sábado, 5 de abril de 2008

Afrontar la manipulación de otras personas


Afrontamos un tema muy común en nuestra sociedad y muy complicado, que tiene diversos grados (de mayor o menor intensidad e importancia para los que son manipulados) , escenarios (en la pareja, en el trabajo, con los hijos/as, con la familia, amigos...) por eso abordamos de una forma extensa el problema para intentar abordar toda la problemática que conlleva la manipulación y sobre todo el cómo podemos afrontarla... con un método útil y que ha de adaptarse a cada situación. En cualquier caso los problemas graves siempre han de ser tratados por un profesional. pero aqui tienes la información para poder identificarla y afrontarla.
¿Qué es la manipulación?
La manipulación es un recurso para salir de situaciones difíciles, que emplea quien es más débil o está en una posición más frágil o vulnerable.

¿Es lo mismo la manipulación que el chantaje emocional, el acoso moral o el tan traído y llevado actualmente mobbing? No, pero casi.

Podemos decir que hay un continuo entre todas las formas de abuso interpersonal. En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil, a veces incluso imperceptible, basado en el deseo de salirse con la suya a propia costa y en la inseguridad de la persona que la lleva a la práctica.
Cuando la manipulación es insuficiente se recurre al chantaje emocional: Hacer sentir miedo, culpa o vergüenza, y ejercer un grado variable de poder sobre esa persona. Si el chantaje tampoco funciona, empieza a plantearse la posibilidad de emplear la agresión física. El acoso moral, especialmente cuando se ejerce en el medio laboral (mobbing) supone un grado elevado de poder por parte de la persona que lo ejerce.
Es, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos hasta llegar a la violencia pura Este individuo tiene un importante déficit de habilidades sociales.

Los manipuladores son lobos con piel de cordero, que parecen encantadores y sufridos, cuando en realidad son amenazadores: emplean el miedo, la obligación y el sentimiento de culpa para lograr que hagas lo que ellos quieren en vez de lo que deseas. Ven a los demás como marionetas en sus manos y, cuando las personas no responden a los hilos invisibles que ellos mueven, pasan a las amenazas.

Sus intimidaciones asumen distintas formas, pero en el fondo todas significan lo mismo: "Sufrirás si no te comportas como quiero". Cuando se salen con la suya nos rodean con una reconfo
rtante intimidad; cuando no lo logran apelan a sus tácticas.
Para escapar de su extorsión emotiva y no volver a caer en una emboscada, hay que entender cómo funciona la manipulación, enfrentarse a ella y definir estrategias para cada situación.

El manipulador utiliza el miedo, la obligación y la culpa como instrumentos para obligarnos a ceder: nos hacen temer las consecuencias de no plegarnos a sus deseos, sentirnos obligados a satisfacerlos o que sentiremos remordimiento si no capitulamos.
¿Cómo va evolucionando la manipulación?
En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil, a veces incluso imperceptible, basado en el deseo de salirse con la suya a propia costa y en la inseguridad de la persona que la lleva a la práctica.
Cuando la manipulación es insuficiente se recurre al chantaje emocional: Hacer senti
r miedo, culpa o vergüenza, y ejercer un grado variable de poder sobre esa persona. Si el chantaje tampoco funciona, empieza a plantearse la posibilidad de emplear la agresión física. El acoso moral, especialmente cuando se ejerce en el medio laboral (mobbing) supone un grado elevado de poder por parte de la persona que lo ejerce.
En el fondo, todo es lo mismo: Inseguridad del manipulador, que emplea técnicas para resolver sus problemas basadas en la agresividad activa o pasiva. Este individuo tiene un importante déficit de habilidades sociales, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos hasta llegar a la violencia pura y dura.

La manipulación es lo más denigrante para
la persona humana.

Veamos un ejemplo tomado de la película "Uno de los nuestros", un ejemplo de cómo se pueden manipular las personas....una de las formas de manipulación.


¿Quién manipula?
Toda persona que use a los demás para alcanzar sus deseos, es un manipulador.
Los manipuladores cotidianos son esas personas que pasan por nuestra vida imponiéndonos su visión del mundo y su forma de hacer y sentir. Esos individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona. Si ahora mismo echas una vistazo a tu alrededor, seguro que te encuentras alguno.
Todos somos manipuladores. En mayor o menor medida, todos hemos empleado en más de una ocasión las estrategias de los MC, especialmente en la infancia. Pero cuando estas técnicas se convierten en el modo predominante de relacionarse con las otras personas, cuando uno acaba preguntándose si aquello es una relación de pareja o de amistad, o simplemente un intercambio comercial, seguramente sea más que una estrategia pasajera.
¿Como son los/as manipuladores/as? Su perfil, aprenda a conocerlos mejor
Tienen una historia de aprendizaje deficitaria: Según distintos estudios ellos o sus padres pueden haber sufrido malos tratos físicos, psíquicos o abandono precoz, sea físico o emocional. Tal vez perdieron a la madre demasiado pronto (o esto sucedió en dos generaciones anteriores), o quizás uno de sus padres tenía un trastorno grave de personalidad, o sufrieron otras experiencias traumáticas. Puede que simplemente fuesen ese hijo o hija al que sus padres nunca hicieron demasiado caso, o a quien cargaron con responsabilidades antes de tiempo.

Cuando intentas hablar de emociones con ellos tienes una sensación como "de vacío". Aunque socialmente parezcan encantadores, o por lo menos educados, si los sacas de los tópicos no saben hablar de sentimientos positivos, porque en su infancia, o bien no hubo nadie que pudiera enseñarles, o lo único que pudieron adquirir
fue miedo, un miedo visceral y atroz que les consume por dentro. Por supuesto, lo negarán y proyectarán.

No es que no hayan tenido historia de aprendizaje: La vida pasa por igual para todos. Lo que sucede es que nadie les ha enseñado valores como la tolerancia, el respeto al otro o el amor no comercial.


Les falta confianza en ellos
mismos. Aparentan una autoestima de la que carecen. Son personas muy inseguras. Se sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la verdad.

Muestran intolerancia, dogmatismo, crítica destructiva e incluso agresividad física y verbal cuando su posición parece verse amenazada. Y también un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les escape de su control.

Sienten miedo ante la evaluación social. Necesitan d
ar una buena imagen. La inseguridad les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales. Aunque aparenten todo lo contrario, tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se encuentran en un medio social amplio y puede ser descubierto su carácter manipulador.

Temen al ridículo como a la peste, y cambian por completo cuando están rodeados de otras personas, al menos al principio. Después evitan activamente estas situaciones, y para justificarse se cabrean por cualquier cosa cuando se encuentran en una de ellas y juran no volver más, o bien vuelven a utilizar su proyección favorita y están constantemente criticando los errores que cometen sus personas significativas.
¿Cómo se manipula?
Hay varias formas de manipulación. Unas que manipulan a una persona, otras que los hacen con poblaciones enteras. En ambos casos, el manipulador busca, como decíamos, satisfacer sus intereses propios.
Quien manipula a una persona puede ser un padre de familia que usa a sus hijos para satisfacer su comodidad o capricho. Quiere que sus hijos, o su esposa, o su esposo, hagan lo que desea. Por ejemplo, cuando el padre exige violentamente que le atiendan en casa, sin importar el cansancio de los demás, ni sus necesidades personales. No quiere y ordena que todos estén a su servicio incondicional. O cuando una madre amenaza a sus hijos para que la dejen tranquila y pueda ver sus telenovelas, sin importarle las tareas, las necesidades o las dificultades de sus hijos. “¡Vete a tu cuarto y no me molestes!”.

Cuando la manipulación busc
a que toda una población se comporte como uno o unos cuantos desean que así lo hagan. Por ejemplo, muchos anuncios publicitarios buscan que la población compre tal o cual producto, sin explicar si realmente es necesario o no. Buscan los centavos de los habitantes, y nada más. No les importa lo que vaya a suceder. Un caso extremos es la droga. El único interés del narcotraficante el dinero del drogadicto. No le importa lo que a éste último se le vaya a causar o dañar.

¿Qué características comunes tienen los actos manipuladores?

1.Es cosa de dos: En todo acto de manipulación encontramos al menos a dos personas: al manipulador y al que es manipulado.

2.Un circulo vicioso entre los dos: Como son dos personas, necesariamente tiene que haber decisiones de ambas: La del manipulador, que libremente busca usar al otro; y la del manipulado que, por miedo, engaño o presión decide someterse al manipulador.

3.Negar la dignidad de los demás: Encontramos, también, que todo ma
nipulador busca satisfacer sus propios deseos o caprichos, sin importarle la dignidad de los demás. Su única medida es su propio provecho, a costa de la denigración de la persona a quien manipula. Se puede decir que el manipulador es un egoísta consumado, que se ve a sí mismo con dignidad, pero que niega la de los demás.

4.Ver sólo un lado de la verdad: En todo acto manipulador se emplea a la ver
dad como elemento característico, pero a la verdad reducida a un solo aspecto. Por ejemplo, cuando un padre o una madre de familia obliga a sus hijos a servirle según sus caprichos, apela a que es el padre o la madre. Esa es la verdad: es el padre o la madre del niño, a quien, por ser progenitor, hay que respetar y obedecer. Sin embargo, esa es únicamente parte de la verdad, pues los hijos son personas al igual que los papás; merecen el respeto a su dignidad; obedecer no quiere decir que cumplan ciegamente los caprichos de los padres, o que por el hecho de ser papás, los hijos ya son sus servidores o criados. En este caso, la madre o el padre manipulador usa su condición de progenitor para su conveniencia, reduciendo la verdad de la paternidad o de la maternidad a un solo aspecto de éstas: la obediencia filial de los hijos.

Algo similar sucede en las grande
s manipulaciones de la sociedad. Se presenta a una parte de la verdad como si lo fuera ésta, todo. Por ejemplo, el caso de aquel desodorante que por el hecho de usarlo ya dará seguridad a quien lo compra. Sí, da la seguridad que uno no va a oler mal, pero entre eso y adquirir seguridad para enfrentarse a los problemas de la vida, hay un gran abismo.

5.El manipulador determina la hoja de ruta del manipulado: En todo acto de manipulación la intenci
ón es lograr que el manipulado presente un comportamiento preestablecido por el manipulador. Por tanto, cuanto menor sea la reflexión del primero, mayor será la garantía para el segundo. De aquí que la ignorancia, el miedo o el falseamiento de los argumentos, se encuentren en este acto, o al menos uno de ellos.

