martes, 27 de febrero de 2007

Evolución de la Pareja (IV y final): La ruptura....y su superación

Acabamos la serie que iniciamos de la pareja, de su evolución, de los modelos de pareja, de sus etapas, de los celos, del papel de la pasión, del enamoramiento, de los hijos....y ahora finalizamos esta serie tan comentada por muchos y muchas de vosotros sobre la pareja. Lo hacemos con un aspecto que muchas veces se torna en el más doloroso para la pareja: LA RUPTURA.
El 45% de las parejas termina en divorcio, y de ellas, una de cada tres lo hace en el período vacacional, donde se produce una convivencia intensiva.
El dolor emocional por la pérdida (sobre todo en uno de los cónyuges) se mezcla con muchos factores que vamos a tratar de analizar para ayudar a superarlos.
Generalmente, las rupturas de pareja conllevan una serie de características muy concretas que se pueden asemejar a la pérdida de un ser querido. Los sentimientos y emociones van a ser muy parecidos, al igual que las circunstancias que la rodearán. Muchas personas han vivido esta pérdida y saben el dolor que esto significa.
El grado de intensidad con el que se vive una ruptura va a depender del apego y de las circunstancias que la ocasionan. Probablemente, no se vivirá igual una ruptura inesperada, una de mutuo acuerdo o una prevista desde hace tiempo.Las personas implicadas en todas ellas se encontrarán en distintos momentos del duelo que deberán realizar para superar la pérdida.

FASES EN LA RUPTURA: Aprender a identificar el momento de nuestra ruptura para superarla

Primera fase: La pérdida
Una vez llevado a cabo la ruptura aparece el duelo por la pérdida de un ser querido. Cada persona lo valorará de diferente manera: unos rehacen su vida enseguida y otros mantienen un duelo durante meses, incluso años, sin llegar a solucionar el problema.
En los primeros momentos de la ruptura se vivirá en gran medida toda la parte emocional: llanto, pena, preocupación, preguntas sobre el porqué de la situación, rememoración de momentos pasados, culpabilidades, etc. Es una fase de rebeldía y de lucha por superar la situación, intentando rehacerla, generando rencor hacia la otra persona, imágenes de situaciones desagradables vividas...etc. Es una fase en la que se necesita hablar con los apoyos de cada uno, con la gente que a una/o la quiere, que necesita exteriorizar esa pérdida..., vivir la pena...exteriorizarla, saber que todo pasa y que el tiempo todo lo curará. es necesario tener paciencia y no negar los sentimientos de esta fase , para poder cerrar la herida que ahora está abierta y que no se cierre en falso. Si es necesario obtener la ayuda de un profesional de la psicología porque cuesta superar el momento, no se retraiga, hagaló y se sentirá mejor. Hay muy buenos especialistas que le podrán ayudar a superar esta delicada fase.
Aquellas parejas que no sean capaces de resolver sus problemas, que no duden en buscar ayuda. El porcentaje de éxito en las terapias de pareja de orientación cognitivo-conductual es alrededor del 75%. No siempre es posible solucionar los conflictos una vez que se ha entrado en un círculo vicioso negativo sin el adecuado asesoramiento y entrenamiento en determinadas habilidades de las que la pareja puede carecer. Aunque hay profesionales que venden su quehacer sin experiencia ni preparación adecuada (a pesar de que hagan psicología clínica no tienen porque ser especialistas en pareja) distingalos de aquellos que si que son especialistas acreditados con trabajos e investigaciones en terapia de pareja.
Ataques de culpabilidad
Las emociones más fáciles y comunes de sentir en esta situación son los ataques de culpabilidad o responsabilidad ante lo sucedido. Es muy común pasar noches enteras pensando qué es lo que hemos hecho mal, porqué nos salió mal, porqué hemos fracasado. Echarnos la culpa de lo sucedido no soluciona tu situación, así es que deja de hacerlo, sentirse culpable no sirve para nada, incluso cuando lo seamos. La culpabilidad es un sentimiento que paraliza a la persona y que no la deja evolucionar en su duelo y pasar página.Intenta centrarte en tus nuevos objetivos e ideales y deja de lado remordimientos y culpabilidades, será la única forma de estar bien contigo misma. Ten en cuenta que una pareja se rompe porque los dos se han equivocado en algo. A veces el rol de victima nos hace creer que es el otro el que nos abandona y el que se equivoca, así seguiremos llorando porque él no cambia eternamente. Echar la culpa a los demás tampoco nos ayudará. Tu función ahora es aceptar tu nueva situación y vivir con ella todo lo feliz que puedas.
Segunda fase: La más delicada para abordar el futuro
Una vez superada esta primera fase, la persona empieza a aceptar lo sucedido y, poco a poco, se va acondicionando a su nueva situación. La aceptación de la realidad se irá abriendo paso poco a poco (aunque a veces se vuelva temporalmente a la etapa anterior).
En esta fase de superación de la ruptura, aparecen muchos sentimientos conflictivos y contradictorios y es difícil decantarse por una actitud coherente.A veces nos apetece volver con la pareja y le echamos de menos y otras veces nos da rabia que nos trate mal o nos haya echo lo que sea. Aquí entrarán en escena nuevas preocupaciones, como las pérdidas económicas, materiales, de propiedades, etc.. Entrarán en escena la situación de la custodia de los/as hijos/as. Muchas parejas acaban haciendo de éste tema el conflicto clave posterior a su separación utilizando a los hijos en sus enfrentamientos. Aconsejados por "profesionales de la desesperanza" (que hacen del divorcio y del litigio su principal labor profesional) se embarcan en una batalla legal que genera también multitud de daños, en primer lugar, a los hijos/as y posteriormente a la pareja rota que va destruyendo puentes que serán muy dificiles de reconstruir. Por eso nuestro consejo es que huyan de estos profesionales que se aprovechan del mal momento de ambos para poner tierra y muros entre ambos en un momento que se necesita muchas dosis de diálogo y comprensión. Debemos confiar en un profesional que facilite el acuerdo y la mediación. Los servicios de mediación existentes ayudarán, sin duda, a mejorar estas situaciones asesorados por psicólogos/as, trabajadores/as sociales, y abogados/as especialistas en mediación. Busque estos profesionales si su situación es complicada en cuanto a un posible acuerdo. Saber distinguir a los profesionales que intentan sacar partido a una dolorosa situación de los que promueven un acuerdo y una solución satisfactoria para ambos (teniendo en cuenta las pérdidas es algo fundamental) . Por otro lado, toda la parte social que a menudo rodea a las parejas. Los dos miembros verán reducido su círculo de amistades, ya que gran parte de éste resultaba ideal para una pareja, pero no para una persona sola. Es la fase que algunos han dado en llamar la fase del "Reparto del desamor". La familia y los amigos son esta fase dos puntos de apoyo muy importantes. Aqui aparecen situaciones rocambolescas como amigos/as que toman partido sin pedirselo por uno de los conyuges, dejando al otro como "castigado" sin mantener relación con él o alejado de sus afectos. parece si como se comportaran como aficionados de un partido de futbol que toman partido por un equipo, aunque nadie se lo haya pedido y sepan que esto puede dilapidar muchas posibilidades futuras de comunicación de los ya exconyuges, como mediadores en situaciones de tensión. La gente que actúa así demuestra la falsedad sobre la que basaban sus relaciones, al no saber estar en su sitio en un momento muy delicado para los dos. A veces la mezquindad en esa actitud provoca mayor irritación y dificultades. Una postura equidistante de las posturas encontradas de los cónyuges ayudará enormemente en el futuro, para la reconstrucción de muchos aspectos que luego se tornarán necesarios ( hijos, trabajo, etc.) Sucede en muchas ocasiones en las dos partes.
La copmunicación de la ruptura y de los acuerdos que la pareja ha tomado para abordarlos debería hacerse de forma conjunta ante las personas queridas, sin buscar un culpable, sin resentimientos y con la franqueza que cada caso requiere. A los hijos es fundamental comunicarlo de forma conjunta y serena, haciendoles ver que minimizamos los riesgos de pérdidas en una situación dificil para todos. La filosofía debería ser la de minimizar los daños de la separación.

