domingo, 14 de diciembre de 2008

La otra cara de la Navidad


La Navidad, una de las fiestas más importantes de la tradición occidental, ha calado hondamente en nuestra cultura, hasta tal punto que es celebrada por creyentes y no creyentes como un día señalado en el año relacionado con unión familiar, alegría y reencuentro.

Mi amiga psicologa y especialista en Coaching, Mertxe Pasamontés, ha decidido colaborar conmigo en mi blog y poner en marcha una experiencia (el inicio de la misma) de trabajo interblog. Ella ha publicado "Palabras de navidad: la otra cara" donde nos dá una perspectiva complementaria de este artículo. Pincha aqui y puedes leerlo.

En Navidad aparece otra cara de estas fiestas. Cuando nos disponemos a pasar a un nuevo año y en practicamente en todo el mundo de influencia Cristiana se celebran las fiestas Navideñas...aparecen otra cara que por regla general es más invisible y le pone otra cara a estas fiestas. De hecho se ha constatao que la venta de antidepresivos aumenta un 40% en estas fechas.
Se recuerda con nostalgia los momentos navideños (Ver el blog de Mertxe) vividos con personas que no están con nosotros, sea porque han desaparecido o porque están lejos. Centrarnos en estas pérdidas es algo habitual.Los buenos momentos no podrán repetirse este año por el motivo que sea, y la persona afectada tendrá un pensamiento negativo y melancólico por lo que no tendrá ganas de muchas fiestas y celebraciones. Ningún m
omento es repetible. Es importante ser conscientes que a nuestro alrededor existen otras personas que sí nos satisfacen y no debemos centrar todo el interés en la pérdida de los que faltan. De hecho las personas que están con nosotros pueden vivir negativamente nuestro estado de ánimo, por creer que no los valoramos por centrarnos más en quien no tenemos.
Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo solos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo. es hora de que empecemos a pensar en disfrutar de las nuevas posibilidades, aunque al principio nos parezca que no las encontramos por ninguna parte!.
La idea de felicidad, lujo y fantasía que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja, etc. Especialmente en este momento de crisis económica (ver el post de la crisis económica). Debemos tener en cuenta que nuestra realidad es muy distinta, aunque no por ello peor. Cada uno tendremos que adaptarnos a nuestras posibilidades y disfrutar de la Navidad de la mejor manera posible. El lujo es para los que pueden permitírselo. Cuando tenemos una gran falta de recursos tendremos que echar mano de la imaginación para hacer que los nuestros disfruten, no todas las cosas se consiguen con dinero. El pasar la noche juntos viendo la televisión o jugando a un juego de mesa hará que los nuestros pasen una bonita noche, solo con cambiar el menú y variarlo con algo nuevo será suficiente para festejar cualquier cosa. Una cena especial no tiene porque ser ( ni mucho menos con mariscos u otros lujos).
Las personas que pasan por una mala racha sentimental, serán más proclives a pasarlo mal en estas fiestas. Su responsabilidad está en conseguir los recursos necesarios para controlarse. Los deprimidos, los ansiosos o melancólicos diagnosticados de algún trastorno concreto deberán prepararse de antemano. Saben cuales son sus puntos débiles y tendrán que reforzarlos antes de que lleguen esos días y se encuentren peor. Buscar ayuda antes de estar hundido/a y proveer una amplia agenda de actividades.

Son muchos de los estados de ánimo que nos embargan en estas fechas, por ejemplo los estados de ánimo depresivos, que continuación describimos algunos de ellos:

1)Recuerdos de seres queridos, personas que han muerto o que se encuentran lejos con los cuales no se puede compartir estas vivencias. Se echa de menos a esta persona y se recuerda con nostalgia los momentos navideños vividos con ella, puesto que no pueden repetirse, el pensamiento será negativo hacia esa situación y la persona afectada no tendrá ganas de fiesta. Está focalizando toda su atención en ese acontecimiento o en esa persona que falta y no es capaz de ver el resto del ambiente, como otros familiares que sí están con ella, otras situaciones nuevas y positivas, etc.
2) Paralelo a lo anterior aparecen recuerdos de acontecimientos pasados vividos en estas fiestas o a lo largo del año que fueron negativos y que ahora salen a relucir para demostrar lo mal que lo hemos pasado o lo desdichados que hemos sido. Es una forma de rememorar el pasado pero que solo sirve para ensuciar el presente.
3) Las personas que se encuentra lejos de casa, viviendo o trabajando en otras ciudades y que no tienen la posibilidad de volver a casa en estas fechas pueden desarrollar este trastorno, sobre todo porque pensarán en lo sólos o lejos que están y no aprovecharán lo que les brinda su nueva ciudad para pasar las fiestas. Igualmente es una forma negativa de vivir una realidad, eligen pensar en negativo cuando podían hacerlo en positivo.
4) A menudo también puede suceder que nos dejemos llevar por la publicidad y por el espíritu navideño que tratan de vendernos por todas partes. La idea de felicidad que aparece en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad que viven muchas familias con problemas, ya sean económicos, personales, laborales, de pareja , etc. Si caemos en la trampa de compararnos con lo que nos venden habremos caído en un pozo sin salida, por supuesto que no nos parecemos para nada a lo que dicen los anuncios, pero ten en cuenta que cada uno vive la navidad a su manera y que ninguna forma es mejor que la otra.
La falta de recursos ecónomicos es una gran traba en estas fechas. El hecho de no poder comprar regalos a los niños o de no poder hacer una buena cena ayudará a la persona negativa a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer.
Para todos estos síntomas también hemos de tener recursos psicologicos que nos hagan amortiguar o evitar entrar en este estado de ánimo:

¿Qué hacer para estar mejor?



Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable. Rememora las cosas positivas de esa persona, recuerda los chistes del abuelo o la tarta tan rica de la abuela.¿ Qué cosas aportaba esta persona a estas fiestas? Piensa en ello e incúlcaselo a los demás, sobre todo si son niños, hazles ver con alegria el recuerdo de esta persona y no trates de ocultarselo. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.
Hecha mano de los tuyos para superar los malos momentos, hablar y expresar tus sentimientos te ayudarán a sentirte mejor, además muchos de tus pensamientos serán extremadamente negativos, si los compartes tienes posibilidades de que alguien te ayude a desmontarlos y a que veas la parte positiva.
Recuerda que muchas familias tienen problemas que resolver y que no eres el único, intenta aceptar tu realidad y aprovechar las fiestas para desconectar un poco del día a día. Cuando se acaben todo seguirá igual estés triste o no , tu estado de ánimo no ayuda a mejorar la situación, todo lo contrario. Recuerda que la Navidad es solo una fecha en el calendario y que cada persona le dá el significado que ella quiere. No le dés tanta importancia , es una fiesta más.
Aprovecha los momentos bajos para estar contigo mismo y relajarte, si lo consigues saldrás con energías renovadas. Busca la serenidad en los pequeños detalles, un baño caliente, un té a media tarde, una película tristona por la noche.
Plantéate toda tu situación como si la estuvieras viendo desde fuera, como si fueras un espectador que está mirando una obra de teatro. Analiza toda la situación y valora cuanto de negativo hay en ella y cuanto de positivo, intenta no caer en la trampa de focalizar toda tu atención en los puntos negativos, busca más allá e intenta localizar algo bueno, seguro que lo encuentras.
No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas , no te compares, saldrás perdiendo en la mayoria de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él.
Aprovecha tus recursos y sé creativo; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.
Planteate otra Navidad:
1) Cuando echáis de menos a un ser querido y estáis tristes por ello, una buena táctica será dar la vuelta al pensamiento y recordar los momentos mejores. Haz que los recuerdos de los fallecidos se conviertan en algo agradable. Rememora las cosas positivas de esa persona, recuerda las historias del abuelo o los veranos en el pueblo con los tíos. Es muy común intentar callar sobre esta persona que ha fallecido, sobre todo si hay niños intentamos que no sufran y nadie habla de esa persona que todas las navidades tocaba la zambomba o ponía el árbol. Esto es un error, ya que es una forma de ocultar sentimientos, que por otro lado, son sanos y normales. Permite que los niños y los mayores hablen con libertad sobre esta persona, de tal manera que sea algo natural y no forzado. La expresión de sentimientos hará que todos os sintáis mejor. Intentad ver con alegría el recuerdo de esta persona. Busca sus momentos buenos y repítelos cuando puedas, hablar abiertamente de ello, te ayudará a estar más aliviado.

2) Otro truco es aprovechar los momentos malos y de bajón para relajarte y disfrutar de tu soledad. No siempre tiene que ser malo el estar solo, es un momento para meditar, pensar, disfrutar de la tranquilidad con música relajante o una copa de vino, te servirá para centrar tus pensamientos y tomar decisiones sobre que harás en los próximos días. Aprovecha el momento y vívelo como algo estimulante y gratificante.