6.La manipulación siempre se manifiesta sutilmente, esa es la trampa.
En toda manipulación se busca que el manipulado no se percate del engaño o de las intenciones del manipulador, pues de hacerlo, lo más probables es que este último no se deje manipular. Por tanto, suele haber sutiles comentarios, bajo el pretexto de un falso respeto hacia el manipulado.

7.No son precisos en sus afirmaciones , pero las dejan caer generalizándolas.
Otro gran aspecto de la manipulación es que, astutamente, no se definen con exactitud las cosas, dejando abierto el contexto y el fondo de la acción. Por ejemplo, cuando a alguien le comentan: “Se dice en todo el pueblo, que no sabes tratar a la gente, que eres un inconsiderado, un mal educado…”. Nunca te aclararán ni quien lo dice, ni el por qué, ni en qué circunstancias. “¡Ah! Todo el pueblo es una persona que se lo ha comentado, que están molestas porque no me acordé de el el día de su cumpleaños!, por ejemplo”. Entre esto y “todo el pueblo” hay gran diferencia.

8.Aparentemente el
manipulador lo hace basándose en valores, sólo aparentemente: En toda acción manipuladora se juega con los verdaderos valores, pues se usan como pretexto para que la acción aparente basarse en ellos, aunque, realmente, los niega.
La persona manipuladora es conciente de las estrategias que utiliza pero siempre intenta proyectar la culpa en los demás.
“No sé cómo estuve tanto tiempo con ese/a hombre/mujer”, suele ser el comentario de los/as hombres/mujeres que pasaron por la experiencia de enamorarse de un/a manipulador/a y sobrevivir a él: darse cuenta de quién tenían al lado para luego poder terminar con la relación y contar la experiencia para que otros/as hombres/mujeres no se tropiecen con la misma piedra.
El perfil del manipulador es bastante atractivo, en un comienzo se presentan como encantadores/as y sufrientes, la vida no los ha tratado bien. Inspiran compasión y deseo de protegerlos/as. Cuando ya han conquistado a su presa los manipuladores empiezan a mostrar su verdadera personalidad: utilizan el miedo y el sometimiento e inspiran culpa en el otro.
No es tan fácil liberarse de un/a manipulador/a, la mujer/hombre que forma pareja con él/ella sufre sus amenazas: de hacerles la vida más complicada, de dejarlos/as solos/as o hasta de suicidarse...cuando ellos/as ceden, vuelven a caer en sus redes y la relación se convierte en un círculo vicioso.
Para combatirlos, ante todo no hay que ceder a sus presiones y manejos: tomarse tiempo para reflexionar y esquivar los manejos psicológicos que nunca terminan bien. La realidad es que el mejor consejo es evitar la compañía de un/a manipulador o deshacerse de él tan pronto como sea posible..., o bien intentar hacerles frente. Si te miran el movil, si te controlan el horario, tus compañías, tus quehaceres, tu tiempo libre....no lo permitas.....

Como hacerles frente a los/as manipuladores/as
Para intentar afrontar las relaciones con las personas manipuladoras cotidianas (aquellas que de forma continuada en su vida son así) hay que seguir unas pautas que podemos sintetizar de esta forma:
· Conocer los propios
puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos. Las del manipulado en otros. ¿Cuáles son? Esa es nuestra tarea.
· Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo
considerable. Hemos de decidir salir de esa relación que nos lleva al sufrimiento y la infelicidad.
· Mantener abierto el canal de la comunicación: “Que no te cuelguen el teléfono, cuando le dejas las cosas claras”, que no te corte la comunicación unilateralmente.
· Aprender a ser asertivos, a decir lo que se piensa, respetando al otro pero defendiendo nuestros derechos.
· Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea esta ejercida por el manipulador/a activa o pasiva, como el mayor problema a superar.
· En el caso de que se llegue a agresión, hemos de recurrir a todas
las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresión.
· No empeñarse en intentar cambiarles. Son así, y tendrán que convivir con su inseguridad. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero/a, amigo/a, pareja, expareja, hermano/a, hijo/a.
· Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario.
Debes descubrir tus puntos débiles antes de enfrentarte a ellos, tienes que tapar tus puntos débiles, aquellas vulnerabilidades de las que se aprovechan para dominarte.
Los puntos débiles que ellos/as detectan habitualmente son:

*Baja autoestima (si no la tienes intentan creártela).
*Ser tan manipulador como ellos: Inseguridad, carencias afectivas, ansiedad ante la evaluación social (de los demás)...
*Miedo a pérdidas emocionales (te van a dejar, vas a tener una ruptura, no te van a querer ,etc.) y físicas (vas a perder tu trabajo, tus ingresos, tu casa…) .
Aunque cualquiera puede ser víctima de manipulación, hay personas más proclives a ello. Para sobrevivir a los manipuladores, es útil detectar el punto débil que les ha permitido apoderarse del control sobre la vida de la otra persona en una o varias de las áreas importantes.
Los puntos débiles suelen estar relacionados con la baja autoestima, la necesidad de aprobación, y el miedo a la posibilidad de perder el contacto con la otra persona, los hijos o los bienes comunes.
Hay que prestar especial atención a:
· LA AUTOESTIMA: Si te valoras en base al juicio de los demás, tienes tendencia a centrar la evaluación de tus acciones en los puntos negativos o te quieres poco, es probable que seas un objetivo fácil.

· LOS RASGOS
TÍPICOS DE LOS MANIPULADORES: A menudo las relaciones humanas son una batalla campal entre dos personas por el control. La presencia en el presunto manipulado de carencias afectivas, preocupación excesiva por la opinión de otras personas en relación a sus actos, baja autoestima, proyección o actitud agresiva son también puntos clave.
· EL MIEDO A LA PÉRDIDA: Los manipuladores cotidianos establecen relaciones en las que arriesgan poco. Normalmente es la otra persona quien soporta el peso del vínculo, tanto en términos afectivos como económicos. De esta forma se sitúan en una posición de poder, al tener menos que perder que la otra parte ante la ruptura de la relación. Es casi seguro que el manipulado tenga miedo a la ruptura por todo lo que ha arriesgado en el proceso.
Basta con una de estas características para ser un manipulado en potencia. Y, ¿quién no está en una de las tres situaciones? Cuando das con una persona que quiere salirse con la suya a toda costa porque es la única forma de resolver su inseguridad, aunque tengas una autoestima normal te la irá minando hasta que caigas; aunque no emplees estrategias de manipulación te irán imponiendo su estilo de comunicación hasta que sólo sepas hablar mediante indirectas, "comentarios inocentes" y sugerencias. Y prácticamente todas las relaciones que establecen son asimétricas en cuanto al reparto de cargas. Cualquiera es, o puede ser, manipulador o manipulado.
¿Cómo evitar la manipulación?
- Debemos conocernos muy bien, especialmente nuestras debilidades y reforzarlas.
- Tomar la decisión de cambiar nuestra la relación o terminarla, a pesar que esto cause gran dolor.
- Tener clara la posibilidad de enfrentar actitudes agresivas.
- Usar las herramientas que entrega la ley para enfrentar la agresión.
- No desgastarse demasiado en cambiar a la persona que tenemos al lado, pues solo somos compañeros no salvadores de nadie.
¿Cómo puedo superar mis debilidades?
A continuación vemos qué hacer para fortalecer tus puntos débiles de tal forma que sea difícil o imposible utilizarlos para aprovecharse de ti
· Puedes necesitar ayuda profesional, para aprender a combatir tus pu
ntos débiles la ayuda de un/a psicólogo/a puede ser trascendental.
· Autoestima: ver el nivel de seguridad que tenemos de las cosas. Realmente somos mejores de lo que a veces pensamos .
· Manipulación: ¿Por qué salirme siempre con la mía? Esa es la pregunta.

Pérdida: Aceptación de que podemos perder algo y no pasa nada. No es mejor ser humano el que menos veces se cae, sino el que más veces se levanta .Antes de resolver los problemas interpersonales hay que abordar los intrapersonales. Los manipuladores se han aprovechado durante mucho tiempo de los puntos débiles de sus víctimas y sus ataques van a incidir en ellos cuando encuentren resistencia. Por eso es importante reducir al máximo esos puntos.
A veces es imposible hacerlo por uno/a mismo/a y hay que recurrir a ayuda profesional. En muchas ocasiones no es necesaria una psicoterapia amplia, puede bastar con unas pocas sesiones con objetivos específicos. Y el apoyo del profesional en muchas ocasiones es un punto favorecedor para afrontar los ataques posteriores del manipulador. Además, es muy importante detectar la presencia de trastornos de personalidad o patologías como la esquizofrenia o trastornos del estado de ánimo.

Si lo intentas por ti mismo, comienza por deshacerte de la autovaloración negativa. Tú no eres ni bueno ni malo. En todo caso, lo son tus acciones. No ere
s una persona exitosa o fracasada, haces cosas que salen mejor o peor, no puedes ser juzgado como persona ni por un juez, aunque sí algunas de tus acciones. Aciertas y te equivocas como cualquier otro, incluido tu manipulador/a.
Suele ser útil que anotes todas las cosas que van en contra de esa autovaloración que te está causando problemas. Esto te ayudará a convencerte de que eres como cualquier otra persona. Y no dejes de buscar ayuda profesional si no lo consigues por ti mismo.
Si te percibes como una persona manipuladora recuerda que no lo eres. Sólo empleas técnicas para salirte siempre con la tuya. Pregúntate ¿por qué? ¿estoy con esa persona por amor o sólo para que me mantenga física o emocionalmente? ¿Soy compañero, acompañante o esclavo? Dejar de comportarse manipuladoramente requiere un punto de madurez personal, aprender que amar no es exigir sino respetar a la otra persona tal y como es, y comprender que sois compañeros en un camino que no se sabe hasta dónde llegará.
Si tu punto débil es el miedo a la pérdida tendrás que preguntarte si temes al abandono emocional o a que te quiten todo aquello que diste más que la otra parte en la relación. En el primer caso se trata de un problema de aceptación; en el segundo, de darse cuenta de que eso es el fruto de errores pasados cuyas consecuencias hay que asumir y de una configuración injusta y parcial del medio social, hoy por hoy inmodificable.
¿Cómo puedo superar ahora la relación donde me manipulan?
El objetivo que nos marcamos es el reequilibrio del poder en la relación, de tal forma que el reparto de cargas de todo tipo (emocionales, económicas, de amistades, de planificación, físicas, sea equitativo. Esto hace desaparecer la necesidad de manipulación.
El problema es que los/as manipuladores/as tienen demasiadas razones para no querer bajarse del “burro”. Es más como hemos dicho frecuentemente rechazan a la gente que puede ponerlos "frente al espejo" de su propia manipulación: Expresiones como "yo no creo en los psicólogos", o "la/el que tienes que ir al psicólogo eres tú" , o ¿"Que me van a decir, que yo ya no sepa? , o "seguro que ya le has contado tu versión...."

