martes, 3 de abril de 2007

Las emociones: ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan? ¿Cómo las podemos controlar?


Son estados anímicos que manifiestan una gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un torbellino de comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes. Estas se conciben como un comportamiento que puede ser originado por causas externas e internas; que puede persistir en el tiempo, incluso, una vez que ha desaparecido el estímulo y que acompaña necesariamente, en mayor o menor grado, toda conducta "motivada".
Se puede decir, que las emociones no son entidades psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.
No es que la emoción sea exclusivamente corporal, ni tampoco sólo mental, más bien el aspecto cognitivo y las sensaciones físicas van completamente unidas como una forma integral de vivencia.
El lenguaje ordinario puede separar algún aspecto de la emoción porque le interesa remarcarlo (mira como estoy temblando, lo que me dices me parece ofensivo son mensajes que apuntan al cuerpo y a la evaluación, respectivamente), aunque la vivencia interna integre el pensamiento y la imagen de cuerpo propio
“Las emociones como los motivos pueden generar una cadena compleja de conducta que va más allá de la simple aproximación o evitación”.
Las emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la arquitectura de la mentetoma de decisiones, memoria, atención, percepción, imaginación, que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción. La interacción del organismo con el entorno constituye la matriz biológica de la experiencia subjetiva y social del ser humano, que identifica de este modo el carácter favorable o desfavorable del entorno hacia esta lucha.
Si el hombre es capaz de oponer resistencia al proceso de selección natural, es precisamente por su capacidad de imaginar nuevos entornos capaces de suavizar las emociones que más le agotan. El hombre cuenta con la capacidad de razonar aquellas emociones que le inducen sentimientos, las que pasan desapercibidas marcan nuestras respuestas involuntarias (lenguaje no verbal, inteligencia emocional).
Etimológicamente, el término emoción significa el impulso que induce la acción. En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como reacciones faciales o pulso cardíaco, e incluye reacciones de conducta como la agresividad, el llanto.

Aclarando conceptos: Aprendamos a diferenciar las emociones de sentimientos y de sentimentalismos, de la pasión, del shock emocional….

Las emociones son agitaciones del ánimo producidas por ideas, recuerdos, apetitos, deseos, sentimientos o pasiones y son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración.
Se manifiestan por una conmoción orgánica más o menos visible, por los síntomas físicos que les acompañan y por la conmoción afectiva de carácter intenso; es una agitación del animo acompañada de fuerte conmoción somática.

  • Los Sentimientos: Son tendencias o impulsos, estados anímicos(orgánicos), son estados afectivos de baja intensidad y larga duración; son impresiones que causan el ánimo las cosas espirituales, son también estados de ánimo y vienen de los sentidos.

  • La Pasión: Estado efectivo muy intenso y de larga duración.

  • El Schock Emocional: Estado afectivo de intenso de muy corta duración.

  • La Difusión: estado en el que hay un rompimiento con la realidad.

  • El sentimentalismo es el carácter o cualidad de lo que muestra demasiada sensibilidad o sensiblería.

  • La sensiblería es la sensibilidad exagerada.

  • La sensibilidad es la capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas; es la capacidad de responder a estímulos externos.


Tipos y clases de emociones

Aunque varian mucho entre las distintas personas podemos considerar distintas categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta adaptativa y que ayudan a cada una de las personas a adaptarse a la situación nueva.
Tratemos de identificarla en nosotros mismos:
· Temor/Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad. Se produce como reacción ante la llegada rápida, intensa e inesperada de una situación que perturba nuestra costumbre. Con el miedo tendemos hacia la protección. En las emociones de miedo vivimos un aviso de un peligro que arruinaría un deseo que tenemos (de vivir, gozar de buena salud, tener una excelente imagen personal, caer bien a los demás, etc.). El aviso de peligro lo tenemos que entender como una evaluación. compleja del posible desarrollo de lo que tememos junto a las posibilidades correspondientes de contrarrestarlo con los recursos y medios que poseemos. Según a la distancia y velocidad que vemos a un coche que viene por la calle que estamos atravesando y según las posibilidades que tenemos de alcanzar la acera antes de ser atropellados tenemos un miedo más intenso, si nos vemos poco menos que arrollados, o más liviano si nuestros medios defensivos superan las circunstancias con creces.
· Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva a los hechos que estamos viviendo para saber qué pasa. También ayuda a orientarnos frente a la nueva situación
· Tristeza: Pena, soledad, pesimismo. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
· Aversión/ Disgusto: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión. Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
· Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la destrucción.
· Esperanza: Nos crea expectativas positivas sobre una nueva situación.
· Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
· Aceptación.
· Cólera: Se produce por la frustración de no obtener lo que necesitamos o deseamos.
· Frustración: La frustración se produce cuando aparece una barrera o interferencia invencible en la consecución de una meta o motivación.La frustración y los conflictos son un quehacer ordinario de nuestras vidas.

Emociones positivas
Me siento .... Siento ...
Bien > Bienestar
Feliz > Felicidad
Sano > Salud
Alegre > Alegría
Fuerte > Fortaleza
Acompañado > Compañía
etc. > etc.


Emociones negativas
Me siento ... Siento ...
Mal > Malestar
Desgraciado > Desgracia
Enfermo > Enfermedad
Triste > Tristeza
Débil > Debilidad
Solo > Soledad
etc. > etc.

Parece claro que la combinación de varias pueden a su vez producir otras nuevas sensaciones emocionales : la esperanza y la alegria pueden producir optimismo, la alegria y la aceptación nos hacen sentir cariño, el desengaño es una mezcla entre sorpresa y tristeza…

A su vez las emociones tienes diferentes grados, varían en función de su intensidad:
Enfado ------------------------>Ira----------------------------->Furia
- Intensidad >>>>>>>>>> +Intensidad

Cuanto más intensa sea la emoción nuestra conducta estará más marcada, estará más “motivada”. Existe un rango muy amplio de emociones según la intensidad de las mismas.
Las emociones primarias son automáticas y cumplen una función adaptativa y saludable dentro del organismo al ayudarnos a reaccionar inmediatamente frente a un estímulo. Cuando estas emociones no son procesadas adecuadamente sufren una "mutación" y no son superadas, quedando convertidas en emociones secundarias.
Es así como cada emoción primaria se asocia a una emoción secundaria:
· Ira > Rencor –violencia y odios patológicos–.
· Miedo > Ansiedad –fobia y pánico–.
· Amor > Dependencia.
· Alegría > Manía.
· Sorpresa > Ansiedad.
· La Tristeza > Depresión.
· Interés > Paranoia.
Un video a modo de ejemplo....
Podemos ver algunos ejemplos de cómo desconectando emoción y cognición por un trauma en el cerebro se puede dar origen a enfermedades, el síndrome de capgras pinchando a continuación















Comunicar las emociones

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el animal social por excelencia.

Las emociones tienen un fundamento fisiológico: neuronal y endocrino. Lo que ocurre es que en esa estructura básica se insertan conocimientos, creencias, expectativas.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hederitarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.


Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:
• Expresiones faciales.
• Acciones y gestos.
• Distancia entre personas
.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
• Temblor.
• Sonrojarse
• Sudoración
• Respiración agitada
• Dilatación pupilar
• Aumento del ritmo cardíaco

Componentes de las emociones
Componente fisiológico
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el sistema nervioso central (SNC) y que están relacionados con la presencia de determinados estados emocionales. Son tres los subsistemas fisiológicos que según Davidoff están relacionados con las emociones, el Sistema Nervioso Central (SNC), el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo.

Componentes subjetivos de las emociones
El componente subjetivo de las emociones es el conjunto de procesos cognitivos relacionados con la respuesta emocional a determinados estados del entorno y cambios fisiológicos. Piaget explica en su Psicología de la Inteligencia que algunas reacciones emocionales son producto de los procesos mentales que tratan de estructurar el entorno del individuo.
Los procesos de aprendizaje y comprensión de acuerdo a Piaget son procesos que intrínsecamente generan o requieren la existencia de estados emocionales. El componente subjetivo de la emoción es objeto de polémica. Hay varias aproximaciones, una neurosicológica, que explica las emociones de acuerdo con la conciencia individual y a la percepción humana de las mismas y al análisis de sus relaciones con la conducta y la fisiología. Otra aproximación que trata de explicar las emociones como consecuencia de los procesos necesarios para el funcionamiento de diferentes estructuras cognitivas de la mente. Una tercera y poco común trata de explicar las emociones como un conjunto de consecuencias fisiológicas y de conducta producto de la conformación de estructuras lógicas en los procesos mentales.
Todas las aproximaciones que tratan de explicar el componente subjetivo de las emociones suelen ser unas casos especiales de las otras, esto es, las emociones se generan por niveles de abstracción los cuales definen su complejidad, desde emociones superficiales resultados de percepciones elementales y reacciones inmediatas, hasta emociones complejas producto del análisis de escenarios y entornos complejos que implican elementos de la memoria y consideraciones de estados pasados, actuales y futuros del individuo, de esta forma los mismos tipos genéricos de emoción, como por ejemplo, el enojo, pueden generarse de varias formas según el nivel de abstracción, por una reacción inmediata a un estímulo nerviosos directo, como una herida, o bien como resultado de una apreciación abstracta del entorno, como al escuchar un discurso ofensivo.
Normalmente las reacciones emocionales fisiológicas observables son difíciles de diferenciar por su nivel de abstracción. La principal diferencia, la duración, depende del estado de aceptación o rechazo del individuo a las condiciones del entorno o bien a la duración de las condiciones que la provocaron. Sin embargo no queda duda que las reacciones emocionales también están relacionadas con la bioquímica del organismo. ¿Cambiará la bioquímica de los procesos mentales relacionados con las emociones dependiendo del nivel de abstracción mental que generó la emoción? ¿se requieren ciertas condiciones en la química de la sinapsis para generar determinado tipo de emociones? ¿estas condiciones varían de acuerdo al nivel de abstracción? Si es así, entonces la producción de ciertas enzimas en el cerebro determinaría la capacidad de ciertos individuos para lograr determinados estados emocionales y de ahí su habilidad o dificultad de permanecer en estos estados emocionales en los procesos de enseñanza, aprendizaje y comprensión. Si existiera una relación entre el genoma del individuo y su habilidad de comprender el mundo que le rodea, probablemente la relación se encontraría entre el componente subjetivo de la emoción y la bioquímica de las conexiones sinápticas.
Componente conductual
Es el comportamiento perceptible de los individuos relacionados con estados mentales emocionales. Se considera que las reacciones de conducta a los estados emocionales no constituyen conductas relacionadas directa o lógicamente con el estado del entorno, es decir, las conductas características de diversos estados emocionales son en general conductas emergentes. Las conductas emergentes relacionadas con las emociones pueden tener la función de transmitir o comunicar el estado emocional a otro individuo, ya sea para prevenirlo o intimidarlo, pueden ser reacciones de defensa involuntarias ante un enemigo o agresor real o imaginario (como patear el automóvil si no arranca por la mañana) o pueden ser un proceso de búsqueda de conductas adecuadas para manejar determinadas situaciones desconocidas.
El estado emocional parece ser determinante ante la disyuntiva atacar o huir de un individuo amenazado, normalmente este estado emocional se genera ante las señales emocionales representadas o transmitidas por el agresor o víctima. Muchas emociones tienen un comportamiento de relajación y posteriormente opuesto al estado emocional, después de un estado de enojo puede sobrevenir un estado de calma o incluso placer, después de un estado de tristeza puede sobrevenir cierto estado de calma o consuelo. En los niveles más elementales de abstracción la conducta emocional es más fácil de comparar entre individuos, especies o agentes (IA) al elevar el estado de abstracción, la conducta relacionada con los estados emocionales suele ser impredecible.
Como curiosidad es adecuado señalar que en algunas experiencias en las aulas demuestran que los estados emocionales de un grupo de alumnos puede ser sorprendentemente variado conforme avanza el nivel de abstracción de un concepto. Bajo determinadas condiciones dependiendo de la complejidad del concepto algunos alumnos pueden tener reacciones casi eufóricas a determinadas actividades en clase.
Aparentemente los estados emocionales permiten al individuo establecer determinados formas de apreciar el entorno y a preferir determinadas estructuras lógicas o formales para concebirlo respecto de otras, todo esto con el fin de ser capaz de obtener conclusiones rápidas y de cambiar sin necesidad de un proceso racional de un patrón de conducta o razonamiento a otro, quizás más adecuado al tipo de situaciones a las que se enfrenta, ya sea una situación práctica, social, analítica o creativa o de supervivencia.