3) Si las Navidades son Fiestas duras para ti, tal vez deberías plantearte cual es el motivo. El hecho de haber perdido a un ser querido o el de sentirse solo no es motivo suficiente. Muchas personas pasan por esa misma situación y su reacción tal vez no sea tan negativa. Todos lo pasamos mal en ciertos momentos y todo tiene su periodo de adaptación, pero pasado este tiempo es hora de salir adelante. Si te encuentras anclado en una situación que no puedes superar, es el momento de que te plantes y decidas si necesitas ayuda externa. Tal vez pases por una depresión y no seas consciente de ello. Busca ayuda fuera, y anímate para superarlo, te encontrarás mejor día a día y tal vez las próximas fiestas no sean tan negativas para ti.
4) No te dejes llevar por la publicidad. Busca tu propia felicidad, no tiene porqué ser igual que la de los anuncios. Disfruta estando con los tuyos y teniendo vivencias positivas, no te compares, saldrás perdiendo en la mayoría de los casos, no olvides que la publicidad está exagerada para incitarnos al consumo, sería muy difícil estar a la altura. Busca tu propio nivel y disfruta de él. Aprovecha tus recursos y sé creativa; una buena cena de Navidad no necesita obligatoriamente marisco o cordero, tan caros en estas fechas. Busca alternativas y decora tu mesa con cosas apetecibles, los demás te lo agradecerán y disfrutarán de la cena.

4) Aprovecha tus días libres para hacer cosas pendientes que no puedes hacer cuando trabajas, Salir al cine o al teatro, darte algún caprichito, quedar con amigos que hace tiempo que no ves, ver a la familia en los pueblos, aprovechando el fin de semana respiramos aire puro y vemos a familiares más lejanos o con los que hemos perdido algún contacto, puede ser gratificante volver a recuperarlo. Dedícate tiempo para ti, un baño calentito con burbujas, un masaje, unas cremitas, un café caliente o un chocolate por la tarde en casa mientras que lees un libro, etc. Todas estas pequeñas cosas pueden resultar agradables cuando no las realizas normalmente. Y recuerda, no es necesario pasarlo bien obligatoriamente. Intenta mantenerte en la normalidad y seguir con tu día a día, al fin y al cabo las fechas son días en el calendario, tendrán la importancia que tú las quieras dar.

Los conflictos familiares: la otra cara de la Navidad:
En las Navidades, el encuentro con los familiares cercanos también puede implicar un cierto grado de tensión porque nunca se suelen celebrar como uno pensaba. Cada persona tiene su propia familia, la que ha creado en su interior y de la que se cree el centro. Este hecho para algunos es muy tranquilizador, mientras que para otros supone una fuente de rivalidad continua con los demás miembros de la familia.
La ausencia de seres queridos -como hemos dicho antes-, la visita de algún miembro de la familia no querido, el reencuentro con parientes poco apreciados son algunas de las situaciones más comunes que generan tensiones en estos días tan especiales por la carga cultural, emocional, psicológica y social que encierra la celebración de la Navidad.
Los expertos (para sintetizar) hablan de tres tipos de conflictos familiares en estas fechas:
1.- Los conflictos permanentes. Los que están presentes durante el resto del año pero que entran en contraste con lo que se espera de estas fechas. Por lo general, en Navidad se vive con mayor intensidad y dolor lo que en otro tiempo se considera un conflicto cotidiano. Un ejemplo muy simple es un adolescente que en todas las cenas se levanta de la mesa antes de que los demás terminen para chatear con sus amigos, pero si hace esto el día de Nochebuena, los padres sentirán con mucha más fuerza que se distancian del hijo o le prohibirán hacerlo.
2.- Conflictos propios de estas fechas. Dado que los festejos navideños enfrentan a todas las familias a una serie de tareas y decisiones que también pueden resultar complejas, relacionadas con el lugar donde juntarse para comer y cenar, quiénes serán los invitados, qué regalos se deben comprar o quiénes se encargarán del cuidado de los niños.
3.- Por último, se pueden citar los conflictos profundos que existen en todas las familias y que brotan estos días por el mayor tiempo que dispone la familia para estar junta. Estos problemas, presentes durante el resto del año, no se manifiestan o se hacen conscientes en otros momentos. "Sin ir más lejos puede haber parejas que no sepan comunicarse y llegar a acuerdos, pero como durante el resto del año sólo se ven delante de la tele y la vida está más pautada y ordenada, no se dan cuenta de ello hasta que tienen que pasar más tiempo juntos para preparar los eventos navideños con la familia.Aloran estos conflictos y se multiplican porque además se hacen patentes ante todo el mundo.
Muchos investigadores sostienen que 'los conflictos estrella' en estas fechas están muy relacionados con la familia. Al fin y al cabo, las familias crean su propia cultura, sus propias costumbres y sus propios ritos que, en Navidad, entran en conflicto con las culturas familiares de origen. Las demandas afectivas de todos -padres, hijos y abuelos- pueden dificultar mucho la toma de decisiones y el bienestar de la familia.
Otro tipo de cuestiones tienen que ver con la toma de decisiones económicas ya que la Navidad enfrenta a las familias a muchos gastos excepcionales y las dificultades económicas o los diferentes criterios de decisión en estos temas pueden incidir en un aumento de la conflictividad. Especialmente en momentos de crisis donde algun miembro de la familia está en paro, o cuando se percibe que puede ponerse en dificultades la economía familiar por la psicosis de crisis económica. También se encuentran en esta situación los adolescentes que ponen en cuestión las tradiciones familiares de sus padres, de forma que discuten y generan un conflicto por donde, como y con quien pasarán estas fiestas.
A continuación os pongo como postal de Felicitación de Navidad Imagine de John Lenon para que nos sirva de reflexión de la "otra navidad" del mundo:

domingo, 7 de diciembre de 2008

¡200,000 visitas en el Blog!: Gracias a mis lector@s


Gracias a tod@s por compartir en estos dos años de funcionamiento del blog tantas cosas y tan importantes en la vida de cada un@ de vosotr@s . cada día vais mejorando y agrandando este camino que estamos recorriendo juntos. Espero ayudaros durante mucho tiempo con el mismo entusiasmo que lo vengo haciendo y que vosotr@s contribuyais, como lo estais haciendo a mejorar con los demás la vida de mucha gente, que como tú comparte, sufre, llora, salta de alegria, siente...y vive!. Gracias.

PD. Un pequeño homenaje a mi amigo Miguel Rios, con su himno de la alegria, la alegria que comparto contigo por compartir tantas cosas con tantas personas.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Depresión, Ansiedad y Crisis Económica


La economía mundial está en crisis. Lo saben desde hace tiempo los consumidores y las empresas, lo llevan diciendo desde hace meses los expertos, y lo reconocen abiertamente los gobiernos. se organizan conferencias mundiales para atajarla y los medios de comunicación nos inundan con malas noticias económicas, que además se multiplican dia a dia. En nuestro entorno ya comenzamos tamnbién a notarlo. El paro está siendo la primera consecuencia. Los desordenes sociales la segunda.

El derrumbe del sector de la construcción, durante años el principal motor del crecimiento económico, es una de las causas más importantes, pero también lo son la crisis financiera global, los altos precios del petróleo y la dependencia energética, la alta inflación, un consumo disparado durante años, el elevado endeudamiento de las familias, un déficit exterior creciente, la falta de previsión política o la poca competitividad y productividad de muchas de nuestas empresas.

Por crisis económica de 2008 se conoce a la percepción de crisis económica mundial que comenzó ese año, originada en los Estados Unidos. Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas (que ultimamente han bajado tambien de una forma espectacular hasta los 50 dolares el barril del petróleo que hace menos de un año estaba en 140 $) , una crisis alimentaria mundial, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados. Esta última también tiene una causa psicologica importante por la falta de transparencia de las operaciones financieras realizadas, que hace que unas entidades no se fien de otras. La globalización además ha multiplicado sus efectos.

Muchos autores consideran que no se trata de una verdadera crisis, dado que el término crisis carece de definición técnica precisa pero está vinculado a una profunda recesión; ésta, a su vez, se define como dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico. Por el momento, este fenómeno no se ha producido en la mayor parte de economías desarrolladas. Según algunas fuentes, la crisis podría finalizar en 2010.

Hay en economía un concepto más enérgico que el de recesión para explicar lo que está sucediendo: depresión. La depresión es más grave y duradera que la recesión, y se manifiesta en el frenazo en seco de la actividad, la debilidad de la demanda, la contracción del comercio internacional, el incremento del paro, la caída del poder adquisitivo, etcétera, todos ellos procesos muy dolorosos y contrarios al progreso. Pues bien, el profesor de Economía de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini, el gurú que se ha hecho famoso por haber anticipado la crisis financiera que se inició con el estallido de las hipotecas tóxicas, ya ha utilizado el concepto de depresión como síntoma de lo que ocurre en la economía a escala planetaria. Hace unos días escribía Roubini: "No podemos descartar un fracaso sistémico y una depresión global. (...) Se corre el riesgo de un desplome del mercado, una debacle financiera y una depresión mundial". El economista plantea que más que una coyuntura en forma de V (caída y pronta recuperación) estamos en otra en forma de U (caída en la que la economía se mantiene un tiempo, para luego ascender), o quizá en forma de L (caída y letargo a largo plazo).