Una vez controlados los problemas interpersonales que llevan a ser víctima fácil de los manipuladores hay que renegociar la relación de tal forma que las cargas sean similares para uno y para otro y el reparto de poder sea equitativo de tal forma que las decisiones se tomen por un consenso en el que es fundamental el punto de vista de ambos miembros.
Enfrentarse a una persona que se ha colocado en una situación cómoda en la que ostenta la mayor parte de poder en la relación, realiza las tareas menos peligrosas y consigue que los demás resuelvan sus problemas al mismo tiempo que se ha apoderado del control de todo lo que puede suponer autonomía para la otra parte, es un proceso difícil por varias razones:
· El manipulador tiene la sartén por el mango. Haga lo que haga la otra parte siempre va a ir en su beneficio.
· No permite comunicar o negociar sobre su posición de poder. Las únicas interacciones no prohibidas en la relación son las relativas a los incrementos de dominio por su parte.
· Emplea una comunicación muy indi
recta, con lo que resulta difícil poder plantear una estrategia asertiva o de negociación en el caso de que se aviniese a hablar (usualmente esto sólo sucede en presencia de terceros).
· No tiene ningún problema en utilizar estrategias de chantaje emocional, acoso emocional o incluso violencia física o verbal en el caso de que vea cuestionada su posición de poder.

· Busca los puntos débiles de la otra persona (que conoce a la perfección) y aunque se encuentren reforzados intenta entrar por allí.
Ha desacreditado socialmente a la otra persona, y/o a sus apoyos, de tal forma que es difícil que pueda conseguir apoyos exteriores.
Cuando ven amenazada su posición de poder "cuelgan el teléfono": No permiten mantener comunicación con la parte dominada. Puedes como estrategia utilizar varias técnicas:
· Sacar el tema delante de terceros.
· Ir soltando "pequeños comentarios" como hacen ellos.
· Contar una parábola.
Abordarlo en una de las escasas sit
uaciones en las que la persona victima de la manipulación tiene poder.
Hay pocas cosas más desagradables que finalizar una conversación telefónica sin despedirse. Cuando te cuelgan el teléfono en medio de una conversación porque la otra persona no quiere escuchar lo que le vas a decir es difícil que no te sientas fatal.
Aunque colgar el teléfono (no dejar hablar a la otra persona) es más una técnica de chantaje emocional que de manipulación, es lo primero que utilizan los manipuladores cotidianos cuando ven que se va a cuestionar su forma de poder o van a tener que enfrentarse a algo nuevo. Irse ofendido es otra de las técnicas habituales para hacer al otro/a sentir culpable.

Si las cosas se les complican suelen combinarlo con el enfado, que actúa como poderoso inductor de culpa en la otra persona, o también como generador de agresividad que les serviría para hacerse aún más la víctima. Pero aquí ya salimos de pleno de la manipulación para entrar en el terreno del chantaje.

Si quieres empezar a resolver tus problemas con tus manipuladores cotidianos tendrás que luchar por tener una relación equitativa, tanto si te hablan o te escuchan como si no. Lo más funcional es lograrlo mediante un proceso de negociación que a veces puede ser tan encubierta e indirecta como la misma comunicación que ellos utilizan.
No hay trucos para conseguir que se avengan a conversar en la intimidad.

Algunas pequeñas estratagemas para conseguir que no te cuelguen el teléfono son:
PlaPlantear el tema conflictivo cuando se encuentre delante una tercera persona. Pero ten cuidado: Las/los madres/padres suelen apoyar a sus hijos por muy manipuladores que sean y muy mal que te sientas tú. Delante de la familia es difícil en general.
DeDejarle que plantee otra conversación de las suyas, con sus sugerencias sobre lo que hay que comprar, lo mala que es tu madre/padre o tu familia, lo bien que hace las cosas, y expresar algún comentario indirecto (ahora uno, en dos minutos otro...) sobre el tema que tú quieres tratar.
RRRecurrir al empleo de parábolas. Tal vez no puedas hablar de lo que te ha hecho, pero sí de lo que le ha sucedido a tu vecina, a su madre, a tu cuñado, a...Cuando se ha utilizado esta técnica, se he hecho inventando contenidos con personajes reales. Seguramente no se den por aludidos, pero tiene su utilidad.
AbAbordarlo en una situación en la que tú tienes el poder. Por ejemplo, mientras conduces y ellos van sentados cómodamente de pasajeros en el asiento delantero derecho. En ese momento no pueden utilizar el chantaje porque afectaría a la capacidad de concentración del chófer y tener un accidente, y no existe la posibilidad de escapar del coche en marcha ni ponerse a conducir porque se le caerían los anillos. En una situación así pierden buena parte de sus privilegios.
Afrontar con la mejora de nuestra comunicación las manipulaciones
Los intentos de afrontamiento pasan por recuperar el respeto hacia la persona del manipulador que se había perdido en la relación. Una vez superados los puntos débiles interiores, toca enfrentarse a los exteriores.
Esto se hace mediante técnicas asertivas: Si no cuelgan el teléfono, basadas en la negociación y expresión de los propios sentimientos para que el manipulador tome conciencia del efecto que su conducta produce en sus "seres queridos".
El afrontamiento de los problemas con los manipuladores tiene que hacerse siendo asertivos: Luchando por defender los propios derechos sin vulnerar los de la otra persona. Cuando no cuelgan el teléfono y permiten la comunicación directa es posible intentar un proceso de negociación que lleve a un compromiso viable. Cuando cuelgan el teléfono y la comunicación se vuelve imposible, se pueden emplear las técnicas asertivas , que son las que permiten mantener la integridad ante los ataques de la parte manipuladora.
¿Por qué no siempre se obtiene éxito con las técnicas asertivas?
Porque pueden estar en una situación de poder. Si van subidos en el burro no van a tener ninguna prisa por bajarse.

Porque puede que generen tanto miedo que cuando se ponen "en plan" bloqueen a la otra parte que traga con tal de no sufrir sus amenazas o su ira.
Porque tengan una patología y sean más que simples manipuladores y entren en la categoría de "trastornos de la personalidad" con una patología que ya ha de tratarse como un problema de salud mental. Entonces no hay solución, si ellos/ellas no tienen tratamiento psicológico.
Porque no dejan que la otra parte les comunique algo. Cortan el teléfono, la conversación, la escucha….

Veamos cuáles son las técnicas asertivas a poner en marcha:
Asertividad basada en “buenas intenciones”INTENTAR LLEGAR A UN COMPROMISO VIABLE
Aunque con los manipuladores suele ser muy raro, en ocasiones se llega a una situación en la que tan legítimos son los derechos de la otra parte como los tuyos. En este caso, habrá que negociar hasta llegar a una solución que sirva a las dos partes. Se trata de ganar de un lado y perder de otro. Eso sí, sin vulnerar el respeto que sientes por ti mismo.

ESCUCHAR LA INFORMACIÓN QUE DAN SOBRE ELLOS MISMOS
Uno de sus puntos débiles es la falta de confianza en sí mismos, y la necesidad de aceptación por parte de las otras personas. Aunque se "venden" como autenticos maestros ante los demás, hacen un autobombo de sí mismos muy elaborado. Si atiendes a todo aquello que no supone intento de aprovecharse sino revelación sobre ellos mismos, es más probable que se sientan comprendidos y presionen menos para salirse con la suya. Además, podrás mantener conversaciones sin entrar en colisión por objetivos diferentes.

INFORMARLES SOBRE CÓMO TE SIENTES ANTE SUS ATAQUES
Aunque en ocasiones pueda suponer darles una cierta ventaja, informarles de que te están haciendo daño sin culpabilizarles les confronta con su propia estupidez. Es como decirles "no quiero ser como tú, prefiero respetar a las otras personas". Tal vez se pongan todavía más agresivos o aparenten crecerse, pero es posible que percibas cómo algo se tambalea en su interior.

“Asertividad defensiva”
Aunque no te dejen hablar, siempre vas a tener una oportunidad de demostrarles que ya no estás dispuesto a dejar que te pisen.
No pueden pasarse la vida sin criticarte a ti o a tus seres queridos. Esperan atemorizarte al hacerlo y salir reforzados en su creencia de que siguen teniendo el poder en la relación.
Poco a poco irás dominando las técnicas asertivas y así conseguirás sobrevivir (aunque habrás pasado un poco de miedo o de inseguridad con lo que haces...)

PERSEVERANCIA: EL DISCO RAYADO
¿A que te das por vencido/a cuando te imponen algo? ¿A que eres incapaz de decirles que no aun cuando ves que lo que están haciendo es injusto contigo?
Un viejo truco: Repetir una y otra vez lo que quieres, sin enojarte, irritarte, ni levantar la voz. ¡Y sin dar explicaciones o excusas, que te culpabilizarían! No debes temer acabar sonando como un viejo vinilo rayado. De esta forma les das a entender que no estás dispuesto a dejar que te pisen, y al mismo tiempo impides que cambien el tema de conversación para llevarte a su terreno.

LA RAZÓN PARA LOS TONTOS: EL BANCO DE NIEBLA
Esperan que te defiendas para poder atacarte más y más. Te critican injustamente para que te justifiques, con lo que implícitamente les estás dando la razón (el que se pica ajos come), o para que les respondas con otra crítica y les des pie a ponerte de vuelta y media.
Ni te defiendas ni contracritiques. Simplemente, escucha lo que te dicen, reconoce que pueden tener razón, no niegues lo innegable y expón tu punto de vista. Puede parecer que estás bajándote los pantalones y que tragas con todo, pero es otra forma de confrontarles con su propia estupidez. Cuando no reaccionas de la forma que esperan es fácil que se desinflen tras insistir un poco en lo mismo.
Esto es lo que David Burns llama la "técnica desarmante". Primero, le dices que tiene (o puede tener) razón en lo que nos dice, pero piensas de otra manera que le expones inmediatamente. Así, le comunicas que efectivamente has escuchado su mensaje pero que no estás dispuesto a renunciar a tus derechos porque a ellos les parezca que tienes que ser su esclavo.

