miércoles, 29 de noviembre de 2006

El Bullying: El acoso moral entre jóvenes




Abordamos en el programa el fenómeno del acoso moral entre iguales, entre jóvenes...el "Bullying". Cada vez más frecuente y más visible en nuestros centros escolares...


Qué es: El «bullying» hace referencia a un grupo de personas que se dedican al asedio, persecución y agresión de alguien, o bien a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Aparecen cuatro aspectos claves:



  1. ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima;


  2. abuso de poder, del más fuerte al más débil;



  3. ausencia de provocación por parte de la víctima;



  4. repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes durante un tiempo largo y sostenido.

Epidemiología: Cuantos casos se dan

Un dato muy importante es que la violencia «bullying» afecta a entre un 7 y un 10% de la población escolar. O que al menos un 25% de los alumnos se han sentido amenazados alguna vez. Sin alarmismos, hay que abordar el problema seriamente.
Los alumnos de 3º de ESO (13 y 14 años) son los que más sufren y ejercen el acoso escolar. Los chicos de esta edad suelen desarrollar una violencia física con sus compañeros y las chicas, en cambio, llevan a cabo una violencia verbal y de exclusión (hacen el vacío o dejan de lado a algunos compañeros).

De distintas investigaciones realizadas en nuestro país se desprende que de todos los casos de bullyng, el 1,8% son graves, el 10% moderados y el 50% leves. Los jóvenes que viven sólo con un familiar (padre o madre) se meten más con sus compañeros que aquellos que conviven con más familiares. Además parece claro que cuando el alumno/a tiene una buena relación con su familia y está contento en el colegio, no suele acosar a sus compañeros.
La violencia se puede desarrollar en cualquier espacio del colegio (patios, baños, pasillos...) Sin embargo, en las aulas es donde siempre «suele surgir la chispa», el detonante del problema.
El tipo de bullying más frecuente se traduce en insultar, reírse de los compañeros o ponerles motes. En el extremo opuesto está el hacer chantaje a los compañeros para pedirles dinero. El 26% de los alumnos confesaba que alguna vez habían visto a un compañero abusando de otro.

Tipos de abusos. Los chicos suelen desarrollar una violencia física, y las chicas, verbal y de exclusión Pueden ser físicos (golpes, empujones, patadas...), psicológicos (burlas, poner motes, amenazas, gestos obscenos...), relacionales (dar de lado, aislar, extender rumores maliciosos...) o económicos (exigir dinero o cosas, robar...).

El perfil del agresor: ¿Como es el acosador?.




Suelen ser grupos de chicos (45%) o de chicos y chicas (23%), o un chico solo (14%). Más raros son los grupos de chicas o chicas solas. Suelen ser chicos conflictivos, que no se identifican con el colegio, a veces con problemas familiares, sobre todo de falta de supervisión y control. A veces hay consumo de drogas y alcohol. Buscan chivos expiatorios para purgar sus problemas y frustraciones. Obtienen satisfacción a través de la violencia para reafirmar su personalidad y su posición de liderazgo. No controlan sus impulsos y emociones. Los chicos tienden a los abusos físicos, seguidos por los psicológicos, y las chicas, a los psicológicos y relacionales.



Perfil de las víctimas: ¿Como es el acosado/a?.

Puede ser cualquiera. Pero puede haber rasgos que hagan especialmente vulnerables a algunos, como ser tímido, introvertido, hiperactivo, encerrado en sí mismo o tener alguna característica física que le diferencia (estar gordo, llevar gafas, ser bajito) o bien una característica académica, como ser «empollón» o llevarse bien con los profesores («pelota», para el agresor). Los efectos del «bullying» en la víctima pueden ser devastadores: se siente violentada, desprotegida, humillada, insegura, aislada, indefensa.


La «ley del silencio» ante el acoso.


Uno de los problemas es que no es fácil detectar el «bullying» y sobre todo conseguir pruebas, ya que impera una especie de «ley del silencio». Tanto las víctimas como los «espectadores» tienen miedo de hablar, por las posibles represalias. Y, sin embargo, es necesario atajar esta violencia; se trata de una cuestión de «derechos humanos».







MITOS A DESTERRAR


Mitos. Ideas preconcebidas, Creencias que Alimentan la CONFUSIÓN ANTE EL BULLYING:

1. «Han sucedido desde siempre y no pueden cambiarse» Estas creencias inciden en «que no se intervenga» en la búsqueda de una solución.
2. Esas agresiones «son cosa de los chavales», como sinónimo de poco importante. Las edades clave son de diez a quince años. Hay un primer tramo, de diez a doce, en el que se comienzan a fraguar las relaciones interpersonales de manera importante. Aquí hay bastante frecuencia de casos. De doce a quince años, los casos se dan menos, pero son los más graves.
3. El síndrome de Estocolmo del Menor La sintonía interna (o externa) con el ‘bully’ se da cuando los iguales (o el adulto testigo) asumen en su interior esa inmoralidad, miran para otro lado y la víctima queda sola. Aquí entraríamos en el fenómeno del gregarismo y de amoralismo ético. Evitar y evadir todo conlicto de conciencia (“a mí que me registren...”) (con lo cual el síndrome de Estocolmo se convierte en síndrome de Pilatos).
4. La violencia en centros educativos es una «respuesta a una provocación» Como argumentan los agresores o los testigos (“algo habrá hecho”, “que espabile”, “así se hace fuerte”). Esa idea es especialmente peligrosa porque hace al agredido «doblemente víctima» ya que se le considera culpable del suceso.
5. El agresor no mide las consecuencias de sus actos, no tiene capacidad responsable. «El niño acosador tiene una mentalidad maquiavélica y necesita ayuda psicológica». El agresor «no tiene un pelo de tonto, sabe mentir estupendamente, enreda a los adultos, y acusa y atribuye la provocación a la víctima». El agresor sabe que lo que está haciendo está mal. Esto está muy estudiado. No se trata de un burro inconsciente. Es alguien de mentalidad un poco maquiavélica, que busca siempre una justificación a sus actos: «Es que se lo buscaba», «es que es tonto...».
6. No notamos nada. Parecen felices. Normalmente los padres no se enteran y si lo hacen es de forma accidental pues alguien próximo al niño (un compañero de clase o un hermano) es el que da la voz de alarma. El principal motivo por el que un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole es porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo Como los protagonistas saben que es una conducta prohibida e indecente, procuran ocultarlo y actúan en los sitios oscuros, físicos y psicológicos. Por ejemplo, pasillos, aseos de colegios, salidas de patio... También dentro del aula, pero de forma oculta. Es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. Un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo. Y eso se reviste de un montón de excusas: no querer ser chivato, no aparecer como débil, no preocupar a los padres, o bien creer que nadie puede hacer nada dado que el "Bully" (acosador-matón) es más fuerte que los propios padres.
7. Los profesores «no se enteran» de que están ocurriendo esos incidentes. Los docentes lo saben o lo intuyen, pero «muchos» minimizan el problema o carecen de técnicas de resolución de conflictos.
8. Los afectados son chic@s problemátic@s Suelen estar en el grupo de los buenos estudiantes, suelen ser psicológicamente menos fuertes y asertivos, en el sentido de enfrentarse a las agresiones y no afrontarlas...
9. El síndrome del chivato o del pelota-esquirol Los compañeros miran para otro lado cuando se producen las agresiones, físicas o psicológicas. El 85% de los alumnos se enteran de las agresiones. Realmente es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. No se quiere ser chivato, ni aparecer como débil.
10. “No es para tanto...” El suicidio y el asesinato son los efectos más graves del acoso. Se dan muy poco, pero se dan... El acoso puede llevar a la víctima al suicidio. En Suecia, en 1978, se suicidaron sucesivamente y en pocos meses tres niños tras sufrir acoso escolar. A partir de ese momento, el Gobierno sueco hizo el primer estudio de bullying que se conoce. Los suicidas de la escuela Columbine, en Littleton, Colorado, fueron a jugar a los bolos antes de liquidar a tiro limpio a sus compañeros y morir ellos mismos (de ahí el título Bowling for Columbine, de Michael Moore).
11. Escarmiento punitivo al provocador. Verás cómo se le quitan las ganas. ¿Hay que buscar culpables? Una cosa es impunidad y otra irrresponsabilidad. Se tienen que depurar responsabilidades. Si no se aclaran responsabilidades, el fenómeno se puede repetir más de la cuenta. El culpable es una figura que, como estamos hablando de juventud y de infancia, no es necesariamente útil. Es muy importante que el clima de la escuela comprenda lo qué ha ocurrido y que se aclare. Frente al chico "bully" es recomendable una terapia intensiva por un psicólogo fuera de la escuela, así como un "control- positivo" de sus acciones, se le ha de valorar cada vez que actúe bien.
12. Ya se pasará. Todos hemos pasado por esto. La violencia deja huella en todo el mundo. No sólo en la víctima. En los agresores, las huellas son muy importantes a corto, medio y largo plazo. También deja huella en los testigos. El pensar que quizás se podría haber hecho algo es muy duro para mucha gente. No deja indiferente a nadie. Deja secuelas.
13. El bullying escolar va en aumento Lo que está en auge es la búsqueda de transparencia. Faltan datos recientes. Ahora hay maltrato y seguramente lo hubo antes. Y es menor el porcentaje de incidencia que en la UE. El último informe del Defensor del Pueblo, realizado en 1999 con encuestas a 3.000 alumnos de la ESO, destacaba que más del 30% de los escolares declaraba sufrir agresiones verbales con cierta frecuencia y cerca de un 9% amenazas con la finalidad de meterles miedo.