La falta de dinero de los bancos hace que comiencen a dar menos préstamos a empresas y particulares. Por eso, hay muchos bancos y cajas que se niegan a darle el crédito a personas y empresas. Sin esos préstamos, las empresas se resienten y sufren parones en su actividad, lo que acaba por hacer que la economía crezca menos y el paro suba. «Yo pensaba contratar una persona, pero sin el préstamo no puedo hacerlo», piensan muchas personas que estaban trabajando para mejorar su empresa.

El panorama es 'negro'. Con la quiebra de varios bancos y el rescate de otros, los problemas se han agravado. Una de las particularidades de esta crisis es que cuanto más se alargue en el tiempo más afectará a la economía 'real', es decir, que se avecina, probablemente, una época de recesión. Esto se debe también a que la psicología juega un papel muy importante en la economía. La confianza de los ciudadanos cae cada vez más, lo que produce un mayor temor a consumir, algo que acaba por dañar aún más el crecimiento.

Esta situación provoca que haya menos dinero circulante y que la gente disponga de menos dinero. Lo cual a su vez tambien provoca que consumamos menos y que las empresas que nos venden sus productos y/o sus servicios (supermercados, bares, restaurantes, hoteles, etc.) tambien encuentren menos clientes que quieran gastarse su dinero. Con lo cual el panorama es preocupante: a la familia llega el paro, el crecimiento de deudas de dificil pago, llegar a fin de mes se hace más dificil, y las deudas nos comen.....

Salud mental y crisis

Es que al parecer esta crisis no solo afectará a nuestro bolsillo sino que también nuestra salud mental puede afectarse como causa de los fatales hechos monetarios.

Tal vez pienses ¿Qué relación hay entre una crisis económica y nuestra salud mental? Y esto se responde con una estrecha relación entre afecciones como estrés y depresión que surgen a partir de la incertidumbre de los mercados y ante la situación económica personal y de la sociedad en general.

Es más, la OMS ha asociado a la pobreza con cuadros de estrés que se vinculan al desempleo, exclusión social y contextos de violencia e inseguridad que generan una gran olla a presión a punto de estallar. La directora de este organismo, Margaret Chan, ha declarado que “No nos debería sorprender ni deberíamos subestimar las consecuencias de la actual crisis financiera, la crisis aumentará los desórdenes mentales ya existentes” lo que es preocupante. El consumo de antidepresivos y ansiolíticos está aumentando. El Prozac ha aumentado su consumo a cifras que duplican el mismo hace sólo un año. Las consultas de salud mental han visto incrementadas sus visitas en un 30 o 40% según los países, y a medida que la crisis se va haciendo más patente en la economía real estas cifras aumentarán de forma considerable. Ya comenzamos a ver noticias donde algún economistas que quedan en paro acaban suicidándose... . La depresión es ya hoy por hoy uno de los principales motivos de discapacidad en el mundo, el consumo excesivo de alcohol causa la muerte de dos millones de personas cada año y cada 40 segundos una persona se quita la vida en el mundo. En el año 2009 el primer motivo de la consulta del médico será el la depresión. (Pincha aqui para ver el capitulo de la Depresión)

Es que si tomamos en cuenta los altos índices de depresión y los casos de suicidio relacionados con problemas financieros vemos que el problema es mayor de lo que uno imagina. Es más, la OMS también ha sacado a relucir la poca preocupación que tienen los países para tratar las afecciones mentales, denunciando que se gasta menos del 2% del presupuesto nacional para tratar este tipo de enfermedad.

Las cifras no mienten y un estudio realizado por esta organización demuestra que en 14 países el 76% y el 85% de los casos graves de trastornos mentales no recibieron tratamiento en países con estabilidad económica e ingresos medios y esta actitud se repitió también en grandes países mostrando cifras que van desde el 35% hasta un 50% de personas que no obtienen beneficio alguno para su tratamiento mental, lo que es increíble.

A si que igual esto causa confusión ya que hay mercados inestables y hay que invertir también en enfermedades mentales para hacer más productivo un país se necesita gente capaz mentalmente, con esto se convierte la sanidad mental en un recurso económico que hay que tener en cuenta.

Como manejar esta situación: Como afrontar

La depresión aumenta tambien la posibilidad de que aparezcan también otras enfermedades. Tambien el aumento del Alcoholismo es otro dato preocupante. El 80% de las personas sufren depresión no lo saben. Se confunde con la tristeza. La OMS da un consejo para detectarla : más de 15 días en estado de tristeza significa que la persona pueda estar sufriendo una depresión y que necesite ayuda. Ponerse en manos de un especialista es lo más aconsejable. Ese es el primer consejo.

El segundo consejo es empezar a afrontar la crisis con algunas medidas:

Valorar lo que gastamos y cómo lo gastamos

Muchas veces la idea de si seremos capaces de sobrellevar esta crisis se convierte en el eje principal de nuestras vidas, provocando un estrés desmesurado debido al terror y el miedo inducido por la gran alarma social.

Si hacemos la valoración de ingresos y gastos de nuestra familia, una de las primeras cosas que tendemos a recortar son los gastos dirigidos al ocio, ya que consideramos que estos son secundarios.

Pero desde un punto de vista del bienestar y calidad de vida del individuo, carecer de tiempo de ocio provoca en nosotros un gran malestar, que junto al estrés provocado por la incertidumbre de nuestro futuro económico, afecta directamente a nuestra forma de vida y nuestro estado psicológico y emocional, llegando a veces a patologías más graves como la apatía, la ansiedad y la depresión producidas por el desbordamiento diario y la continua rutina en nuestras vidas.

Ante esta coyuntura, debemos:

1. Conservar la calma. Hay que ser previsores, no adelantar acontecimientos que nos pueden llevar a sentimientos de desesperación excesivos y falta de autocontrol.

2. No crear alarma. La alarma nos lleva al descontrol y evita que seamos capaces de buscar soluciones.

3. Organizar los gastos y los ingresos. Como ser social el individuo necesita también desarrollar actividades de ocio que le ayuden a mantener su bienestar. Por ejemplo podemos salir a cenar a un sitio más barato, ir sólo una vez al cine al mes o buscar actividades de ocio al aire libre, más baratas, y que producen sensaciones de bienestar, ya que no tenemos el lastre de un alto gasto sobre nosotros. Hacer deporte puede ayudar tambien.

En toda crisis se producen cambios, pero debemos recordar que no sólo debemos vigilar nuestro bolsillo sino que también debemos estar en una predisposición psicológica y emocional adecuada para poder afrontarla correctamente. Ser positivos ante la adversidad.

Conocer los síntomas psicologicos para prevenir y actuar

Ante situaciones de crisis pueden aparecer los siguientes síntomas:

En nuestros pensamientos; pensamientos continuos e incontrolables sobre la situación. Esto nos ocurre ante realidades vistas por la televisión, leídas en la prensa, contadas por terceros o vividas personalmente (los medios de comunicación tiene aqui un papel multiplicador del problema, por lo que quien tenga una buena noticia ¡que la dé!.) Estos pensamientos se caracterizan por ser intensos, sorprendiendo a la persona de un modo súbito y desagradable.

En nuestras emociones, ya que suele ser frecuente la presencia de sentimientos intensos y, en ocasiones, contradictorios. Las reacciones de ansiedad y tristeza son las más comunes. Tales sentimientos suelen verse acompañados por episodios súbitos de llanto, intenso malestar, rabia y desesperanza. Lo que caracteriza tales sentimientos es el hecho de presentarse asociados a la idea de que no podemos controlar la situación, no vamos a llegar a final de mes porque el dinero no nos llega, por ejemplo.

En las variaciones de nuestra conducta, que se manifiestan en diferentes comportamientos. Por un lado, se modifican las relaciones con el entorno, desarrollando la tendencia a evitar situaciones, personas y lugares relacionados con el acontecimiento que nos ha llevado a la crisis: evitamos encontrarnos con antiguos compañeros de trabajo, si ahora estamos en paro; encontrarnos con el casero, si no podemos hacer frente al alquiler; el encuentro con amigos a los que hemos pedido puntualmente dinero que no podemos devolver. De igual forma, en toda crisis la persona sufre cambios de conducta en los hábitos de su vida cotidiana: en el sueño, debido a las preocupaciones; en la alimentación, compramos más barato, comemos peor, nuestra salud se resiente.

Todo ello produce unas consecuencias físicas de malestar. En ocasiones, pueden presentarse alteraciones físicas como problemas digestivos, taquicardia, bajadas de tensión y otros síntomas de naturaleza somática producidos por la presencia de pensamientos recurrentes en relación a la crisis económica.

¿Cómo prevenirlo?