CUANDO TE PILLAN EN UNA METEDURA DE PATA: LA ASERCIÓN NEGATIVA
¿Y si "realmente" has hecho algo mal? ¿Si has vulnerado los derechos de otra persona (sin darte cuenta, porque si ha sido deliberadamente será que nos hemos pasado al otro bando) y ellos se dan cuenta o son las víctimas? ¡Menuda te espera!
Ellos no asumen los errores: los proyectan en los demás. Si además encuentran que el otro ha cometido un fallo, les pones en su situación favorita: criticar, criticar y criticar. ¿Qué hacer cuando no hay escapatoria? Pues lo que ellos nunca harían.
Reconoce el error e incluso criticate a ti mismo. "¡Qué increíble error por mi parte!" Al mismo tiempo, tendrás que hacerle ver con tu actitud que el mundo no se acaba porque te hayan ganado la etapa en la misma línea de meta o seas el que menos vende en la tienda.

BUSCAR EL ÁREA DE CONFLICTO: LA INTERROGACIÓN NEGATIVA
Al igual que no debes tener reparos en reconocer que te confundes un montón de veces a la semana, tampoco debes tenerlo para explorar más profundamente el conflicto con esa persona. Así, cuando te critica le puedes pedir aclaraciones, como diciendo "vamos a ver qué es lo que no te gusta de mi comportamiento" mientras sigues asumiendo que el mundo no se acaba porque no le guste lo que haces.
DESPUÉS DE AÑOS
Muchas personas llegan a casarse, sin saber que con el pasar de los años la pareja que tienen al lado, poco a poco irá adquiriendo rasgos de manipulador. De ser alguien cariñoso y atento puede llegar a transformarse en agresivo y controlador. Y es que tras un año de matrimonio, o incluso antes, comienzan a aflorar las características que afectarán el matrimonio, inevitablemente.
Esta situación es válida tanto para varones como para mujeres, en todo tipo de relaciones de pareja.
Le han cambiado su manera de vestir, su forma de actuar y le ha coartado sus actividades y ella/él accede a todas sus exigencias, con la idea que eso es bueno para su relación. Incluso el siguiente paso de la manipulación o chantaje emocional, puede ser la agresión física.
EN PAREJA: Aprender a salir del embrollo manipulador
Algo muy común entre las personas que buscan pareja es que ésta tenga un perfil “protector”, sin pensar que más adelante esa persona podría convertirse en una persona dominadora y controladora. Del mismo modo, si lo que más le gusta a una persona es el carácter fuerte y su capacidad de tomar decisiones, lo más seguro es que con el tiempo terminemos encontrándolo una persona agresiva y controladora. Así, reconocer posibles conductas obsesivas y aprender a fijar los límites, puede ser la clave para que una relación sea sana en el futuro. es quizás una de las situaciones más dificiles de solucionar. frecuentemente acaban en ruptura o en una aceptada sumisión , inaceptable desde el punto de vista de la dignidad del/la manipulado/a.
La mujer y el hombre deben fijar los límites respecto de hasta qué punto está dispuestos a soportar el control que ejerza su pareja, además, es importante que tengan una idea clara de lo que quiere hace con su vida.
Frente a esto, es importante que también cada uno de los miembros de la pareja cuenten con metas y objetivos de vida que las hagan sentirse valiosos. Sea que trabaje remuneradamente o no y se dedique tiempo completo a su hogar o a los hijos, es importantísimo que cada uno de los dos se sientan satisfechos con su labor. Aunque nunca está de más que realice alguna otra actividad extra además del trabajo y del hogar, que aporte variedad a su vida.
En el mismo caso, los hombres que ganan menos que su mujer, son menos atractivos o tímidos, también deben saber que la relación de pareja iguala a las personas. O sea, ninguno puede estar en un nivel superior.
Muchas personas manipuladoras tienden a atacar la autoestima de su víctima, con la intención de hacerlas sentir tontas, feas o inútiles, enfatizando que si se van de su lado nadie les querrá, algo que es sumamente cruel.
En el fondo, no es otra cosa que producirles un daño psicológico que les impida sentirse capaces de revertir esa situación.

Aqui tenemos otro ejemplo muy frecuente: la manipulación de los/as niños/as. vean este video y saquen sus conclusiones de como desde niños ya aprendemos a intentar manipular......


Escríbenos y cuenta tu experiencia, si te has sentido manipulado/a...., si has sido manipulador/a....como has conseguido superarlo, o si conoces a alguien que esté pesando por ello....tu experiencia puede ser de utilidad para muchas personas....deja tu post aquí..

viernes, 4 de abril de 2008

80,000 entradas en el blog


Muchas gracias a todos/as los que seguis este blog tan asiduamente. Más de 80,000 entradas y ya más de 600 personas diariamente nos visitais asiduamente desde hace año y medio. Somos participes de una nueva experiencia innovadora para ayudar a las personas, a ser más felices ....y nuestra comunidad amigos/as es cada día mayor y constatamos que sirve a más personas . Nuestro programa de radio semanal en www.radiogranada.es donde su fonoteca en el espacio HOY por HOY puede hacernos oir su voz, por ejemplo el del día 2 de Abril.....
Gracias por vuestra fidelidad y por vuestro apoyo. No sólo de aquellas personas que dejan sus comentarios, sino por tantas otras que queriendo preservar el anonimato nos envian sus consultas y sus apreciaciones sobre los problemas que tratamos. Como la roca de "Estaca de bares" (A Coruña- España), la roca que se encuentra más al oeste del continente Europeo, la que separa el Oceano Atlántico del Mar Cantábrico. Un símbolo de la naturaleza en estado natural, con el mar como fondo.
A todas las personas que nos siguen en la red !Gracias!

domingo, 23 de marzo de 2008

Las emociones y los trastornos en la primavera: Astenia primaveral

Tras el 21 de Marzo, con la llegada de la primavera, la naturaleza parece estar en completa ebullición. Flores, plantas, árboles, deshielo, cielo azul, gris, frío, calor...Es una explosión de la vida. Decimos muchas veces: "la primavera la sangre altera" y lo decimos por los cambios que se producen en estas fechas. Las personas también tienen altibajos en esta época. Son muchas las personas que reciben de manera positiva esta época del año, no son menos las que, con la llegada de la primavera, sienten un mayor cansancio (astenia o fatiga) del habitual, se encuentran sin fuerzas para comenzar el día e incluso con un estado anímico muy bajo. Estas personas sufren lo que popularmente se ha dado en llamar "astenia primaveral". no se saben las cifras exactas de su incidencia, pero se estima que lo sufren entre 1-5 de cada 10 personas. Se trata de un trastorno leve y pasajero que se produce cuando nuestro cuerpo no consigue adaptarse de forma adecuada a los cambios que conlleva la nueva estación. Esta mala o lenta adaptación se manifiesta en una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, que suele durar unos días o semanas, en ningún caso más de tres meses. Llevar una vida ordenada, dieta equilibrada, dormir las horas necesarias, practicar ejercicio moderado constituyen la mejor prevención para las personas más sensibles a los cambios estacionales. No es garantía de que no se produzcan, pero se llevará mejor el trastorno.

Factores que propician la astenia primaveral

La llegada de la primavera comporta una serie de cambios climáticos: aumento de la intensidad lumínica, subida de las temperaturas, incremento de las horas de sol, variaciones en los niveles de humedad y presión atmosférica, que en muchos países van acompañados de cambios horarios. Todos estos factores alteran nuestros ritmos circadianos; los ciclos o bioritmos que tenemos todos los seres vivos y que preparan nuestro organismo para el comienzo del día y de la noche, los que determinan la adaptación de nuestro organismo a nuestro ciclo biológico y están relacionados en cuando nos levantamos, cuando nos acostamos, cuando comemos, cuando descansamos y cuando nos activamos con mayor o menor intensidad. Un complejo entramado de cuestiones vitales que determinan en mayor o en menor medida nuestro comportamiento biológico en cuanto a los ritmos que nuestro organismo impone para adaptarse a esas circunstancias, que en muchos casos son cíclicas y regulares y en otros muchos son irregulares y variables. Los ritmos circardianos manejan nuestro comportamiento biológico interno, son como nuestro reloj biológico.

Pero, ¿dónde se encuentra el origen de esta perturbación?

Nuestro reloj biológico está regulado por una parte del cerebro: el hipotálamo, un conjunto de núcleos que controlan, entre otros, la temperatura, el apetito, la sed y la apertura de nuestra retina. Uno de estos núcleos recibe impulsos nerviosos de la retina y estimula la glándula pineal, una estructura que regula la secreción hormonal y de neurotransmisores según la intensidad lumínica que recibe. Los neurotransmisores son sustancias implicadas en el tono anímico y la vitalidad de las personas; algunos ejemplos son la melatonina cerebral, que actúa para iniciar los procesos de sueño y vigilia, y la serotonina, que favorece la vitalidad y la alegría. Por eso, cuando los niveles hormonales o de neurotransmisores no son los adecuados, el individuo se siente cansado e incluso triste.

Dado que el cerebro es muy sensible a las variaciones climáticas y horarias, todas las personas acusamos estos cambios, aunque de distinto modo: mientras algunas los asimilan con facilidad y rapidez, otras sufren un proceso de adaptación más lento o difícil, que se convierte en una astenia cuando se manifiesta en un grado leve y puede llegar a una depresión cuando la gravedad es mayor.

Como consecuencia de las alteraciones climáticas, hay otras épocas del año que también pueden originar procesos de astenia y bajos estados de ánimo o depresión, como el otoño. La astenia otoñal es menos conocida socialmente, quizás por su menor incidencia; pero también es probable que la astenia primaveral se haya popularizado más por el contraste que se produce entre el individuo agotado o con el ánimo bajo y un entorno natural exultante.

Resulta difícil saber con exactitud a cuántas personas afecta la astenia primaveral en nuestro país, ya que, al tratarse de un trastorno ocasional y leve, muchas no lo manifiestan públicamente, por lo que no existen datos publicados al respecto, pero hay cifras que apuntan a que puede llegar a un 50% de la población. .

Pero...¿Qué provoca la astenia primaveral?

Hay muchas teorías al respecto, pero parece que lo favorecen varios factores. Este trastorno afecta más a personas de entre 20 y 50 años- con mayor incidencia en mujeres que en hombres- y en las zonas geográficas urbanas. Sin embargo, otros aseguran que afecta por igual a hombres y mujeres, en cualquier edad de su vida, aunque hay personas con una mayor predisposición o sensibilidad biológica. Parece que son más sensibles a este trastorno las personas que padecen estrés, tienen un problema emocional o psicológico previo, sufren un desequilibrio hormonal o llevan una dieta deficitaria.

Desde el punto de vista de la Psicología se atribuye la astenia primaveral a "un conglomerado de factores ambientales facilitados por la vulnerabilidad causada por el estrés o la mala calidad de vida, que producen un descenso de las defensas y cambios hormonales, por lo que nos sentimos más afectados por agentes como el polen o de tipo viral".