El control de las emociones
En la búsqueda de una mejor vida, es común mirar afuera deseando encontrar "algo" milagroso que cambie nuestras condiciones inmediatamente. No existe "lo milagroso", ni una "varita mágica" que cuan "hada madrina" nos saque de las emociones "negativas". Y es precisamente en ese proceso de centrarnos en lo exterior, que generalmente obviamos una herramienta poderosa para el cambio que llevamos dentro. Esta herramienta son nuestras Emociones.




Nuestras emociones son un agente poderoso para el cambio, usadas constructivamente pueden impulsarnos a crear cambios beneficiosos en nuestras vidas, que a su vez repercutan positivamente en nuestra calidad de vida, y en hacer realidad la vida que deseamos vivir.
Podemos considerar a las emociones el combustible, y a la mente el piloto de nuestra personalidad
, empleando ambas inteligentemente, podemos dirigir el vehículo que es nuestro cuerpo para conducirnos hacia el éxito.

Existen básicamente cuatro emociones MIEDO, IRA, ALEGRIA, AUTOCOMPLACIENCIA...(que hemos reflejado al principio de este capítulo) que potencialmente pueden impulsarnos a la acción que resulte en cambios positivos para nuestra vida. Si permitimos que alguna, o la combinación de varias, de estas emociones nos guíen, podríamos estar a un paso de darle un vuelco a nuestras vidas.
Es un error creer que el control de las emociones es como domesticar una bestia salvaje. Al hacerlo estoy bloqueando una energía que termina infectándose y yo termino prefiriendo no sentir.
"es que me dominan"
"son como bestias salvajes dentro de mí"
"me llevan a donde no quiero ir"
Entiendo, pero si lucho contra ellas, sólo haré más grande el problema.
Quejarme de mis emociones es tan absurdo (aunque humanamente entendible) como maldecir la alarma de mi reloj despertador por sonar a la hora programada.
Si yo quiero controlar la alarma, me ocupo en programar adecuadamente la hora a la que quiero que suene.
Si quiero controlar mis emociones, elijo adecuadamente mis pensamientos ya que ellas son solo una respuesta a la dirección de mis pensamientos.
Una vez que comprenda este punto, no vuelvo a quejarme de mis emociones a riesgo de caer en ridículo ante mí mismo por ladrarle a la alarma.
Escalera emocional
Esta sucesión – escalera emocional – desde las emociones más positivas hasta las más negativas, tiene una única finalidad:
Comprender por un lado, cuáles son las emociones de referencia. Por otro, darme cuenta que puedo mover mi energía desde una posición molesta a otra mejor, de manera gradual hasta llegar a conectarme con mi esencia.
Muchas veces seguro que has querido salir de la tristeza y conectarme con la alegría, pero no lo has logrado. Ese paso es difícil pues implica un salto muy grande.
Te resultará más fácil moverte de la tristeza al miedo, luego al enojo, de allí a la decepción. Si logras pasar a la esperanza, ya estaras fuera. Entonces te será más fácil conectarte con el coraje y todas las otras emociones grandiosas que te construyen y hacen de tu vida algo extraordinario. En ese momento ya estarás conectado/a a mi esencia, a la mejor parte de tí.
Si comprendes cuáles son las emociones a las que puedes moverte con más facilidad, habrás dado un gran paso.

Las características de los niveles inferiores que se manifestarán en ti son:
siento menos energía
mi mente está más confusa
me aferro más a la emoción
me siento más aprisionado/a y
mi nivel de frecuencia es más bajo.
Detienes esa necedad de culparte por sentir emociones negativas y empieza a revisar los pensamientos que las generan. De ahora en adelante, sólo reformula tus pensamientos para generar otros tipos de emociones e ir subiendo gradualmente por la escalera emocional.


Causa y efecto

Sentirme bien o sentirme mal es algo que me hago yo mismo al permitir pensamientos que me construyen o que me disminuyen.
El control de mis emociones empieza en el tipo de pensamientos que me permito pensar. Lo importante es que yo asuma la responsabilidad de los pensamientos que permito en mi mente.
Reformular mi pensamientoes tan solo cambiarle la dirección.
Si pienso: “no soy atractivo/a”, por supuesto que siento emociones desagradables.
Si quiero controlar esas emociones, puedo reformular diciendo:
“Me siento feo/a y más feo/a me verán si lo demuestro. Quiero cambiar esta perspectiva.”
“He visto personas feas que se expresan con mucha gracia o que son muy alegres y simpáticas. Hay quienes bailan muy bien y otras que se visten muy bien. Eso compensa su apariencia y se convierte en su atractivo.”
“Yo quiero desarrollar algún atractivo especial… Ya sé, yo puedo XXX y tengo facilidad de YYY. Se me ocurre que talvez yo...”
Ya se ha movido un poco la energía, esos pensamientos se sienten mejor y estoy controlando las emociones. Puedo seguir reformulando y reformulando hasta llegar a proponerme cosas que en verdad me ilusionan y me provocan grandes expectativas.
Eso es reformular: es cambiarle la dirección al pensamiento, sin cambiar el tema central.
Así es como llego a controlar las emociones. Sin bloquearlas, sino provocando que surjan las que sí quiero.
Controlo mis emociones cuando busco pensamientos que cada vez se sientan mejor.
¿Un pensamiento que se sienta mejor?
Cuando un pensamiento me destruye o me disminuye, me siento mal y siento que pierdo el control de las emociones.
Cuando un pensamiento me construye, entonces siento que me libera, me alivia, me hace sentir mi valor y mi derecho a vivir una vida digna.
Me siento mejor.
En ese momento siento que recupero el control de las emociones.
Puedes ver como esto no es un asunto de luchar en contra de las emociones negativas, ni tampoco de taparlas o bloquearlas a pura fuerza de voluntad.
Es un asunto de actitud
Me apunto del lado de la actitud constructiva o del lado de la actitud destructiva.
Es algo muy simple, pero muy eficaz si lo hacemos de forma automatizada, con el aprendizaje en la forma de realizarlo.
Cuando muchas personas logran comprender y aplicar las técnicas que estamos describiendo dicen:
“Ya entiendo que si me siento deprimida o enojada, es porque me he dejado llevar por una corriente de pensamientos que me empequeñecen. Incluso, ya entiendo por qué si me quejo de mi malestar, es como ladrarle a la alarma.”
“Esa comparación es buena. La alarma sonará de acuerdo a cómo programo el reloj de la misma manera que mis emociones serán el resultado de cómo programe mis pensamientos.”

¿Cómo cambiar las emociones?

Aprender cómo cambiar las emociones es fácil si comprendo qué son las emociones. No necesito luchar contra ellas, sino asumir una actitud constructiva que me libera y fortalece.
"mis fantasmas me persiguen sin descanso"
"tengo miedo de ser asaltado/a en las calles"
"mi pareja me dejó y me siento desolado/a"