Es indispensable prepararse para las situaciones de tensión. (Ver el capitulo de la Ansiedad, para enterderla y superarla) Un elemento muy valioso para prevenir el efecto dañino de situaciones críticas es saber que vendrá una situación estresante. Esto se ve favorecido por la anticipación de la crisis económica producida por los medios de comunicación. Sabes que va a ocurrir, prepárate. Ponte en la situación más desfavorable, sin dramatismos y sin poner todo negro. estructura tu situación para afrontar con realismo las dificultades. No confies a la loteria tu bienestar.

Hay que evitar exagerar la amenaza. Las personas que mejor manejan las situaciones críticas son aquellas que logran mantener cierta racionalidad en medio de la tensión y el miedo. Evitar las exageraciones nos ayuda a plantear el problema tal y como es. Aún en las peores situaciones evitan la interpretación excesiva de las amenazas.

Debemos evaluar los pensamientos e imágenes. Es muy importante el sentido común. En ocasiones, la tensión psicológica es más una amenaza imaginaria que real.

Hay que crear un plan de acción. El estrés será siempre mayor si no existe un plan para solucionar el problema. Los planes más útiles son aquellos que cuentan al menos con dos características: son realistas y son progresivos ¡Haz la prueba!

No debemos postergar lo inevitable, es decir, estamos en crisis, es una realidad. Si existe una fuente clara de perturbación lo ideal es actuar para su solución. No dejar las cosas para mañana.

No tienes porqué afrontarlo y superarlo solo, busca ayuda y comprensión. La tensión se maneja mejor si existe la sensación subjetiva de apoyo y comprensión por parte de las personas significativas de tu entorno. Compartir las dificultades ayuda a superarlas mejor. No te escondas ante las dificultades, ya que las personas que te quieren estarán a tu lñado para ayudarte. No serás una decepción para ellos. dejar para más adelante hablar con ellos dificulta más la confianza y si la situación empeora te será más dificil. Trabjar tambien para ver con positividad nuestras dificultades nos ayudará. Para ello pincha aqui para ver nuestro capitulo de pensamientos positivos.

Recuerda siempre realizar actividades estimulantes. La monotonía es un factor que tiende a agravar la respuesta de estrés. ya lo hemos dicho usa adecuadamente tu tiempo libre.

Actuar, ya que los problemas no se resuelven en la imaginación. Actuar de un modo progresivo y sistemático será siempre la mejor manera de ayudarse a sí mismo.

Por último, haz ejercicios que conlleven bajo esfuerzo, ya que favorecen la reducción de la activación fisiológica característica del estrés.

La crisis económica es una situación que nos provoca un gran malestar, pero si somos conscientes y respetuosos con nosotros mismos, no debemos permitir que merme nuestra calidad de vida. Si mantenemos el tipo y la afrontamos de una manera racional (sabiendo que muchas veces es difícil), nos ayudará a encontrarnos mejor y estaremos más preparados ante esta situación.

haznos llegar tu experiencia ante la situación de crisis, como la estas afrontando, como te estas preparando para ella, cuéntanos casos que conozcas..., si estas desesperado, haznos llegar tus problemas, te intentaremos ayudar.



miércoles, 12 de noviembre de 2008

Las supersticiones . Entenderlas para superarlas

Se entiende la superstición como el resultado de la manera prejuiciosa de juzgar la información que tiene nuestro cerebro. Un prejuicio cognitivo (del inglés cognitive bias, ‘predisposiciones cognitivas’ o ‘sesgo cognitivo’, en español), es una distorsión cognitiva en el modo en el que los humanos perciben la realidad. Algunos de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios.

En algunas sociedades humanas se aprecia un proceso de decaimiento de las supersticiones. Sin embargo, este proceso no es lineal, como lo demuestra el auge que están teniendo la quiromancia y los exorcismos en Italia y Europa. Para el individuo supersticioso, la superstición cumple un papel positivo de estabilidad para la psiquis, por medio de los mecanismos de defensa.

Otros temas importantes en relación con las supersticiones son: el estudio del llamado pensamiento mágico, de la religión como un tipo de creencia supersticiosa (ver más abajo), los trastornos obsesivo-compulsivos y la esquizofrenia como enfermedad mental.

Personas supersticiosas

Jamás pasan por debajo de una escalera, no abren el paraguas en un sitio cerrado, tocan madera... La superstición es una actitud mental universal. Pero ¿para qué nos sirve? ¿Cómo evitar que nos condicione en exceso la vida?

"No quiero estar atada a estas creencias. Pero todas las veces que se me ha roto un espejo, ha venido una secuela de desgracias, y no creo que se trate de una casualidad", comentan algunas personas.


Los supersticiosos son personas sugestionables, obsesivas y vulnerables en extremo. Aunque también incide en ellos la formación que se ha recibido de pequeño y las costumbres que había en su casa. Hay que tener en cuenta que las supersticiones cuentan con un bagaje histórico, social y cultural que pesa sobre la conducta del individuo y del que cuesta desprenderse.

"Cada vez que compro un billete de lotería lo hago en el mismo puesto y regreso a casa siempre por las aceras de los números pares. Algunos me dicen que se trata de una simple cábala, otros aseguran que lo mío es una grave obsesión, pero yo sé que gracias a ello acabaré ganando el gordo algún día", confiesa una perona que viene cumpliendo este ritual desde hace más de 40 años y aún confía en él, a pesar de no haber ganado nunca nada.

Deseo de control

Hay dos clases de supersticiones: las requeridas, como en el caso anterior, que apuntan a obtener un deseo o un bienestar, y las evitativas, como la primera, que cree expulsar así un mal cercano . En ambos prevalecen los actos irracionales, los rituales y, quizá, algún amuleto que trae buena suerte.

En opinión de los expertos las supersticiones "son modelos falsos sobre cómo funcionan ciertos aspectos de la vida, sobre los que no se tiene control, como la salud, los accidentes, la fortuna, el miedo o el amor. Es ni más ni menos que una serie de creencias erróneas con las que se pretende ganar el control sobre la realidad".

Acabar con la ansiedad

Las supersticiones suelen activarse más con situaciones que desatan ansiedad, y quienes las sufren desarrollan algún comportamiento supersticioso porque estiman que este les permite reducir, aunque sea temporal, su inseguridad y estado ansioso. Quizá es por eso que los deportistas y los toreros son mucho más supersticiosos que la media.

¿Es posible dejar de sentir ansiedad por el simple hecho de creer en algo mágico? No, porque la única forma de neutralizar las experiencias negativas es armar estrategias que refuercen la seguridad y confianza en uno mismo y no en amuletos.

domingo, 20 de julio de 2008

Silencios: Descubre tus esencias

El silencio forma parte de la comunicación. Empleados de forma consciente o inconsciente, siempre transmiten algún sentimiento o estado de ánimo. La dificultad estriba en saber identificarlos y reconocer su significado.
Decía Martin Luther King que "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos." Ese silencio es uno de los que se refería también Hemingway cuando decía aquello de que "Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar." Saber manejar los silencios es también algo muy importante en la vida. Cuando en nuestras relaciones personales entra el silencio es también muy indicativo para evaluar nuestra comunicación. A veces un silencio vale mas que mil palabras.
El ejemplo lo tenemos en la música: Podemos comprobar que la mejor forma de apreciar la música es desde el silencio, sin otros sonidos que distraigan nuestra atención. Pero el silencio, a menudo también es una especie de sonido: si la música es cortada de repente por un silencio, ese silencio será escuchado con toda claridad.
Nadie enciende una lámpara y logra ocultar su luz. Lo mismo sucede con la vida, no podemos ignorar lo evidente, por eso los silencios, a veces, responden a temas que forman parte de la vida pero intentamos negar.
Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de negativismo.

Algunos consejos sobre los silencios.

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la comunicación de la persona que habla contigo. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía.

Hay quien piensa que hablar es en realidad pedir de forma encubierta. Así que las personas que hablan sin parar casi siempre están pidiendo cosas de cuya necesidad ni siquiera son conscientes o, quizá, ocultando lo que realmente les importa.

Si entraran por unos instantes en el silencio, si se escucharan a sí mismas, descubrirían lo que realmente desean. Pero entrar dentro de si exige la actitud de quien entra en una catedral, la sensación de contemplar una maravilla ante los misterios que encierra.

¡Silencio, se rueda!, se grita al iniciar el rodaje de una escena cinematográfica. Todo el mundo calla, contiene la respiración y se inicia la acción. ¡Silencio, se vive!, podríamos repetir cada día al levantarnos. Seguro que nos ayudaría a recordar que la vida es una gran obra de arte y que cada mañana recomenzamos el Gran Teatro del Mundo.

Aunque parezca una paradoja, el dialogo genuino exige más silencio que palabras, mucho tiempo para la comprensión, la reflexión y la empatía. De otro modo, las frases se cruzan y entrechocan como los floretes en la esgrima, ya que cuando se apagan las palabras se enciende el silencio como la hoguera que alimenta otros resplandores. ¿Quién no ha vivido esos momentos de comunicación mágica y callada ante una puesta de sol o las última brasas crepitantes de una chimenea?

