hará pensar “¿por qué me pasa a mí?”, lo que provoca irritación y estrés. Pensamos entonces que "La miseria humana está causada por factores externos. En consecuencia pensaremos que para lograr la felicidad o evitar la tristeza habrá que controlar los acontecimientos externos" algo muy dificil, por no decir imposible. Dado que ese control es limitado, el resultado es la insatisfacción. Atribuir la falta de felicidad a los acontecimientos es una forma de evitar enfrentarse a la realidad. Las propias interpretaciones de los hechos son las que causan la infelicidad.
Cuando una situación me parece que puede ser amenazante estoy dándole vueltas continuamente. Muchas personas tienden a enumerar los escenarios de una posible catástrofe.
Si reserváramos las respuestas de miedo a los peligros reales, disfrutaríamos de lo incierto como una experiencia nueva y excitante. Es más fácil evitar los problemas y responsabilidades de la vida que hacerles frente. Esto nos hace eludir las responsabilidades y buscar cómo justificarnos: “Debería decirle que ya no me interesa, pero estoy cansado... Un grifo que gotea no hace daño...”.
El pasado determina el presente. Solo porque una vez algo haya afectado de forma importante no significa que se deba continuar con las conductas que se desarrollaron esa primera vez.
Los modelos de conducta son decisiones tomadas tantas veces que se han hecho casi automáticas.
Hay que averiguar cuáles son y empezar a cambiarlas y aprender de las experiencias pasadas, pero no permanecer atados a ellas indefinidamente. podemos cambiar las cosas, no permenecer atadas a ellas como si fueran eternas.
La felicidad no se aumenta con la inactividad, la pasividad y el ocio indefinido. Existen más formas de felicidad que la relajación absoluta. La felicidad llega en grandes dosis cuando estamos inmersos en actividades dirigidas a la creatividad o cuando nos damos a los demás.
Haznos llegar tus comentarios y tus experiencias para ser más feliz. Ayudarán a los demás. Mucha gente como tú comparte sus experiencias.
7 comentarios:
Acabo de descubrir tu blog, realmente está muy interesante, claro y útil. Me atraen mucho estos temas y el comportamiento humano, considero que tengo una psicología innata... a la vez precisamente en mi autodescubrimiento y auto-ayuda, es que más aún me gusta observar e interiorizar.
Espero escribas más seguido.
Afectuoso saludo desde el sur del mundo!
:-)
Hola! muchas gracias por saber que el blog lo sigues desde el "sur del mundo". El sur siempre ha sido un sitio muy ineteresante para vivir con "mayúsculas". además de tu recomendación para que escriba espero también algunos comentarios concretos sobre alguno de los temas del blog. Gracias por tu valoración positiva.
Hola, como pides un comentario de una situación concreta ahí va. Soy una chica de 23 años.Hace un ar de años pasé por una situación poco agradable. Me fuí al extranjero para mejorar el idioma y me fuí con mi ex pareja. Allí pude darme cuenta de que lo importante no es triunfar, sino feliz, y feliz me refiero a estar en un trabajo que te encuentres a gusto (yo trabajé como camarera. Eran jornadas duras y en sí, el trabajo, no me agradaba, pero tengo muy buenos recuerdos de los compañeros sin embargo), estar bien con lo que se tiene en definitiva. Con la pareja que estaba fue de mal en peor. Menos precios, peleas, lloreras y creo que un cierto grado de depresión. Me encontraba realmente sola, no tenía a la familia ni a los amigos. La persona en la que más confiaba no podía hablar con ella porque estábamos mal y no nos escuchábamos. Así que, después de una temporada mal, decidí luchar por lo que me hacía feliz, mi tierra, los míos y mirar al cielo y ver el sol. Y bueno, me costó un año salir adelante. Tenía muchos bajones, pero reconozco que he podido aprender mucho sobre mí, sobre los demás y sobre como enfrentarse a los problemas.
Hale, ahí os dejo mi historia. Tuvo un comienzo malo, pero ha terminado muy bien, vuelvo a hacer chistes malos.
Saludos!
Creo que naci depresiva (endogena) y creo que tambien tengo la depresión reactiva (mala adaptación a circunstancias ambientales o vitales). Cuando más joven leia mucho sobre lo que me ocurria y a veces me hacia bien lo que leia y hacia todo para recuperarme, y lo conseguia.
Hoy, ya tengo 65 años . No leo nada, porque hace tiempo que lo que leo no me ayuda, y porque no tengo ningun interes por nada. Pienso que "ya" la vida no tiene ningun interes para mi.Me encuentro completamente vacia y sola. (Quizas sean las circunstancias de mi vida). Tengo poca familia. Mi madre en un centro,con alzheimer,y un marido con marcapasos ( hipocondriaco perdido).
Espero recibir sus noticias .
hola!
Estoy en busca de ayuda para romper con un situacion enfermiza de la que no me siento capaz de salir.
Resulta que por tres años he estado en una relacion con un hombre mucho mas joven y he terminado descubriendo que por año y medio el ha tenido una ciber-relacion a distancia con alguien mas. Paso una vez promesas de no herirme, lo intentamos de nuevo y otra vez descubro que sigue con lo mismo. Despues de un rompimiento (el mas largo) me busco y ya en ese momento yo me sentia capaz de dejarlo, pero otra vez cai!!No se en que parte de mi debo buscar para nunca mas volver a aceptar sus propuestas amorosas.
Gracias
genial me parece este blog, los textos son muy interesantes,
saludos!
Hola, está genial el blog. bien sencillo y directo.
Tengo 28 años y una hija adoptada de 14 años (Agustina),ella no sabe que es adoptada,quería consultar como moderar la manera en comunicarle esa noticia cuando lo haga ya que,pienso que es muy adolescente para decirselo no?,abrazo. Desde Argentina. Hernán.
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