¿Como manejar el acoso entre los jóvenes? Formas de afrontarlo: Consejos prácticos


CONSEJOS PARA ACTUAR......

Los acosos son un problema serio. Hacen que la gente se sienta sola, infeliz y atemorizada. Hacen que sientan que hay algo malo en ellos. Aun hace que algunos chicos no quieran ir a la escuela o salir a jugar. Si los acosos son extremos y duraderos, pueden llevar a casos de violencia por venganza como los que has visto en las noticias.

Muchas personas que cuando chicos han sido víctimas de acosos frecuentes, crecen con una autoestima baja y muchos otros problemas. En otras palabras, ¡es muy importante manejar los acosos y no dejar que te arruine la vida!
Bien, estás ahí y alguien empieza a acosarte. ¿Qué haces «en ese momento»?
Ignora al acosador. Haz como que no lo oíste. Ni siquiera lo mires. Si puedes, camina y pásale al lado sin determinarlo. No llores, ni te enojes, ni muestres que te afecta. Eso es lo que el acosador/a pretende. No le des esa satisfacción. Aun si te sientes verdaderamente lastimado/a, no dejes que se te note. Más tarde podrás hablar o escribir sobre tus reacciones.
Responde al bravucón con tranquilidad y firmeza. Responde al acosador con tranquilidad y firmeza. Di, por ejemplo: «¡No!» «Eso es lo que tu piensas» Si puedes, convierte un comentario fastidioso en un chiste. Por ejemplo, la acosadora dice «¡Qué vestimenta tan ridícula!» y tú dices «¡Gracias! Me alegra que se haya dado cuenta.»
Aléjate de la situación. Vete y aléjate o corre si es necesario. Ve a un sitio donde haya un adulto. Recuerda que no eres el del problema. Es el acosador el que tiene el problema.



Para que no te afecte, si te están poniendo apodos o se están burlando de ti, trata «El banco de niebla». Imagina que estás dentro de una gran pecera llena de neblina blanca. Luego imagínate que la neblina se traga los insultos antes de que lleguen a ti. Nada te toca. Practica así: piensa en las peores cosas que un acosador pueda decirte y luego deja que la neblina se las trague.
¡Habla con un adulto! Si eres una víctima permanente de los acosadores, «lo más importante» que tienes que hacer es: hablar con un adulto. Esto es tan importante, que lo diremos de nuevo. ¡Habla con un adulto!
Comienza con tus padres. Eso no es «acusar». Es pedir ayuda a las personas que te aman cuando de verdad las necesitas. Si sufres de las "gracias" y acosos en la escuela, haz que tus padres lo hablen con un directivo de la escuela; no con los padres del acosador.


Si sientes que no les puedes contar a tus padres o que tus padres no te apoyan de la manera que necesitas, habla con otro adulto en quien confíes: un maestro, el director, el psicologo/a del colegio o alguien que conozcas, un adulto que tenga alguna autoridad.
Si sientes que no puedes decirle a nadie, trata de escribir una carta contando lo que te sucede. Dásela a un adulto en quien confíes y guarda una copia para ti.
Si no quieres hablar de ello con nadie a solas, lleva un amigo, hermano o a uno de tus padres. Te ayudará mucho llevar a alguien que haya visto cuando te acosan.
Haz que al adulto le quede claro que esa situación te afecta profundamente. Especialmente si eres víctima de «acosos verbales», porque muchos adultos no consideran graves los acosos verbales. La realidad es que esta clase de acosos es la que más puede afectarnos.


Estas preguntas de discusión te ayudarán a examinar el tema de los acosadores con uno de tus padres o con otro adulto.
Si se trata de acosos físicos o violentos, puedes pedirle al adulto con quien hables que no revele tu nombre. NO te lo guardes. NO planees venganza contra el acosador ni trates de hacer algo con tus propias manos.



Ahora que hablaste con alguien más sobre tu problema, hay muchas cosas que puedes hacer para evitar ser víctima de acoso en el futuro:


  1. No andes solo. Anda al menos con una persona más siempre que puedas.


  2. Evita los lugares donde ocurren los acosos.


  3. Cambia la ruta para ir y volver de la escuela. Sal un poco más temprano o más tarde para evadir al acosador. Siéntate cerca del conductor del autobús escolar o camina con un maestro para ir a clase.


  4. No lleves objetos valiosos ni dinero a la escuela. Marca tus pertenencias con tinta indeleble por si te las roban.


  5. Evita las áreas de la escuela sin vigilancia y las situaciones en que estés sola o solo.


  6. Asegúrate de no estar sola o solo en el vestuario ni en el baño.


  7. Actúa con confianza.


  8. Mantén la cabeza en alto, párate erguido y establece contacto visual.


  9. Piensa y repasa con tiempo tus respuestas y reacciones frente al acosador y practícalas frente al espejo. Así, ¡las tendrás listas cuando las necesites!
    Los acosadores/as son realmente buenos en hacerle creer a la gente que merece ser maltratada

  10. A veces, se arregla la situación con un acosador, pero luego surge otro acosador que toma su lugar. Hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que eso suceda. Los acosadores/as son realmente buenos en hacerle creer a la gente que merece ser maltratada. Eso es totalmente falso.
    Mereces respeto y amabilidad de los demás


  11. Repítete permanentemente que tú eres, como en realidad eres, una gran persona que merece respeto y amabilidad de los demás. Aprende a estar orgulloso de tus diferencias. De todos modos, ¿por qué querrías ser como ese acosador?