La fuente de bienestar, seguridad e integridad personal está al alcance de toda persona. Cuando preguntamos ¿cómo cambiar las emociones?, cuando siento esas emociones negativas, es porque me he desconectado de la fuente.
Es verdad que cualquiera que no ha vivido el desgarre de la depresión, el pánico o la tristeza profunda, parece que habla muy a la ligera de este tema. Sólo el conocimiento profesional y científico de esta realidad nos permite avanzar en esta técnica.
Es difícil que los demás le hablemos a las personas que le parece que se encuentran en el abismo con la naturalidad que precisan ya que los demás estamos a otro nivel de la cima de la montaña. (Valga la metáfora) Los passos para la mejora se darán de forma gradual, muy poco a poco se aprenderá a manejar las emociones.
Rescatando la conexión
Pongamos un ejemplo: Si le preguntaremos a un rescatador profesional qué haría para sacarte si estás perdido/a en las profundidades del bosque. Y en un proceso de varias semanas la persona comienza afrontar y a superar su situación:
El Rescatador diría: “Lo primero es determinar adónde está y en qué condiciones. Lo segundo es adónde quiere llegar. Con esos datos, ya tendremos una ruta básica. No interesa cómo llegó allí.”
Su estado es de profunda tristeza. Podremos apoyarlo/a y guiarlo/a de varias maneras, pero deberá salir por sus propios medios, pues nadie puede hacerlo por él/ella. Quiere llegar a la cumbre, pero desde donde está, esa cumbre no se distingue aún.
Rescatador: “Comprendo. Al menos sabemos que deberá dirigirse en dirección Este sin perder más tiempo.”
¿Me puedo quejar?
Ante este estado de cosas las personas que están en un estado emocional negativo quieren partir del porqué se encuentran así y con frecuencia dicen: “Pero creo que es importante que sepan por qué estoy aquí. Con esa explicación, al menos me darán la razón.” “ Tengo razones poderosas para sentirme así y deben entenderme”
Es posible que tenga toda la razón, pero eso no será de ninguna ayuda para aprender cómo cambiar las emociones que siente esa persona. Mientras más se dediques a encontrar razones de por qué está así, más se hundirá en la espesura.
El Rescatador le diría: "No interesa cómo llegaste al lugar donde te encuentras sino cómo salir. ¿Quieres salir de allí?"
Y la persona con sus emociones encontradas dice la mayoría de las veces: “Pero es que si supieran lo que he vivido, comprenderían...”
El Rescatador también saca sus propias conclusiones: “Ella no quiere salir de allí.”
La persona en cuestión al fín reacciona para poder trabajar su salida de este estado de ánimo: “Bueno, bueno, está bien. La verdad es que sí quiero salir de este infierno. ¿Qué hago para aprender a cambiar las emociones?”
Encontrar el camino que señala la brújula
El Rescatador le dice: “Dirígete hacia donde sale el sol. Está amaneciendo y verás una parte que es más luminosa. Si de camino encuentras grandes obstáculos, esquívalos pero retoma el rumbo.”
Lo que significa claramente: Que debes elegir desde ya que nada hay más importante que sentirte bien o al menos mejor que antes. Si te encuentras algún obstáculo, busca cualquier pensamiento que te haga sentir un poco mejor que antes, que te libere un tanto, que te construya un poquito. Siempre con la dirección clara de cambiar de emociones y llegar a un lugar que te haga sentir mejor.
La persona con estos sentimientos dice: “Apenas empiezo a caminar siento miedo, pero eso se siente mejor que la tristeza de donde vengo.”
Y eso ya significa que hemos conseguido un avance, que estamos subiendo por la llamada escalera emocional
La persona en cuestión manifiesta su inseguridad en el nuevo proceso: “Me preocupa lo que va a pasar conmigo. ¿Qué va a ser de mí? Me molesta que la gente opine respecto a mi vida. No veo un futuro prometedor. No sé cómo cambiar las emociones”
Eso ya es un paso…es un signo de que la persona se siente mejor…
Y nos vuelve a decir: “Sí claro, pero no me quiero quedar aquí. Yo quisiera vivir una vida con un mínimo de tranquilidad. Quisiera llegar a sentir que tengo derecho a sentirme bien. Diablos, yo también tengo derecho.”
Ya se ve como la persona ha cambiado sus emociones y quiere mantener ese cambio.
Sustituir y reformular
Primero se elije una dirección clara, y luego se van manejando tus pensamientos, siempre determinado/a a atravesar la maraña.
Las personas que han recibido ayuda perciben su proceso de la siguiente forma : “Si, primero estuve muy pegada con la justificación.”
En ese momento tuviste que sustituir: desapegarte de una línea de pensamiento para alinearte con otra. Después de eso, reformular tu pensamiento ya fue cada vez más fácil.
Ver hacia atrás
Dicen estas personas: “Fácil dices tú. Si supieras lo duros que fueron esos momentos de desesperación...”
Estamos con la intención de aprender cómo cambiar las emociones ¿En qué dirección le lleva eso que acaba de decir?
Y vuelven a decir: “Huy, horroroso. Iba a lamentarme de nuevo y sentir lástima de mí mismo/a. Corrijo: Acabo de completar una travesía dura, pero me siento tan bien de estar aquí, que me parece que todo ese esfuerzo ha sido válido.”
Eso está mucho mejor. Acaba de reformular muy bien. Así es como aprendes cómo cambiar las emociones. Ahora, todavía le daba mucha importancia a “de dónde vienes”. Las personas a veces se estancan en etapas anteriores.
En este momento, lo importante es preguntarte: ¿adónde quieres ir?
Frecuentemente dicen: “Ahora que ya sé cómo cambiar las emociones, quiero mantenerme siempre de este lado constructivo. Quiero afianzarme en mi propio valor y sentir más fuerza para alcanzar una vida cada vez más satisfactoria.”
Eso está ya en el buen camino.
Enchufando
Cuando haces tu elección de que lo más importante es sentirte un poco mejor con cada pensamiento que permites en tu mente...
...que la única opción en la que te vas a enfocar es la actitud de construirte con cada paso que das...
...sin ver hacia atrás, sino sólo hacia donde quieres ir...
...te estás conectando con “lo mejor de ti”...
...con todo lo que te lleve en la dirección de tu esencia...
…con todas tus potencialidades como persona…

Como manejar las distintas emociones :
Disgusto/Aversión
Aunque generalmente no se relaciona el disgusto con acciones positivas, si lo canalizamos apropiadamente, el disgusto puede estimularnos a cambiar nuestras vidas.
La persona que se siente disgustada ha alcanzado un punto en el que no hay vuelta atrás. Su tolerancia alcanzó el límite, y no se contenta con algo menos que un cambio, un cambio para mejor.
Generalmente empleamos el disgusto de manera productiva cuando llegamos al punto en el que sentimos que "¡Ya es suficiente!", y entonces decidimos que queremos un estilo de vida más gratificante.
Decisión
Generalmente esperamos a que la vida nos empuje contra la pared para tomar decisiones. Y una vez que alcanzamos este punto, nos toca manejar las emociones contrastantes relacionadas con la toma de decisiones.
Este punto equivale a encontrarse con un distribuidor en una autopista, podemos tener uno, dos tres o hasta cuatro o más diferentes caminos para escoger. De allí lo complejo del proceso de toma de decisiones, y la cantidad de emociones potencialmente conflictivas que nos toca manejar.
Desde el punto de vista de las emociones, tomar decisiones que involucran cambios en nuestras vidas puede ser parecido a una lucha interior por la supremacía de nuestra mente. Y las decisiones resultantes, tímidas o arriesgadas, maduradas o impulsivas, pueden establecer el curso de acción, o cegarlo.
En el proceso de toma de decisiones, lo importante es aventurarnos por algunas de las opciones que se nos presentan disponibles. Es mucho mejor tomar una mala decisión ahora que puede mejorarse o corregirse después, que quedarse paralizado en la intersección.
A cada uno de nosotros nos toca, llegado el momento de decidir, confrontar nuestro torbellino de emociones, y sortear nuestros sentimientos para conectarnos con la motivación.

Motivación
Con respecto de la motivación es importante recordar que es un poder interno que puede ser estimulado por factores externos.
Otra persona, o cosa, no puede motivarle, lo más que puede hacer es estimularle, y desde ese estimulo, usted puede conectarse con su motivación interna.
Comprendido esto, es fácil entender que casi cualquier cosa puede servirnos como estimulo para conectar con nuestra motivación si estamos preparados y dispuestos a recibirlo.
Una canción que evoque recuerdos, una película que haga volar la imaginación, una conversación que nos rete, una confrontación en el tráfico que nos haga cuestionarnos, un artículo que nos inspire, un libro que nos haga reflexionar, cualquiera de estos puede ser un estimulo que nos conecte con el mecanismo interno que nos motive a decir "¡Lo quiero Ya! Y a actuar en consecuencia para lograrlo.
Mientras encontramos ese botón interno que encienda la motivación pura, démosle la Bienvenida en nuestras vidas a cada experiencia positiva que podamos experimentar.
Si erigimos una pared para protegernos, esa misma pared nos alejará de las experiencias enriquecedoras que la vida tiene para ofrecernos. Permita que la vida le toque, el próximo roce puede ser el que le estimule a cambiar su vida para mejor tomando una resolución.
Resolución
Cuando logramos una resolución, resolvemos de manera definitiva cualquier conflicto que pudiera existir antes, y sentimos el poder de lograr lo que nos proponemos.
Lograr una resolución es el desenlace natural del proceso que plantea este articulo. Desde la resolución nos conectamos con nuestro poder interno, y entonces sentimos que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos.
Nos sentimos poderosos, sentimos que cualquier cosa está a nuestro alcance, y reconocemos nuestros recursos (principalmente internos) con que contamos para hacerlo realidad.
Cuando alguien está realmente resulto de lograr lo que se propone, nada puede detenerlo. Y eso es debido a que una persona que ha logrado una resolución, paralelamente se ha prometido a si misma que nunca se rendirá hasta lograr lo que ha resuelto alcanzar. Ese es el poder de conectarnos con nuestro ser interno.
Resultados
Al canalizar apropiadamente nuestras energías, nos colocamos en la ventajosa posición de emplearlas para nuestro provecho, explotando su potencial a nuestro favor, mientras avanzamos hacia la vida que deseamos y merecemos vivir.
A medida que avanzamos y surge la pregunta ¿Cuánto tiempo voy a dedicarme a hacer realidad mis sueños?, la mejor respuesta que podemos dar es "¡Tanto como sea necesario!"

Un ejemplo divertido de emociones.... el futbol como ejemplo de las emociones





miércoles, 14 de marzo de 2007

La Adolescencia y sus problemas



Todas las personas tienen opinión sobre la adoslescencia porque todas hemos pasado por ella y directamente hemos conocido sus cambios o bien hemos sido testigos directos de la evolución de nuestros/as hijos/as o nos enfrentamos en poco tiempo a esa etapa con ellos/as.
En la web http://es.wikipedia.org/wiki/Adolescencia encontramos la siguiente definición de la ADOSLECENCIA: "La adolescencia es la etapa que supone la transición entre la infancia y la edad adulta. Este periodo de la vida se identifica con cambios dramáticos en el cuerpo y la psicología.
A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada (a los 9 años en las niñas y 11 en los niños aproximadamente) debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues ésta está más relacionada con la maduración de la psiquis del individuo y depende de factores psico-sociales más complejos.
La adolescencia es un fenómeno cultural y social y por lo tanto sus límites no se asocian fácilmente a características físicas. La palabra deriva del significado latino del verbo adolescere "crecer"[1]. El tiempo se identifica con cambios dramáticos ocurridos en el cuerpo, junto con progresos en la psicología y la carrera académica de una persona. En el inicio de la adolescencia, los niños terminan la escuela primaria y se incorporan generalmente la educación secundaria, tal como la escuela media.
La mayoría de las culturas consideran que la gente se convierte en adulto en variadas edades de los años adolescentes. Por ejemplo, la tradición judía considera que los varones son miembros de la comunidad adulta a la edad de 13 años y de las chicas a la edad de 12, y esta transición se celebra en el Bat Mitzvah para las muchachas, y el Bar Mitzvah para los muchachos. Generalmente, hay una edad formal de la mayoría en que los adolescentes se hacen formalmente adultos. Por ejemplo, la celebración de Japón de esto se llama seijin shiki (la "venida de la edad")."
Esta introducción os sirve para adentrarnos en este difícil mundo de la adolescencia.