Los silencios en la pareja

(Para ampliar la infiormación ver el capítulo de la comunicación en la pareja)

Los silencios que se producen en las conversaciones también tienen un sentido propio, pero son más difíciles de interpretar. La clave para entenderlos y evitar que perjudiquen la relación está en saber qué los ha provocado. Una vez descubierto su objetivo, será mucho más fácil saber cómo actuar.

Estrategia para llamar la atención
Los niños pequeños utilizan los lloros y las pataletas para lograr la atención de los padres. Los adultos, en cambio, emplean mecanismo más sutiles para conseguir lo que quieren y el silencio es uno de ellos.

Si sospecha que tu pareja se calla y emplea el silencio para que le hagas caso, planteate si existen razones que justifiquen su actitud. Si la respuesta es negativa, la estrategia a seguir es ignorar su comportamiento, mostrando indiferencia. De lo contrario, el silencio logrará el efecto que buscaba- molestar- y se habrá reforzado la idea de que es adecuado y eficaz.

Después de una pelea
Una persona que en una discusión se calla, lo hace como castigo hacia la persona que le ha causado la ofensa. Normalmente este tipo de reacciones han sido aprendidas en la infancia. Es habitual que los padres utilicen la estrategia del “ya no te hablo”, para castigar a los hijos. Sin embargo, se le debe hacer entender que en vez del silencio, hay otros modos más eficaces de afrontar los problemas.

Querer estar solo para reflexionar
Estos silencios pueden ser útiles si se utilizan para reflexionar, razonar o digerir una situación. Esta actitud debe ser respetada. No se debe atosigar con un interrogatorio. Se puede preguntar si el motivo del silencio es para pensar sobre algo y ver si ese algo le atañe, porque a veces, los pensamientos pueden jugar malas pasadas y, sin querer, se pueden sacar conclusiones erróneas imaginando lo que le puede suceder a la otra persona.

No es capaz de expresar sentimientos
Esta situación es más común en hombres que en mujeres. A las féminas se les enseña desde pequeñas a contar y expresar sus sentimientos a los demás; por el contrario, a los chicos se les anima a esconder sus emociones (de ahí, el tópico de que un hombre no debe llorar). Esta es una clave muy importante de la comunicación en la pareja.

Estas situaciones han de ser comprendidas, y aprender a entender los pensamientos callados; es difícil, no imposible. Además, es más eficaz intentar comprender la situación que exigir palabras.

Silencios como solución de conflictos
Si se emplean como medio para solucionar conflictos , donde la necesidad de hablar es imprescindible, estos sólo logran un distanciamiento entre las personas que los utilizan.

Los silencios así empleados han de evitarse si se desea mantener una buena relación. A veces ayudan a expulsar emociones, a llorar o pensar; pero usados frecuentemente en conflictos para evadirlos o ignorarlos, pueden enmudecer a la persona ante situaciones en las que debería hablar y afrontar.

Los silencios en la pareja como un síntoma de un problema han de abordarse escuchándose a uno/a mismo/a, reconociendo sus deseos y afrontando las cosas con nuestro corazón y con la inteligencia emocional suficiente como para que la situación no vaya esclerosándose con el paso del tiempo. Recuerda que el tiempo siempre es un aliado para que nos pasen cosas positivas y para cumplir nuestros deseos. Para ello tambien es importante la sinceridad, decir la verdad. (ver capítulo sobre sinceridad)

El silencio en la política
Es bastante infrecuente encontrar silencios en la política. Generalmente es en un ámbito de la vida donde el silencio tiende a olvidarse. Inlcuso cuando se maneja por parte de los líderes se interpreta como una ausencia o una uhida. En la democracia declarativa que nos hemos instalado los responsables políticos se han acostumbrado a esta dinámica y generalmente escuchan poco. Mejor dicho se escuchan mucho. Por eso es necesario recordar -y por eso lo incluimos en este blog- que tambien en la vida pública, y sus responsables han de aprender y ejercitar con mucha frecuencia el silencio y la escucha...

Querer imponer el silencio

Por otra parte hay quien quiere imponer los silencios desde la política, o desde la vida personal. Imponer el silencio, es impedir la libertad. es impedir, es obligar a las personas a dejar de ser el dueño de su comunicación. Estar sileciado es también una forma de morir. Por eso es tan importante que los silecios los elijas tú, no sean impuestos. Por eso es importante en ese caso poner palabras a los silencios. Tambien es necesario poner palabras a los que son silenciados, a los que ya no interesan...a los que los silencios acaban también matándolos. En la política, en estos casos, no dabe haber silencios.

Los mejores momentos con silencios
Las ideas más fructiferas, los grandes descubrimientos, las mejores obras literarias se han gestado desde un profundo silencio previo, desde esa cualidad del alma que hace avanzar lo más noble del corazón humano. La auténtica creatividad imita el avance silencioso de la naturaleza exenta de alborotos.

Claude Debussy definió la música como "el silencio de las notas", ya que desde el corazón del silencio todo es posible y verdadero. Quizá sea esta la cualidad de cualquier obra de arte: comunicar la esencia desde su mudez primigenia y universal, saltando por encima de los siglos y de las culturas. Pero el auténtico silencio requiere la paz de las emociones. Cuando el miedo o la cólera se apoderan del corazón, son como truenos que irrumpen en la calma del valle, o piedras arrojadas en la superficie tranquila de un lago. hemos de estar en paz con nosotros mismos para apreciar y gestionar el silencio.

Ese es el auténtico silencio que surge de dentro y que es un bien leve como los pasos del niño sobre la arena, sigilosos como el caer de la nieve, delicado como los gestos de la persona enamorada. Escucharlo de verdad es como escuchar el latido de nuestro corazón o nuestro propio aliento.

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martes, 8 de julio de 2008

Secretos

"Para guardar un secreto se necesita de dos. Para que todos se enteren, de tres..."" Eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras". Son frases que expresan el cómo las personas vivimos los llamados "secretos". Recientemente la pelicula Mataharis hablaba de si se puede tener algún secreto. El trabajo detectivesco descubría que no. ¿Nadie puede tener secretos? pero ¿hasta dónde tenemos que compartir el ámbito privado?. Podemos entrar en los e-mails de nuestras parejas igual que antes se abrían las cartas con el vapor de la olla, pero ¿tenemos derecho a hacerlo? Dice Iciar Bollain, la Directora de la pelicula, en una entrevista que esto del espionaje se está volviendo de lo más cotidiano. Esa vigilancia te despersonaliza, te hace objeto. Vas perdiendo el control de tus actos y de tu intimidad. Y sin embargo muchas veces vivimos con alguien sin saber lo que piensa, lo que desea, sin conocernos. La pérdida de confianza, la incomunicación, el desamor se muestran por las miradas, los gestos y los silencios de los protagonistas. Buscamos los secretos de los demás, mientras dexonocemos muchas veces la vida y los sentimientos de los que tenemos más cerca. A veces estas personas descubren que hay mentiras propias que no han sabido ver y verdades que es mejor no revelar.

¿Que es el secreto? ¿Que podemos considerar como s
ecreto?

La palabra secreto deriva del latín secretus: “apartado, escondido, oculto”.
Traicionar un secreto es “dejar escapar, descubrir, revelar o divulgar”. Podemos ocasionalmente revelar un secreto “dejando caer” (alguna cosa). El término traición deriva del latín tradere: “entregar, rendir, dar”. Comparte una dimensión moral que entra en juego cuando oímos algo acerca de la traición intencional de los secretos: “chismorrear, cotillear, delatar, denunciar”. Está rodeado de expresiones como: “¡A mi no me lo cuentes!” o “No me vengas con chismorreos”.

Como en todos nuestros comportamientos hay también un lenguaje no verbal que rodea al secreto. A veces la promesa que nos piden que hagamos para guardar un secreto se plantea de forma muy sutil. Incluso no hace falta una promesa explícita. Ciertas costumbres sociales tienen un efecto similar. La frase "sub rosa" (bajo la rosa) significa “en secreto”. La rosa era símbolo de secreto en el mundo antiguo. Por ejemplo, Cupido sobornó a Harpócrates, el dios del silencio, con una rosa, para que no descubriera los amores de Venus.

La traición de los secretos confiados es algo detestable que habla de una persona inmadura. En una amistad, lo más terrible que puede suceder es la traición de cosas que son verdaderamente personales, confidenciales y secretas. De forma similar, el cotilleo puede ser una forma de decir (traicionar) y construir (distorsionar) secretos.

Los enigmas, los rompecabezas, las adivinanzas, los misterios, están todos ellos asociados con el fenómeno del secreto. Los cuentos populares, leyendas y mitos abundan en historias de secretos.