  12. Nunca te avergüences de una enfermedad ni de una discapacidad. Mientras más pronto te sientas bien con ellas, los demás también lo harán.


  13. Pasa mucho tiempo con tus amigos. Si no tienes verdaderos amigos, trata de hacer nuevos amigos participando en actividades sociales o físicas.


  14. Lleva un diario sobre tus incidentes con los acosadores y cómo te hacen sentir, y sobre los acosos que sufren otras personas. Puedes también escribir un diario con aspectos positivos: todas las cosas que te gustan de ti mismo, tus planes para el futuro, etc.


Si nada de esto sirve y los acosos que sufres han vuelto tu vida muy difícil, habla con tus padres sobre la posibilidad de cambiar de escuela. Tú y tu familia pueden pensar que eso es rendirse, pero al final vale la pena vivir bien la vida y ser feliz.
















miércoles, 8 de noviembre de 2006

La Comunicación en la pareja




Durante este programa hemos abordado un tema muy solicitado por los oyentes a quienes deseo dar respuesta a sus continuas preguntas de cómo poder conversar con sus parejas sobre diferentes temas.
Saber comunicarse efectivamente es la piedra angular para mantener buenas relaciones interpersonales y sexuales con nuestra pareja. Regularmente, cuando nos comunicamos queremos transmitir información a través de palabras, sonidos, una mirada, un roce o una acción. Quien recibe el mensaje no sólo debe recibirlo, debe entenderlo e interpretar su significado. Como ven no es tan fácil comunicarse efectivamente, de allí que tengamos dificultades con nuestra pareja en tratar de hacer que nuestro mensaje llegue claro a la otra parte.
En muchos casos, quien envía el mensaje no tiene éxito en decir lo que planea. A veces no se encuentran las palabras correctas para expresar un sentimiento o una necesidad de una manera adecuada. En otras ocasiones, el mensaje puede ser claro pero la manera en que se envía no es la apropiada y el mensaje se recibe de una manera desastrosa. Cuántas veces se nos va el punto de lo que queremos decir y necesitamos aclarar al extremo que quien nos escuchaba dice "ah, es eso lo que me querías decir".
En otros momentos quien recibe el mensaje no presta atención a lo que le queremos transmitir y el mensaje se pierde, o quien escucha sólo presta atención a lo que le interesa y el resto de la información pasa inadvertida y por lo tanto no entendió lo que deseábamos decir. Hay momentos en que el problema más grande es en cómo se interpreta el mensaje. A continuación un ejemplo usual:
Esposo: "Te dije hace un rato que no quería hacer el amor esta noche". Esposa: "Yo pensé que lo que querías decir era que en ese momento no querías hacer el amor, no entendí que quisiste decir en toda la noche".
Aún cuando parece simple el arte de comunicarnos puede ser difícil y complejo. Hablaremos próximamente en los pasos a seguir para comunicarnos efectivamente.
La comunicación se encuentra entre las áreas de conflicto de la pareja.
Las áreas de conflicto afectan a todos los componentes que se han listado de la estructura de la pareja.
El poder: Teniendo en cuenta las responsabilidades: quien se encarga de hacer las cosas y quien decide lo que hay que hacer. Estas decisiones abarcan aspectos tan fundamentales como: Las finanzas, el cuidado de los hijos, las relaciones sociales, etc.
La intimidad: La intimidad se construye con una separación de la familia de origen, dando prioridad al otro en la autorrevelación y en la toma de decisiones. Por eso uno de los temas más conflictivos se da en las relaciones con la familia de origen,
La pasión, el afecto, la sexualidadEl amor va sustituyendo al enamoramiento, la pasión inicial va dando paso a la intimidad y al cariño, pero no por eso se puede perder la atracción que se siente por el otro como objeto y sujeto sexual.
ComunicaciónCuando se producen los conflictos y se enquistan se producen patrones de comunicación que perpetúan el problema y conducen finalmente a la separación.





Los Desencadenantes de los conflictosEn circunstancias normales las parejas, aunque no sean felices, se amoldan y no surgen los conflictos, estos aparecen cuando se dan circunstancias importantes de cambio, es decir, situaciones estresantes como:
· Cambios laborales tanto negativos como positivos: paro, ascensos; la jubilación.
· Enfermedades;
· Problemas económicos,
· La paternidad/ maternidad,
· Cuando los hijos se van de casa o simplemente se hacen mayores y dejan más tiempo libre a la pareja.
Todos, positivos y negativos, son fuentes de estrés que exigen a la pareja poner en marcha sus habilidades de comunicación y de resolución de conflictos, además de la motivación para mantenerse juntos y la capacidad de reconocer las debilidades delante del otro y que el otro las reciba sin castigarlas.
Los problemas en la comunicación de la pareja está relacionada con la aparición de estas fuentes de conflictos.

Buenas prácticas para una buena comunicación en pareja: Tomamos nota


  • Una buena comunicación es cuando la persona expresa todo lo que siente, desea o quiere, y consigue resolver los problemas sin perder el control, aunque esté enojado. Al usar este tipo de comunicación se deja, además, la puerta abierta a la pareja, quien también se sentirá libre de expresarse y conseguir sus objetivos. Con este estilo comunicativo no hay perdedores, todos ganan.
    Por otro lado existe el comunicador pasivo, la persona que no expresa sus opiniones, intereses, deseos, y no elige por sí mismo, delegando casi siempre la toma de decisiones a su pareja. La persona que utiliza un estilo pasivo para comunicarse se siente insatisfecho consigo mismo, ansioso, sin control y enojado, incapaz de resolver problemas. Además, la persona que siempre cede ante la voluntad de su compañero, puede conseguir que éste le menosprecie.
    Otra manera de comunicarse es agresivamente. Cuando una persona se comporta de forma agresiva, puede sentirse insatisfecho, sin control, enfadado o culpable, porque consigue lo que quiere, pero dañando su relación y a su pareja. Este comportamiento, como el pasivo, hace que la persona no sea valorada y no resuelva los conflictos, es más, los agranda. Esta conducta provoca que la pareja se sienta herida, humillada y que, por lo tanto, esté a la defensiva. Por el contrario, la comunicación agresiva indirecta es cuando una persona no es franca al expresarse, y guarda rencores, teniendo también un efecto negativo en la pareja.
    Una comunicación fluida se basa en varios principios:

  • La oportunidad- las situaciones tanto positivas como negativas tienen que comentarse o hablarse cuando ocurren y no posponerlas en el tiempo o callarlas, la excepción a esto podría ser cuando la situación emocional o el lugar no es el apropiado y hay que dejarlo para un momento más tranquilo.