Tarde o temprano llega el divorcio legal y hay que firmar los papeles, es el momento de enfrentarse a una situación que en muchos casos se ha dejado aparcada y sin solución. Aparecerán muchas dudas al respecto y se sufrirá un duelo por la pérdida de esa relación o de esa pareja. Hasta que no se elabora este duelo no se superará la ruptura al 100 %. A pesar de que muchas parejas rehacen sus vidas en el tiempo en el que esperan el divorcio legal, el momento de la firma de papeles remueve muchas experiencias y recuerdos y resultará duro para ambas partes, más aún si es un divorcio sin acuerdo y uno de los miembros no desea la separación. Será el sufridor y ejercerá el papel de victima lo cual le aportará una negatividad y una actitud poco resolutiva a la hora de encauzar su nueva vida.
Hay personas que deciden volver a intentarlo a pesar de los pesares porque creen que les compensa y que realmente su vida es mucho más satisfactoria con su pareja. Puede que en los momentos malos, seamos tan extremistas que no seamos capaces de valorar los puntos buenos de nuestra relación y nos dejemos llevar por el negativismo, todo es malo y no vemos más allá. Cuando lo hemos perdido y lo vemos desde fuera , a veces nos damos cuenta de que no era tan malo, y de que esas cosas que nos resultaban insoportables o esos cambios que nos demandaban pueden ser viables y no nos suponen tanto costo. Sobre todo si tenemos una tendencia ansiosa y obsesiva, podemos caer en el error de centralizarnos en una idea negativa y a partir de ella exagerar una situación con la consiguiente ruptura de la relación.
Una vez superada la fase de duelo, estas preparada para decidir si tu meta es conseguir volver con tu pareja o seguir adelante sola. Si decides lo primero , tendrás que prepararte en algunos aspectos que probablemente se hayan visto mermados debido a la separación traumática que viviste. Necesitarás un tiempo de preparación antes de enfrentarte a tu pareja y proponerle un cambio.
  • En primer lugar, deberás reforzar la seguridad en ti misma/o, recuerda que puede que hayas sido tú el/la responsable de la ruptura, o la que te ha tocado asumir ese rol, con lo cual, los acercamientos hacia tu pareja estarán llenos de recriminaciones, acusaciones, críticas, etc. ¿Y estás preparada emocionalmente para ello? ¿Podrás defender tus intereses sin entrar en ese juego de victimismo y acusación? Emocionalmente tienes que estar muy fuerte, para poder transmitirlo a la otra persona y que confíe en ti. Si tú decidiste romper, el otro no creerá en tu nueva decisión, te acusará de “veleta” y su primer impulso será la negación. Necesitas estar preparada para ello, no puedes sufrir un bajón emocional cada vez que tengas un contacto con él. La fórmula será tener preparados algunos truquillos para cuando vayáis a veros:
  • Repite tu punto de vista una y otra vez.
  • Explícale tu propósito desde un principio pero solo una vez .
  • No te justifiques todo el tiempo, darás muestras de debilidad.
  • Defiende tu postura y ante los ataques elude la conversación, salte por la tangente , habla de otra cosa no le dés juego.
  • Préstale atención y cariño cuando te trate bien y habléis cordialmente, no lo hagas si te ataca.
  • Exprésale tus sentimientos en positivo y asume tus errores, se sentirá reconfortado/a.


¿Tienes miedo a estar sola/o? Otros de los puntos que debes tener en cuenta son tus necesidades . Tendrás que valorar cual es el motivo que te hace querer volver puede que la necesidad de protección o de cariño te lleve a hacer algo que realmente no tiene razón de ser. ¿Tienes miedo a estar sola/o? ¿Quieres cubrir un vacío? Si esto es así, recuerda todo lo malo de la relación y comprueba si te merece la pena intentarlo de nuevo solo por miedo. El miedo se supera y podrás aprender a vivir sola. Tu pareja necesitará un tiempo prudencial para que comience a reaccionar. En ese tiempo serás víctima de acusaciones , negativas, momentos buenos y malos. Si estás centrada en tu objetivo global podrás sobrellevarlo mejor.
  • Dale tiempo: No te focalices en la conversación de ayer que fue tan traumática y acusatoria y valora el progreso que estás realizando en su conjunto. Si te centras en los pequeños detalles tendrás momentos de euforia y de abatimiento. Céntrate en lo general y te mantendrás en un término medio. Tendrás que darle tiempo para que reaccione y es importante que te pongas en su lugar. Está muy bien defender tus intereses por encima de todo, pero el otro también necesita ser escuchado y valorado, también quiere cubrir sus intereses. Ten en cuenta que tú tomas la decisión de volver por ti misma/o y que el otro se encuentra con una decisión que no procede de él. Ponte en su lugar y dale tiempo, no le presiones. Las prisas son malas para todo. Si eres paciente podrás conseguir ser amiga de tu expareja; por supuesto no en los primeros días, cuando estáis más dolidos, pero sí más adelante. Cuando lo hayas conseguido esa amistad puede ser el trampolín para establecer una buena comunicación , hablar de vuestras cosas y poco a poco volver a involucraros el uno con el otro. Sabes que el resultado no depende solo de ti, así es que necesitarás un tiempo prudencial para cambiar de objetivo si fuera necesario. Si no lo consigues, cambia de rumbo. Puede ser que tu pareja no tenga tantas ganas de volver contigo, puede ser que su miedo no le deje estar bien a pesar de que os queráis; a veces el amor no es suficiente, puede ser que exista otra persona, etc... No luches contra viento y marea porque acabarás destrozada emocionalmente y enganchada a una dependencia que no te ayudará a progresar, empieza a reforzar tus puntos fuertes y tu autoestima para poder proponerte un cambio de rumbo. No puedes estar eternamente enganchada/o a una persona y a una situación complicada. Date un periodo de tiempo prudencial y si no consigues logros poco a poco tal vez estés equivocada/o y no haya posibilidad de marcha atrás. Es el momento de cambiar el rumbo y mirar para otro sitio. No siempre lo que tu quieres es viable y hay que aceptarlo y seguir viviendo. Otras opciones de vida también pueden ser válidas y gratificantes , no te cierres a nada y sé flexible.
Tercera fase: Emprender una nueva etapa. Ahora llega el momento de la reorganización, en el camino de la recuperación: es la fase del duelo, en la que la persona ya ha aceptado su nueva situación y necesita reorganizar toda su vida para poder seguir adelante.Aparecerán muchos cambios de actividades, de gastos, de tiempo libre, de amistades. Será un trabajo lento pero seguro y que aportará nuevas ilusiones y objetivos. Se puede comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, de cuánto disponemos y qué nos podemos permitir...
CONSEJOS A SEGUIR:
1.-Buscar apoyos externos
Es también el momento de retomar antigüas amistades sin miedo a ser criticados por "interesados”. Muchos de ellos nos agradecerán el nuevo contacto y nos apoyarán. No estará de más pedir perdón si procede.La familia será un punto de apoyo. No te aisles y acude a fiestas y compromisos familiares. Haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte (así, sólo facilitaras las críticas de los demás). Dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quién merece la pena y quién no. No te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti. No dejes que los comentarios te destrozen. Habla con la persona sin vehemencia, con tranquilidad y acalara con ella lo que creas que debes aclarar. Afronta los temas con honestidad, pero no te obsesiones por los dimes y diretes de gente que no merece la pena.