Guardar y compartir secretos son experiencias humanas únicas
Son muchos los ejemplos que podemos poner de secretos. Las acciones clandestinas, buscar un escondrijo, taparse los ojos, enmascarar una intención, ocultar una decepción, disimular una emoción, guardar un tesoro; todas estas expresiones, de una u otra manera describen el secreto. Siempre que hay por medio un secreto, parece que existe una referencia a algo escondido, a ocultar algo. Y pueden acarrear emociones, sentimientos, significados y valores muy diferentes. Tener, guardar, descubrir o confesar un secreto no nos lleva a pensar que un secreto es simplemente cualquier “cosa”. En concreto, el secreto constituye una experiencia de relación entre las personas. Podemos distinguir tres formas de vivir el secreto: el secreto existencial, el secreto comunicativo y el secreto personal.
  • Secreto existencial: me siento junto a la cama de mi hijo/a y charlamos. Comparto esos momentos únicos con la persona que quiero. Son esos momentos en los que, con más o menos frecuencia, se establece una unión que es totalmente única. Es posible que no se sienta este grado de intensidad en la intimidad con ninguna otra persona. Soy consciente de mi complicidad con el/ella. Siento que los conozco. Es algo sublime, compartir algo con alguien que sabes que no comparte con nadie mas que contigo.

Pero a veces una experiencia perturbadora puede destruir este sentimiento de conocer. De repente me recorre un estremecimiento de asombro, una extraña sensación de misterio me domina; cómo este ser humano al que conozco tan bien y del que me siento más cerca que de nadie, está sin embargo tan radicalmente separado de mí. ¿Cómo es posible que este niño, mi propio hijo, suponga para mí un secreto mayor que cualquier otra persona con la que me he encontrado? ¿como es posible que mi parezca se comporte a veces como un/a extraño/a?

Por supuesto, toda persona es, en este sentido, un secreto para nosotros. Jamás dos personas pueden estar completamente abiertas la una a la otra. Tampoco es aconsejable. Forma parte de las relaciones humanas el que al otro se le perciba, en último extremo, como un misterio, como un secreto existencial que nunca se puede revelar o desvelar totalmente.

  • Secreto comunicativo: este secreto es característico no sólo de nuestra experiencia de los niños. Muchos adultos, también, en virtud de algunos rasgos, son incapaces de comunicar todos sus pensamientos o sentimientos, incluso aunque deseen hacerlo. Lo hemos visto antes en este blog y les hemos llamado analfabetos emocionales. Tanto si nos gusta como si no, hay un límite en lo que somos capaces de compartir con los demás. La persona que conversa con nosotros y nos expresa ciertas ideas, es posible que no intente tener secretos. Y aún así sentimos que hay límites “naturales” para la comprensión interpersonal, y estos límites se pueden sentir en cierto modo como si se guardaran secretos. Si no comprendo a alguien, puedo sentir que esa persona es un secreto para mí, un secreto que me gustaría desvelar pero que en cierto modo permanece cerrado a mis poderes de interpretación.
  • Secreto personal: Existe el hecho de que a veces decidimos no compartir ciertos pensamientos con los demás. Es el caso normal de guardar secretos personales y tienen consecuencias para las relaciones personales. Éstas tienden a ser menos abierta, menos íntima, menos espontánea. Pensar en un secreto es pensar en personas a las que estamos ocultando algo. Éstos se ocultan a personas que nos importan: padres, hermano, hermana, amigo etc… La imposibilidad de guardar un secreto puede tener que ver con la ansiedad de separación de esos seres queridos. Para un niño pequeño, ocultar un secreto a su padre puede suponer: por una parte, ser consciente de lo estrechamente que está ligado a esa persona y por otra parte flexibiliza y relaja la relación. Por ejemplo una niña siente las normas paternales como irracionales y fuertemente opresivas. Su escondite de los tebeos constituye, un gesto de desafío y de independencia. Al construir este mundo secreto, la niña hace varias cosas: está cuestionando la validez de las órdenes “absolutas” de su padre, aflojando así una relación fuertemente sentida hacia él, confirma un sentimiento de identidad personal y parece estar poniendo a prueba las consecuencias de violar la prohibición paterna; por supuesto que de niño una nunca sabe si, después de todo, puede haber o no un daño inesperado por hacer lo prohibido. Para un adulto está claro que se miden las consecuencias en las relaciones personales y se teme la pérdida o el conflicto en las relaciones personales ante los llamados secretos.
  • Secreto profesional: Es aquel que se obtiene en base a una confidencia profesional bajo el juramento implicito de respetar la intimidad y que está ligado al ejecicio de una profesión : Médico, Psicólogos, Abogados...
¿Sabemos guardar un secreto?
Hay secretos agradables, secretos profundos, secretos íntimos, secretos sociales; pero hay también secretos terribles, vergonzosos, tremendos, espantosos, repugnantes. Percibimos deseos secretos, placeres secretos, temores secretos, obsesiones secretas.

Pero lo que estos secretos oscuros y patológicos tienen en común con aquellos que son agradables o más benignos, es que los secretos del pasado pueden tener sus efectos en el presente. Las buenas obras y las malas de una generación viven frecuentemente en generaciones sucesivas. Es más, una actitud con tendencia al secretismo o a la interioridad por parte de los padres no es raro que pase a sus hijos como un rasgo de carácter. La pregunta clásica, ¿somos capaces de guardar un secreto?, tiene muchas posibilidades: nos hace conscientes del hecho evidente de que muchas personas lo pasan muy mal guardando secretos; nos invita a convertirnos en confidentes, en amigos de confianza. Compartir con alguien un secreto puede implicar muchas consecuencias sutiles para la relación que tenemos con esa persona.

Pero, qué pasaría si a la pregunta contestamos: no, lo siento, lo paso fatal si tengo que guardar secretos. ¿Qué significa, estamos admitiendo que no hemos crecido lo suficiente para ser capaces de guardar un secreto?. Quizás creemos que podemos vernos moralmente comprometidos.

Yo creo y comparto este pensamiento con muchos colegas que el guardar secretos, “con un significado positivo o negativo”, es uno de los logros más importantes de los seres humanos. El secreto produce un ensanchamiento de la propia vida, ofrece la realidad de una experiencia de la vida humana mucho más compleja. Una vez que las personas son capaces de guardar secretos, comienzan a vivir en dos mundos. Y este segundo mundo influye profundamente sobre la realidad primaria, dicha influencia tiene un peso moral en las relaciones íntimas y de amistad.

Hay muchos profesionales que opinan que no poder tener secretos significa perder el control acerca de cómo los demás nos miran.

Se guardan secretos por determinados motivos. Los modernos medios de comunicación y los valores democráticos han creado un espacio público cada vez más abierto y revelador. Algunos de los poderes: empresariales, médicos, financieros, militares y religiosos siguen la pista de todo lo que hacemos y dejamos de hacer en nuestra vida personal y pública. La posibilidad de que algún otro tenga acceso a nuestros secretos nos coloca en situación de inferioridad en nuestras relaciones personales.

Además de crear realidades ocultas, además de las dimensiones morales; el secreto juega un papel en la función educativa o pedagógica del crecimiento personal de los niños y adultos. Cuando el niño aprende que los pensamientos y las ideas se pueden guardar dentro y no son accesibles a los demás, entonces se da cuenta de que hay un cierto tipo de demarcación entre su mundo: lo que es “interior” y lo que es “externo”. Es lo que se ha dado en llamar “formación de los límites del yo”.

Incapaces de guardar secretos
Son las personas incapaces de callarse a tiempo, que , además, pueden ocasionar graves perjuicios a sus confidentes, aunque, a veces, no sean conscientes de ello. ¿Impulsividad, falta de ética o tendencia a sentirse poderoso con las confidencias ajenas? Esa dificultad para guardar secretos reside una sensación muy positiva, asociada a saber disponer de una información privilegiada. Tener una información que solo uno conoce nos transforma en un ser deseable en la esfera social, y nos hace creer que al contar algo que nadie sabe, se nos considerará más importantes. Es tambien estar dando las claves de que no puedes confiar nada en quien te hace la confidencia.
De hecho, sostenemos la atención de quienes nos escuchan mientras desvelamos el secreto. Pero esa atención es efímera y débil comparada con el gran daño que podemos causar y con el sentimiento de culpa que puede sobrevenir después por haber aireado una información secreta. Sin embargo, los efectos a corto plazo priman sobre los demás. Es igual a cuando nos dicen: "No pienses en un prisma blanco". Lo primero que se nos aparece es esa imagen. Cuando tenemos una información en nuestro poder que sabemos que es especial y que no se puede sacar a la luz, la archivamos en un lugar del cerebro al que se accede con facilidad. No podemos remediar la tentación de pensar en ello y se puede acabar corriendo el velo, justamente porque se nos ha remarcado que era elemental ocultarlo.
Revelar un secreto como venganza
Dice el refrán que "la venganza es un plato que se sirve frío", pero hay algunas personas que cegadas por el odio, el rencor o el dolor, buscarán a toda costa devolver ese daño. "¿Y cuál es la mejor forma de hacerlo? Desprestigiando a alguien, llegar a contar sus secretos como modo de reparar nuestra herida, aunque todo dependerá de la personalidad que se tenga. Luego, con el tiempo la culpabilidad inunda esa revelación y llega el arrepentimiento que ya llega tarde. No es extraño ver casos de mujeres y hombres, que ante la venganza de un engaño o una infidelidad de su pareja lo desprestigian ante sus amigos o personas allegadas contando un secreto íntimo que lo ridiculiza o que hace "caer" su imagen ante los demás. También los rasgos del carácter de cada uno influyen: Un introvertido es probable que guarde los secretos, aunque esté muy dolido y molesto, porque su forma de ser se lo impone. En cambio, si es extrovertido y confiado, debería diferenciar entre sus amigos íntimos, circunstanciales y compañeros de trabajo y frenar su locuacidad, según con quien se encuentre.






sábado, 31 de mayo de 2008

En la búsqueda de la felicidad....