  • El tipo de trato- los cónyuges tienden a ser más respetuosos, tolerantes y educados, respetando el turno de palabra y escuchando en situaciones sociales, que en un lugar privado, en donde se comportan de forma más grosera, negativa y menos respetuosa, el efecto es un comportamiento recíproco de las mismas características. El tipo de trato determinará la calidez, o falta de ella, en las relaciones cotidianas.

  • Especificar comportamientos- para comunicarnos de manera abierta y sana lo más eficaz es seguir una fórmula de comunicación como la siguiente: “Me siento X, cuando tú haces Y, ¿estarías dispuesto a W?” Al hacer esto hay que evitar culpabilizar, amenazar o manipular al otro y responsabilizarse de cómo uno se siente.

  • Evitar adivinar el pensamiento- esto ocurre cuando alguno o ambos miembros de la pareja dan por hecho que conocen tan bien al otro que saben las intenciones, los pensamientos y los sentimientos que causan sus comentarios o comportamientos. Esta distorsión se asocia en su mayoría a atribuciones negativas sobre el otro y muy poco a las positivas. Lo más beneficioso es estar presente frente a la pareja, sin asumir lo que está expresando, sino escuchando sinceramente.

  • Cuidar las conductas no verbales- el tono de voz, la velocidad, las muecas y gestos de desagrado, la falta de contacto visual o los gestos faciales provocadores son variables de gran importancia para manejar una comunicación positiva. Ésta incluye un tono adecuado, con pausas al hablar, contacto visual con la pareja, expresión facial con movimientos de asentimiento y sonrisas.

A continuación, y de manera muy resumida, enumeramos 10 comportamientos que facilitan la comunicación con otros seres humanos, especialmente con la pareja.

DIEZ CONDUCTAS PARA FACILITAR LA COMUNICACIÓN
1.-Ser positivo (Me agrada que... o me gusta la forma que tú...)
2.-Ser flexible, no estar aferrado a tener siempre la razón.
3.-Ser breve e ir al grano.
4.-Ser asertivo, no atacar, no ser sumiso, decir lo que se piensa sin ira.
5.-No estar a la defensiva.
6.-Personalizar los comentarios (yo creo, a mí me parece, opino que…)
7.-Resaltar los acuerdos cuando se producen.
8.-Valorar el tono de voz.
9.-Expresar afecto.
10.-Utilizar una “franqueza” comedida y no una “franqueza” brutal.

A continuación dejanos tu opinión.... y tu experiencia en la comunicación en pareja . Gracias 

domingo, 29 de octubre de 2006

¿Que hacer con la Depresión?


Identifique su Pensamiento Depresivo
Siempre que usted detecte que se está sintiendo algo más triste, mire hacia atrás e intente recordar qué pensamiento provocó su sentimiento de tristeza. Este pensamiento puede ser una reacción a algo que pasó recientemente, o quizás en la última hora o en los últimos minutos, o puede ser un recuerdo de un evento pasado.

El pensamiento puede contener uno o más de los temas siguientes:
(1) Opinión Negativa sobre uno mismo.
Esta idea se mantiene a menudo al compararse con otras personas que parecen ser más atractivas o tener más éxitos o ser más capaces o inteligentes: "Yo soy peor estudiante que Miguel", "he fallado como padre", "no tengo suficiente juicio o ingenio". Usted se puede encontrar con que se ha preocupado con estas ideas, o rememora los acontecimientos negativos del pasado cuando otras personas parecían detestarle o despreciarle. Puede considerarse sin valor y aburrido y asume que sus amigos y familiares estarían contentos si se libraran de usted.
(2) Autocrítica.
La persona deprimida se siente triste porque enfoca su atención en sus presuntas limitaciones. Se culpa de no hacer un trabajo que piensa que debe hacer, por decir cosas que no debía o por las desgracias que causa a otros. Cuando las cosas van mal, es probable que la persona deprimida crea que es por su culpa. Incluso los eventos felices pueden hacerle sentirse peor si piensa, "no merezco esto. Soy indigno de ello". Debido a que la opinión propia es tan baja, puede hacer demandas excesivas sobre sí mismo. Puede exigirse que sea una ama de casa perfecta o un incansablemente amigo fiel o un médico de juicio clínico infalible. Puede venirse abajo pensando, "debía haber hecho un trabajo perfecto".
(3) Interpretaciones Negativas de los Hechos.
Una vez y otra, puede encontrarse respondiendo de manera negativa a las situaciones que no le molestarían si no estuviera deprimido. Si tiene un problema de no encontrar un lápiz, puede pensar, "Todo es difícil para mí". Cuando gasta un poco de dinero, puede sentirse triste, como si hubiera gastado una gran cantidad. Puede ver la desaprobación en comentarios que otras personas hacen, o decide que ellos le detestan en secreto --aunque ellos pueden actuar de forma amistosa.
(4) Expectativas Negativas sobre el Futuro.
Puede llegar a tener el hábito de pensar que nunca superará sus sentimientos de dolor o sus problemas y creerá que durarán para siempre. O puede tener las anticipaciones de pensamiento negativas siempre que usted intente hacer un trabajo específico: "Estoy seguro de que voy a fallar en esto". Una mujer deprimida tendría una imagen visual de ella de que estropea la cena siempre que cocina para invitados. Un hombre con una familia que atender se imaginó despedido por su jefe por cometer algún error. La persona deprimida tiende a ver el futuro como fracaso e infelicidad como algo inevitable y puede decirse que es vano intentar hacer que su vida vaya bien.
(5) " Mis Responsabilidades me están Agobiando".
Usted tiene los mismos tipos de trabajos para hacer en casa o en su trabajo que ha hecho antes muchas veces, pero cree ahora que es completamente incapaz de hacerlos o que le llevará semanas o meses antes de llevarlos a cabo. O se dice que tiene tantas cosas para hacer que no hay ninguna manera de organizar el trabajo. Algunos pacientes deprimidos se niegan parte de tiempo para dedicarlo a sus intereses personales debido a lo que ellos ven como obligaciones urgentes que les llueven de todos los lados. Pueden experimentar sentimientos negativos físicos que acompañan a tales pensamientos, incluso sensaciones de ahogo, náusea, o dolores de cabeza.


¿Que hacer con los Pensamientos Negativos?
Una persona no deprimida podría tener los mismos pensamientos de vez en cuando pero generalmente los deshecha de su mente. Pero la persona deprimida los tiene todo el tiempo --siempre que él piense sobre su propio valor o habilidad o lo que es probable que le pase en la vida. Éstos son algunas de las maneras que usted puede reconocer el pensamiento deprimido.
(1) Los pensamientos negativos tienden a ser automáticos.
Realmente no están basados en la razón y la lógica --apenas parecen cruzan la mente, estos pensamientos están basados en la baja opinión y concepto que tienen las personas sobre ellos mismos, en lugar de en la realidad.
(2) Los pensamientos son irracionales y no sirven para ningún propósito útil.
Le hacen sentirse peor y le impiden conseguir lo que realmente quiere en la vida. Si los considera atentamente, probablemente encontrará que se ha saltado a una conclusión que realmente no es exacta. Su psicoterapeuta podrá mostrarle lo irrazonable de sus pensamientos negativos.
(3) Aunque estos pensamientos son irracionales, parecen ser absolutamente creíbles en el momento que usted los tiene. Normalmente se aceptan como razonables y se consideran como un pensamiento realista como, "El teléfono está sonando --debo contestarlo".
(4) Cuanto más una persona cree estos pensamientos negativos (es decir, los acepta sin criticarlos), peor se siente.