2.-No te hagas la víctimaEs muy fácil, en esta situación, intentar ir de víctima, ya que te sientes solo/a y el centro de todas las miradas. Crees que serás criticado y, probablemente, sea así para muchos, pero hacerte la víctima no solucionará tu problema. Al contrario, lo más probable es que se vuelva en tu contra cuando menos te lo esperes, pues los demás se cansarán de escucharte y de andar a tu alrededor. Lo que en un primer momento hacen para ayudarte, después será algo obligado y te lo reprocharán. Cuanto antes cambies de actitud, mucho mejor. Busca soluciones y sé concluyente: te sentirás mejor contigo mismo y no necesitarás el apoyo de otros.
3.- Cambio de rol
En toda esta dinámica será importante, desde el principio, que aprendas a cambiar el rol con el que has convivido durante el tiempo que has tenido pareja. Todos asumimos en nuestras vidas una serie de roles que desempeñamos y que nos hacen interactuar con el mundo. Sin embargo, estos roles no siempre son permanentes y, a menudo, tenemos que aprender a cambiarlos.Por ejemplo:
· “En un momento, puedo desempeñar el rol de profesor y al mes siguiente, cuando soy despedido, tendré que asumir un nuevo rol, el de obrero, por ejemplo, ya que me han contratado en una fábrica.”
· “Otro rol será el de hijo, aunque éste será inamovible a lo largo de toda la vida porque siempre seré el hijo de…”
Cuando nos enfrentamos a una ruptura, hay que cambiar el rol de esposo/a o novio/a por el de soltero, separado, etc. Si no lo hacemos desde un principio, nos resultará muy complicado reiniciar actividades nuevas que tengan que ver con nuestro nuevo rol. Recuerda que el inicio de dichas nuevas actividades es el camino para la recuperación, y que si no aceptas tu nueva situación, estarás anclado en el pasado y no podrás superar la ruptura. Esto es normal que te ocurra al principio, pero pasado un tiempo, tienes que cambiar de fase y reorganizarte de nuevo. Pierde el miedo, ya lo has hecho otras veces y fuiste capaz: ¿por qué ahora no vas a poder? Ten confianza en ti mismo/a. Una ruptura también es una nueva oportunidad para crecer y conocer cosas nuevas de ti mismo que casi seguro desconocias. te servirá también para comportarte sin ataduras, sin inhibiciones y a avces cuando la relación anterior ha sido muy cerrada para abrirte a otras posibilidades, no sólo de pareja, sino también para tu crecimiento personal.
4.- Iniciar nuevas relacionesUna vez que concluimos la fase de duelo, estaremos preparados para iniciar una vida nueva con todo lo que ello conlleva. ten en cuenta que no es aconsejable enganchar una relación con otra. La llamada relación "liana" (aquella que una persona se engancha de una relación en otra) peuede estar fomentando la dependencia siempre de otra persona para poder superar una determinada situación. Necesitas tu espacio de soledad y de independencia. desde este momento cabe la posibilidad de conocer a alguien nuevo que pueda ser una futura pareja. Aparecerán muchos miedos e inseguridades, son normales. Ten en cuenta que has vivido la experiencia una vez (o más veces, según el caso) y que en cada ocasión ha sido diferente porque las personas que interactuaban eran distintas. Esto es lo que te ayudará a convencerte: por muchas rupturas que hayas podido tener, ninguna ha sido igual, con lo que no sabes cómo va a funcionar esta posible nueva relación. Ve despacio y con prudencia, sin prisas. Acércate poco a poco y ve conociendo a la persona, no te dejes intimidar y ve a tu ritmo. Las aproximaciones cortas y tranquilas te ayudarán a controlar tu miedo y a hacerte a la idea de esta nueva situación. Comprueba en cada cita que todo lo que tú esperabas en negativo no ha ocurrido.Casi nunca ocurre porque eso que esperamos es fruto de nuestro miedo y, generalmente, suele estar muy exagerado, con lo que rara vez suele acontecer.
Lo mejor que puedes hacer antes de embarcarte en una nueva relación es afianzar tu autoestima y la confianza en ti misma/o.Valora tus puntos débiles y los errores cometidos anteriormente y ocúpate de trabajarlos para no volverlo a repetir. Así estarás preparada para iniciar una nueva relación desde cero y con positivismo. No dejes que tus emociones queden ancladas en el pasado y evita frases como “es lo mejor que he tenido”, “que haré ahora sin él/ella” “sola/o no saldré adelante”. Todas son frases negativas y denotan la dependencia que tenías de tu pareja. Pero ¿quien te dice a ti que no hay alguien mejor por ahí esperándote?, ¿ o que sola/o no estarás mejor, más liberada/o?
5.-Nueva pareja
Si ya tenías una nueva pareja, es el momento de plantearos nuevos objetivos en común, ya eres libre para hacer lo que te apetezca, date permiso para disfrutar y no dejes que los fantasmas del pasado te estropeen esta nueva oportunidad. Como hemos dicho antes, podemos comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba, iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva, viajar, disfrutar, en una palabra de la nueva situación. También es el momento de retomar antiguas amistades sin miedo. La familia será un punto de apoyo , no te aísles y acude a fiestas y compromisos familiares, haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte, facilitaras así las críticas de los demás; dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quien merece la pena y quien no, no te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti.
6.- Reglas de oro para evitar conflictos en la convivencia:
Muchas parejas buscan en las vacaciones y en los ratos y espacios esporádicos y circustanciales la salida a su crisis y hemos de tener en cuanta que en la maleta también viajan los problemas que creemos aparcados. Por ello hemos de tyener en cuenta las siguientes reglas:
1. Ajustar vuestras expectativas a la realidad tratando de no idealizar el período vacacional, ni otras actividades y no al revés. Para ello debéis revisar las creencias sobre “una situación perfecta o unas vacaciones perfectas”, y criticarlas si es preciso.
2. Planificar de antemano los espacios y actividades comunes, tratando de llegar a acuerdos sobre la realización de actividades que sean gratificantes para ambos. El sacrificarse por el otro no funciona. Hacer “contratos” en los que cada miembro de la pareja sea capaz de buscar la satisfacción del otro sin renunciar a sus necesidades. Se trata de ser hábiles a la hora de negociar, buscando que no haya un vencedor y un perdedor, respetando las preferencias de cada uno.
3. Incluir a los hijos en la planificación de las actividades a realizar, teniendo en cuenta sus preferencias y necesidades, y haciéndoles partícipes de los acuerdos, si tienen edad de participar.
4. Cultivar un clima de tolerancia y comprensión. Para ello es necesario una dosis de flexibilidad. Si te comportas de forma desagradable, aumentará la motivación de tu pareja para comportarse de idéntica forma. Busca tener detalles con él, te lo agradecerá.
5. Buscar momentos para realizar actividades en solitario. No es necesario hacerlo todo juntos, lo importante es la calidad del tiempo compartido y no la cantidad.
6. Realizar un reparto de las tareas que se puedan dar en el tiempo libre (domésticas, cuidado de los hijos, etc.), tratando de buscar un equilibrio.
7. Aprovechar el espacio de estar juntos y las vacaciones para mejorar la comunicación. Recuerda los pilares básicos de la comunicación.
8. Utilizar el sentido del humor, la capacidad para desdramatizar es muy importante en la pareja. Facilita situaciones para reír juntos.
9. Interpretar los conflictos vacacionales o de otro tipo como una oportunidad para aprender.
10. Sobre todo, al final de las vacaciones hay que recordar los momentos agradables por encima de los problemáticos.

7.-Reglas básicas de la comunicación:
*Aprende a controlar tres elementos cuando hables con tu pareja: qué vas a decir, por qué vas a decirlo y cómo vas a decirlo; tratando de que los tres sean coherentes entre sí.
*No hables del pasado para recalcar aspectos negativos del otro. No entres en la espiral de reproches.
*Sé específico/a cuando hagas una petición a tu pareja, no utilices términos como “eres un egoísta” sustitúyelo por “me gustaría que te ocuparas más de los niños”. hay que hacer peticiones de cambio concreto de conducta del otro haciendole ver lo que él también ganará con ello.
  • Procura escuchar sin interrumpir. Conviene recordar que la naturaleza nos ha dotado de dos oidos y una boca: para escuchar más.

  • No emitas juicios de valor. Comprende al otro/a en vez de juzgar.

  • Sé flexible y tolerante con el otro. Olvida tu rigidez.

  • Reconoce cuándo te equivocas y pide disculpas. Eso facilitará la comunicación.

  • Vigila el lenguaje no verbal: gestos, tono de voz, postura, mirada.

    CINCO ACTITUDES QUE AYUDAN A SUPERAR UNA RUPTURA
  • 1. Piense en positivo La etapa que acaba de finalizar ha sido mala, pero no la vida al completo. Cuando la monotonía se rompe, puede ser un buen momento para emprender una serie de proyectos que siempre había deseado hacer. Estos no tienen por qué ser grandes cambios, al menos al principio. En un primer momento, pequeñas modificaciones cotidianas pueden ayudarle a coger gusto por su nueva vida.

  • 2. Renuévese Cambie de look y renueve todo aquello de su casa que le pueda traer malos recuerdos o vibraciones negativas. De lo contrario, pueden hacer que usted no pueda llegar alcanzar el estado mental necesario para dar un giro a su vida. Pero nunca debe intentar olvidar toda su relación anterior, la clave está en superar, no en olvidar. Tampoco es bueno idealizar la relación y conservar cada detalle u objeto que recuerde a la persona amada como reliquia. Córtese el pelo, vaya como siempre quiso ir y nunca lo hizo, pero no sea artificial. Intente verse de nuevo guapo/a o atractivo/a pero sin llegar a ser algo que no se es. No adopte un estilo adolescente para intentar disimular sus canas. La edad que tiene no se debe ocultar ya que el atractivo de una persona no está en su edad sino en su condición. Y sobre todo sepa que el cambio que ha dado es, en primer y último lugar, para usted y no para el sexo opuesto.

  • 3. Busque apoyos Busque ayuda. No trate de pasar el mal trago en soledad. Aunque tampoco es bueno depender de nadie, lo cierto es que para afrontar tanto cambio, es bueno aferrase a personas queridas. Conviene que busque a los amigos y amigas que ya tenía, cuidar sus relaciones y buscar nuevos apoyos. Si lo esta pasando muy mal anímicamente, busque ayuda profesional médica o psicológica. La comida de su madre, el apoyo de sus hermanos, o un café con una amiga pueden ser la solución.