La adolescencia es esencialmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares.
Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes de identidad y de una clara definición, que ya no son totalmente niños, pero tampoco son adultos, son una especie de híbrido, con rasgos de adulto y resabios de niño.
La evolución que los muchachos viven en esa etapa, los hace entrar en crisis, pues se encuentran en la búsqueda de su propia identidad, en el proceso de configurar su personalidad.

Características de la adolescencia
Época de cambios
: En este período el muchacho o la muchacha comienzan a constatar cambios en su cuerpo, en su estado de ánimo, en su sensibilidad y no saben cómo manejarlos. Sienten nuevas tendencias instintivas y aún no tienen una capacidad de razonarlas, ni un equilibrio temperamental para afrontarlas con madurez.
Época de búsqueda y autoafirmación de sí mismos: El adolescente rechaza todo lo que recibió en la niñez porque él quiere construirse un mundo por sí solo, hecho todo por él. Por eso rechaza hasta los valores que recibió en su familia. Busca nuevas amistades y adquiere una cierta actitud de rebeldía y de crítica ante todo, partiendo esto, de su deseo de autoafirmación.
Época de formación de la personalidad: Es en esta etapa cuando, salvo alguna fuerte influencia posterior, queda ya formado el carácter y fijada la personalidad. El muchacho se hace colérico, flemático, sanguíneo, como temperamento dominante para siempre.
Época de inseguridad personal: Los cambios de este período, su anhelo, convertido a veces en verdadera obsesión, por construirse su mundo, llevan al adolescente a experimentar una fuerte inseguridad e incertidumbre ante el futuro de la que quiere salir por sí solo. Sin embargo, es cuando más afecto necesita. Es el momento en que las adolescentes se pasan mucho tiempo solas llorando o huyen absolutamente de la soledad. Las reacciones pueden ser contradictorias, pero siempre son objetivamente exageradas.
Igual sucede con los muchachos, que se hacen extrovertidos o introvertidos de forma exagerada, poco equilibrada. En los dos sexos aparece muy fuerte la búsqueda de afectos, de amistades íntimas y completas que compartan con ellos lo que no son capaces de decir a otros, precisamente por su inseguridad, porque se imaginan una reacción negativa.
Época de formación de principios y convicciones: Según los expertos psicólogos, el niño de aproximadamente 11 a 13 años forma su gramática de valores en la que comienza a comprender el significado de lo que serán los grandes principios que regirán su vida. Después, en la adolescencia, fija definitivamente (salvo algún suceso grave que impacte en su vida) la jerarquía de valores, las convicciones que guiarán todo su comportamiento consciente y libre. Esto significa que estamos ante una época fundamental en la formación de la opción moral del futuro hombre o de la futura mujer.
Consejos para padres de hijos adolescentes ¿Cómo educar adolescentes?
- Comunicación

Se han hecho estudios muy interesantes preguntando a los padres como es la comunicación con sus hiojos y casi todos han respondido que muy buena. Pero cuando se les pregunmta a los adolescentes la mayoría contestan que no es buena y otros decían que era buena, pero luego daban alguna explicación o aclaración que hacía ver que realmente no era tan buena.
Dicen muchos adolescentes, por ejemplo: es buena, pero no me escuchan; es buena, pero no se interesan por mis cosas; es buena, pero no tienen tiempo para mí; es buena, pero no puedo hablar a solas con ellos; es buena, pero todo lo que les digo lo consideran sin importancia. Muy pocos responden en los distintos estudios que la comunicación con sus papás era buena, sin peros.
Este es el punto fundamental, no se puede educar si no hay una correcta comunicación. Mis mensajes no llegan y los de mis hijos no me llegan a mí. Se acaba por no conocer al hijo y de ahí nace el problema de no saber cómo afrontar los problemas. Algunas cosas deben quedar claras: no se trata de ceder en todo, sino de dar razones de las decisiones de los padres/madres. Esa es la clave, escuchar al hijo y dar las orientaciones acompañadas de razones.

Nosotros tenemos que buscar una comunicación real, que no se quede sólo en el buenos días, ¿cómo te fue?, sino que nos ayude a conocernos a fondo. No se trata de interrogar al muchacho en forma inquisitoria violando su intimidad, pero sí de hacerme presente en su mundo aprovechando los momentos en que esté más accesible, buscando las ocasiones, yendo a fondo. Se trata de exponer mis orientaciones razonadas, con suavidad, con cariño, con interés, hacer que en cierta forma le necesite y me busque porque yo puedo ayudarle, porque puede confiar en mí.
No hay que olvidar una cosa: en este campo competimos precisamente con los medios de comunicación, expertos en este arte. Decíamos al principio que muchas veces son verdaderos factores de distorsión en la educación de los hijos. Por eso tenemos que esmerarnos en la comunicación; estamos compitiendo con profesionales de las grandes ligas para vender, seguramente, un mensaje distinto.
- Jerarquía de valores: Cuántas veces oímos a padres de familia que motivan a sus hijos para que estudien diciéndoles cosas como: estudia para que puedas ganar dinero o haz esto bien y te doy diez pesos. Uno pensaría que es un gran padre de familia porque da incentivos a su hijo, sin embargo, hay una deformación, estamos dándole una jerarquía de valores errónea. Le estamos diciendo que haga todas las cosas buenas para ganar dinero. Los valores y acciones buenas se vuelven medios útiles y no fines.
Le colocamos el valor del dinero por encima de todo y esto, en la edad en que ellos forman su jerarquía de valores, es prepararlos para luchar en la vida teniendo al dinero sobre lo demás. Y sabemos que por ahí no encontrarán, precisamente, la felicidad, ni formaremos una sociedad donde reine la honradez. Es un ejemplo que, precisamente por ser ejemplo, resulta un poco exagerado, pero hay un fondo de verdad: en los adolescentes hay que ser muy cuidadosos para formar en ellos una jerarquía de valores (generosidad, lealtad, fidelidad, amor) y destacar su importancia y darles así profundos criterios que les van a servir para evaluar la realidad, para construir su vida y su familia con serenidad y felicidad, con honradez.
- Con la cabeza, no con el hígado Una vez vino a verme un matrimonio que estaba muy preocupado por la educación de su hijo. Los dos empezaron a descubrir echándose mutuamente la culpa de los problemas que padecía su hijo. Él decía: es que tú le consientes todo. Ella respondió: es que tú educas a tu hijo con el hígado. Lo que aquella señora quería decir es que su marido siempre trataba a su hijo con enfado, le corregía con malos modos y el único diálogo que mantenía con él era a través de los gritos.
No se crean que es un caso raro, desgraciadamente hay muchos padres y madres de familia que educan a su hijo con el hígado porque han perdido ya la batalla y piensan que esta es la única forma de imponerse. Nada más lejos de la realidad. El corregir o reprender en momentos de enojo es contraproducente y sólo produce rebeldía y cerrazón en los adolescentes.
Simplemente es el método más eficaz para que no te hagan caso y pierdas todo el ascendiente sobre él. Se dice con mucha sabiduría: el que se enoja, pierde. Estar enojado puede ser normal, pero afrontar en esos momentos a tu hijo y querer educarlo es inadecuado. En los momentos de enojo hay que saber esperar, pero siempre es más sano no enojarse. Este punto puede parecer superficial, pero es la mayor queja que presentan los adolescentes hacia sus padres.

Consejos para afrontar los problemas de la adolescencia
A veces nos encontramos con situaciones con los adolescentes de las que no sabemos salir. es conveniente por tanto y es una buena ocasión para "reconvertir" la situación y aprovechar las crisis para crecer personalmente. Entonces, ¿Cómo pueden los padres ayudar a que sus hijos pasen por esa "transición", de tal manera que se renueven y crezcan, en vez de que salgan del proceso deteriorados, sin retos que enfrentar y desilusionados?


  1. Orientarlos para que aprendan y saquen provecho de sus errores. En lugar de someterlos a interrogatorios policiacos que lo único que consiguen es hartarlos, conviene preguntarles ¿por qué crees que falló?, ¿qué crees que convendría haber hecho?.


  2. En lugar de darles "recetas", dejarlos que asuman responsabilidades y preguntarles ¿qué piensas hacer ahora para resolver esta situación?


  3. Evitar forzarlos a que hagan las cosas "a la manera" de los padres, en vez de tratar de convencerlos, darles oportunidad para que juzguen y experimenten, como por ejemplo, en el caso del vestuario.


  4. Ayudarlos a que descubran lo que es valioso en su persona. Que tomen conciencia de que valen por lo que son, no por lo que traen puesto o por lo que tienen.


  5. Darles oportunidad de que vivan sus propias experiencias en situaciones que no implican mayor riesgo. Por ejemplo en el caso del dinero, se les puede asignar una cierta cantidad, para que la administren bajo su propio riesgo.


  6. Hacer que en casa haya "claridad de reglas", que sepan el qué y el por qué, para ayudarlos y formarlos. Que haya límites claros pero razonados, no impuestos, pues eso les da seguridad.


  7. Tener cuidado con lo que los hijos ven y leen, no a base de represión, sino de reflexión. Puede aprovecharse o provocar el ver con ellos un programa de televisión o una película y luego, discutir y evaluar, para ayudarles a formarse un criterio.