También hay teorías que apuntan a la influencia del área geográfica: en zonas donde el invierno es largo y el cerebro se ha adaptado a falta de luz, el cambio brusco de horas de sol produce una peor adaptación, por lo que hay mayor riesgo de acusar estos cambios estacionales. Según estas mismas teorías la astenia no tiene relación con acontecimientos externos, sino con factores climáticos, biológicos y de hábitos; por ejemplo, las personas que trabajan a turnos tienen más riesgo de padecer astenia, porque sus ritmos circadianos se alteran, mientras que quienes llevan unos hábitos de sueño constantes tienen una mayor protección.

De esta manera, los años en que la climatología propicia que el cambio de intensidad lumínica sea progresivo, la astenia primaveral será más leve; mientras que en los años en que se dan cambios estacionales bruscos, el aumento de luminosidad y temperatura originarán cuadros asténicos más agudos.

¿Como se reconoce y como se diagnostica la astenia primaveral?

Los síntomas que ponen de manifiesto un cuadro de astenia primaveral pueden ser tanto físicos como psíquicos. El individuo que sufre este trastorno siente al menos más de tres de estos síntomas:

  • cansancio,
  • debilidad generalizada,
  • decaimiento físico e intelectual,
  • somnolencia,
  • dificultad de concentración,
  • cierta apatía y dejadez,
  • sensación de aturdimiento o de presión en la cabeza,
  • pueden aparecer mareos,
  • irritabilidad,
  • falta de apetito,
  • disminución de la libido,
  • y puede aparecer un descenso del sistema inmunitario que nos haga más sensibles a los procesos alérgicos o infecciosos.

Cuando se padece este trastorno, el sueño no resulta reparador, aunque durante la noche se haya dormido las horas necesarias. Una queja habitual de quien sufre astenia primaveral es: "no tengo ganas de levantarme por las mañanas", aun en personas muy activas habitualmente. Por lo general, se trata de síntomas reales que sólo son alimentados psicológicamente por las personas hipocondríacas y las que sufren trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, que tienen una apreciación distorsionada de estos indicios.

Al ser un trastorno de origen cerebral y hormonal se atenúa todo el cuerpo, pero también se siente más pesada la mente. El individuo asténico siente- a la vez que cansancio- una falta de alegría o sensación de vacío. Si esta situación diera origen a una sensación de tristeza y de anhedonia -incapacidad de sentir placer- en un rango mayor, se podría entender como el comienzo de una depresión.

A pesar de que por su sintomatología se pueda tener la impresión de padecer una patología, los expertos insisten en que la astenia primaveral no se puede considerar una enfermedad ni, por tanto, un síndrome (conjunto de síntomas asociados a una enfermedad), ya que sus efectos desaparecen en cuanto el organismo se ajusta a los cambios estacionales. De ahí que su diagnóstico no siempre resulte sencillo.

También es importante diferenciar este trastorno pasajero del síndrome de astenia crónica, una afección de origen desconocido y que presenta cuadros de inmunodeficiencia mucho más severos y de larga duración, de tres a más de seis meses, y el de otros trastornos físicos o psíquicos que pueden tener también estos síntomas. Por eso es necesario consultar al médico de cabecera y si los trastornos tienen un origen psicológico ponerse en manos de un profesional de la psicología para ayudar a combatir y prevenir el trastorno.

¿Como afrontar la astenia primaveral?: Pautas para superarla

El mejor tratamiento es la prevención. Todos los expertos coinciden en señalar que la principal clave para combatir y prevenir la astenia primaveral es mantener unos hábitos de vida saludables. En este sentido, es aconsejable tomar las siguientes medidas, especialmente a priori y durante la llegada de la primavera:

  • Respetar las horas de sueño; dormir las horas que el organismo necesite, pero sin recurrir a sustancias artificiales para conciliar el sueño.
  • Mantener una alimentación sana y equilibrada, baja en ingesta de grasas y rica en fibra que nos aporte la cantidad de nutrientes necesarios para nuestro organismo. Es recomendable aumentar el consumo de frutas y verduras; aportan las sales minerales que perdemos a causa del aumento de la temperatura exterior, así como las vitaminas necesarias en nuestra dieta.
  • Practicar ejercicio físico moderado: por ejemplo, dar paseos de 45 a 60 minutos, nadar, montar en bicicleta, bailar o practicar yoga o cualquier otra actividad que relaje cuerpo y mente. Los asténicos deben evitar los deportes que requieran un esfuerzo excesivo durante la época en que se vean afectados.
  • Llevar una vida ordenada: en la medida de lo posible mantener unos horarios fijos para acostarnos y levantarnos y para las comidas.
  • Eliminar las sustancias excitantes, como el tabaco, alcohol, bebidas con cafeína o cualquier tipo de sustancia tóxica.
  • Tener una actitud proactiva y participativa: Ante la tentación constante de tumbarse en el sofá o en la cama y permanecer inactivos, no dejarse vencer y aprovechar las horas de luz natural para salir a tomar el aire y el sol, fuente de vitalidad y energía.
  • Fomentar actividades intelectuales suaves que nos motiven y estimulen.
  • Actividad laboral más relajada: A ser posible, hacer pequeños descansos de cinco minutos cada hora durante la jornada laboral para que ésta se desarrolle de una manera más relajada.

Al margen de estos consejos generales o hábitos saludables, la aplicación específica de algún tipo de tratamiento es un tema controvertido entre los expertos.

Algunos médicos consideran adecuado completar estas medidas con la ingesta de complejos vitamínicos o de minerales para paliar la astenia primaveral.

Según distintos especialistas, existen tres tipos de sustancias que se pueden administrar para tratar la astenia primaveral: los adaptógenos, como el romero, que ayudan al organismo a adecuarse a la nueva situación; y suplementos de vitaminas y minerales que sean deficitarios en el organismo, entre los que destacan los betacarotenos (extraídos de la zanahoria), que ayudan a que el organismo se prepare y el cambio climático y lumínico sea más gradual, y algunos oligoelementos, como el zinc, muy deficitario en estos momentos en nuestra alimentación.

Hay otros puntos de vista al respecto, si las analíticas son normales y no existe ningún déficit importante, antes que tomar complejos de este tipo, según especialistas en psicología, es mejor trabajar psicológicamente con los factores causantes como el estrés, y llevar una vida sana. Conviene restar importancia a los síntomas corporales y esperar con serenidad a que desaparezcan. Debemos pensar en términos de normalidad y no de enfermedad, ya que son desequilibrios corporales, como los que se pasan- por ejemplo- con la menstruación.

Parece que llevar una alimentación completa y hábitos de vida saludables es suficiente para el organismo funcione como debiera, por lo que nos inclinamos por excluir cualquier tipo de tratamiento para la astenia primaveral, ya que es considerado siempre como un trastorno leve y pasajero que, por tanto, no necesita ser tratado. Se debe desdramatizar; no podemos fomentar la idea de que cualquier pequeño desajuste suponga un riesgo para nuestro equilibrio. Estamos -con actitudes como ésta de medicar automaticamente cuando surge cualquier mínima alteración- creando una sociedad de hipocondriacos; gran parte del sufrimiento de la sociedad de nuestro siglo está relacionado con la incapacidad de adaptarse a la frustración y las molestias. Aparecen situaciones de cansancio o dolor leve que conviene dejar que pasen por sí solas, de esta manera, aumentará nuestra capacidad de superación. Cuando uno acepta sus propias limitaciones o pequeñas incomodidades, también aprende a ser más feliz.

Es una receta o una recomendación psicológica o de afrontamiento que a la larga....nos ayudará más y mejor a ser más felices en nuestra vida....

Aquí tienes un vídeo que te da otra visión de la primavera...la que la sangre altera....


Envíanos tus comentarios y tus experiencias ...sobre la astenia primaveral....ayudarás a más gente a superarla....

martes, 19 de febrero de 2008

¿Como superar los bloqueos ante determinadas situaciones?

Las personas que sufren bloqueos lo pasan realmente mal porque se quedan bloqueadas ante determinadas situaciones, no saben responder adecuadamente ante un enfrentamiento y no reaccionan de manera adaptativa cuando algo no sale como esperan. Se bloquean ante cualquier cosa. Es una sensación de la que no se sabe cómo salir. Le pasa a muchas personas, no importa el sexo, ni la condición social, ni la formación.

Hay personas que ante una situación de abuso no saben cómo reaccionar adecuadamente. Otras, se quedan bloqueadas, incapaces de hallar una respuesta oportuna hasta que ha pasado la situación. Hace falta identificar por qué reacciono así, qué temo de los demás, para poder resolverlo. También es importante llegar a un equilibrio para no sobrecargarse; si lo hacemos, tenemos que identificar por qué lo hemos hecho y si nos compensa.

Además, hay que trabajar en potenciar la seguridad y la autoestima. Las personas seguras de sí mismas saben reaccionar ante situaciones que pueden significar un excesivo sacrificio, pues valoran las consecuencias en su justa medida, para reaccionar de forma positiva.

Miedo al rechazo

A veces, no reaccionamos como nos gustaría por un miedo casi imperceptible a que los demás nos rechacen, en cualquier ámbito de nuestra vida familiar, social y laboral. Una lista de pensamientos paralizantes, muy rápidos, como pequeñas bombas de relojeria hacen saltar nuestras alarmas y nos ponen contra las cuerdas para afrontar una situación que tarde o temprano nos van a bloquear. Pensamos que si le negamos un favor abusivo a un amigo, podemos perder su amistad; si le decimos que "no" a nuestro jefe ante un encargo que no nos corresponde o nos defendemos ante una situación injusta, puede despedirnos; o si discutimos abiertamente con nuestra pareja, corremos el riesgo de que nos quiera menos. Para superar ese miedo al rechazo, hay que detectar a qué se le tiene miedo exactamente, considerar si las consecuencias más graves imaginadas pueden ser reales y, en caso afirmativo, valorar si me compensa sostener una relación de esas características.

Situaciones que pueden bloquearnos

Alicia (35 años) al coger un taxi: "El otro día me quitaron un taxi delante de mis narices diciéndome: 'No te importa, ¿verdad?, es que tengo mucha prisa', y me quedé muda, bloqueada. Pero no es la primera vez que me pasa -dice Alicia: hace poco pillé a un compañero contándole a otro un cotilleo sobre mí y no fui capaz de encararme con ellos". Este bloqueo ante situaciones que nos ponen nerviosos es más habitual de lo que parece y muchas personas reaccionan de forma equivocada. Son personas poco reflexivas, más bien impulsivas, que tienen poca seguridad en sí mismas y están muy pendientes de la opinión de los demás, les importa sobre todo lo que piensen los demás y su imagen ante ellos o la gente que observa. Para mejorar la capacidad de respuesta y reaccionar de forma positiva es importante relativizar las situaciones, dando mayor relevancia a uno mismo.