Si usted se permite anclarse en estos pensamientos, encontrará que está interpretando todo de una manera negativa. Tenderá a hundirse cada vez más desde que todo parece desesperante. Pero rendirse es dañino --porque las personas deprimidas interpretan a menudo el hecho de que ellos se han rendido como otra señal de inferioridad y fracaso. Usted puede ayudarse aprendiendo a reconocer sus pensamientos negativos y entender por qué son incorrectos e ilógicos.

Tareas para Realizar por la persona deprimida para superar su depresión (Segun BecK y Greenberg)
(1) Un Horario Diario.
Intente fijar las actividades para llenar todas las horas del día. (Una forma especial es el Horario de Actividades Semanal.) Haga una lista de actividades que usted planea realizar cada día. Empiece con la actividad más fácil y entonces progrese a la más difícil. Verifique cada actividad cómo la completó. Este horario también puede servir como un registro corriente de sus experiencias de dominio y satisfacción.
(2) Método del "Dominio y Placer".
Usted tiene más cosas "favorables" de lo que es consciente normalmente. Apunte todos los eventos del día y entonces etiquete aquellos que involucran algún dominio de la situación con la letra "D" y aquellos que conllevan un poco de satisfacción con la letra "P".
(3) El A.B.C. de los Sentimientos.
La mayoría de las personas deprimidas cree que su situación vital es tan penosa que es natural en ellos sentirse triste. Realmente, sus sentimientos se derivan de lo que piensan y cómo interpretan lo que le ha pasado. Si piensan cuidadosamente sobre un reciente evento que les ha perturbado y les ha deprimido, deben poder ordenar tres partes del problema: A. El hecho (Acontecimientos) B. Sus pensamientos C. Sus sentimientos (Consecuencias). La mayoría de las personas sólo son normalmente conscientes de los puntos A y C. Suponga, por ejemplo, A à su esposa se olvida de su cumpleaños. Usted se siente herido, defraudado y triste à C. Lo que realmente está haciéndole infeliz es el significado que usted da a los eventos (B). Usted piensa "el olvido de mi esposa significa que ella no me ama ya". "He perdido el amor de ella y de otros".Usted puede pensar entonces que sin su aprobación y admiración usted no puede estar nunca contento o satisfecho. Aunque, es bastante posible que su esposa simplemente estuviera ocupada o no comparta su entusiasmo por los cumpleaños. Usted ha estado sufriendo debido a su conclusión injustificada --no debido al propio evento.
(4) Si usted tiene un sentimiento triste, repase sus pensamientos .
Intente recordar que es lo que ha "pasado a través de su mente". Estos pensamientos pueden haber sido su "automática" reacción a algo que pasó --el comentario de un amigo, recibir una factura en el correo, el ataque de un dolor de estómago, una imagen. Usted probablemente encontrará que estos pensamientos eran muy negativos y usted los cree.
(5) Intente Corregir Sus Pensamientos
"Contestando" a cada una de las declaraciones negativas que usted se hizo a sí mismo con una declaración más positiva, equilibrada. No sólo encontrará que eso es más realista respecto a su vida sino que, además,. se sentirá mejor. Una ama de casa estaba sintiéndose triste y abandonada porque ninguna de sus amigas le había telefoneado durante unos días. Cuando ella reflexionó sobre el tema, comprendió que María estaba en el hospital y Juana en el pueblo y Elena había llamado. Sustituyó esta explicación alternativa para el pensamiento negativo: "Me han abandonado" y empezó a sentirse mejor.
(6) la Técnica de la Doble Columna.
Apunte su pensamiento automático irrazonable en una columna y en la opuesta su respuesta a los pensamientos automáticos. (Ejemplo: Juan no ha llamado. Él no me ama. La respuesta: Él está muy ocupado y pienso que estoy mejorando respecto a la semana pasada--para que necesite preocuparse por mí.)
(7) Resolución de los Problemas Difíciles.
Si un trabajo particular que usted tiene que hacer parece ser muy complejo y difícil, escriba un ensayo sobre cada uno de los pasos que tiene que realizar para lograr resolverlo y entonces hacer simplemente un paso de cada vez. Problemas que parecen irresolubles pueden ser dominados descomponiéndolos en unidades manejables más pequeñas. Si usted se siente paralizado ante un problema y no está haciendo ningún progreso, intente apuntar maneras diferentes, alternativas de ver el problema. Pregúnteles a otras personas cómo ellos podrían ocuparse de semejante dificultad. Nosotros lo hemos etiquetado como maneras alternativas de presentar y resolver los problemas --"Terapia Alternativa".

Ejercicio Físico y Depresión
Se ha demostrado que hacer 30 minutos de ejercicio rápido tres veces por semana es tan eficaz como la terapia con medicamentos para aliviar en corto tiempo los síntomas de depresión mayor. Los investigadores de Duque University Medical Center han mostrado además que continuando el ejercicio se reduce notablemente las recaídas de depresión.
Los investigadores de Duque demostraron en un estudio de 156 pacientes de la tercera edad con diagnostico de depresión mayor, que los pacientes que practicaron ejercicios durante 16 semanas, mostraron una mejoría significativa y comparable estadísticamente a la de aquellos que tomaron la medicación antidepresiva, o la de aquellos que a la vez tomaron la medicación y ejercitaron.
Un nuevo estudio con los mismos participantes durante seis meses adicionales, demostró que los pacientes que continuaron ejercitando después de completar el ensayo inicial, tuvieron menos recaídas de depresión, comparativamente con los otros pacientes. Sólo en 8 por ciento de los pacientes del grupo de ejercicio retornó la depresión, mientras que la misma volvió a presentarse en el 38 por ciento del grupo con medicamento sólo y 31 por ciento del grupo del ejercicio más droga.
Llegaron a la conclusión importante de que la efectividad del ejercicio parece persistir con el tiempo, y que los pacientes que responden bien para ejercer y mantener su ejercicio tienen menor riesgo de recaer.
El Dr. Blumenthal explicó. "Que con cada incremento de 50 minutos de ejercicio, se redujo también en un 50 por ciento el riesgo de recaída. Los "resultados de estos estudios indican que un programa de ejercicio modesto es un tratamiento eficaz para los pacientes con depresión mayor”, y continuó diciendo. "Y si estos pacientes motivados continúan con su ejercicio, ellos tienen mayor oportunidad de que la depresión no retorné”
Los investigadores se sorprendieron al ver que el grupo de pacientes que tomaron la medicación y ejercitaron no respondió como aquellos que sólo hicieron ejercicio. Sugirieron que el ejercicio puede ser beneficioso porque los pacientes asumen un papel realmente activo intentando mejorar, mientras que tomar la píldora representa un acto realmente muy pasivo".
Los investigadores realizaron este exitoso estudio en personas de mediana edad y mayores, por lo que suponen que es lógico asumir que tales resultados se obtendrían también en la población general, puesto que las personas de mayor edad tienden a tener problemas médicos adicionales o enfermedades que podrían hacer mas difícil el ejercicio regular en comparación con los pacientes más jóvenes.