  • 4. Manténgase activo/a Manténgase activo/a tanto físicamente, hacer ejercicio regularmente mejorará su estado anímico y social y siga saliendo con amigos y con la familia. No olvide al ámbito intelectual: mantener su trabajo, involucrarse en proyectos, leer sobre temas que le interesen. Apuntarse a una ONG o a una asociación lúdica de separados o divorciados puede ser una nueva manera de establecer relaciones, sentirse útil y estar activo.
  • 5. Dé tiempo al tiempo Deje pasar el tiempo: el proceso de duelo por una separación tarde entre 6 y 18 meses, no pretenda que su caso sea distinto. No haga cambios muy importantes en su vida de modo repentino. Todos deben ser pequeños pasos. Haga cosas que le resulten placenteras. Escriba una lista de cosas que le gustan y procure hacerlas regularmente.
Todos estos consejos esperamos que le ayude a superar su situación, le sirva para aconsejar a algún amigo/a, le haga ver que todo puede superarse y le ponga en manos de un buen profesional -si es que es necesario-. Le animamos a que nos cuente su caso, que nos envier sus comentarios y que comparta su experiencia de ruptura con nosotros. Le ayudará a más personas y a usted mismo/a compartir sus experiencias.

martes, 6 de febrero de 2007

La Pareja (III) LOS HIJOS Y LA PAREJA



La decisión de tener un hijo
Tener un hijo es la decisión más importante que puede tomar una pareja. Esta decisión puede quedar supeditada para algunas parejas a una serie de factores que les pueden hacer dudar, como es una situación laboral inestable, unas expectativas económicas determinadas o el temor al cambio de vida.Las parejas deben saber cuál es el momento adecuado para tener ese hijo y estar preparadas para los cambios que producirá en sus vidas. Deben hacerse a la idea de que ser padres significa ser los responsables de una nueva vida, que precisa tanto de cuidados físicos como educación, protección, etc. Y que para ello es necesario dedicarle tiempo y paciencia.

Durante el embarazo: La mujer experimenta cambios tanto físicos como emocionales durante el embarazo. El cansancio, la preocupación por la salud del futuro bebé, el temor al parto y el hecho de perder la libertad hacen que se encuentre especialmente sensible y con continuos cambios de humor. Todo ello hace que sea habitual que en este periodo se produzcan tensiones en la pareja que tiene que adaptarse a una nueva situación.El embarazo hace que la pareja modifique determinadas conductas. Conforme avanza el embarazo el cansancio es más acusado en la mujer, por lo que la pareja se verá limitada en cuanto viajes, vida social etc. Las relaciones sexuales también se verán afectadas en la última etapa del embarazo y será necesario adaptarse a los cambios que sufre el cuerpo de la mujer.Por encima de estos cambios, las parejas generalmente lo viven con ilusión y felicidad y en la mayoría de los casos une aún más a la pareja. Ambos comienzan una experiencia nueva, la de ser padres y en torno a ello infinidad de interrogantes, ¿seremos buenos padres?, ¿podremos darle todo lo que necesita?, etc. Todos ellos se irán despejando con el paso del tiempo.


La llegada......Cuando llega un bebé a la pareja todo se transforma. Antes la pareja, a medida que va madurando, pasando a una relación amorosa-amistosa, comienza la búsqueda de un bebé que sea el fruto de la relación. Igualmente las parejas que ya lo tienen buscan también consolidar su unidad familiar con más miembros. Cada uno se vive de forma distinta. Tampoco olvidamos aquellas parejas que por "accidente" han de afrontar una maternidad/paternidad "inesperada".


Ahora vemos 5 cosas más de la pareja y los hijos/as....: 1.El tema central de las conversaciones y de las actividades de la pareja....


2.El equilibrio entre los cuidados y el cultivo del amor y el sexo
3.Cuidemos las relaciones de pareja
4.A modo de ejemplos cotidianos
5.Planifiquemos la nueva situación de la pareja

Una vez llegado, el bebé pasa a constituirse en tema central tanto de las conversaciones de la pareja, de las de familias de cada miembro de la pareja, e incluso del círculo de amistades. Tener hijos (especialmente, el primero) es uno de los acontecimientos más señalados de nuestras vidas, pero no todo es color de rosa.

El bebé también juega un papel de intruso, en un hogar que antes giraba en torno a dos personas que se dedicaban todas las atenciones, que mantenían un protocolo de actuación que comenzaba en una y terminaba en la otra. De esto, de las consecuencias menos agradables de la llegada de los hijos, apenas se habla, es un tema casi tabú (uno de tantos), ya que podría ser entendido por los demás como una falta de aprecio al niño, un egoísmo poco decoroso o una insuficiente asunción del papel de padres. Pero, a pesar de todo, merece la pena hablar sobre ello.

Planificamos minuciosamente lo que necesitará el niño, los recursos económicos y de otro tipo (tiempo, espacio en el hogar, educación) que requerirá, pero no calculamos cuestiones que, antes o después, pueden afectar al equilibrio de nuestra relación de pareja. Saldremos menos con nuestros amigos a cenar, el cine pasará de ser semanal o quincenal a muy esporádico, los momentos románticos se verán reducidos. Y la comunicación personal, las confidencias, las aficiones de cada uno, cederán el paso ante las "apremiantes" necesidades del niño. Y, si no tomamos medidas, acabaremos siendo unos excelentes padres pero unos pésimos amantes. Nuestra relación de pareja comienza a resentirse. Es el principio de las desavenecias y sobre todo el principio del fin de la pasión amorosa. En este momento situan muchas parejas los inicios de sus problemas como pareja.
Remedios
Hemos de buscar tiempo para el hombre y mujer a quien hemos unido nuestras vidas.
Todo cambia con los niños. El hogar, antes territorio de intimidad de la pareja, pasa a ser compartido por una tercera persona.
La cotidianeidad de la pareja se ve afectada. Es frecuente que la madre deje temporalmente su trabajo o reduzca su jornada laboral. Incluso, si contrata a un(a) profesional para que cuide del bebé, normalmente la madre habrá de afrontar el trabajo remunerado y el cuidado del vástago. La estructuración de los tiempos varía. Y la percepción del hombre por la mujer, también. Se pasa de marido a padre y de mujer a madre.

Es importante trabajar con nuestra pareja el compartir las tareas de los cuidados. Es importante compartir todas las responsabilidades y las tareas del hogar, la corresponsabilidad de la pareja. El empeño en compartir no debe ser una tarea o reivindicación de la mujer, sino un compromiso de ambos. Pero en este caso (si cabe aún más) es clave no abdicar en la mujer el cuidado del bebé.
Por otro lado, los cambios horarios y los desvelos nocturnos los marcan las necesidades del recién llegado, con lo cual nuestras costumbres y deseos, tanto personales como de pareja, pasan a segundo lugar. Si antes hablábamos del tiempo, de cosas cotidianas, de amor, de aficiones compartidas o de las preocupaciones del trabajo, ahora, las conversaciones giran en torno al hijo: cómo está, qué ha hecho hoy: si duerme, si come, si sonríe, si abre los ojos, si dice algo.
Cuidemos la relación de pareja.
Y no sólo la vida cotidiana y los diálogos de pareja se pueden deteriorar. Quizá lo que más dañado se vea con la irrupción (y consolidación) de la figura del hijo, es la vida afectiva y los juegos sexuales de los padres, imprescindibles para que todo funcione bien y vivamos a gusto.
Nos debemos a nosotros mismos, al margen de ser buenos padres, el intento de vivir con ilusión, de ser felices en nuestra vida de pareja. Hay tiempo para todo. Incluso con hijos, tenemos bien cerca a una persona (aunque a veces no lo parezca, con su propio mundo interior y unas expectativas personales muy íntimas que desea satisfacer) a la que hemos de conquistar cada día, a la que tenemos que demostrar que merece la pena el proyecto en que se ha embarcado con nosotros. A medida que nosotros seamos más felices afectiva y sexualmente con nuestra pareja haremos más felices a nuestros hijos/as porque irradiaremos esa felicidad.
Los cambios y reajustes de nuestra vida favorecen al niño, no en vano se han realizado en función de él.

SITUACIONES QUE SON FRECUENTES A MODO DE EJEMPLO: De pronto y como sin querer, nos vemos en casa de los suegros o padres cada día de fiesta, comenzamos a dejar de salir los sábados, a diseñar las vacaciones en función de los niños; a abandonar -por impracticables, no hay tiempo ni opción logística-- aficiones que nos llenaban de regocijo, a ver vídeos infantiles o dibujos animados en lugar de nuestros programas favoritos de TV... Porque, "total, ¿qué más da?".
Por su parte, la mujer experimenta cambios físicos y psicológicos que le pueden causar ansiedad. Al unirse a ellos el cansancio y la angustia por hacerlo todo bien y de ser una excelente madre (superwoman), a pesar de que nadie le haya enseñado a serlo, puede surgir en ella una auténtica crisis emocional que el hombre debe detectar y ayudar a superar. Ahora bien, algunos hombres viven asimismo una situación delicada.
Quedan desplazados a un segundo plano, al ser el bebé y la madre quienes monopolizan el centro de atención. Parecen ser los "destronados", por no havber tenido una relación basada en la igualdad. Incluso dentro del nuevo núcleo familiar pasa a ser espectador de los mimos, cuidados y dedicación que normalmente la madre dirige al bebé y de los que hasta entonces él era destinatario exclusivo. También el hombre arrastra un cansancio adicional, pero sin que nadie se lo reconozca. Sin embargo, a él la vida se le ha modificado y precisa de una reubicación.
Los celos encubiertos y no asumidos (hacia el hijo o hija) hacen que el hombre no se encuentre a gusto y canalice a veces esa sensación de abandono estableciendo una relación distante, malhumorada, "sacando punta" a cualquier nadería o centrándose desmesuradamente en su trabajo o en sus amigos. Con lo que la situación termina por complicarse mucho. Y no es fácil solucionar el problema: si bien el hombre ha de plantearse que debe compartir las tareas domésticas no siempre podrá hacerlo de manera que resulte satisfactoria para la mujer. Y viceversa. Es necesario compartir y pactar antes el compartir las tareas y tenerlas asumidas en la cultura de la relación de la pareja.