Problemas más frecuentes que plantean los adolescentes:

Es conveniente abordar con decisión algunops temas que pueden ser un problema con los adolescentes y no tenerlos como tabúes, tratando de resolver y prevenir los problemas que nos puedan plantear en temas como el sexo,


Sexo
Los dramáticos cambios físicos de la adolescencia pueden llegar a ser muy preocupantes para algunos adolescentes, especialmente para aquellos que son tímidos y que no desean hacer preguntas al respecto. En el otro extremo, las preocupaciones pueden ponerse de manifiesto en forma de presunción excesiva tanto sobre su capacidad sexual como sobre sus experiencias. Más de la mitad de los adolescentes tendrán su primera experiencia sexual completa antes de los 16 años. Hay algunos estudios que hablan que actualmente las primeras relacionesa sexuales completas se tienen entre los 12 y 16 años. Aquellos que comienzan tempranamente con relaciones sexuales tienen un mayor riesgo de embarazos no deseados y de problemas de salud. Los nuevos riesgos para la salud que suponen la infección por HIV y el SIDA constituyen una preocupación adicional. Además, un adolescente puede no estar seguro de su orientación sexual, sobre si es homosexual o no. Esta preocupación puede ser compartida por sus padres.
El apoyo sensible, una guía clara e información exacta acerca de estos diferentes aspectos de la sexualidad son muy apreciados por los adolescentes ya sean procedentes de sus padres, del colegio, del psicologo del Instituto o del colegio, o de una consulta, del médico de cabecera o de los centros de orientación familiar.
La mayoría de los adolescentes son bastante cuidadosos a la hora de la elección de sus parejas. La promiscuidad sexual y la relaciones de riesgo repetitivas sin protección suelen ser signo de la presencia de problemas emocionales subyacentes, aunque también pueden reflejar un estilo de vida al límite , ya que los adolescentes que asumen riesgos en algunos aspectos de su vida tienden a asumirlos en otras facetas de la misma. Ya puesto asumen la filosofia de "de perdidos al rio" y se lanzan sin protección y sin precauciones en las relaciones. El acohol y el consumo de drogas también puede hacer más complejas sus relaciones con fracasos y trastornos ligados a ese abuso de sustancias tóxicas.
Emocionales: La investigación ha puesto de manifiesto que cuatro de cada diez adolescentes en algún momento se han sentido tan tristes que han llorado y han deseado alejarse de todo y de todos. En el transcurso de su adolescencia uno de cada cinco adolescentes piensa que la vida no merece la pena vivirla. Estos frecuentes sentimientos pueden dar lugar a un estado depresivo que puede no ser evidente para los demás. Las ingestas alimenticias excesivas, la somnolencia y las preocupaciones excesivas sobre su apariencia física pueden ser también signos de malestar o disconfort emocional. De forma más obvia, pueden aparecer fobias y ataques de pánico. Los estudios recientes han demostrado que los problemas emocionales del adolescente no suelen ser reconocidos ni siquiera por sus familiares o amigos.




Problemas conductuales
Los adolescentes y sus padres suelen quejarse cada uno de la conducta del otro. Los padres con frecuencia sienten que han perdido cualquier tipo de control o influencia sobre sus hijos. Por su parte, los adolescentes, al mismo tiempo que desean que sus padres sean claros y les suministren una estructura y unos límites, sin embargo, se toman a mal cualquier restricción en sus libertades crecientes y en la capacidad para decidir sobre sí mismos. Los desacuerdos son frecuentes, ya que la persona joven lucha por forjar una identidad independiente. Aunque todo esto es bastante normal, lo cierto es que la situación puede alcanzar un punto en el que los padres realmente pierdan el control, no sabiendo dónde están sus hijos, quiénes son ellos o qué les está pasando. La experiencia sugiere que los adolescentes tienen una mayor probabilidad de tener problemas si sus padres no saben donde están. Por tanto, es importante que ellos permitan a sus padres conocer dónde van, aunque también es recomendable que sus padres se tomen la molestia de preguntar.
Muchos menos frecuentes, los cambios conductuales y del estado de ánimo graduales pueden ser signo de un trastorno psiquiátrico más grave. Aunque son trastornos infrecuentes, la esquizofrenia y la depresión maníaca pueden comenzar en la adolescencia. El aislamiento extremo puede ser un signo de esquizofrenia, aunque pueden existir otras explicaciones para el mismo. Los padres preocupados con estas posibilidades deben ponerse en contacto con el psicologo/a o con su médico de cabecera.



Problemas de alimentación
El sobrepeso es una causa frecuente de infelicidad en los adolescentes. Si son criticados o se ríen de su aspecto físico pueden disgustarse consigo mismos y llegar a deprimirse de forma significativa, estableciéndose un círculo vicioso, ellos hacen poco y comen para sentirse mejor, pero esto sólo hace que el problema del peso empeore.


El hacer dieta puede realmente agravar la situación. Es más importante que se sientan felices consigo mismos estén gordos o delgados. A pesar de que muchos adolescentes hacen dieta, especialmente las mujeres, afortunadamente son muy pocos los que desarrollarán un trastorno de la alimentación del tipo de la bulimia o la anorexia nerviosa. Sin embargo, estos trastornos ocurrirán con mayor probabilidad si los que se someten a una dieta estricta tienen una pobre opinión de sí mismos, se encuentran bajo tensión o han tenido un problema de sobrepeso en la infancia. Analizaremos en otro espacio el problema de la anorexia y la bulimia que necesiutan un capitulo aparte.
Drogas, Pegamentos y Alcohol
La mayoría de los adolescentes no usa drogas, ni inhala pegamento, y la mayoría de los que lo hace no irá más allá de experimentar ocasionalmente con ellos. A pesar de la publicidad sobre otras drogas, el alcohol es la droga que con mayor frecuencia causa problemas a los adolescentes. La posibilidad del uso de cualquier tipo de droga debería ser considerada cuando los padres observen cambios repentinos y graves en la conducta de sus hijos. El cambio cultural en el consumo de sustancias tóxicas que está genetrando el fonómeno llamado del "botellón" está alterando los patrones de condcuta de muchos adolescentes. dedicaremos un espacio especifico a ello.
Abusos
Los abusos sexuales, físicos y emocionales pueden tener lugar en la adolescencia y pueden dar lugar a muchos de los problemas mencionados con anterioridad. Las familias con estos problemas precisan de ayuda especializada de un/a psicologo/a, además de consejo legal ya que muchas de estas conductas constituyen un delito que debe ser denunciado. No es infrecuente que el desconocimiento sea cómplice de la permisividad y que la ayuda en este orden de cosas resulte tardía.




martes, 27 de febrero de 2007

Evolución de la Pareja (IV y final): La ruptura....y su superación

Acabamos la serie que iniciamos de la pareja, de su evolución, de los modelos de pareja, de sus etapas, de los celos, del papel de la pasión, del enamoramiento, de los hijos....y ahora finalizamos esta serie tan comentada por muchos y muchas de vosotros sobre la pareja. Lo hacemos con un aspecto que muchas veces se torna en el más doloroso para la pareja: LA RUPTURA.
El 45% de las parejas termina en divorcio, y de ellas, una de cada tres lo hace en el período vacacional, donde se produce una convivencia intensiva.
El dolor emocional por la pérdida (sobre todo en uno de los cónyuges) se mezcla con muchos factores que vamos a tratar de analizar para ayudar a superarlos.
Generalmente, las rupturas de pareja conllevan una serie de características muy concretas que se pueden asemejar a la pérdida de un ser querido. Los sentimientos y emociones van a ser muy parecidos, al igual que las circunstancias que la rodearán. Muchas personas han vivido esta pérdida y saben el dolor que esto significa.
El grado de intensidad con el que se vive una ruptura va a depender del apego y de las circunstancias que la ocasionan. Probablemente, no se vivirá igual una ruptura inesperada, una de mutuo acuerdo o una prevista desde hace tiempo.Las personas implicadas en todas ellas se encontrarán en distintos momentos del duelo que deberán realizar para superar la pérdida.

FASES EN LA RUPTURA: Aprender a identificar el momento de nuestra ruptura para superarla

Primera fase: La pérdida
Una vez llevado a cabo la ruptura aparece el duelo por la pérdida de un ser querido. Cada persona lo valorará de diferente manera: unos rehacen su vida enseguida y otros mantienen un duelo durante meses, incluso años, sin llegar a solucionar el problema.
En los primeros momentos de la ruptura se vivirá en gran medida toda la parte emocional: llanto, pena, preocupación, preguntas sobre el porqué de la situación, rememoración de momentos pasados, culpabilidades, etc. Es una fase de rebeldía y de lucha por superar la situación, intentando rehacerla, generando rencor hacia la otra persona, imágenes de situaciones desagradables vividas...etc. Es una fase en la que se necesita hablar con los apoyos de cada uno, con la gente que a una/o la quiere, que necesita exteriorizar esa pérdida..., vivir la pena...exteriorizarla, saber que todo pasa y que el tiempo todo lo curará. es necesario tener paciencia y no negar los sentimientos de esta fase , para poder cerrar la herida que ahora está abierta y que no se cierre en falso. Si es necesario obtener la ayuda de un profesional de la psicología porque cuesta superar el momento, no se retraiga, hagaló y se sentirá mejor. Hay muy buenos especialistas que le podrán ayudar a superar esta delicada fase.
Aquellas parejas que no sean capaces de resolver sus problemas, que no duden en buscar ayuda. El porcentaje de éxito en las terapias de pareja de orientación cognitivo-conductual es alrededor del 75%. No siempre es posible solucionar los conflictos una vez que se ha entrado en un círculo vicioso negativo sin el adecuado asesoramiento y entrenamiento en determinadas habilidades de las que la pareja puede carecer. Aunque hay profesionales que venden su quehacer sin experiencia ni preparación adecuada (a pesar de que hagan psicología clínica no tienen porque ser especialistas en pareja) distingalos de aquellos que si que son especialistas acreditados con trabajos e investigaciones en terapia de pareja.
Ataques de culpabilidad
Las emociones más fáciles y comunes de sentir en esta situación son los ataques de culpabilidad o responsabilidad ante lo sucedido. Es muy común pasar noches enteras pensando qué es lo que hemos hecho mal, porqué nos salió mal, porqué hemos fracasado. Echarnos la culpa de lo sucedido no soluciona tu situación, así es que deja de hacerlo, sentirse culpable no sirve para nada, incluso cuando lo seamos. La culpabilidad es un sentimiento que paraliza a la persona y que no la deja evolucionar en su duelo y pasar página.Intenta centrarte en tus nuevos objetivos e ideales y deja de lado remordimientos y culpabilidades, será la única forma de estar bien contigo misma. Ten en cuenta que una pareja se rompe porque los dos se han equivocado en algo. A veces el rol de victima nos hace creer que es el otro el que nos abandona y el que se equivoca, así seguiremos llorando porque él no cambia eternamente. Echar la culpa a los demás tampoco nos ayudará. Tu función ahora es aceptar tu nueva situación y vivir con ella todo lo feliz que puedas.
Segunda fase: La más delicada para abordar el futuro
Una vez superada esta primera fase, la persona empieza a aceptar lo sucedido y, poco a poco, se va acondicionando a su nueva situación. La aceptación de la realidad se irá abriendo paso poco a poco (aunque a veces se vuelva temporalmente a la etapa anterior).
En esta fase de superación de la ruptura, aparecen muchos sentimientos conflictivos y contradictorios y es difícil decantarse por una actitud coherente.A veces nos apetece volver con la pareja y le echamos de menos y otras veces nos da rabia que nos trate mal o nos haya echo lo que sea. Aquí entrarán en escena nuevas preocupaciones, como las pérdidas económicas, materiales, de propiedades, etc.. Entrarán en escena la situación de la custodia de los/as hijos/as. Muchas parejas acaban haciendo de éste tema el conflicto clave posterior a su separación utilizando a los hijos en sus enfrentamientos. Aconsejados por "profesionales de la desesperanza" (que hacen del divorcio y del litigio su principal labor profesional) se embarcan en una batalla legal que genera también multitud de daños, en primer lugar, a los hijos/as y posteriormente a la pareja rota que va destruyendo puentes que serán muy dificiles de reconstruir. Por eso nuestro consejo es que huyan de estos profesionales que se aprovechan del mal momento de ambos para poner tierra y muros entre ambos en un momento que se necesita muchas dosis de diálogo y comprensión. Debemos confiar en un profesional que facilite el acuerdo y la mediación. Los servicios de mediación existentes ayudarán, sin duda, a mejorar estas situaciones asesorados por psicólogos/as, trabajadores/as sociales, y abogados/as especialistas en mediación. Busque estos profesionales si su situación es complicada en cuanto a un posible acuerdo. Saber distinguir a los profesionales que intentan sacar partido a una dolorosa situación de los que promueven un acuerdo y una solución satisfactoria para ambos (teniendo en cuenta las pérdidas es algo fundamental) . Por otro lado, toda la parte social que a menudo rodea a las parejas. Los dos miembros verán reducido su círculo de amistades, ya que gran parte de éste resultaba ideal para una pareja, pero no para una persona sola. Es la fase que algunos han dado en llamar la fase del "Reparto del desamor". La familia y los amigos son esta fase dos puntos de apoyo muy importantes. Aqui aparecen situaciones rocambolescas como amigos/as que toman partido sin pedirselo por uno de los conyuges, dejando al otro como "castigado" sin mantener relación con él o alejado de sus afectos. parece si como se comportaran como aficionados de un partido de futbol que toman partido por un equipo, aunque nadie se lo haya pedido y sepan que esto puede dilapidar muchas posibilidades futuras de comunicación de los ya exconyuges, como mediadores en situaciones de tensión. La gente que actúa así demuestra la falsedad sobre la que basaban sus relaciones, al no saber estar en su sitio en un momento muy delicado para los dos. A veces la mezquindad en esa actitud provoca mayor irritación y dificultades. Una postura equidistante de las posturas encontradas de los cónyuges ayudará enormemente en el futuro, para la reconstrucción de muchos aspectos que luego se tornarán necesarios ( hijos, trabajo, etc.) Sucede en muchas ocasiones en las dos partes.
La copmunicación de la ruptura y de los acuerdos que la pareja ha tomado para abordarlos debería hacerse de forma conjunta ante las personas queridas, sin buscar un culpable, sin resentimientos y con la franqueza que cada caso requiere. A los hijos es fundamental comunicarlo de forma conjunta y serena, haciendoles ver que minimizamos los riesgos de pérdidas en una situación dificil para todos. La filosofía debería ser la de minimizar los daños de la separación.