La Depresión


Programa 25 de Octubre

¿Qué es un trastorno depresivo?.
Todo el mundo atraviesa períodos de tristeza, de soledad o de infelicidad. Los acontecimientos cotidianos, y nuestras reacciones ante ellos, afectan a veces a nuestra paz interior. Así es la vida. Pero cuando estos sentimientos duran semanas o incluso meses, impidiendo que volvamos a adoptar una visión sana de la realidad, es posible que nos hallemos ante una depresión. El trastorno depresivo es una enfermedad que afecta el organismo (cerebro), el ánimo, la manera de pensar y el comportamiento. Afecta la forma en que una persona come y duerme. Afecta cómo uno se valora a sí mismo (autoestima) y la forma en que uno piensa. Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es una condición de la cual uno puede liberarse a voluntad. El depresivo está enfermo de su voluntad, y desgraciadamente los familiares y amigos, para estimularlos le piden “que tenga fuerza de voluntad”, lo que tortura al paciente depresivo pues la enfermedad se caracteriza por ausencia de la misma (no pueden, no es que no quieran). Se les recomienda que salgan de vacaciones, sin saber que el depresivo llevará su depresión en la maleta.Las personas que padecen de un trastorno depresivo no pueden decir simplemente "ya basta, me voy a poner bien". Sin tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años. Sin embargo, la mayoría de las personas que padecen de depresión pueden mejorar con un .tratamiento adecuado. Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Los sujetos con un episodio depresivo mayor se presentan a menudo con llanto, irritabilidad, tristeza, rumiaciones obsesivas, ansiedad, fobias, preocupación excesiva por la salud física y quejas de dolor (p. Ej., cefaleas o dolores articulares, abdominales o de otro tipo). Durante un episodio depresivo mayor algunos sujetos presentan crisis de angustia con un patrón que cumple los criterios del trastorno de angustia. En los niños puede presentarse una ansiedad por separación. Algunos sujetos refieren problemas en las relaciones personales, interacciones sociales menos satisfactorias o problemas en la actividad sexual. La consecuencia más grave de un episodio depresivo mayor es la tentativa de suicidio o el suicidio consumado. El riesgo de suicidio es especialmente alto para los sujetos con síntomas psicóticos, historia de tentativas de suicidio previas, historia familiar de suicidio consumado o consumo concomitante de sustancias. También puede haber una tasa aumentada de muertes por enfermedades médicas. Los episodios depresivos mayores a veces van precedidos de algún estrés psicosocial (p. Ej., la muerte de un ser querido, la separación matrimonial, el divorcio). El parto puede precipitar un episodio depresivo mayor. Los síntomas de un episodio depresivo mayor suelen desarrollarse a lo largo de días o semanas. Antes de que comience puede haber un período prodrómico con síntomas ansiosos y síntomas depresivos leves, que puede durar semanas o meses. La duración de un episodio depresivo mayor también es variable. Lo habitual es que un episodio no tratado dure 6 meses o más, independientemente de la edad de inicio.
Si Vd. tiene alguno de estos síntomas (al menos 4 de ellos), se puede decir que necesita ayuda de un/a psicólogo/a para tratar su depresión:
  1. Cambios en el ciclo del sueño: gran aumento del número de horas que duerme, dificultad en conciliar el sueño, despierta temprano en la mañana.
  2. Cambios en los hábitos alimentarios: come con exceso, o tiene pérdida del apetito.
  3. Disminución en el interés sexual.
  4. Pérdida de energía vital, mayor cansancio e irritabilidad.
  5. Padecimiento y dolores físicos inexplicables.
  6. Reducción en el placer por las actividades habituales; sentimiento de falta de interés por la vida.
  7. Dificultad para concentrarse y para tomar decisiones.
  8. Sentimiento de desamparo y de desesperanza; creencia que nada puede ayudarlo.
  9. Cambios en actitudes, especialmente pérdida de interés por amigos, familiares, empleo y entretenimientos
  10. Mayor tiempo dedicado a pensar en el pasado y en errores del pasado, sentimientos de culpa e ideas de muerte.

Algunos consejos hasta que haga su efecto el tratamiento profesional:
  • Fíjese metas realistas, tomando en cuenta la depresión, y no trate de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.
  • Divida las metas en partes pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda cuando pueda.
  • Trate de estar acompañado y de confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie.
  • Tome parte en actividades que le ayuden a sentirse mejor.
  • Haga ejercicio liviano, vaya al cine, vaya a un juego deportivo, o participe en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Todo eso puede ayudar.
  • No espere que su estado de ánimo mejore de inmediato, sino gradualmente. Sentirse mejor toma tiempo.
  • Es aconsejable que posponga las decisiones importantes hasta que la depresión mejore.
  • Antes de hacer cambios importantes, como cambiar de trabajo, casarse o divorciarse, consulte con personas que lo conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
  • La gente rara vez sale de una depresión de un día para el otro. Pero se puede sentir un poco mejor cada día.
  • Recuerde, patrones positivos de pensamiento eventualmente van a reemplazar los pensamientos negativos que son parte de la depresión. Los patrones negativos van a desaparecer tan pronto su depresión responda al tratamiento. Recuerde, tan pronto su depresión responda al tratamiento, los pensamientos negativos van a ser reemplazadas por pensamientos positivos.
  • Deje que sus familiares y amigos le ayuden.