Rocio (36 años), de profesión secretaria de dirección, dice que la situación "le dejaba frustrada":
"Mi jefe siempre incumplía su promesa de un aumento de sueldo. Cada vez que lo aplaza
ba, no era capaz de protestar y salía de su despacho con la sensación de que me habían tomado el pelo. Luego se me ocurrían un montón de argumentos que tenía que haberle expuesto para conseguir lo que era justo y me quedaba frustrada y enfadada conmigo misma por no haber sido capaz de reaccionar. Con mi marido también me costaba defender mi postura. El resultado era que cuando me sentía muy desbordada, explotaba desproporcionadamente. Una psicóloga me dio un gran consejo: "Piensa primero en ti misma y asume riesgos pequeñitos para comenzar a responder a los demás; con la práctica, verás cómo puedes con desafíos más grandes" Así lo hice y comencé a superar el bloqueo y a perder el miedo a defenderme. Ahora me siento mucho más satisfecha y segura conmigo misma".


Consejos para superar los bloqueos:

1. Prepara posibles respuestas. "Resulta útil darse cuenta de en qué situaciones ocurre el bloqueo, anotarlas y preparar las respuestas para poder reaccionar. Se trata de adelantarse a la situación y controlar la variable de la improvisación", aconseja la psicóloga Isabel Álvarez. Pueden servirte las frases que te vienen a la cabeza una vez pasada la situación bloqueante y que te hubiese gustado haber dicho en el momento.

2. Visualiza situaciones. Imagina una situación en la que ocurre algo que deja sin respuesta y visualízate a ti mismo reaccionando como te gustaría hacerlo de verdad si no te bloqueases. Una vez que hayas percibido que se puede hacer, te resultará más fácil ponerlo en práctica. Comienza con pequeños retos o situaciones más fáciles y ve avanzando.

3. Refuerza tu autoestima. No olvides que tú vales tanto como la persona que tienes enfrente, que tu opinión, acertada o no, debe ser escuchada y respetada. Potencia tu autoestima para ganar seguridad en ti mismo y poder enfrentarte a situaciones que no te resultan agradables respondiendo de forma positiva.

4. Aprende a relativizar. Piensa en qué es lo más grave que puede ocurrir si le dices, por ejemplo, a tu marido que no estás de acuerdo con sus planes, o a un amigo que no te apetece salir. Cuando compruebes que ni tu marido te va a pedir el divorcio, o tu amigo va a dejar de hablarte… te resultará menos angustiante responder.



Haznos llegar tu experiencia de bloqueo y nos ayudarás para ayudar a su vez a más gente..... escribenos tu post...animate a contarlo...a todos/as nos ha pasado alguna vez....

miércoles, 13 de febrero de 2008

Como vencer la timidez


Hemos hablado de los miedos y de las fobias. La timidez es una forma atenuada de fobia social, y que habitualmente tenemos y disimulamos todos mejor o peor.
La timidez es una sensación de inseguridad o vergüenza en uno mismo, que una persona siente ante situaciones sociales nuevas y que le impide o dificulta entablar conversaciones y relacionarse con los demás.
No sabemos si resultaremos competentes, valiosos o apreciables a los demás. esa inseguridad nos atenaza muchas veces....
Muchas veces esto esta en agudo contraste con un ambiente familiar en el que hemos sido mimados y protegidos, aunque en otras ocasiones es todo lo contrario: un ambiente familiar autoritario y descalificador también produce futuros tímidos. Ojo para los padres y madres que usan esas pautas para con sus hijos/as.
Nuestra forma de ser se hace en el ejercicio de relacionarse con los demás, es un resultado de ATREVERSE a ser delante de los demás, mezclándose y entrando en conflictos que uno aprende a ir solucionando sobre la marcha.
La persona tímida es cautelosa: no se arriesga a equivocarse, a ser rechazada o a resultar inadecuada, y como no practica no avanza, y espera que un día se levantará con la moral alta y resultará segura de sí misma por arte de gracia (y no pasando por los malos tragos y apuros que todos tenemos que pasar para curarnos de complejos e inseguridades y para resultar hábiles amigos y relacione públicas).
Descubrir lo que somos realmente tiene algo de lanzarse al abismo de lo desconocido y explorar lo que resulta de ello, y esta es la forma mejor de superar la timidez. Arriesgar en las relaciones sociales siempre reporta más ventajas que inconvenientes, al fin y al cabo el género humano es social por naturaleza.
hemos de intentar cambiar nuestra forma de relacionarnos si nos cuesta ser comunicativos: Palabra a palabra obligarnos a nosotros mismos a enseñar LO QUE PENSAMOS pero también -y sobre todo- LO QUE SENTIMOS (como cuando decimos 'me molesta el humo que me hechas a la cara' o 'me gustaría que tomáramos el sábado un café juntos', o 'este fin de semana me apetece ir de excursión con unos amigos que hace tiempo que no veo').

Pensamientos que nos cohiben
A menudo superar la timidez también es una cuestión de número de palabras (cambiar el 'si', 'no', 'tal vez' por frases de cinco minutos).
Dejarse ir hacia una frase que va a ser muy larga es como confiar en tu propio cerebro, en su auto-estimularse, refrescarse y entusiasmarse por una tarea intelectual (en el fondo le encanta, es lo suyo).
La persona tímida tiende a creer que no tiene mucho VALOR, o CAPACIDAD, pero la realidad no es exactamente esa (mucho grandes tímidos han sido perfectamente grande genios científicos o escritores) sino que UNO MISMO/A SE PONE ENCIMA UN PEDRUSCO, inhibiéndose con pensamientos negativos tales como 'lo mio no tiene importancia' 'mis cosas aburren' 'mi interés no coincide con el de los demás' 'podría ofender, aburrir o molestar a alguien' o cuestiones y/o lindezas parecidas.
Esto a lo que podíamos llamar AUTO-SABOTAJE equivale a que estuviéramos pensando 'seguramente no caminaré recto y estéticamente, pareceré torpe y tropezaré' y como fruto de esta hipótesis tan poco constructiva REALMENTE hasta consiguiéramos andar mal y tropezar.
Nos cuesta encontrar un lugar en el mundo, EL NUESTRO, y en vez de ello caemos en el error de pretender ser OTROS.
Sería buena cosa rebelarnos de una vez por todas y determinarnos a ser espontáneos, aceptando luego con resignación el número amigos y enemigos que ello produzca (por lo menos seríamos felices NOSOTROS y NUESTROS amigos, y nuestra alegría llenaría nuestro entorno).

¿Cómo afecta nuestras vidas la fobia social?

Nos empobrece reduciendo a la mitad nuestra vida social, nuestras posibilidades de ocio y progreso profesional.
La frustración que todo ello implica puede reflejarse indirectamente en forma de desánimo general (a veces es causa de caer en un depresión tras un larga etapa vital de sufrimiento) e irritación descontrolada con el circulo familiar íntimo.
Las relaciones que exigen iniciativa, sostén y aportación por nuestra parte se pueden llegar a ver gravemente resentidas y romperse.
Elimina aquellos oportunidades que suelen provenir de la actividad social (hacer amigos en el colegio o en el trabajo, participar en las equipos, promocionarse en el trabajo, etc.) . Puede ocurrirle a un fóbico social que rechace un buen trabajo solamente por el miedo que tiene a las nuevas responsabilidades, especialmente si tiene que tratar con muchas personas y hacer reuniones.

¿Soy un bicho raro?

Los datos nos aclaran algunos de los mitos de la timidez y de la fobia social. De 1-2 por mil de los hombre y 2-3 por mil de las mujeres padecen fobia social. Es una dificultad que se conoce bien, tanto el porqué se produce como el modo en el que puede tratarse.

Si la timidez se experimenta de forma frecuente y promueve una alteración de la normalidad del funcionamiento del sujeto y le impide sostener el bienestar y lograr sus metas, se hace recomendable un abordaje para su control y solución.

El tratamiento puede ser diverso, y va desde el entrenamiento de autoayuda con autoobservación y fijación gradual de nuevas conductas hasta la medicación reductora de la actividad ansiogénica del sistema simpático.

¿Tiene solución?

No es imposible adquirir estas dos capacidad que resolverían el problema:
  1. las habilidades expresivas, sociales y de trato que no hayamos podido adquirir en el curso de nuestro aprendizaje por razones de modelos familiares imperfectos, inadecuada intervención escolar o por las dificultades emocionales que hayan interferido.
  2. La habilidad de controlar el miedo irracional mediante distintas estrategias de enfrentamiento, control emocional e información psicoterapéutica especializada.
Una ayuda farmacológica puede ser aceptable como un medio de atemperar las dificultades iniciales, especialmente si el nivel de ansiedad produce severos síntomas incapacitantes como intensas taquicardias o ataques de pánico, insomnio y depresión.

¿Puedo solucionarlo por mí mismo/a?

  • Algunas lecturas de libros de autoayuda que tratan las fobias de una forma sencilla nos pertrecharán con una mayor comprensión del problema.
  • La práctica de la relajación, yoga, y/o ejercicio para bajar el nivel general de ansiedad.
  • Ejercicios prácticos de expresión:
    • lectura en voz alta del periódico utilizando un tono de voz alto y que tenga contenido emocional;
    • grabar un pequeño ejercicio de unos 10 minu tos (5 veces a la semana) en el que contemos como si estuviéramos delante de un grupo de personas un asunto que hemos leído, visto en televisión, escuchado en la radio o hemos oído o pensado. El tema ha de ser diferente cada vez. Contra más exagerado es el tono expresando disgusto, placer, admiración, guasa, etc. más efectivo es el ejercicio. No olvidar al final añadir nuestra opinión sobre el asunto. Procurar conforme pasa el tiempo aumentar la longitud de las frases.
  • Preparar el terreno hablando en primer lugar en las situaciones mas fáciles (familiares de confianza, vecinos, compañeros de trabajo) introduciendo elementos que impliquen humor, comentarios personales y opiniones atrevidas.
  • Procurar adquirir compromisos tales como acudir a las reuniones de vecinos, religiosas o de trabajo, eventos sociales, etc. aunque nuestro papel al principio fuera modesto, pero logrando al menos familiarizarnos más con la situación grupal.
  • Hacernos un plan de EXPOSICIÓN gradual a las distintas situaciones sociales que nos agobian intentando hacer progresos pequeños pero continuados.
  • Suprimir las conductas anticipatorias que tanta ansiedad inducen al adelantar con los ojos de la imaginación mil situaciones agobiantes, humillantes y desagradables. Es mucho mejor no pensar y si tuviéramos que pasar por una situación temida, por ejemplo una boda, no sufrir hasta el momento en el que comience el banquete (y a ser posible tampoco en medio).