Tarde o temprano llega el divorcio legal y hay que firmar los papeles, es el momento de enfrentarse a una situación que en muchos casos se ha dejado aparcada y sin solución. Aparecerán muchas dudas al respecto y se sufrirá un duelo por la pérdida de esa relación o de esa pareja. Hasta que no se elabora este duelo no se superará la ruptura al 100 %. A pesar de que muchas parejas rehacen sus vidas en el tiempo en el que esperan el divorcio legal, el momento de la firma de papeles remueve muchas experiencias y recuerdos y resultará duro para ambas partes, más aún si es un divorcio sin acuerdo y uno de los miembros no desea la separación. Será el sufridor y ejercerá el papel de victima lo cual le aportará una negatividad y una actitud poco resolutiva a la hora de encauzar su nueva vida.
Hay personas que deciden volver a intentarlo a pesar de los pesares porque creen que les compensa y que realmente su vida es mucho más satisfactoria con su pareja. Puede que en los momentos malos, seamos tan extremistas que no seamos capaces de valorar los puntos buenos de nuestra relación y nos dejemos llevar por el negativismo, todo es malo y no vemos más allá. Cuando lo hemos perdido y lo vemos desde fuera , a veces nos damos cuenta de que no era tan malo, y de que esas cosas que nos resultaban insoportables o esos cambios que nos demandaban pueden ser viables y no nos suponen tanto costo. Sobre todo si tenemos una tendencia ansiosa y obsesiva, podemos caer en el error de centralizarnos en una idea negativa y a partir de ella exagerar una situación con la consiguiente ruptura de la relación.
Una vez superada la fase de duelo, estas preparada para decidir si tu meta es conseguir volver con tu pareja o seguir adelante sola. Si decides lo primero , tendrás que prepararte en algunos aspectos que probablemente se hayan visto mermados debido a la separación traumática que viviste. Necesitarás un tiempo de preparación antes de enfrentarte a tu pareja y proponerle un cambio.
  • En primer lugar, deberás reforzar la seguridad en ti misma/o, recuerda que puede que hayas sido tú el/la responsable de la ruptura, o la que te ha tocado asumir ese rol, con lo cual, los acercamientos hacia tu pareja estarán llenos de recriminaciones, acusaciones, críticas, etc. ¿Y estás preparada emocionalmente para ello? ¿Podrás defender tus intereses sin entrar en ese juego de victimismo y acusación? Emocionalmente tienes que estar muy fuerte, para poder transmitirlo a la otra persona y que confíe en ti. Si tú decidiste romper, el otro no creerá en tu nueva decisión, te acusará de “veleta” y su primer impulso será la negación. Necesitas estar preparada para ello, no puedes sufrir un bajón emocional cada vez que tengas un contacto con él. La fórmula será tener preparados algunos truquillos para cuando vayáis a veros:
  • Repite tu punto de vista una y otra vez.
  • Explícale tu propósito desde un principio pero solo una vez .
  • No te justifiques todo el tiempo, darás muestras de debilidad.
  • Defiende tu postura y ante los ataques elude la conversación, salte por la tangente , habla de otra cosa no le dés juego.
  • Préstale atención y cariño cuando te trate bien y habléis cordialmente, no lo hagas si te ataca.
  • Exprésale tus sentimientos en positivo y asume tus errores, se sentirá reconfortado/a.


¿Tienes miedo a estar sola/o? Otros de los puntos que debes tener en cuenta son tus necesidades . Tendrás que valorar cual es el motivo que te hace querer volver puede que la necesidad de protección o de cariño te lleve a hacer algo que realmente no tiene razón de ser. ¿Tienes miedo a estar sola/o? ¿Quieres cubrir un vacío? Si esto es así, recuerda todo lo malo de la relación y comprueba si te merece la pena intentarlo de nuevo solo por miedo. El miedo se supera y podrás aprender a vivir sola. Tu pareja necesitará un tiempo prudencial para que comience a reaccionar. En ese tiempo serás víctima de acusaciones , negativas, momentos buenos y malos. Si estás centrada en tu objetivo global podrás sobrellevarlo mejor.
  • Dale tiempo: No te focalices en la conversación de ayer que fue tan traumática y acusatoria y valora el progreso que estás realizando en su conjunto. Si te centras en los pequeños detalles tendrás momentos de euforia y de abatimiento. Céntrate en lo general y te mantendrás en un término medio. Tendrás que darle tiempo para que reaccione y es importante que te pongas en su lugar. Está muy bien defender tus intereses por encima de todo, pero el otro también necesita ser escuchado y valorado, también quiere cubrir sus intereses. Ten en cuenta que tú tomas la decisión de volver por ti misma/o y que el otro se encuentra con una decisión que no procede de él. Ponte en su lugar y dale tiempo, no le presiones. Las prisas son malas para todo. Si eres paciente podrás conseguir ser amiga de tu expareja; por supuesto no en los primeros días, cuando estáis más dolidos, pero sí más adelante. Cuando lo hayas conseguido esa amistad puede ser el trampolín para establecer una buena comunicación , hablar de vuestras cosas y poco a poco volver a involucraros el uno con el otro. Sabes que el resultado no depende solo de ti, así es que necesitarás un tiempo prudencial para cambiar de objetivo si fuera necesario. Si no lo consigues, cambia de rumbo. Puede ser que tu pareja no tenga tantas ganas de volver contigo, puede ser que su miedo no le deje estar bien a pesar de que os queráis; a veces el amor no es suficiente, puede ser que exista otra persona, etc... No luches contra viento y marea porque acabarás destrozada emocionalmente y enganchada a una dependencia que no te ayudará a progresar, empieza a reforzar tus puntos fuertes y tu autoestima para poder proponerte un cambio de rumbo. No puedes estar eternamente enganchada/o a una persona y a una situación complicada. Date un periodo de tiempo prudencial y si no consigues logros poco a poco tal vez estés equivocada/o y no haya posibilidad de marcha atrás. Es el momento de cambiar el rumbo y mirar para otro sitio. No siempre lo que tu quieres es viable y hay que aceptarlo y seguir viviendo. Otras opciones de vida también pueden ser válidas y gratificantes , no te cierres a nada y sé flexible.
Tercera fase: Emprender una nueva etapa. Ahora llega el momento de la reorganización, en el camino de la recuperación: es la fase del duelo, en la que la persona ya ha aceptado su nueva situación y necesita reorganizar toda su vida para poder seguir adelante.Aparecerán muchos cambios de actividades, de gastos, de tiempo libre, de amistades. Será un trabajo lento pero seguro y que aportará nuevas ilusiones y objetivos. Se puede comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, de cuánto disponemos y qué nos podemos permitir...
CONSEJOS A SEGUIR:
1.-Buscar apoyos externos
Es también el momento de retomar antigüas amistades sin miedo a ser criticados por "interesados”. Muchos de ellos nos agradecerán el nuevo contacto y nos apoyarán. No estará de más pedir perdón si procede.La familia será un punto de apoyo. No te aisles y acude a fiestas y compromisos familiares. Haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte (así, sólo facilitaras las críticas de los demás). Dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quién merece la pena y quién no. No te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti. No dejes que los comentarios te destrozen. Habla con la persona sin vehemencia, con tranquilidad y acalara con ella lo que creas que debes aclarar. Afronta los temas con honestidad, pero no te obsesiones por los dimes y diretes de gente que no merece la pena.