La Violencia Escolar


Programa de Radio, día 13 de Octubre 2006

En el mes de marzo de 1998 una matanza de escolares en Jonesboro (Arkansas ) perpretada por dos niños de 11 y 13 años conmocionó al mundo. Sin embargo no era éste un hecho aislado, sino el culmen de la violencia que la sociedad en general y los centros educativos en particular venían detectando como un fenómeno preocupante.El gran debate que surge en los meses siguientes se centra en lo que respecta a nuestro país en dos aspectos. En primer lugar, conocer si en nuestros centros existe realmente el problema y en segundo, saber qué alcance tienen los hechos violentos y si pueden compararse con los acaecidos en EEUU y en el resto de países de Europa. Hay quien niega que en nuestras escuelas exista violencia propiamente dicha, si bien se reconoce generalmente que se dan casos de victimismo entre alumnos y situaciones de indisciplina bastante generalizadas que por habituales forman parte de la convivencia diaria en el aula aunque son causantes de no pocos conflictos. También llama la atención que mientras unos nieguen que los casos de violencia escolar hayan aumentado en los últimos tiempos, sino que ésta ha existido siempre, otros denuncian el alarmante incremento de los casos aludidos en los últimos años. Cabe, por tanto, enfocar el apartado en los siguientes supuestos: ¿Existe realmente violencia escolar en nuestros centros educativos? ¿Qué clase de perturbaciones se han detectado? ¿Qué diferencia existe con los casos de otros países de nuestro entorno cultural o incluso de otras culturas más lejanas?Empecemos por lo foráneo para aproximarnos después a lo nuestro. Comenzaré tratando de reflejar la desazón que produjo en todo el mundo los terribles sucesos de Jonesboro mencionados al principio. Una revisión no demasiado detenida de lo publicado en servidores de EEUU nos aproxima a este sentimiento, incluso en un país donde el uso de las armas es generalizado y la violencia compulsiva se manifiesta a menudo en masacres que retransmiten-a veces en directo- las principales cadenas de radio y televisión. La voz, semanario publicado en Miami (Florida) dice en uno de sus artículos al que titula "La violencia escolar":"Los hechos terribles de Colorado, difíciles de olvidar, nos han cambiado la vida. Se perdió un poco la confianza entre padres, maestros y alumnos...", afirmó un funcionario de las escuelas públicas. Aparte de los "locos sueltos", que invaden algunos centros de enseñanza, muchos se preguntan: ¿Existe tanta violencia en los centros escolares?" Y expresa así los sentimientos que experimenta la comunidad escolar:" En Miami, con el comienzo de un nuevo año escolar, los estudiantes tienen miedo... Al menos veinte amenazas de bomba se registraron el año pasado en diferentes escuelas secundarias del área de Miami. Para estar preparados ante cualquier emergencia, la policía local realizó numerosos simulacros y entrenamientos (mientras las escuelas estaban cerradas en vacaciones). Mientras tanto, Henry Fraind, portavoz de las Escuelas Públicas de Miami, insiste en que los estudiantes que sean sorprendidos en este tipo de broma, por así llamarlas, serán expulsados de sus escuelas para ser asignados a otras, diseñadas para "jóvenes con problemas" ".¿Realmente está justificada tal alarma social o es fruto de un tratamiento exagerado en los medios? En primer lugar hagamos un rápido repaso a los titulares de prensa que recogí con el fin de documentar el debate ¿Hay violencia en nuestros colegios e institutos?. Transcribiré aquí los referidos a países de América y Europa, exceptuando España.EL PORQUE DE LA VIOLENCIA ESCOLARCuando coloquialmente hablamos del comportamiento de nuestros escolares respecto al que tuvimos nosotros, tendemos a crear una cierta añoranza respecto al respeto por el profesor y padres que parece ahora se haya esfumado.Sin embargo otros análisis más rigurosos no achacan a esta pérdida de respeto el pretendido aumento de la violencia. Parece que nadie pone en tela de juicio que la situación adversa de algunas sociedades marginales son caldo de cultivo de las actitudes antisociales en nuestros niños y adolescentes.Esta marginalidad provoca relación con el consumo y tráfico de drogas, con el sida y con situaciones de estrés que se traducen a veces en actos antisociales y violentos.Pero según algunos analistas esto con ser, no lo es todo ni mucho menos. En principio, se separa el conflicto (fenómeno natural en nuestra realidad social) de la violencia, fenómeno a analizar en profundidad y al que es preciso encontrar acciones coordinadas que intenten evitarlo. No faltan en los documentos analizados teorías sobre el fundamento psicosociológico de los actos de violencia escolar y que expondré en ésta parte del trabajo.Ya ha quedado patente la opinión de expertos en el sentido de que la violencia escolar no va en aumento a pesar de lo que se piense, sino que esta apreciación se debe a la existencia de una mayor sensibilidad ante los hechos violentos. Esto se opina desde el artículo "La violencia escolar" de La Voz, semanario de Miami. En el mismo artículo se pone en evidencia que la historia de la educación tiene antecedentes en este sentido muy rudos: "en Grecia y en Roma, muchos maestros, algunos de ellos grandes figuras intelectuales, tenían plena facultad para pegar a los alumnos. Los castigos corporales han sido una constante en la educación con esos viejos axiomas como la letra con sangre entra, etc. Basta con leer Juvenilia, para ver que el venerado Jack, de pronto tenía una sesión de boxeo con sus alumnos. Y hace tan sólo 10 años, el Parlamento inglés hizo por fin lugar a la petición de un alumno de una universidad muy importante de Inglaterra que reclamaba que no se aplicasen más castigos corporales.¡La petición se había iniciado en 1625! Un buen ejemplo de más vale tarde que nunca. Pero, los castigos corporales continúan: en Australia son frecuentes, en Japón son diarios... y también la situación inversa: hay un 10% de profesores que han sido golpeados por sus alumnos. De tal manera que dentro de todo en Estados Unidos (y también en América Latina) no estamos tan mal comparativamente, porque el castigo corporal, el golpear a un alumno o a un maestro, es ya cosa inaceptada socialmente. Y los casos que suceden son ventilados por la prensa... no así en otros países, donde quedan ocultos a la opinión pública. Las causas de la violencia en los niños y jóvenes escolares tiene su raíz en la situación familiar y en los medios de comunicación. En opinión de una sicóloga experta en valores y derechos humanos «la falta de respeto hacia los demás y la dificultad en las habilidades sociales» son factores determinantes en las actitudes violentas. Un problema añadido es el reflejo en los colegios de la violencia que se percibe en casa contra las mujeres. Una violencia que los niños interiorizan. "Parece que las causas están íntimamente ligadas a la realidad social en la que nuestros adolescentes se hallan insertos. La familia, la influencia de los medios. Es aceptado que así como el conflicto es consustancial al hombre, la violencia se aprende. El doctor Chester Quarles, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de de Mississippi y autor de varios libros sobre el tema (Staying Safe in School:the life you save may be your own) dice con toda claridad: "Somos el país más violento de la Tierra. Para el momento en que un niño cumple los 6 años, ya ha observado 6 mil asesinatos y eso tiene un efecto catastrófico y devastante". En este mismo sentido se expresa una interviniente en el debate de nuestro web: En nuestros Colegio si hay violencia, aqui las mismas ircunstancias del país, las cuales los niños las viven a diario en la televisión y en sus hogares, hacen de ellos personas agresivas, creo que se debe fortalecer la familia y en especial a la pareja como primeros educadores de los niños,pues una familia con valores podrá proyectarse en sus hijos, fomentando la autoestima ( autoconcepto, autonomía, autovaloración) de sus miembros y desde alli darse a la comunidad.SOLUCIONES: 1.- La familia está primero. La principal respuesta a la violencia escolar esta en los padres. Es evidente que los adultos no estamos enseñando a nuestros niños y jóvenes a resolver sus conflictos pacíficamente. La violencia que entra en las salas de clases generalmente tiene sus raíces en las casas. Es cosa de ver algunas reveladores aunque escalofriantes cifras:Uno de cada cuatro hogares sufre de la violencia intrafamiliar.Casi un 70% de los niños reconocen haber sido objeto de maltrato por parte de sus padres o familiares más cercanos.Por ello uno de los objetivos sería crear una nueva relación más cercana entre el entorno escolar con esas familias.Esta nueva relación entre padres y establecimiento es uno de los ejes del nuevo curriculum.2- Se trabaja en un nuevo curriculum que integra al alumno y se adapta al mundo en que vive. El qué aprenden y el cómo aprenden nuestros niños tiene efecto sobre el conocimiento y los valores, base de la convivencia. Al sentir los alumnos que lo que aprende les es útil en su vida diaria, al poder ellos mismos tomar las riendas de su aprendizaje y no ser sujetos pasivos de largas lecciones que consideran inútiles, mucho de los motivos de resistencia contra la autoridad escolar disminuirán. Una educación pertinente a los desafíos de hoy con profesores formados para estos desafíos le devuelve a la escuela su rol formador. En ese nuevo currículum son los propios alumnos los que adquieren conciencia de la importancia del aprendizaje.3. - Se promueve la apertura de más espacios de expresión de la cultura juvenil y ocupación del tiempo libre. Los colegios abiertos, en horario extraescolar a numerosas actividades culturales, deportivas, de servicio a la comunidad, se convierten en punto de encuentro entre adultos y jóvenes y en alternativas a las calles y sus tentaciones. La comunidad escolar toma conciencia de su rol y es capaz de dar soluciones a sus problemas.4.- Se privilegia la mediación escolar como forma de resolver los conflictos. Para ellos deben desarrollarse programas en especial orientados a la comunidad escolar que contribuyan a apoyar a los profesores,padres y alumnos a fortalecer la convivencia interna y la formación en resolución pacífica de los conflictos. "Las recomendaciones que hace el Defensor del Pueblo en su informe a la Comisión Mixta Congreso-Senado se basan en el papel del profesor:"Los profesores tienen, generalmente, una mayor percepción del maltrato entre sus alumnos de lo que suele pensarse, y afirman claramente que los conflictos en sus centros han aumentado durante los últimos tres años Sus respuestas ante todas estas agresiones se centran tanto en actuaciones sancionadoras y administrativas, como en acciones encaminadas a la prevención y la resolución de conflictos.Por todo ello, el Defensor del Pueblo recomienda "la creación de un Observatorio del maltrato entre iguales, o una institución similar de ámbito estatal, que sirva de lugar de encuentro para experiencias comunes, de intercambio de iniciativas y de difusión de estudios". Y propone la vinculación de las políticas educativas con las sociales para atender causas de violencia ajenas al centro, la formación permanente del profesorado a todos los niveles; la dotación a los centros de especialistas, orientadores y trabajadores sociales; el fomento de la colaboración de las familias en los colegios; y garantizar la vigilancia de sus espacios e instalaciones."Por su rigor , quiero cerrar el apartado y trabajo reproduciendo una opinión del profesor Moreno Olmedilla a pesar de ser extenso el texto. El epígrafe se titula "La respuesta educativa al comportamiento antisocial en los centros escolares""En el debate acerca de la violencia y el comportamiento antisocial en las escuelas subyacen cuestiones y retos de gran alcance y con profundas implicaciones para nuestra sociedad. En definitiva, lo que «nos estamos jugando» aquí es si la escuela puede continuar siendo un instrumento de cohesión social y de integración democrática de los ciudadanos. Después de décadas de fortísima expansión y democratización educativas, mantener y afianzar el carácter «inclusivo» de nuestros centros de enseñanza parece ser un gran desafío. Así, las medidas de atención a la diversidad, el aprendizaje de la convivencia, la educación en actitudes y valores, se muestran como prioridades irrenunciables para la educación institucionalizada. El carácter no estrictamente académico de dichas prioridades choca, a veces incluso con dureza, con ciertas culturas profesionales dentro de la actividad docente, y aún mucho más con ciertas posiciones ideológicas en política educativa y curricular; y esto es así sobre todo en el ámbito de la educación secundaria, el tramo del sistema educativo donde siempre se concentran los grandes debates de fondo sobre la educación. El riesgo de fragmentación social y cultural, y de deterioro de la escuela pública que tales posiciones sin duda implican, hacen aún más urgente la toma de conciencia de los docentes acerca del auténtico alcance de los temas y problemas que venimos tratando.Podríamos diferenciar entre dos grandes tipos de respuesta educativa ante el comportamiento antisocial en las escuelas. Tendríamos, por un lado, lo que llamamos respuesta global a los problemas de comportamiento antisocial (que técnicamente podría considerarse como prevención primaria) (Moreno y Torrego, 1996). Se trata de una respuesta global por cuanto toma como punto de partida la necesidad de que la convivencia (relaciones interpersonales, aprendizaje de la convivencia) se convierta y se aborde como una «cuestión de centro». Así, el centro escolar debe analizar las cuestiones relacionadas con la convivencia —y sus conflictos reales o potenciales— en el contexto del currículo escolar y de todas las decisiones directa o indirectamente relacionadas con él. Esta respuesta global asume, por tanto, que la cuestión de la convivencia va más allá de la resolución de problemas concretos o de conflictos esporádicos por parte de las personas directamente implicadas en ellos; al contrario, el aprendizaje de la convivencia, el desarrollo de relaciones interpersonales de colaboración, la práctica de los «hábitos democráticos» fundamentales, se colocan en el centro del currículo escolar y de la estructura organizativa del centro. A su vez, los conflictos de convivencia o, más en general, los retos cotidianos de la vida dentro de la institución, afectarían a todas las personas de la comunidad escolar —y no sólo a los directamente involucrados—, por lo que también se esperaría de todos una implicación activa en su prevención y tratamiento.Por otro lado, tendríamos una respuesta más «especializada», esto es, consistente en programas específicos destinados a hacer frente a aspectos determinados del problema de comportamiento antisocial o a manifestaciones más concretas del mismo, que técnicamente denominaríamos prevención secundaria y terciaria (Trianes y Muñoz, 1997; Díaz-Aguado, 1992; Díaz-Aguado y Royo, 1995; Gargallo y García, 1996; Pérez, 1996). Se trata de programas más o menos ambiciosos, desarrollados por expertos, y que se vienen aplicando en centros educativos españoles desde hace años".