Planifiquemos la nueva situación en la pareja.
Igual que planeamos y cuidamos la venida del bebé, hagámoslo con la nueva situación que afrontamos los padres para que ambos gocemos por igual de la crianza, educación, sinsabores y placeres que aportará esa persona que ha colado en nuestro hogar.
La clave está en que velemos, ambos, para que el bebé no se inmiscuya entre nosotros. Los hijos nacen, normalmente, del amor que se profesan los miembros de una pareja, pero no forman parte de ella. La pareja debe tener su propia vida, al margen de los hijos.
En los primeros meses de vida, la dedicación y el tiempo que requieren los bebés son abrumadoramente exigentes, apenas queda tiempo para nada más. Pero ello no obsta para que hombre y mujer eviten que se transforme en el motivo único de sus vidas. Debe contribuir a fortalecer los lazos de unión, cristalizados ahora en un nuevo empeño: ser padre y madre. Pero tengamos claro qué somos y quiénes somos el uno para el otro, qué queremos y hacia dónde vamos.
Seguimos siendo una pareja: cada uno ha de comprender y atender al otro. He de seguir siendo un buen compañero-a para mi mujer o marido.
Además, sin amor, afecto y comunicación en la pareja es casi imposible ser buenos padres. Y esta convicción habremos de mantenerla siempre, porque los hijos, también cuando crecen, siguen siendo muy absorbentes. Y nos pueden distraer de una de las finalidades de nuestra vida: hacer feliz a nuestra pareja.
También nosotros necesitamos atenciones
Por mucho que el bebé reclame atenciones y tiempo, y de que casi todo gire en torno a él, reservemos buena parte de nuestras energías a escuchar y a sentir a nuestra pareja.
Hablemos de cómo nos encontramos, qué sentimos, cómo ha transcurrido la jornada. Todos los días, unos minutos para el diálogo sobre nuestras cosas, al margen de la criatura.
Repartamos, según las preferencias y posibilidades de cada uno, las tareas que acarrea el hijo. Su presente y futuro son una responsabilidad que debemos compartir ambos.
Acordemos qué y cómo hacer con nuestro hijo: compartamos, ya desde la cuna, un criterio de educación y de comportamiento ante él o ella.
La criatura "es" de los dos miembros de la pareja. No es "tu hijo", ni "mi hijo", sino "nuestro hijo". Recordémoslo. Nos evitará tensiones, celos y disgustos posteriores.
Al menos una vez por semana, habilitemos el tiempo para dar un paseo o ir al cine, o hacer lo que nos gusta. Emancipémonos del niño, es necesario y conveniente.
Reservemos un momento para la caricia, el beso y el juego sexual con nuestra pareja. Las contraindicaciones tras el parto para el coito sexual, no significa que otros juegos sensuales se supriman. Y, tras la cuarentena, volvamos a la vida sexual normal.
El amor, sustento de la pareja, requiere ser alimentado cada día. Hay que disfrutar de la vida, y amar a nuestro hombre o mujer, también ahora. O, quizá, más que nunca.


LOS/AS HIJOS/AS DE LA OTRA PARTE
Cada vez hay más parejas que tras una ruptura emprenden una nueva relación y se encuentran con un nuevo modelo de familia.
Si comienzas a convivir con un hombre o mujer y sus hijos, es el momento de hacerte algunas preguntas. ¿Estás dispuesta/o a ser fiel a ti misma? ¿O tal vez tu primer impulso es agradar a los demás para conquistarlos desde el comienzo? Cuidado. Estos primeros tiempos son muy importantes, y lo que siembres ahora es lo que cosecharás después. Los niños son capaces de percibir la honestidad y el verdadero cariño, aun desde el principio. Es mejor ser sincera/o, dar lo que salga de tu corazón, y no prometer lo que no puedas cumplir. No importa si su mamá/papa biológica/o era o es de esta o aquella forma. Es importante que todos entiendan, incluida/o tú, que no has venido a reemplazarla/o. Que tú eres tú, y mereces una oportunidad de que te conozcan tal cual eres.
El poder de la vida
Si tú también tienes niños de una anterior relación, quizá sea más sencillo. El vínculo biológico estará allí para recordar siempre cuál es la real situación. Pero esto no quiere decir que debas hacer diferencias en tus cuidados y tu preocupación por su bienestar. En absoluto, sólo reserva algunos detalles y ciertos temas para que sean resueltos por la mamá/papá biológica/o de tus "nuevos amiguitos". Nunca interfieras en esa relación, ya que irías en contra del inmenso poder de la vida. Es muy importante que hables de esto con tu pareja, ya que ambos tienen que establecer algunos puntos de acuerdo. Él/Ella debe mostrarles también cuál es el lugar que te da y que tú tomas.


Aprende de ellos
Si crees que estás ante una empresa en la que no tendrás maestros, estás equivocado/a. Mira cómo los niños son capaces de querer, más allá de cuál sea el título que le pongas al vínculo. Ellos son sinceros y no suelen hacer cálculos. Sólo pretenden ser amados y están dispuestos a brindarse por enteros cuando presienten que el otro es honesto. Por supuesto que no será fácil, y que muchos problemas surgirán a diario. Pero aprende de ellos, que están dispuestos a olvidar pronto el enojo para volver a sonreír. ¡Juégate por entero! Si todos ponen su mejor capital, esta nueva empresa no puede fracasar. No es tan difícil.


CARTA DE UN HIJO/A A SUS PADRES:

"Carta de un hijo a todos los padres del mundo":
No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a mí también y yo no quiero hacerlo. No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas yo lo haría más rápido y con más gusto. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo. No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir. Y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión. Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el porqué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también. No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y seré siempre lo que tú hagas aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. Enséñame a amar y a conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar, porque de nada vale si yo veo que tú ni conoces ni amas a Dios. Cuando te cuente un problema mío no me digas “No tengo tiempo para tonterías” o “eso no tiene importancia”, Trata de comprenderme y ayudarme. Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.






martes, 30 de enero de 2007

Evolución de la pareja (II) LOS CELOS: ¿SON NORMALES O PATOLÓGICOS?

Los celos son una emoción sumemente destructiva en la pareja. Es importante saber distinguir la diferencia entre los naturales y los enfermizos.

Aunque los celos son comunes, hablar de ello abiertamente sigue siendo un tabú. te animamos a que pienses y trabajes con tu pareja sobre ellos.
Muchos de los datos y argumentos que exponemos a continuación explican la diferencia entre los celos normales y los celos patológicos. Averigua cuáles son los tuyos y de tu pareja, ¡y a trabajar en ellos!

Los celos “son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a un amigo o a los hijos”.

Según muchos especialistas las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a esa persona, no es una propiedad privada, no es una posesión en nuestra vida.

Miedo a la pérdida de la otra persona
Siempre se ha dicho que los celos se deben a la inseguridad emocional de una persona, sin embargo esto no es así en la mayoría de los casos. Casi siempre los celos son normales y no patológicos, porque son el resultado de un tercer factor real que perturba el equilibrio de la relación.
Los celos normales son justificados porque nos invade un malestar al sentir que nuestra pareja expresa una atracción exagerada por otra persona que no somos nosotros. Los celos son un temor real de perder a la pareja, son nuestra respuesta al percibir un peligro en nuestra relación. Nuestra vida en pareja nos brinda innumerables satisfacciones y es natural sentir que nos domina la rabia ante la idea de perder esa valiosa relación.

  • Un ejemplo: cuando nuestra pareja nos confiesa que ha sentido atracción por otra persona que acaba de conocer y comienza a desgranar lo que le atrae de él: "...guapo/a, tiene unos ojos preciosos, es muy inteligente...habla muy bien..., parece muy sensible...." . Es muy positivo que nuestra pareja nos exprese lo que piensa de los demás, sus pensamientos, sus emociones, y eso debemos tener claro que nos puede generar una reacción celosa (normal ya que creemos que podemos perder a esa persona) , porque en ese momento podemos actuar de la siguiente forma: Pensamientos: Le gusta esa persona más que yo, que ya no le resulto atractivo/a, puede enamorarse de ella, valora a ella más que a mí....; y en ese momento comienza a apoderarse una sensación de ansiedad pasajera...que queda anclada en ese preciso momento y que no va a más. eso puede ser una reacción "normal" y que quedaría aún más normalizada hablándola con la pareja e intercambiando los sentimientos sobre el tema que ha ocurrido. Eso es un buen antidoto y si se maneja bien una reafirmación de la pareja.