“He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz” (J.L. Borges). Esta es una de las frases con la que el escritor universal nos regaló para hacernos ver que hemos de aprender a amar la vida. Es como hacer un viaje a la felicidad. Es un viaje en solitario, un ecorrido por nuestro interior, porque la satisfacción vital solo podemos hallarla dentro, porque los recursos de nuestra mente, y de nuestra alma, son exclusivamente nuestros y solo nosotros podemos usarlos correctamente.

Como dice Alex Rovira en su libro "El laberinto de la felicidad" es como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa: ¿en los bienes materiales?, ¿en las personas queridas?, ¿o es sólo una utopía? En definitiva, ¿ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?.

"Tiene una gran importancia conocerse uno mismo, el placer de los sentidos, la ternura como bálsamo que todo lo cura, el sentido que damos a lo que nos sucede, nuestros miedos como obstáculos, la risa: disolvente universal de las preocupaciones, los sueños y anhelos como combustible espiritual y el banco universal del amor"".

Como el poema de Borges, este articulo de hoy es una invitación a la acción, a no quedarnos quietos para iniciar nuestra búsqueda de la felicidad.Y desde nuestros adentros, desde nuestra parte más profunda, fortalecidos/as, dispuestos/as a amar la vida, irradiar gratitud, generosidad, confianza… alegría de vivir.

Comenzamos hoy con una pelicula "Esencia de Mujer". Contiene una escena secillamente excepcional que he seleccionado para este artículo. Un momento puede una vida. Cuando Al Pacino le dice a la chica "En un momento se vive una vida" le esta dejando claro que hay momentos que valen la pena, y son de los que hemos de aprender a vivir. Pincha aqui y mira el video..


Ante cualquier situación podemos elegir cómo vivir nuestra vida, que es una sucesión de oportunidades.
Podemos convertir una experiencia concreta en un triunfo interno o pasar la vida como simple espectador.
¿Por qué, ante un mismo problema, unos se hunden y otros se crecen? ¿Por qué unos aman la vida y otros son adictos a la infelicidad? Es todo una cuestión de actitud. Protege tus sueños y no te dejes llevar por la gente que te desanima. Mira esta escena de la pelicula "En busca de la felicidad" que es toda una lección....“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera yo. Si tienes un sueño, ve a por él. La gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo, y punto".


Hemos de adquirir un compromiso con nosotros mismos: abrir nuestros sentidos, darnos permiso, inspirar profundamente cada instante, vivir nuestro presente.

Cristina es una chica de 30 años que intenta vivir como puede una dura realidad que le ha tocado experimentar. Trabaja como camarera en un restaurante, mantiene a toda su familia y hace horas extras como cuidadora de dos niños... Muchas horas, poco sueldo... Su vida afectiva trata de mantenerla al margen de sus dificultades. Tiene novio con quien comparte sus pocas horaslibres. Su cabeza esta en su familia (lejos de donde ella vive) y en llegar a fin de mes con el poco dinero que gana. Sabe que no es del todo feliz. Le faltan cosas. Y en la sucesión de oportunidades que le da la vida, aparece un "Al Pacino" que le invita un día a un baile, pero ella, fiel a si misma, no le da una oportunidad a la vida, al momento aquel que odia haber cambiado su vida. Quiere, lo esta deseando, pero algo le dice que no debe, algo le impide vivirlo. Algo le hace quedarse sentada, algo le hace no permitirse un sueño. Algo le hace seguir tal y como está. Algo le impide ser feliz. El ser humano tiende a prevenir al máximo, lo cual es muy bueno para anticipar peligros, pero para disfrutar es un obstáculo. Cristina quiere protegerse frente a las oportunidades que le brindan la vida. La actitud ante la vida la aprendemos desde niños. Si nos han hecho constructivos o nos han sobreprotegido, nos marca en la forma de manejar los problemas.

Igualmente afecta los que llamamos los psicologos los rasgos del carácter: Los/as extravertidos/as son más felices porque tienen una mayor orientación a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas. Somos dueños de nuestra actitud hoy y es ahí donde tenemos que trabajar: Tenemos que construir esa actitud que no va en nuestro comporamiento "genético"; si pone el piloto automático, el 80 por ciento de las cosas positivas que pasan las pierde; al contrario, tener la mentalidad abierta de que siempre se puede aprender de los que tenemos alrededor, de la vida y de nosotros mismos favorece a la apertura y a estar en contacto con la vida. Cristina aprendió a que podía disfrutar de cosas de su vida cotidiana que a veces no daba importancia: una conversación, una invitación, el perfume que desprede una rosa, un paseo con su perra luna ...
Cristina aprendió a darle una oportunidad a sus sueños, a salir de los horarios que le mantenían en el círculo vicioso alejado de la realización de sus sueños. Aprendió le lección y comenzó a buscarlo, no dejó que nadie le desanimara. Protegió su sueño, y a la larga, a su vida. Supo distinguir el camino de su felicidad. Sus sentidos se abrieron a ese camino.


Para que nuestros sentidos se abran, el primer paso es proponérselo. Primero hay que tomar la decisión de verdad, un compromiso conmigo porque soy yo quien quiero ser feliz.
Pero esa felicidad no es un concepto general, sino que son pequeños detalles que nos olvidamos de saborear porque vivimos deprisa, olvidando el presente, el aquí y ahora, lo único que tenemos. Lo que seas mañana es lo que construyes hoy. Y para vivirlo, el segundo paso es conocernos, hacernos una auditoría de vez en cuando y revisar mi parte emocional –cómo me siento–; la académica o laboral –¿me siento realizado?–; la social –cómo me relaciono con los demás– y la física –¿me cuido?–Conociéndome sé qué fortalezas tengo y qué debo trabajar.

La Infusión emocional
Hay una metafora que en psicología llamamos infusión emocional y habla sobre el efecto de las emociones en el cerebro. Si uno pone una bolsita de té en el agua, esta se empieza a colorear del color del té; de la misma manera, si uno pone una emoción en el cerebro, esta colorea el presente y el pasado de nuestra vida. El agua es nuestra forma de ver las cosas, de procesarlas. Se trata de un mecanismo de las emociones para que seamos más conscientes de ellas: si estamos tristes, ver las cosas tristes nos permite centrarnos en los posibles problemas; si tenemos miedo, pensar en esos términos nos ayuda a estar atentos. Igualmente podemos poner una infusión de emociones positivas en nuestra vida, uno de los grandes recursos que tenemos para disfrutar de la vida.

¿Qué hacer para ser más felices?

Emociones positivas: (ver capitulo de pensamientos positivos para ver cómo pueden generarse las emociones positivas) Se pueden generar con relativa facilidad en muchos momentos del día. Pero lo importante no es el momento de disfrute en sí, sino lo que eso genera en el organismo. Hay más flexibilidad y creatividad, lo que hace aceptar mejor la crítica y los problemas y permite que los estados de ánimo negativos se pasen mucho antes. La mayoría de la gente espera a que el estado de ánimo desaparezca porque piensa que no puede hacer nada, pero en realidad sí se puede hacer.

Relaciones interpersonales: (ver habiliddes sociales) Si no te gusta lo que recibes de tu entorno, preocúpate de lo que emites”, reza una frase. Según algunos estudios, alrededor del 75 por ciento de los problemas que tiene el ser humano nace de su forma de comunicarse con el entorno. La frecuencia de la calidad de las relaciones personales es muy importante. Hacer un poco de esfuerzo en llevarse bien con la gente es una inversión muy beneficiosa.

Creatividad: permite interpretar cosas aparentemente negativas y buscarles su ventaja. También ayuda a buscar cómo solucionar problemas y que las limitaciones que tenemos no sean barreras. Puede aplicarse en el trabajo diario: plantearse qué puedo hacer para que el trabajo sea más gratificante es una pregunta que poca gente se hace y si no te lo preguntas, es improbable que te contestes. En el ámbito laboral, como en otros muchos, hace falta ser creativo y saber que el bienestar no depende de fuera. El primer beneficiario somos nosotros y todo va a funcionar mejor si lo hacemos porque queremos.