  • Tampoco conviene hurgar en la herida más de la cuenta, haciendo agoreras y cínicas disquisiciones de nuestro papel en el mundo. Es mejor concentrarse más en progresar que en criticarse a uno mismo.
  • Conviene facilitar el aproximamiento a los distintos ambientes estando al menos al día de las inquietudes y afanes por las que los humanos nos unimos en amistad (preocupaciones sociales, conocer la música actual, el deporte o las modas, procurando si cabe estar en un buen nivel como para poder más adelante tener algo que aportar).
  • Preocuparse por saber lo que la mayoría sabe (por ejemplo saber hacer una barbacoa, bailar, conocer los procedimientos administrativos, desenvolverse en un restaurante, etc.)
  • Disponer también de una personalidad propia (unos gustos, unas ideas conocidas, unas intereses, etc.) que pueda hacer atrayente y productiva nuestra incorporación en los grupos.
  • En los momentos de hablar en público no estar mirando con lupa nuestras sensaciones físicas perturbadoras sino los ojos de los interlocutores, y mirándolos comenzar a hablar LENTO y DETALLADO en vez de rápido y comprimido tal como el "salir rápido" del apuro nos pediría.
  • Hacer maniobras de preferencia, tales como sentarnos en el sitio de la mesa que más nos gusta y al lado de la persona que nos cae mejor o en el medio (en vez de sentarnos en el rincón más alejado y junto a la persona que menos nos gusta).
  • Si notamos que la voz nos tiembla, en vez de ultimar proseguir hasta que el efecto desaparezca, haciendo que el temblor inicial quede olvidado por un final aceptable o por la simple voluntad de expresarse.
  • No exigirse a uno mismo el imperativo más bien contraproducente de pretender ser inteligentes para los demás sino que en vez de RENDIR debemos cambiar la misión a PARTICIPAR.
  • Algunos fóbicos sociales han utilizado técnicas de INUNDACIÓN como aceptar un trabajo de cara al público, o presentarse voluntarios en una asociación para obligarse así a 'pasar por el tubo' y superar los problemas de una vez. Este método de 'sacar la muela a mano' no funciona siempre y puede ser una apuesta que sobrepase muestras verdaderas fuerzas.
  • Si nos sentimos preparados por haber avanzado en los puntos anteriores nos podemos atrever a llevar a cabo alguna actividad mas eficaz tal como apuntarnos a una asociación, un curso de expresión corporal, un taller de habilidades sociales (en el que mediante juegos didácticos, simulación de situaciones y ensayo de nuevos comportamientos, y en un ambiente de personas con similares dificultades a las nuestras podemos quemar etapas) o aceptar un trabajo que sabemos que nos pondrá a prueba.
  • Sería algo bueno de cara a superar los miedos el reflexionar más allá de lo mal que nos sentimos lo que hay de realidad en los supuestos peligros (miedo al rechazo, a que no nos valoren o a no resultar interesantes y dignos de amor que posiblemente provienen de algunos factores educativos mal aprendidos -o enseñados cabría decir-.
Trucos para superar la timidez

1. Reconoce tu miedo y acéptalo como algo propio y personal. No intentes sacarlo de ti. No lo conseguirás. Lo mejor es asimilar que te ocurre.
2. Habla sobre tu miedo y compártelo con los demás, es la forma de habituarte a que es una característica tuya y a tratarla con normalidad.
3. Descodifícalo y defínelo: ¿de qué sentimientos se compone ese miedo? Angustia, pena, decepción, culpa, indefensión. Identifica cada uno de los sentimientos y llega al fondo de la cuestión, tal vez descubras que el miedo es una coraza que oculta algo más profundo y a lo que tienes que dedicarle tiempo.
4. Busca toda la información que puedas necesitar. Si tienes miedo a la comunicación con las personas, es absurdo que intentes no saber nada de ello, cada vez estarás peor debido a la falta de información, y tendrás más oportunidades de pensar en lo peor e inventártelo o distorsionarlo. Si estás bien informado esto no te pasará.
5. Reafírmate y céntrate en tus éxitos. Enumera tus cualidades, quiérete. Habla sobre ti mismo con respeto y cariño. Evita las recriminaciones y los insultos.
6. Pídele a alguien que te ayude y te dé apoyo, que funcione como observador, más tarde podrá decirte si lo hiciste bien o no.
7. Concédete un espacio de tiempo para anticipar en positivo, busca opciones distintas y haz un listado de cosas positivas que pueden ocurrir, intenta visualizarte realizándolas con éxito, mira como te desenvuelves de manera adecuada y como consigues tu objetivo.”estoy hablando con gente y estoy tranquilo”, “se ríen de un chiste mío”, “me escuchan cuando hablo”, “doy mi opinión y es valorada”, etc.
8. Actúa conservando la conciencia de este ideal, de esta anticipación positiva y del apoyo de la persona que te está ayudando.
9. Una vez que hayas superado el miedo y hayas salido con éxito recuerda a la persona que eras antes dominada por el terror y comparte con ella el orgullo del éxito conseguido. Haz una comparación positiva entre lo que eres hoy y lo que eras ayer, será la forma de conseguir tener cada vez menos miedo y adquirir confianza. Si sólo recuerdas la forma positiva de actuar y el trabajo que te costó actuar bien podrás superarlo, ya que te aferras sólo a aspectos positivos de la situación.
10. Intenta expresar las emociones que te provoca el miedo en voz alta y a otras personas. Al hablarlo, se separa de ti y podrás ser más objetivo a la hora de analizarlo. Pide a los demás que te ayuden a vivir con intensidad el miedo, no necesitas soluciones ni alivio, sólo que te escuchen, tú mismo encontrarás la solución cuando te distancies de la emoción en bruto y busques soluciones a los hechos concretos.
11. Intenta hacer una descripción del futuro tal y como a ti te gustaría, viéndote bien y con el problema resuelto. Identifica las sensaciones que te produce y retenlas en tu mente para generar mayor positividad.


¿Y si no puedo?

Es el momento de acudir a un profesional. Acuda a un/a psicólogo/a. Existen distintas psicoterapias exitosas contra la fobia social, siendo un problema clínico relativamente sencillo de solucionar comparado con otros trastornos mentales mayores.
A veces la verdadera dificultad es el orgullo o la cicatería lo que nos impide reconocer que tenemos un grave problema y acudir a un profesional competente.

Haznos llegar tus comentarios sobre la timidez, sobre como te has enfrentado a ella y los problemas que te ha producido....

domingo, 3 de febrero de 2008

El miedo ¿Como puede superarlo?


Todos sentimos miedo en nuestra vida. Gracias a él hemos llegado a sobrevivir como especie. De no ser así habríamos muerto bajo las patas de un mamut hace miles de años. Éste es el miedo que llamamos equilibrante porque está asociado a la prudencia, nos permite reconocer aquellas situaciones que pondrían en peligro nuestra propia integridad. Este miedo evita por ejemplo que digamos a un superior lo que realmente pensamos de él, o que nos quedemos en cama varios días cuando nuestra obligación es ir a trabajar.

Sentimos miedo frente al fracaso, al rechazo, a las pérdidas y mucho miedo frente a los cambios. Con todos estos ejemplos nos damos cuenta que el miedo nos acompaña a través de nuestra vida y madurez manifestándose en ocasiones cuando tenemos incertidumbres sobre nuestras relaciones, nuestra vida futura; es decir cuando sentimos inseguridad.

Para manejar el miedo es importante reconocer y aceptar que se tiene miedo. Una vez hecho esto, pasamos entonces a reconocer a qué le tememos. La mayoría de las veces nos cuesta mucho reconocer exactamente a qué le tememos.

Pero, ¿qué pasa cuando el miedo equilibrante se alarga en el tiempo y sin justificación aparente?: entonces se convierte en un miedo tóxico, que puede dañar nuestra salud y bienestar.

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza. Desde el punto de vista psicológico , es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia en la persona. El miedo forma parte del carácter de la persona y se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte). El miedo es una emoción con la que nacemos, pero que se puede ir modulando a través de la propia educación, el entorno, la cultura, etc.

El miedo modifica nuestra forma de estar sobremanera, ya sea por algo interior o exterior, real o ficcional, acudimos al Diccionario Oxford de la Mente, el cual argumenta que las causas principales del miedo serían la exposición a una estimulación traumática, la exposición repetida a una exposición subtraumática (sensibilización), la observación directa o indirecta de personas que muestran miedo y la recepción de información que lo provoca.

Habría cuatro componentes básicos de los que consta el miedo: la experiencia subjetiva de temor, los cambios fisiológicos, las expresiones directamente observables de miedo y los intentos de evitar ciertas situaciones o escapar de ellas.

Hay muchos tipos de miedo, por ejemplo, el miedo neurótico. También los miedos agudos, provocados por estímulos o situaciones tangibles y que se disipan con facilidad cuando se retira o evita el estímulo que los ha suscitado; frente a los miedos crónicos, que son más complejos y pueden estar o no ligados a un origen tangible que los provoque.

Las consecuencias del miedo pueden ser muy diversas, pero una exposición repetida a los estímulos que causan miedo puede provocar cambios duraderos en la conducta, los sentimientos y el funcionamiento psicofisiológico de las personas.

Se plantean posibles soluciones para corregir los miedos, entre ellas los métodos psicológicos, que se pueden dividir en los que intentan reducir el miedo directamente y los que tratan de modificar sus supuestas causas subyacentes.

El miedo es un concepto que puede relacionarse con otros términos del mismo campo, sobre todo en lo referente al género cinematográfico que vamos a tratar. Uno de los más cercanos y a menudo difícil de separar es el de ansiedad. Esta se puede definir como "un estado de agitación, inquietud, una angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis y que no permite sosiego de los enfermos. La principal diferencia entre el miedo y la ansiedad sería que el primero se refiere a sentimientos de temor sobre peligros de carácter tangible, que se vinculan a aspectos específicos del mundo exterior, mientras que la segunda se relaciona con sentimientos de temor difíciles de vincular a fuentes tangibles de estimulación; sus orígenes son inciertos. La ansiedad se siente siempre y cuando las respuestas producidas ante una señal de peligro sean ineficaces, y se mezcla a menudo con el miedo.