Una exaltación dañina
Los celos son patológicos cuando por el contrario, la amenaza es sólo imaginaria y se inventa a ese tercer factor. El problema se da cuando la furia y la intensidad de los celos sobrepasa lo normal, porque esos ataques de rabia y dolor desgastan la relación, la transforman en un infierno y crean una sombra en el amor. Por causa de los celos se puede llegar a la violencia familiar y a crímenes pasionales.


El problema está en que la persona celosa patológica siente la total pertenencia de su pareja y la ve como una posesión, cree que su cuerpo y sus sentimientos le pertenecen. Cuando una persona siente celos, es porque ve a su pareja como algo que le pertenece. Los celos surgen porque dejamos de ver a nuestra pareja como un sujeto y lo empezamos a ver como un objeto de nuestra propiedad. Sin embargo los celos y la infidelidad no son propios del ser humano, sino que son conductas aprendidas.

Un/a celoso/a 'sin medida' tiene...

*Dificultad para relacionarse con el otro.
*Dificultad para asumirse valiosos por sus atributos personales y no por los de otro.

*Dependencia emocional.
*Dificultad para crecer en lo emocional.
*Dificultad para construir una relación basada en la aceptación y confianza.

Si ves en tu pareja unos celos exagerados y enfermizos, no te engañes, no creas que ésa es su manifestación del intenso amor que te tiene, no lo aceptes como algo tolerable o normal, porque a la larga destruirá tu relación.

DEBES ANDAR CON CUIDADO

El hombre o la mujer celosos comenzarán a desconfiar y se irá distanciando de ti, hasta que no haya comunicación ni diálogo. Los celos pueden llegar a tal grado que él te prohíba o impida sutilmente salir, hablar con los demás, arreglarte, y aún así seguirá pensando que le eres infiel, desconfiará de ti y te vigilará constantemente. Utilizara estrategias que no serán abiertamente prohibitivas, pero hará que te sientes mal si lo haces...chantajes emocionales, enfados, peleas...
Los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.

Los especialistas en este tema afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.

CUATRO TIPO DE COMPORTAMIENTOS CELOSOS:

Celos manifiestos: Es cuando, por ejemplo, tu pareja desconfía de tu fidelidad y te interroga sobre tus compañeros de trabajo, no soporta que le cuentes cómo son tus amigos, o que te veas con alguien que no sea él, y sospecha más de ti cuando, cansada de su constante asedio, te niegas a responderle. Si le respondes entras en una espiral que no soluciona el problema, sino que lo aumenta para el futuro...

Celos ocultos: Es cuando, por ejemplo, tú eres la celosa y tienes ciertas actitudes hostiles, como criticar o regañar a tu pareja, quien es un hombre o mujer muy respetado en su profesión; así tú sientes que obtienes mayor poder sobre él/ella y que él no es tan superior a ti. Muy frecuente en relaciones que tienen una cierta igualdad.

Celos exagerados: Es cuando no ha habido ninguna infidelidad, la pareja no se ha acercado emocionalmente a otra persona, es decir, no hay un motivo aparente. (Puede haber motivos aparentes o reales, la pareja siempre está expuesta a que aparezca otra persona).

Celos patológicos: Es cuando ya se llega a perseguir o incluso a vigilar a la pareja.

RESTABLECER LA COMUNICACIÓN DE LA PAREJA:

  • Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas de su parte.
  • Si eres tú el/ la celoso/a y quieres superar el problema, sigue estos consejos de los especialistas PARA EL CELOSO/A:

    1. Lo único que puede hacer que termine esta situación es la ayuda psicológica o la ruptura. No le des más vueltas. ¿Cuantas veces un celoso/a ha dicho que es la última vez, que no lo volverá a hacer? ¿No has ido subiendo el tono de la desconfianza día a día...hasta límites que friamente te han parecido ya absurdos?

    2. Analiza en qué momentos y situaciones te comportas celosa/o, qué piensas, qué sientes y qué haces. Detecta los pensamientos que de forma automática vienen a tu cabeza y que hemos descrito algún ejemplo de ellos anteriormente. Describete (y anótalo si es preciso en un papel para luego hablarlo con tu pareja o con el profesional) como te sientes en ese momento (rábia, rencor, agresividad, venganza...ganas de romper la relación,...). A continuación describe que comportamiento es el que tienes en esa situación. (lo/a llamas, investigas, le recriminas, das golpes....)

    3. Habla con tu pareja para decirle qué sientes, que sabes que no estás actuando con madurez y que intentarás cambiarlo, y pídele que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá tus celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y sí tengan una base real (para ello analizar lo que pasa en momentos no de máxima tensión sino con tranquilidad), pero lo más probable es que sea sólo tu imaginación. Si tu pareja habla contigo de que tiene ese comportamiento o es verdad que hay otra persona en su vida y él libremente decide decírtelo, hablalo con él porque entonces el rpoblema es otro.

    4. Reflexiona en que si tu pareja está contigo es porque te quiere, no tienes que compararte ni competir con nadie. Piensa que los celos destruyen y separan, y para establecer una comunicación con respeto y confianza debes dedicar tus energías a fortalecer tu pareja, no a destruirla.

    5. Debes estar consciente de que la posesión del ser amado es perjudicial en tu relación; hay que aceptar que tu pareja debe poder estar sola o con otras personas.

    6. Los celos también reflejan una dependencia desmedida hacia ese ser querido. Eviten esa atadura como pareja, sigan relacionándose con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.

    7. Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, por ejemplo, desarrollando actividades que te hagan sentirte realizado/a, como escribir, leer, bailar, salir con los/as amigos/as, practicar deportes, inscribirte en cursos, etcétera.

    LA AYUDA DE UN PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA COMPETENTE Y ESPECILISTA EN ESTE TEMA

    Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, acudan urgentemente a un/a psicólogo/a que les enseñe a controlarlos. Aunque el/la celoso/a diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado. Si es usted víctima de la actitud violenta de su pareja acuda a un centro de ayuda inmediatamente. No le de ni una vuelta más, porque su vida puede correr peligro.

    Es importante que se pongan en manos de un profesional antes de que el problema aumente, porque los celos suelen crecer si se siguen alimentando. Pueden traer muchos problemas si no aprendemos a tener un control emocional que nos permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes, y cambiamos nuestras creencias, actitudes y normas.

Cuentanos tu caso: puede servirte para
mejorar tu situación.... Escribenos al email...o en los
comentarios....




miércoles, 24 de enero de 2007

Evolución de la pareja (I)






Vamos a analizar la evolución de la pareja desde varios puntos de vista. En primer lugar trataremos de identificar cuales son los factores que se dan en una relación de pareja, los componentes fundamentales de una relación, aquellos que tiene que tner una relación de pareja para que se pueda reconocer como tal.
Los denominaremos:



  1. Compromiso, es el que alude a la decisión de mantener la relación por encima de los
    problemas que pudiera conllevar, debido a la importancia especial conferida a la otra persona y a la propia relación. Contra viento y marea, porque me resulta muy gratificante o por otras muchas posibles razones, mantengo mi pareja. Este factor crece de forma más lenta y paulatina que el de la intimidad. A medida que va creciendo progresivamente la interdependencia -tanto personal como material- entre uno y otro miembro de la pareja, va creciendo el compromiso. Sobre el compromiso y el nivel de adquisición de éste tienen mucha importancia las normas y presiones sociales, que pueden actuar potenciando el compromiso (ejemplos de novios muy jóvenes por presiones sociales), o dificultando el mismo porque socialmente la relación pueda conllevar prejuicios o se identifique con estereotipos sociales (relaciones de edades muy diferentes, del mismo sexo, relaciones jefe/a-subordinado/a, etc.).



  2. Intimidad, donde se comparte un espacio propio, intransferible, de comunicación muy especial. Es un “vínculo especial de unión afectiva” como apoyo afectivo, comprensión, comunicación, confianza, autorrevelaciones, seguridad y confort junto a la pareja...etc. este factor tenderá a crecer con la convivencia y el discurrir del tiempo, fundamentalmente debido al aumento continuo de los secretos e intimidades compartidas entre los dos y del número de episodios, metas, amistades, emociones, lugares...etc, en suma vivencias compartidas, tendiendo a estabilizarse en su punto máximo y a no subir ya ni bajar. Con el paso del tiempo llegado a su nivel máximo se estabiliza.



  3. Pasión Erótica ( activación general del cuerpo relacionado con algo más fisiológico, deseo sexual, taquicardia, atracción física.)