Articulo sobre violencia escolar publicado en el Diario Ideal:

Violencia, educación y adolescencia

Por Juan Francisco Delgado Morales (adaptado)
Vemos cómo la sociedad se asombra y se escandaliza por el presunto suicidio del joven Jokin en Hondarribia. Desde entonces no han cesado las noticias sobre la violencia que ejercen los adolescentes alrededor de sus centros educativos y de los llamados lugares de socialización. No es problema aislado, sino que es más común de lo que puede parecer. Es ampliamente reconocido que la televisión y el cine ejercen una marcada influencia en el comportamiento de las personas, especialmente en aquellas que se encuentran en la adolescencia. La televisión y el cine a través de los modelos y de los valores que proyectan juegan un papel clave. Crean necesidades, generan una cultura y valores sociales determinantes, establecen gustos, imponen modas. Siendo así, ¿alguien se extraña de que después de que nuestros niños y jóvenes vean 3 horas y cuarenta minutos de TV, los adolescentes utilicen la violencia como recurso para solucionar conflictos? Cuántos muertos se ven en la pantalla mientras nos tomamos un cocido o un plato de espaguetis. Se calcula que ha habido más de 100.000 muertos en IRAK, que a diferencia de otras guerras han sido televisados en directo. Cuántas películas ven los niños y adolescentes españoles un fin de semana y en las que, para que gane nuestro héroe, han de morir al menos entre veinte y treinta personas, con derroche de efectos especiales y de ketchup por doquier. Dicen que la TV refleja la violencia que hay en la sociedad. Cierto. Pero también es cierto que mostrarla no ayuda a mejorar la convivencia, todo lo contrario: puede alimentar aún más los modelos violentos y retroalimentar el gusto por la violencia. Como dice Gustavo Bueno la ’telebasura’ arrastra un sistema de valores, «diferencian lo que hay que barrer de lo que hay que respetar». Sólo habría que hacer un esfuerzo para identificar los indicadores que puedan identificar este género. Prometen los códigos de autorregulación de las televisiones, pero me temo que chocarán con las audiencias. Ahora que tenemos la navidad a la vuelta de la esquina, es un buen momento para saber elegir: un buen libro, aunque sea para los padres y madres.

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