2.-No te hagas la víctimaEs muy fácil, en esta situación, intentar ir de víctima, ya que te sientes solo/a y el centro de todas las miradas. Crees que serás criticado y, probablemente, sea así para muchos, pero hacerte la víctima no solucionará tu problema. Al contrario, lo más probable es que se vuelva en tu contra cuando menos te lo esperes, pues los demás se cansarán de escucharte y de andar a tu alrededor. Lo que en un primer momento hacen para ayudarte, después será algo obligado y te lo reprocharán. Cuanto antes cambies de actitud, mucho mejor. Busca soluciones y sé concluyente: te sentirás mejor contigo mismo y no necesitarás el apoyo de otros.
3.- Cambio de rol
En toda esta dinámica será importante, desde el principio, que aprendas a cambiar el rol con el que has convivido durante el tiempo que has tenido pareja. Todos asumimos en nuestras vidas una serie de roles que desempeñamos y que nos hacen interactuar con el mundo. Sin embargo, estos roles no siempre son permanentes y, a menudo, tenemos que aprender a cambiarlos.Por ejemplo:
· “En un momento, puedo desempeñar el rol de profesor y al mes siguiente, cuando soy despedido, tendré que asumir un nuevo rol, el de obrero, por ejemplo, ya que me han contratado en una fábrica.”
· “Otro rol será el de hijo, aunque éste será inamovible a lo largo de toda la vida porque siempre seré el hijo de…”
Cuando nos enfrentamos a una ruptura, hay que cambiar el rol de esposo/a o novio/a por el de soltero, separado, etc. Si no lo hacemos desde un principio, nos resultará muy complicado reiniciar actividades nuevas que tengan que ver con nuestro nuevo rol. Recuerda que el inicio de dichas nuevas actividades es el camino para la recuperación, y que si no aceptas tu nueva situación, estarás anclado en el pasado y no podrás superar la ruptura. Esto es normal que te ocurra al principio, pero pasado un tiempo, tienes que cambiar de fase y reorganizarte de nuevo. Pierde el miedo, ya lo has hecho otras veces y fuiste capaz: ¿por qué ahora no vas a poder? Ten confianza en ti mismo/a. Una ruptura también es una nueva oportunidad para crecer y conocer cosas nuevas de ti mismo que casi seguro desconocias. te servirá también para comportarte sin ataduras, sin inhibiciones y a avces cuando la relación anterior ha sido muy cerrada para abrirte a otras posibilidades, no sólo de pareja, sino también para tu crecimiento personal.
4.- Iniciar nuevas relacionesUna vez que concluimos la fase de duelo, estaremos preparados para iniciar una vida nueva con todo lo que ello conlleva. ten en cuenta que no es aconsejable enganchar una relación con otra. La llamada relación "liana" (aquella que una persona se engancha de una relación en otra) peuede estar fomentando la dependencia siempre de otra persona para poder superar una determinada situación. Necesitas tu espacio de soledad y de independencia. desde este momento cabe la posibilidad de conocer a alguien nuevo que pueda ser una futura pareja. Aparecerán muchos miedos e inseguridades, son normales. Ten en cuenta que has vivido la experiencia una vez (o más veces, según el caso) y que en cada ocasión ha sido diferente porque las personas que interactuaban eran distintas. Esto es lo que te ayudará a convencerte: por muchas rupturas que hayas podido tener, ninguna ha sido igual, con lo que no sabes cómo va a funcionar esta posible nueva relación. Ve despacio y con prudencia, sin prisas. Acércate poco a poco y ve conociendo a la persona, no te dejes intimidar y ve a tu ritmo. Las aproximaciones cortas y tranquilas te ayudarán a controlar tu miedo y a hacerte a la idea de esta nueva situación. Comprueba en cada cita que todo lo que tú esperabas en negativo no ha ocurrido.Casi nunca ocurre porque eso que esperamos es fruto de nuestro miedo y, generalmente, suele estar muy exagerado, con lo que rara vez suele acontecer.
Lo mejor que puedes hacer antes de embarcarte en una nueva relación es afianzar tu autoestima y la confianza en ti misma/o.Valora tus puntos débiles y los errores cometidos anteriormente y ocúpate de trabajarlos para no volverlo a repetir. Así estarás preparada para iniciar una nueva relación desde cero y con positivismo. No dejes que tus emociones queden ancladas en el pasado y evita frases como “es lo mejor que he tenido”, “que haré ahora sin él/ella” “sola/o no saldré adelante”. Todas son frases negativas y denotan la dependencia que tenías de tu pareja. Pero ¿quien te dice a ti que no hay alguien mejor por ahí esperándote?, ¿ o que sola/o no estarás mejor, más liberada/o?
5.-Nueva pareja
Si ya tenías una nueva pareja, es el momento de plantearos nuevos objetivos en común, ya eres libre para hacer lo que te apetezca, date permiso para disfrutar y no dejes que los fantasmas del pasado te estropeen esta nueva oportunidad. Como hemos dicho antes, podemos comenzar a estudiar, retomar aquello que tanto nos gustaba, iniciar actividades de ocio que nos permitan conocer gente nueva, viajar, disfrutar, en una palabra de la nueva situación. También es el momento de retomar antiguas amistades sin miedo. La familia será un punto de apoyo , no te aísles y acude a fiestas y compromisos familiares, haz de tu ruptura algo natural y no intentes ocultarte, facilitaras así las críticas de los demás; dando la cara, valorarán tu fortaleza. Elige quien merece la pena y quien no, no te dejes influenciar por comentarios de personas que, a pesar de ser familia, no saben nada de ti.
6.- Reglas de oro para evitar conflictos en la convivencia:
Muchas parejas buscan en las vacaciones y en los ratos y espacios esporádicos y circustanciales la salida a su crisis y hemos de tener en cuanta que en la maleta también viajan los problemas que creemos aparcados. Por ello hemos de tyener en cuenta las siguientes reglas:
1. Ajustar vuestras expectativas a la realidad tratando de no idealizar el período vacacional, ni otras actividades y no al revés. Para ello debéis revisar las creencias sobre “una situación perfecta o unas vacaciones perfectas”, y criticarlas si es preciso.
2. Planificar de antemano los espacios y actividades comunes, tratando de llegar a acuerdos sobre la realización de actividades que sean gratificantes para ambos. El sacrificarse por el otro no funciona. Hacer “contratos” en los que cada miembro de la pareja sea capaz de buscar la satisfacción del otro sin renunciar a sus necesidades. Se trata de ser hábiles a la hora de negociar, buscando que no haya un vencedor y un perdedor, respetando las preferencias de cada uno.
3. Incluir a los hijos en la planificación de las actividades a realizar, teniendo en cuenta sus preferencias y necesidades, y haciéndoles partícipes de los acuerdos, si tienen edad de participar.
4. Cultivar un clima de tolerancia y comprensión. Para ello es necesario una dosis de flexibilidad. Si te comportas de forma desagradable, aumentará la motivación de tu pareja para comportarse de idéntica forma. Busca tener detalles con él, te lo agradecerá.
5. Buscar momentos para realizar actividades en solitario. No es necesario hacerlo todo juntos, lo importante es la calidad del tiempo compartido y no la cantidad.
6. Realizar un reparto de las tareas que se puedan dar en el tiempo libre (domésticas, cuidado de los hijos, etc.), tratando de buscar un equilibrio.
7. Aprovechar el espacio de estar juntos y las vacaciones para mejorar la comunicación. Recuerda los pilares básicos de la comunicación.
8. Utilizar el sentido del humor, la capacidad para desdramatizar es muy importante en la pareja. Facilita situaciones para reír juntos.
9. Interpretar los conflictos vacacionales o de otro tipo como una oportunidad para aprender.
10. Sobre todo, al final de las vacaciones hay que recordar los momentos agradables por encima de los problemáticos.

7.-Reglas básicas de la comunicación:
*Aprende a controlar tres elementos cuando hables con tu pareja: qué vas a decir, por qué vas a decirlo y cómo vas a decirlo; tratando de que los tres sean coherentes entre sí.
*No hables del pasado para recalcar aspectos negativos del otro. No entres en la espiral de reproches.
*Sé específico/a cuando hagas una petición a tu pareja, no utilices términos como “eres un egoísta” sustitúyelo por “me gustaría que te ocuparas más de los niños”. hay que hacer peticiones de cambio concreto de conducta del otro haciendole ver lo que él también ganará con ello.
  • Procura escuchar sin interrumpir. Conviene recordar que la naturaleza nos ha dotado de dos oidos y una boca: para escuchar más.

  • No emitas juicios de valor. Comprende al otro/a en vez de juzgar.

  • Sé flexible y tolerante con el otro. Olvida tu rigidez.

  • Reconoce cuándo te equivocas y pide disculpas. Eso facilitará la comunicación.

  • Vigila el lenguaje no verbal: gestos, tono de voz, postura, mirada.

    CINCO ACTITUDES QUE AYUDAN A SUPERAR UNA RUPTURA
  • 1. Piense en positivo La etapa que acaba de finalizar ha sido mala, pero no la vida al completo. Cuando la monotonía se rompe, puede ser un buen momento para emprender una serie de proyectos que siempre había deseado hacer. Estos no tienen por qué ser grandes cambios, al menos al principio. En un primer momento, pequeñas modificaciones cotidianas pueden ayudarle a coger gusto por su nueva vida.

  • 2. Renuévese Cambie de look y renueve todo aquello de su casa que le pueda traer malos recuerdos o vibraciones negativas. De lo contrario, pueden hacer que usted no pueda llegar alcanzar el estado mental necesario para dar un giro a su vida. Pero nunca debe intentar olvidar toda su relación anterior, la clave está en superar, no en olvidar. Tampoco es bueno idealizar la relación y conservar cada detalle u objeto que recuerde a la persona amada como reliquia. Córtese el pelo, vaya como siempre quiso ir y nunca lo hizo, pero no sea artificial. Intente verse de nuevo guapo/a o atractivo/a pero sin llegar a ser algo que no se es. No adopte un estilo adolescente para intentar disimular sus canas. La edad que tiene no se debe ocultar ya que el atractivo de una persona no está en su edad sino en su condición. Y sobre todo sepa que el cambio que ha dado es, en primer y último lugar, para usted y no para el sexo opuesto.

