
Mi amiga psicologa y especialista en Coaching, Mertxe Pasamontés, ha decidido colaborar conmigo en mi blog y poner en marcha una experiencia (el inicio de la misma) de trabajo interblog. Ella ha publicado "Palabras de navidad: la otra cara" donde nos dá una perspectiva complementaria de este artículo. Pincha aqui y puedes leerlo.
En Navidad aparece otra cara de estas fiestas. Cuando nos disponemos a pasar a un nuevo año y en practicamente en todo el mundo de influencia Cristiana se celebran las fiestas Navideñas...aparecen otra cara que por regla general es más invisible y le pone otra cara a estas fiestas. De hecho se ha constatao que la venta de antidepresivos aumenta un 40% en estas fechas.
Se recuerda con nostalgia los momentos navideños (Ver el blog de Mertxe) vividos con personas que no están con nosotros, sea porque han desaparecido o porque están lejos. Centrarnos en estas pérdidas es algo habitual.Los buenos momentos no podrán repetirse este año por el motivo que sea, y la persona afectada tendrá un pensamiento negativo y melancólico por lo que no tendrá ganas de muchas fiestas y celebraciones. Ningún momento es repetible. Es importante ser conscientes que a nuestro alrededor existen otras personas que sí nos satisfacen y no debemos centrar todo el interés en la pérdida de los que faltan. De hecho las personas que están con nosotros pueden vivir negativamente nuestro estado de ánimo, por creer que no los valoramos por centrarnos más en quien no tenemos.
Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo solos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo. es hora de que empecemos a pensar en disfrutar de las nuevas posibilidades, aunque al principio nos parezca que no las encontramos por ninguna parte!.
La idea de felicidad, lujo y fantasía que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja, etc. Especialmente en este momento de crisis económica (ver el post de la crisis económica). Debemos tener en cuenta que nuestra realidad es muy distinta, aunque no por ello peor. Cada uno tendremos que adaptarnos a nuestras posibilidades y disfrutar de la Navidad de la mejor manera posible. El lujo es para los que pueden permitírselo. Cuando tenemos una gran falta de recursos tendremos que echar mano de la imaginación para hacer que los nuestros disfruten, no todas las cosas se consiguen con dinero. El pasar la noche juntos viendo la televisión o jugando a un juego de mesa hará que los nuestros pasen una bonita noche, solo con cambiar el menú y variarlo con algo nuevo será suficiente para festejar cualquier cosa. Una cena especial no tiene porque ser ( ni mucho menos con mariscos u otros lujos).
Las personas que pasan por una mala racha sentimental, serán más proclives a pasarlo mal en estas fiestas. Su responsabilidad está en conseguir los recursos necesarios para controlarse. Los deprimidos, los ansiosos o melancólicos diagnosticados de algún trastorno concreto deberán prepararse de antemano. Saben cuales son sus puntos débiles y tendrán que reforzarlos antes de que lleguen esos días y se encuentren peor. Buscar ayuda antes de estar hundido/a y proveer una amplia agenda de actividades.
Son muchos de los estados de ánimo que nos embargan en estas fechas, por ejemplo los estados de ánimo depresivos, que continuación describimos algunos de ellos:
1)Recuerdos de seres queridos, personas que han muerto o que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Se echa de menos a esta persona y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ella, puesto que no pueden repetirse, el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de fiesta. Está focalizando toda su atención en ese acontecimiento o en esa persona que falta y no es capaz de ver el resto del ambiente, como otros familiares que sí están con ella, otras situaciones nuevas y positivas, etc.
2) Paralelo a lo anterior aparecen recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado o lo desdichados que hemos sido. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para ensuciar el presente.
3) Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo sólos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo.
4) A menudo también puede suceder que nos dejemos llevar por la publicidad y por el espíritu navideño que tratan de vendernos por todas partes. La idea de felicidad que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja , etc. Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin salida, por supuesto que no nos parecemos para nada a lo que dicen los anuncios, pero ten en cuenta que cada uno vive la navidad a su manera y que ninguna forma es mejor que la otra.
La falta de recursos ecónomicos es una gran traba en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer.
Para todos estos síntomas también hemos de tener recursos psicologicos que nos hagan amortiguar o evitar entrar en este estado de ánimo:
¿Qué hacer para estar mejor?

2) Otro truco es aprovechar los momentos malos y de bajón para relajarte y disfrutar de tu soledad. No siempre tiene que ser malo el estar solo, es un momento para meditar, pensar, disfrutar de la tranquilidad con música relajante o una copa de vino, te servirá para centrar tus pensamientos y tomar decisiones sobre que harás en los próximos días. Aprovecha el momento y vívelo como algo estimulante y gratificante.
4) No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas, no te compares, saldrás perdiendo en la mayoría de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él. Aprovecha tus recursos y sé creativa; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.
4) Aprovecha tus días libres para hacer cosas pendientes que no puedes hacer cuando trabajas, Salir al cine o al teatro, darte algún caprichito, quedar con amigos que hace tiempo que no ves, ver a la familia en los pueblos, aprovechando el fin de semana respiramos aire puro y vemos a familiares más lejanos o con los que hemos perdido algún contacto, puede ser gratificante volver a recuperarlo.
Los conflictos familiares: la otra cara de la Navidad:
En las Navidades, el encuentro con los familiares cercanos también puede implicar un cierto grado de tensión porque nunca se suelen celebrar como uno pensaba. Cada persona tiene su propia familia, la que ha creado en su interior y de la que se cree el centro. Este hecho para algunos es muy tranquilizador, mientras que para otros supone una fuente de rivalidad continua con los demás miembros de la familia.