  4. y Pasión Romántica ( es aquella que agrupa un conjunto de ideas, valores y actitudes vehementes sobre la pareja (propias del estereotipo del romanticismo de nuestra cultura y que genera: pensamientos intrusivos, idealización (del otro y de la relación), creencia en algo “mágico” en la relación, identificación de la pareja con el ideal romántico, creencia en la omnipotencia del amor (como vehículo que debe conducir inexorablemente a la felicidad)...etc..



La Pasión se torna un componente fundamental en la pareja. La Pasión Erótica (PE) según todos los estudios es la que se alcanza más facilmente, pero es más difícil de mantener por varias causas:

  • Por los efectos psicobiologicos que nos produce el irnos "acostumbrando" y acomodando a la otra persona.

  • Por la necesidad de encontrar estimulos novedosos ( a lo que los Psicologos llamamos efecto "Coolidge" de saciación y habituación "a lo de siempre").

  • Por la llamada Ley de la ganancia-pérdida o la llamada Ley de la infidelidad.

La Pasión Romántica por lo general llega a cimas más duraderas que la PE, y para que funcione es fundamental que las personas que la sienten sientan antes la Pasión Erótica y por ello se le pueda atribuir a la persona hacia la que sentimos esa atracción fisica que generalmente es inconsciente y que sentimos en las primeras etapas de la relación. Es decir que para que sintamos la Pasión Romántica es necesario haber sentido antes la atracción pasional.


Para que haya PRomántica también es necesario que haya la atracción personal. Esta está incentivada por la similaridad en los gustos, aficiones, opiniones, valores y actitudes; así como la obtención de refuerzos de manera conjunta (se llevan buenos ratos juntos, se divierten juntos, salen con amigos que ven bien la relación, disfrutan de actividades que les gustan a los dos-cenas, cine, baile, música, etc.), el efecto halo que la otra persona pueda ejercer (siempre es necesario y aconsejable una cierta admiración por la pareja...etc; además también influyen nuestras propias expectativas románticas que hemos adquirido en nuestra educación y en nuestras relaciones anteriores y en el ambiente romantico que nos desenvolvamos.


Como hemos dicho la Pasión Romántica se desvanece más lentamente, disminuye leve y paulatinamente, por la influencia de la vida en pareja, de la convivencia permanente que supone la progresiva reducción de incertidumbre (de si irá bien o no, porque pensamos que ya está todo ganado y que es inamovible) , aumentando los efectos de la habituación a la situación y de la saciación en la relación, así como la consiguiente atracción por lo novedoso y los deseos de seducir y ser seducido.


¿Cual es el componente que más influye en tu pareja? ¿Te lo has preguntado alguna vez? . haz este ejercicio y si te apetece compartelo con nostros escribiendonos y contandonos el porqué.


La pasión es necesario alimentarla... cultivarla... abonarla... Cuidar la pasión sorprendiendo a nuestra pareja, innovando en la relación, haciendo cosas distintas, y divirtiendonos con ella, reservando un espacio y un tiempo exclusivo para hacer actividades de pareja que sean gratificantes para los dos tenemos más probabilidades de que la pasión se apague.


La evolución de la relación de pareja podriamos simplificarla en 3 fases:



  1. De enamoramiento: Donde confluyen fundamentalmente la Pasión Erótica y la Pasión Romántica. No nos atraveriamos a decir la duración de esta fase pero puede surgir y lograr su máximo esplendor a los 4 meses y su decadencia es más rápida, siempre que no se convierta en la siguiente etapa (amor pasional) . Dura hasta el medio año proximadamente. Hay también diferencias entre parejas y personas. La persona en esta etapa se ve envuelta en un cúmulo de emociones nuevas e intensas hacia el otro, tanto de activación fisiológica general y sexual, como de deseos paulatinamente satisfechos de establecer un vínculo afectivo especial con dicha persona. En este período el componente
    de menor importancia es el del compromiso, especialmente en los primeros meses. No se piensa en él o se rechaza...



  2. De amor pasional: Donde se dan fundamentalmente la Pasión Erotica, la Romántica y la intimidad (vínculo afectivo). Comienza desde los seis primeros meses de la relación y alcanza su cima y va mantiendose y disminuyendio muy paulatinamente hasta los 4 años que comienza ya el descenso, para ir evolucionando hacia la siguiente etapa (su cultivo y su mimo con los consejos que damos puede mejorar la duración de esta fase...). También hay diferencias entre las parejas y las personas. Hay determinados mitos como el del "amor verdadero" que dificultan el que la pareja pueda aceptar que está evolucionando hacia el amor compañero...



  3. De amor compañero: Es donde se dan fundamentalmente los factores de Compromiso y de Intimidad. Es más duradera que las anteriores. Tiene un nivel moderado de amor romántico (ya no se tiene tanta intensidad en el romanticismo-por lo que hay que estimularlo y cultivarlo-) y tiene un bajo nivel en el amor pasional ( no se tiene tanta actividad y atracción física). Se da a partir de los cuatro años del inicio de la relación.

Ya a partir de estas etapas pueden producirse otras:

  1. Amor amistoso: La relación podría estabilizarse en ese amor compañero, o desembocar en lo que podría llamarse un “amor amistoso”, que conlleva el compromiso y la intimidad, pero sin ningún grado de ningún tipo de Pasión (ni Romántica ni erótica)


  2. Relación de conveniencia: Convertirse en una simple relación de conveniencia -por los motivos anteriormente esbozados- (solo se da el compromiso, generalmente por presión social o por valores sociales que están casi siempre mediatiados por terceras personas- hijos, padres/madres, etc.)

  3. Ruptura de pareja: Acabar produciéndose la ruptura de la relación (donde desaparece también el compromiso). Estas últimas etapas corresponderían más bien al fenómeno de lo que llamamos “desamor” y que desarrolaremos en otro capítulo (compartir el desamor lo llamaremos).

Haz el ejercicio de ver donde te situas tu en estos modelos de pareja y escribenos para decirnoslo.....




sábado, 13 de enero de 2007

ELEGIR UNA PAREJA




Esa pregunta se la han hecho muchos investigadores de la psicología y de la sexualidad humana, y han llegado a la conclusión de que todos buscamos parejas con personalidad similar u opuesta a la nuestra, por las razones que te explicamos a continuación. La cosa parece sencilla, pero no lo es. No es tampoco una cuestión de azar como se cree. Intervienen muchas cuestiones como la inteligencia, la atracción física inicial, los rasgos de la personalidad...y depende en lo que nos fijemos y de lo que nos atraiga del otro/a para que nuestra relación sea más satisfactoria y/o duradera.

Los psicólogos coincidimos en que el punto inicial en que nos fijamos en una pareja potencial suele ser la atracción sexual que provoca aparte de reacciones biológicas, alteraciones nerviosas, cambios de ritmo cardiaco... Pero aparte de esto se sabe que el deseo está muy mediatizado por las características psicológicas y la experiencia personal que condicionan los criterios que utilizara una persona para elegir a su pareja.



Elegir con quien hacerlo es importante, y elegir bien es fundamental. Al fijarnos en alguien estamos respondiendo a un estímulo de atracción (sus ojos, su cara, su pelo, sus piernas, su culo, sus pechos,...la forma de moverse...). En el hombre y la mujer hay diferencias en cuanto a lo que nos atrae del otro/a. Físicamente nos gusta, aunque eso es sólo el primer eslabón de una cadena de cualidades y factores (forma de comunicarse, gustos, puntos de vista, valores...) que se van tejiendo, hasta que se formaliza el vínculo. Pero hay que tener muy presente que ese vínculo será más sano y maduro cuando 'nuestra relación' con nosotros mismos sea buena. Esto es, para elegir pareja, nos encontraremos en un punto de partida más adecuado si nos conocemos, si nuestra autoestima no está por los suelos, si somos más o menos conscientes de nuestros límites y, por tanto, gozamos de libertad para decidir. Por eso el tan criticado "efecto liana" de enganchar una relación con otra nos puede pasar factura en nuestra relación.



Lo que buscamos en el otro es casi un misterio del que somos realmente poco conscientes, porque puede que nos atraíga lo que no nos conviene, o nos fijemos en una persona porque posee lo que a nosotros nos falta y la admiremos por ello, tal vez esperamos que nos dará lo que no tenemos o que cambiará por nuestro amoroso influjo, con mucha frecuencia lo que decimos de forma teórica no se cumple en la práctica, como si nuestras inclinaciones amorosas se nos impusieran a su antojo sin pedirnos permiso. La psicología ha arrojado mucha luz a ello.


Los hombres y mujeres tienen formas diferentes de percibir el noviazgo, parece ser que los hombres están más preocupados por la relación corporal y por la atracción física, tanto en él, como en su pareja; inclinándose a aspectos de autoafirmación o seguridad, a conductas destinadas a la ejecución y logro de metas y a lo racional o analítico. Mientras que las mujeres tienden a dar mayor importancia a las características de orden socioeconómico, intelectual, expresivo, a la preocupación por el bienestar de otros y a las relaciones interpersonales afectivas, según diversas investigaciones (Jiménez, 2003, Pedroza, 1998 y Winch, 1958).
De acuerdo con Garduño (2002), la principal causa de noviazgo
  • Para las mujeres es la atracción, después de la amistad, el tener alguien con quien puedan hablar, compartir, admirar, querer y satisfacer la necesidad de no estar sola, además de que tengan intereses en común.