Por otro lado, decimos que el miedo que hace referencia al peligro real de una forma más o menos específica, pero desproporcionada, es una fobia. Las personas fóbicas se dividen en aquellos que responden con un miedo extraordinariamente intenso a una situación específica y los que manifiestan un miedo extraordinariamente intenso en numerosas situaciones que a menudo son difíciles de especificar. Cuando una persona está muy asustada de algo que no produce especial miedo a los demás, es porque el objeto o la situación en cuestión ha quedado asociado en su mente con algún temor infantil; también se da el caso de que el objeto o la situación temidos se han convertido en el símbolo de algo temido inconscientemente.

Por otra parte, debemos hacer alusión al término terror, que sería el miedo específico a que ocurra algún acontecimiento o acción nefastos. Lo distinguimos del horror, ya que este implica algo repugnante y negativo, mientras que el terror, no. Se encuentra en la categoría de respuestas instintivas que los seres humanos comparten con la mayoría de los animales y el miedo a la violencia infligida al cuerpo se encuentra en la base del proceso de terror. Debemos destacar que la mayor parte de los seres humanos parecen disfrutar de la sensación de terror en condiciones no extremas, y uno de los ejemplos más cercanos son las películas de miedo, las cuales son objeto de nuestro estudio.

Por último, debemos relacionar algunos términos ya no con el miedo en abstracto, sino con el provocado en el cine. Así, el concepto de susto y de sobresalto está muy unido al miedo en el cine. El primero se define como una impresión repentina causada en el ánimo por sorpresa, miedo, espanto o pavor; una preocupación vehemente por alguna adversidad o daño que se teme. Un sobresalto sería la sensación que proviene de un acontecimiento repentino e imprevisto, un temor o susto repentino.

El pánico sería el miedo grande o el temor muy intenso.

La tensión de alerta causada por el miedo es necesaria para vivir, sirve para superar los peligros reales y, además nos ayuda a defendernos de nuestra angustia.

La noción de peligro forma parte de nuestra vida y habla de nuestro grado de socialización. A partir de los quince meses, al niño se le empieza a imponer una serie de límites y tabúes en pro de su seguridad. A fuerza de un ¡no! Aprende, por ejemplo, que no debe tocar las cosas calientes. El miedo a lo que pueda ocurrir funciona entonces como previsor y sistema de alarma ante los peligros reales y justificados.

Después de años de estudio, los psicólogos han llegado a la conclusión de que no es tan sencillo asociar un determinado estímulo con una sensación de miedo concreta como proponía Watson, porque es la experiencia de cada persona la que determina si va a sentir terror o no.

Cuando el miedo es tan intenso que nos impide llevar una vida normal, entonces se vislumbra un problema llamado fobia.

· El miedo que se experimenta es objetivo, está perfectamente justificado y nos protege de una serie de peligros.
· La fobia suele manifestarse cuando experimentamos obsesión ante objetos, situaciones, o incluso sensaciones que la persona reconoce como absurdas e injustificadas, pero que, sin embargo, no puede enfrentar.

La teoría del temor preparado de Martín Seligman sostiene que es más fácil aprender unos temores que otros. Seligman cree que estamos preparados por la evolución para desarrollar con facilidad temores a ciertos estímulos, como serpientes y arañas. Aunque es más probable que otros objetos comunes causen dolor o daño (como un martillo, un ventilador eléctrico, un enchufe, etc.), es menos probable que se desarrollen fobias por esos objetos que por las arañas o serpientes.
El porque de esto, según Seligman estos estímulos representaban peligros en los inicios de la historia humana. Por medio de la selección natural, se han vuelto estímulos condicionados muy efectivos.

Pero es muy importante tratar de analizarlo para poder resolver esa situación. Incluso nuestra mente nos ayuda a hacer más difícil la situación de lo que en realidad es.

Si sentimos que estamos frente a una posible amenaza es mejor estar claros qué es lo peor que nos puede pasar en esa situación y nos vamos preparando para manejar la situación y sus consecuencias de una manera más productiva e inteligente. Cuando tenemos miedo nuestro sistema se bloquea y no podremos pensar ni actuar con lo mejor que tenemos.


Pero veamos este video que nos aclara como funciona el miedo:


Pero las fobias son la manifestación patológica del miedo:

¿Qué es una fobia?

Una fobia es un temor persistente e identificable que resulta excesivo o irracional y que se desencadena por la presencia o la anticipación de un objeto o una situación específica. Las personas que sufren una o más fobias experimentan una ansiedad constante cuando están expuestos al objeto o la situación específica. Entre las fobias comunes se incluyen el temor a los animales, la sangre, las alturas, los espacios cerrados o el vuelo. En los adultos ha de manifestarse durante tres meses continuados, los niños y adolescentes, el temor identificado debe durar al menos seis meses para ser considerado una fobia y no un temor transitorio.

Los tipos de fobias que se observan en las personas adultas, niños y adolescentes incluyen:

  • fobia específica - ansiedad asociada con un objeto o una situación específica. El objeto o la situación fóbica se evita, se anticipa con temor o se vive con ansiedad extrema, al extremo de interferir con las rutinas y las actividades normales.

  • trastorno de pánico con o sin agorafobia - período inesperado e imprevisible de temor o malestar intenso acompañado de falta de aire, mareo, aturdimiento, temblor, temor a perder el control y un aumento en la frecuencia cardíaca (denominado ataque de pánico). Los síntomas pueden prolongarse varias horas, pero generalmente alcanzan su punto máximo después de 10 minutos. La agorafobia se define como un temor a los espacios abiertos, por ejemplo a estar afuera o salir solo, relacionado con una o más fobias o con el temor de sufrir un ataque de pánico.

  • fobia social - temor a una o más situaciones sociales o públicas en un ambiente apropiado, con otros individuos del mismo grupo etáreo (por ejemplo, una representación escolar, un recital, un discurso o presentación).

  • mutismo selectivo - incapacidad para hablar en situaciones sociales específicas que se da en niños o adolescentes que pueden hablar, y lo hacen, en otras situaciones.

¿Cuáles son las causas de las fobias?

Las investigaciones indican que existen factores genéticos y ambientales que contribuyen a la aparición de fobias. Las fobias específicas se asocian con un primer encuentro aterrador con el objeto o la situación que las provoca. No obstante, aún resta saber si esta exposición inicial que condiciona el comportamiento posterior es un factor necesario o si las fobias pueden desarrollarse en personas genéticamente predispuestas.

¿A quiénes afectan las fobias?

Los trastornos de ansiedad son comunes a todas las edades. Se calcula que un 15 por ciento de la población en general (y en un 9% de niños y adolescentes) sufren de fobias.

¿Cuáles son los síntomas que se observan en un adolescente con una fobia?

Los siguientes son los síntomas más comunes que pueden aparecer cuando una persona se ve expuesto, o anticipa la exposición, a un objeto o una situación específica que le produce temor o ansiedad intensa. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • sudor
  • temblor o estremecimiento
  • dificultad para respirar
  • sensación de atragantamiento
  • dolor o molestias en el tórax
  • malestar estomacal
  • sensación de mareo o desmayo
  • temor a perder el control o enloquecer
  • temor a morir
  • aturdimiento
  • escalofríos o calores súbitos

En los ataques de pánico, se deben producir al menos cuatro de los síntomas enumerados anteriormente con o sin una causa conocida e identificable.

Los síntomas de una fobia pueden parecerse a los de otros trastornos médicos o problemas psiquiátricos. Siempre debe consultar a un/a psicólogo/a para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostican las fobias?

Un/a psicologo/a u otro profesional de la salud mental calificado normalmente diagnostica los trastornos de ansiedad en niños o adolescentes a partir de una evaluación psicológica completa. Los padres que advierten signos de ansiedad severa en sus niños o hijos adolescentes pueden ayudar buscando una evaluación y un tratamiento precoces. El tratamiento precoz puede prevenir problemas futuros.

Tratamiento para las fobias:

El tratamiento específico para las fobias será determinado por el/la psicólogo/a basándose en lo siguiente:

  • la edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
  • la gravedad de los síntomas
  • el tipo de fobia
  • la tolerancia a determinados medicamentos o terapias
  • las expectativas para la evolución del trastorno
  • su opinión o preferencia

Las fobias, al igual que otros trastornos de ansiedad, pueden ser tratadas eficazmente. El tratamiento siempre se debe basar en una evaluación integral de la persona y su entorno. Las recomendaciones de tratamiento pueden incluir, entre otras, terapia individual o cognitiva conductual para la persona (concentrada en ayudarlo a aprender nuevas formas de controlar la ansiedad y los ataques de pánico cuando/si ocurren). Algunas personas también pueden beneficiarse del tratamiento con medicamentos, específicamente, medicamentos que detengan la aparición de los ataques de pánico, siempre que estén recetados por un7a medico/a. Las personas que rodean al paciente tienen un rol vital de apoyo en cualquier proceso de tratamiento.

Prevención de las fobias:

Hasta el momento, no se conocen medidas preventivas que permitan reducir la incidencia de las fobias. Sin embargo, la detección e intervención precoces pueden reducir la gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal del adolescente y mejorar la calidad de vida de los niños o adolescentes con trastornos de ansiedad.

El miedo y la fobia tiene solución

Lo positivo es pensar que éstas patologías tienen buen pronóstico. Si se hacen las cosas bien, si el profesional y el paciente siguen las pautas que este trastorno necesita, las personas se rehabilitan, se les "cura" su miedo.

El rol de la familia
Los familiares a veces creen que con una postura rígida y autoritaria, los miedos patológicos se les van a ir, pero lo que realmente necesita el que lo sufre es contención y colaboración para la búsqueda de un tratamiento adecuado.

Recomendaciones para la familia:
- Comprenda que se trata de un miedo irracional
- Transmita tranquilidad y confianza
- Escuche, incentive a quien está en crisis a relajarse (regularizando la respiración, por ejemplo)
- Ayúdelo a comprender que no se encuentra en peligro y que no se va a morir
- Déle libertad de acción (seguramente buscará cosas que lo tranquilicen y reduzcan la ansiedad)
- Evite que lo rodeen personas ansiosas
- Infórmese
- Descarte otra enfermedad orgánica con un chequeo
- Consulte a profesionales especializados en Trastornos de Ansiedad
- Acepte, acompañe y aliente el tratamiento indicado

Cuéntanos tu experiencia con el miedo. Haznos llegar tus comentarios sobre el miedo , los problemas que te ha generado y como los has solucionado, si es que lo has hecho, las dificultades que has tenido....

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