La memoria positiva: El poder de los buenos recuerdos es extraordinario. Un ejercicio sencillo es trasladar una situación que recordamos agradable a un momento difícil, por ejemplo, antes de entrar en una reunión complicada, antes de tener que dar o recibir una mala noticia o en un examen.
El buen humor: (Ver capitulo de "¿Tomarse la vida en serio? El arte de no amargarse la vida"). Es fundamental y está muy relacionado con la actitud. La sonrisa es un buen antidoto para ser feliz. Una actitud mental positiva genera un entorno mucho más relajado.

Cuidar la salud física y emocional: Ante cualquier actividad satisfactoria, el cuerpo genera endorfinas y serotoninas. Si nosotros las generamos, el estado de ánimo será muy positivo. Los deportistas está generándolas constantemente y tiene un alto nivel de energía y optimismo. Por el contrario, en situaciones negativas, generamos cortisoles. Dañinos para la salud, provocan desánimo y tardan en eliminarse dos o tres horas del cuerpo. Ocurre, por ejemplo, tras una discusión, que estamos dándole vueltas unas horas después. Generar cortisoles se evita con endorfinas y serotoninas. ¿Cómo? Corriendo o haciendo algo que nos distraiga.

Establecer objetivos: es importante tener objetivos, aunque sea a corto plazo, para incrementar la sensación de logro, lo que revertirá en la autoestima. Y un objetivo no es ser feliz, sino plantearse ¿qué es ser feliz para mí? Definirlo. Para ello siempre es bueno hacer un balance de lo realizado, al final de un periodo determinado. (Ver el capitulo de balance del año)
Autoestima, automotivación y autocontrol: (ver capítulo de como mejorar la autoestima) Cuanto más autoconocimiento tengamos, más trabajemos la autoestima, la automotivación –capacidad de saber que tenemos recursos frente a las frustraciones– y el autocontrol –enlazado con nuestras relaciones con los demás– más controlaremos nuestra vida. Nosotros elegimos actuar de una forma u otra ante una situación, ahí radica nuestra libertad.

Es necesario tambiéb saber plantearse la necesidad de aprender a apreciar las cosas que realmente tiene valor en la vida. Relativizar las cosas desagradables y acercarnos a las pequeñas cosas que nos hacen más felices. Para ello podemos recordar el capítulo de "menos es más".

¿Como combatir los pensamientos irracionales que no ayudan a ser felices?

Necesidad de aprobación de los demás:

Irracional: Necesito que me aprueben. La idea de que existe una necesidad absoluta de cariño
y aprobación de los semejantes, familia y amigos, es una de las ideas irracionales más comunes y perjudiciales. En teoria todo el mundo entiende que es imposible ser aprobado por el resto, pero a la hora de la verdad no aceptamos que nuestro padre, novio o amigo no apruebe las acciones o decisiones que llevamos a cabo.
Racional: Me gusta que me quieran, pero no lo necesito. Lo racional es pensar que nunca nadie va a estar de acuerdo en todo con nosotros.Tendremos que aceptar que unos nos quieren y otros no, unos nos aprueban y otros no. Tenemos que ir entendiendo que aunque los demás no estén de acuerdo con nosotros y nos desaprueben no pasa nada, que no se hunde el mundo. Somos el primero de nuestra lista y eso no es ser egoísta porque si no estamos bien con nosotros mismos, no podremos dar bienestar a los que nos rodean. Si renunciamos a nosotros, lo que estaremos dando es nuestra amargura. El pensamiento racional sería “me gusta gustar, que me quieran y que me aprueben, pero no lo necesito. Solo necesito oxígeno para respirar. ¿No le gusta a mi
padre o a mi pareja una decisión? No pasa nada. Me hubiera gustado que les gustara, pero no pasa nada. Tengo que hacer lo que quiero hacer, lo que para mí es importante y sin estar mirando con lupa lo que van a pensar los demás. Si renuncio a mí mismo, el precio es muy alto, pudiendo llegar a padecer ansiedad.

Tengo que ser competente en todo lo que hago
Irracional: Para sentirme valioso tengo que ser competente en todo lo que haga Hacer bien todo es “imposible. Hemos de considerar que somos seres humanos limitados y que todo ser humano se equivoca inevitablemente. No existe la perfección. Además, si una persona no se perdona cuando se equivoca, acaba por no hacer nada porque tiene tanto miedo a la equivocación
que prefiere no hacer las cosas para no fallar. Craso error. También a veces queremos controlar lo que es ajeno a nosotros, como convencer al otro o controlar el futuro. Si estamos temiendo un futuro que ignoramos absolutamente, nos adelantamos al daño. Eso ocupará toda nuestra energía, invadirá nuestra mente, aparte de que, como seres humanos, somos muy limitados y no podemos controlar lo que está fuera de nuestro control. Es cierto que en un futuro puede pasar de todo, pero eso no es razón para estar arruinándonos la vida por algo que no sabemos si va a pasar. En realidad, prepararnos para un futuro lejos deayudarnos nos estará debilitando.
Racional: Hago mi parte, que es lo único que puedo controlar. Lo que los demás han de hacer, no puede ser responsabilidad mia. Soy responsable de lo que yop hago, no de los demás. "Yo hago mi parte, pero hay un montón de cosas ajenas a mí que no puedo controlar. Como ser humano con mis limitaciones voy a intentar hacer esto y me voy a sentir satisfecho; no pretenderé
controlar que los demás se sientan satisfechos porque no puedo, al final me estreso y no doy lo mejor de mí”. Querer controlar lo que escapa a nuestro control es como “querer mover una casa”, un esfuerzo inútil que hacemos a diario desgastándonos y fracasando. “Tampoco puedo hacer depender mi felicidad de lo que me dan los demás porque me lo pueden dar o no.Tengo que asumir el control de mi vida y la responsabilidad de mi felicidad. Es frecuente poner en os demás la felicidad de nuestra vida: "Si él o ella hace esto o aquello, yo seré feliz". Es un error clave. La felicidad depende de lo que cada uno haga.

No puedo con la injusticia, me hace infeliz
Irracional: No soportar la injusticia es como decir no soporto el cielo, cuando lo tienes todo el día encima de ti. Todos entendemos teóricamente que en el mundo hay injusticias, pero cuando te toca una suegra, un marido o un jefe injusto piensas irracionalmente "como mi padre es injusto, me tengo que amargar la vida". La irracionalidad está en justificar mi sufrimiento por la injusticia del otro. Así no levantarás cabeza y serás como una hoja movida por el viento, siendo lo más vulnerable del mundo.
Racional: Las injusticias no me hunden Para ahuyentar este pensamiento tenemos que asumir que a lo largo de la vida nos vamos a encontrar con gente injusta. “Voy a intentar pensar a partir de ahora que si el otro es injusto es su problema y tendrá que resolverlo él, aunque yo pueda ayudar a ver las cosas o a que se solucionen. Yo se lo puedo decir para ayudarle, pero nada más. No puedo arruinarme la vida. Al final justificamos nuestra amargura por ellos y, una vez más,
estamos queriendo cambiar algo que está fuera de nuestro control.
Pensar que las cosas y las personas tienen que ser como a mí me gustaría. Podría definirse como el síndrome del niño mimado, en el que cualquier inconveniente, problema o fallo que aparezca en el camino me hará pensar “¿por qué me pasa a mí?”, lo que provoca irritación y estrés. Pensamos entonces que "La miseria humana está causada por factores externos. En consecuencia pensaremos que para lograr la felicidad o evitar la tristeza habrá que controlar los acontecimientos externos" algo muy dificil, por no decir imposible. Dado que ese control es limitado, el resultado es la insatisfacción. Atribuir la falta de felicidad a los acontecimientos es una forma de evitar enfrentarse a la realidad. Las propias interpretaciones de los hechos son las que causan la infelicidad.

Cuando una situación me parece que puede ser amenazante estoy dándole vueltas continuamente. Muchas personas tienden a enumerar los escenarios de una posible catástrofe.
Si reserváramos las respuestas de miedo a los peligros reales, disfrutaríamos de lo incierto como una experiencia nueva y excitante. Es más fácil evitar los problemas y responsabilidades de la vida que hacerles frente. Esto nos hace eludir las responsabilidades y buscar cómo justificarnos: “Debería decirle que ya no me interesa, pero estoy cansado... Un grifo que gotea no hace daño...”.

El pasado determina el presente. Solo porque una vez algo haya afectado de forma importante no significa que se deba continuar con las conductas que se desarrollaron esa primera vez.
Los modelos de conducta son decisiones tomadas tantas veces que se han hecho casi automáticas.
Hay que averiguar cuáles son y empezar a cambiarlas y aprender de las experiencias pasadas, pero no permanecer atados a ellas indefinidamente. podemos cambiar las cosas, no permenecer atadas a ellas como si fueran eternas.

La felicidad no se aumenta con la inactividad, la pasividad y el ocio indefinido. Existen más formas de felicidad que la relajación absoluta. La felicidad llega en grandes dosis cuando estamos inmersos en actividades dirigidas a la creatividad o cuando nos damos a los demás.

Haznos llegar tus comentarios y tus experiencias para ser más feliz. Ayudarán a los demás. Mucha gente como tú comparte sus experiencias.

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