  • Para los hombres la principal causa de noviazgo es el interés físico, la amistad, la diversión y el gusto por la aventura.

Para algunas investigaciones el factor más importante y recurrente en la población en general en la atracción es el de gentileza, es decir, tendemos a buscar en el hombre que sea: educado, caballeroso, atento, detallista; y la mujer que sea: tierna y cariñosa, donde los dos tengan sentido del humor y sean románticos.
Por otro lado, el factor menos relevante en la elección de pareja, tanto en hombres como en mujeres es el sociocultural, que se refiere al nivel económico de la persona o la cantidad de bienes , lo que rompe muchos esquemas sobre la elección de pareja.


A pesar de la coincidencia en la definición de los factores más y menos importantes para hombres y mujeres, el segundo factor más relevante para ellas es el apoyo, el cual representa la necesidad de contar con alguien para seguir adelante en la vida, capaz de proporcionar seguridad, comprensión y ayuda. Este factor de apoyo no es importante en la elección de pareja de los hombres, ya que es el segundo factor menos relevante en este grupo.

A menudo dejarnos llevar de una intuición, de una chispa, de un flechazo, de una pasión desbordada nos parecen criterios mucho más certeros que un estudio psicológico y/o económico de conveniencia. La razón y el corazón parece que muchas veces no van por el mismo camino. Durante siglos la cultura se inclinó más bien por crear matrimonios basados en intereses económicos y todavía en muchas regiones del mundo vemos cómo los padres deciden las parejas de los hijos como antiguamente hacían nuestros antepasados. En cierta medida la seguridad de la relación sigue siendo un factor influyente aunque no decisivo, ni mucho menos.



Nuestro ideal amoroso (el que se nos ha transmitido por la cultura de nuestra sociedad) está presente a la hora de elegir y nos condiciona cualquier relación:




  • Amar con una intensidad lo más espectacular posible (de cine, y si no es así nos parece que no puede funcionar).
  • Debemos basar ese amor en un respeto amistoso, en un democrático tu y yo, de forma que tu pareja debería ser tu mejor amigo/a, y al mismo tiempo hemos de aceptar estar en el mundo social dando importancia a la realización profesional de él y de ella.

  • Relación abierta a cada una de las redes de amigos/as: No hay que dar la espalda a los amigos/as la amistad porque es perjudicial encerrarse en la cueva de una relación exclusiva, que sería vista como excesivamente oscura y agobiante, y al mismo tiempo hay que conservar una sana individualidad, un espacio personal e intransferible (con aficiones, hobbies, amigos propios...).

  • En el caso de tener hijos, hay que tener hijos con los cuales haya un vínculo tierno y amoroso (no como el antiguo temor con el que nos antepasados tenían a raya a los hijos).

  • Tener habilidades de comunicación (ya hablamos de las dificultades de comunicación, para ver consejos para mejorarla pincha aqui http://ayuda-psicologia.blogspot.com/2006/11/la-comunicacin-en-la-pareja.html )

Según una encuesta del CIS: el carácter, el físico y la forma de ver la vida es lo que casi siempre determina que nos fijemos en una persona determinada. El cariño parece ser el motivo principal por el que las parejas siguen unidas después de varios años de convivencia. Los estudios realizados sobre la atracción personal demuestran que nuestras preferencias cambian después de la adolescencia, por la parte femenina se busca una pareja que represente "brillo social, don de gentes"...y ternura y afecto por la parte masculina. Alrededor de los treinta años tanto hombres como mujeres buscan en su potencial pareja aficiones comunes, afinidad laboral... una persona con la que poder compartir nuestra vida. Es bastante difícil pronosticar el éxito o el fracaso de una relación en su inicio, mucho más teniendo en cuenta que, cuando se inicia una relación las personas tendemos a comportarnos inconscientemente de una forma distinta a como somos realmente. El carácter de cada uno será lo que lo determine.


La teoria de la atracción de polos opuestos: la media naranja


Hay una teoría muy extendida que argumenta que personas con caracteres muy distintos se atraen porque se complementan (la teoría de la media naranja). Estas son relaciones de compensación, que muchas veces tienen un resultado difícil, ya que están basadas en la dependencia. Lo que suele ocurrir en estas parejas es lo siguiente: En un principio es una relación gratificante y excitante para el miembro de la pareja de carácter más débil porque su compañero le resuelve todos los problemas; para la persona del carácter más fuerte también porque le sube la autoestima. Al pasar el tiempo, la persona débil aprende a ser fuerte y deja de depender de su pareja, con lo que la relación se rompe, porque ya no se gratifican mutuamente; sino es así la relación de dependencia será cada vez mayor, el sumiso vivirá para la relación y tendrá miedo de que esta se rompa, el dominador sentirá como una carga de que la otra persona dependa de él. Ninguno de los dos disfrutará de la relación.


¿Porqué tropezamos dos veces en la misma piedra? ¿Porqué iniciamos relaciones abocadas al fracaso? Parece que los errores más comunes que solemos cometer son:

  • Tendemos a vincularnos demasiado jóvenes a una persona, lo que puede provocar que evolucionemos de forma distinta y después la relación no funcione al tener intereses y valores distintos.

  • Estereotipamos a las personas con poca información, lo que hace que tengamos una imagen que es ficticia y no real.

  • Presuponemos que ciertos rasgos de personalidad van unidos, de forma que si una persona es simpática, también ha de ser inteligente.

  • No hacemos suficientes preguntas, preferimos ocuparnos de las cosas positivas y de las razones que nos permiten amar a una persona y no analizar las cosas o puntos que nos separan o que no nos gustan.

  • Por miedo a que la relación no funcione, transigimos prematuramente creando una falsa sensación de armonía auto-engañándonos.

Parece observarse una tendencia a emparejarse selectivamente por el parecido en inteligencia, pero rasgos básicos de la personalidad como la dureza de carácter, la extraversión o la inestabilidad emocional no parecen desempeñar un papel relevante en la elección de pareja.


MITOS A SUPERAR EN LA PAREJA CUANDO COMIENZA:

NO SOMOS MEDIA NARANJA: El mito de la media naranja nos lleva a pensar que somos una mitad en busca de la otra mitad que nos complemente. Aunque con carencias, somos unidades enteras que tienen que responsabilizarse de su propia felicidad.
NO HAY QUE SER TODO DE LA OTRA PERSONA. “Sin ti no soy nada”. Este mito indica reminiscencias del vínculo materno-filial. Cortar el cordón umbilical es llegar a ser autónomo y, por tanto, libre.
EL VERDADERO AMOR NO ES FUNDIRSE CON LA OTRA PERSONA. La fusión con la pareja es imprescindible en momentos puntuales, pero precisamente para llegar a esa fusión hay que saberse un ser único y separado.
JUNTOS PARA TODO NUNCA. La pareja ha de comunicarse y compartir, pero sólo se podrá
compartir un espacio cuando éste se posee, cuando cada cual tiene su parcela que mima y enriquece para uno mismo, del que después hará participé al otro.
HAZ FELIZ A TU PAREJA Y TU PAREJA TE HARÁ FELIZ A TI: EL AMOR NO ES TAN
SIMPLE
. La felicidad sólo puede ser compartida y ofrecida cuando cada una de las partes
es feliz por sí misma. Entonces se podrá ser generoso y compartirla con el otro.
HAY QUE SER UN INCONDICIONAL DEL OTRO: UN ERROR. Si la pareja no nos corrige cuando debe hacerlo, tampoco nos aplaudirá. Si se impone la condescendencia generada por la obligación del vínculo, es muy fácil terminar en la indiferencia.
HAY QUE SER ADIVINO DEL OTRO: ESTO NO ES MAGIA. Nadie puede saber con certeza qué piensa y qué siente su pareja. Ni siquiera uno lo sabe de sí mismo. Jugar a adivinar o ser adivinado genera incomunicación.
LOS PROBLEMAS DE PAREJA NO SE COMENTAN: el silencio no ayuda. No se trata de aguantar y luchar por el matrimonio, se trata de buscar ayuda para uno/a mismo/a. Hay que recuperar a la persona. Tal vez así la pareja pueda funcionar. O tal vez no.

Esperemos que con estos consejos y conocimientos puedas elegir mejor o confirmar mejor tu elección.
Animate y cuentanos tu parecer...envianos tus dudas, sugerencias y experiencias a nuestro correo electrónico.




Entrada destacada

    Saber enfrentar lo que venga: ¡No Te Rindas! Tu Guía Definitiva para ser un crack de la Resiliencia  Introducción: ¿Qué es la Resilienci...