  • 3. Busque apoyos Busque ayuda. No trate de pasar el mal trago en soledad. Aunque tampoco es bueno depender de nadie, lo cierto es que para afrontar tanto cambio, es bueno aferrase a personas queridas. Conviene que busque a los amigos y amigas que ya tenía, cuidar sus relaciones y buscar nuevos apoyos. Si lo esta pasando muy mal anímicamente, busque ayuda profesional médica o psicológica. La comida de su madre, el apoyo de sus hermanos, o un café con una amiga pueden ser la solución.

  • 4. Manténgase activo/a Manténgase activo/a tanto físicamente, hacer ejercicio regularmente mejorará su estado anímico y social y siga saliendo con amigos y con la familia. No olvide al ámbito intelectual: mantener su trabajo, involucrarse en proyectos, leer sobre temas que le interesen. Apuntarse a una ONG o a una asociación lúdica de separados o divorciados puede ser una nueva manera de establecer relaciones, sentirse útil y estar activo.
  • 5. Dé tiempo al tiempo Deje pasar el tiempo: el proceso de duelo por una separación tarde entre 6 y 18 meses, no pretenda que su caso sea distinto. No haga cambios muy importantes en su vida de modo repentino. Todos deben ser pequeños pasos. Haga cosas que le resulten placenteras. Escriba una lista de cosas que le gustan y procure hacerlas regularmente.
Todos estos consejos esperamos que le ayude a superar su situación, le sirva para aconsejar a algún amigo/a, le haga ver que todo puede superarse y le ponga en manos de un buen profesional -si es que es necesario-. Le animamos a que nos cuente su caso, que nos envier sus comentarios y que comparta su experiencia de ruptura con nosotros. Le ayudará a más personas y a usted mismo/a compartir sus experiencias.

martes, 6 de febrero de 2007

La Pareja (III) LOS HIJOS Y LA PAREJA



La decisión de tener un hijo
Tener un hijo es la decisión más importante que puede tomar una pareja. Esta decisión puede quedar supeditada para algunas parejas a una serie de factores que les pueden hacer dudar, como es una situación laboral inestable, unas expectativas económicas determinadas o el temor al cambio de vida.Las parejas deben saber cuál es el momento adecuado para tener ese hijo y estar preparadas para los cambios que producirá en sus vidas. Deben hacerse a la idea de que ser padres significa ser los responsables de una nueva vida, que precisa tanto de cuidados físicos como educación, protección, etc. Y que para ello es necesario dedicarle tiempo y paciencia.

Durante el embarazo: La mujer experimenta cambios tanto físicos como emocionales durante el embarazo. El cansancio, la preocupación por la salud del futuro bebé, el temor al parto y el hecho de perder la libertad hacen que se encuentre especialmente sensible y con continuos cambios de humor. Todo ello hace que sea habitual que en este periodo se produzcan tensiones en la pareja que tiene que adaptarse a una nueva situación.El embarazo hace que la pareja modifique determinadas conductas. Conforme avanza el embarazo el cansancio es más acusado en la mujer, por lo que la pareja se verá limitada en cuanto viajes, vida social etc. Las relaciones sexuales también se verán afectadas en la última etapa del embarazo y será necesario adaptarse a los cambios que sufre el cuerpo de la mujer.Por encima de estos cambios, las parejas generalmente lo viven con ilusión y felicidad y en la mayoría de los casos une aún más a la pareja. Ambos comienzan una experiencia nueva, la de ser padres y en torno a ello infinidad de interrogantes, ¿seremos buenos padres?, ¿podremos darle todo lo que necesita?, etc. Todos ellos se irán despejando con el paso del tiempo.


La llegada......Cuando llega un bebé a la pareja todo se transforma. Antes la pareja, a medida que va madurando, pasando a una relación amorosa-amistosa, comienza la búsqueda de un bebé que sea el fruto de la relación. Igualmente las parejas que ya lo tienen buscan también consolidar su unidad familiar con más miembros. Cada uno se vive de forma distinta. Tampoco olvidamos aquellas parejas que por "accidente" han de afrontar una maternidad/paternidad "inesperada".


Ahora vemos 5 cosas más de la pareja y los hijos/as....: 1.El tema central de las conversaciones y de las actividades de la pareja....


2.El equilibrio entre los cuidados y el cultivo del amor y el sexo
3.Cuidemos las relaciones de pareja
4.A modo de ejemplos cotidianos
5.Planifiquemos la nueva situación de la pareja

Una vez llegado, el bebé pasa a constituirse en tema central tanto de las conversaciones de la pareja, de las de familias de cada miembro de la pareja, e incluso del círculo de amistades. Tener hijos (especialmente, el primero) es uno de los acontecimientos más señalados de nuestras vidas, pero no todo es color de rosa.

El bebé también juega un papel de intruso, en un hogar que antes giraba en torno a dos personas que se dedicaban todas las atenciones, que mantenían un protocolo de actuación que comenzaba en una y terminaba en la otra. De esto, de las consecuencias menos agradables de la llegada de los hijos, apenas se habla, es un tema casi tabú (uno de tantos), ya que podría ser entendido por los demás como una falta de aprecio al niño, un egoísmo poco decoroso o una insuficiente asunción del papel de padres. Pero, a pesar de todo, merece la pena hablar sobre ello.

Planificamos minuciosamente lo que necesitará el niño, los recursos económicos y de otro tipo (tiempo, espacio en el hogar, educación) que requerirá, pero no calculamos cuestiones que, antes o después, pueden afectar al equilibrio de nuestra relación de pareja. Saldremos menos con nuestros amigos a cenar, el cine pasará de ser semanal o quincenal a muy esporádico, los momentos románticos se verán reducidos. Y la comunicación personal, las confidencias, las aficiones de cada uno, cederán el paso ante las "apremiantes" necesidades del niño. Y, si no tomamos medidas, acabaremos siendo unos excelentes padres pero unos pésimos amantes. Nuestra relación de pareja comienza a resentirse. Es el principio de las desavenecias y sobre todo el principio del fin de la pasión amorosa. En este momento situan muchas parejas los inicios de sus problemas como pareja.
Remedios
Hemos de buscar tiempo para el hombre y mujer a quien hemos unido nuestras vidas.
Todo cambia con los niños. El hogar, antes territorio de intimidad de la pareja, pasa a ser compartido por una tercera persona.
La cotidianeidad de la pareja se ve afectada. Es frecuente que la madre deje temporalmente su trabajo o reduzca su jornada laboral. Incluso, si contrata a un(a) profesional para que cuide del bebé, normalmente la madre habrá de afrontar el trabajo remunerado y el cuidado del vástago. La estructuración de los tiempos varía. Y la percepción del hombre por la mujer, también. Se pasa de marido a padre y de mujer a madre.

Es importante trabajar con nuestra pareja el compartir las tareas de los cuidados. Es importante compartir todas las responsabilidades y las tareas del hogar, la corresponsabilidad de la pareja. El empeño en compartir no debe ser una tarea o reivindicación de la mujer, sino un compromiso de ambos. Pero en este caso (si cabe aún más) es clave no abdicar en la mujer el cuidado del bebé.
Por otro lado, los cambios horarios y los desvelos nocturnos los marcan las necesidades del recién llegado, con lo cual nuestras costumbres y deseos, tanto personales como de pareja, pasan a segundo lugar. Si antes hablábamos del tiempo, de cosas cotidianas, de amor, de aficiones compartidas o de las preocupaciones del trabajo, ahora, las conversaciones giran en torno al hijo: cómo está, qué ha hecho hoy: si duerme, si come, si sonríe, si abre los ojos, si dice algo.
Cuidemos la relación de pareja.
Y no sólo la vida cotidiana y los diálogos de pareja se pueden deteriorar. Quizá lo que más dañado se vea con la irrupción (y consolidación) de la figura del hijo, es la vida afectiva y los juegos sexuales de los padres, imprescindibles para que todo funcione bien y vivamos a gusto.
Nos debemos a nosotros mismos, al margen de ser buenos padres, el intento de vivir con ilusión, de ser felices en nuestra vida de pareja. Hay tiempo para todo. Incluso con hijos, tenemos bien cerca a una persona (aunque a veces no lo parezca, con su propio mundo interior y unas expectativas personales muy íntimas que desea satisfacer) a la que hemos de conquistar cada día, a la que tenemos que demostrar que merece la pena el proyecto en que se ha embarcado con nosotros. A medida que nosotros seamos más felices afectiva y sexualmente con nuestra pareja haremos más felices a nuestros hijos/as porque irradiaremos esa felicidad.
Los cambios y reajustes de nuestra vida favorecen al niño, no en vano se han realizado en función de él.

SITUACIONES QUE SON FRECUENTES A MODO DE EJEMPLO: De pronto y como sin querer, nos vemos en casa de los suegros o padres cada día de fiesta, comenzamos a dejar de salir los sábados, a diseñar las vacaciones en función de los niños; a abandonar -por impracticables, no hay tiempo ni opción logística-- aficiones que nos llenaban de regocijo, a ver vídeos infantiles o dibujos animados en lugar de nuestros programas favoritos de TV... Porque, "total, ¿qué más da?".
Por su parte, la mujer experimenta cambios físicos y psicológicos que le pueden causar ansiedad. Al unirse a ellos el cansancio y la angustia por hacerlo todo bien y de ser una excelente madre (superwoman), a pesar de que nadie le haya enseñado a serlo, puede surgir en ella una auténtica crisis emocional que el hombre debe detectar y ayudar a superar. Ahora bien, algunos hombres viven asimismo una situación delicada.
Quedan desplazados a un segundo plano, al ser el bebé y la madre quienes monopolizan el centro de atención. Parecen ser los "destronados", por no havber tenido una relación basada en la igualdad. Incluso dentro del nuevo núcleo familiar pasa a ser espectador de los mimos, cuidados y dedicación que normalmente la madre dirige al bebé y de los que hasta entonces él era destinatario exclusivo. También el hombre arrastra un cansancio adicional, pero sin que nadie se lo reconozca. Sin embargo, a él la vida se le ha modificado y precisa de una reubicación.
Los celos encubiertos y no asumidos (hacia el hijo o hija) hacen que el hombre no se encuentre a gusto y canalice a veces esa sensación de abandono estableciendo una relación distante, malhumorada, "sacando punta" a cualquier nadería o centrándose desmesuradamente en su trabajo o en sus amigos. Con lo que la situación termina por complicarse mucho. Y no es fácil solucionar el problema: si bien el hombre ha de plantearse que debe compartir las tareas domésticas no siempre podrá hacerlo de manera que resulte satisfactoria para la mujer. Y viceversa. Es necesario compartir y pactar antes el compartir las tareas y tenerlas asumidas en la cultura de la relación de la pareja.


Planifiquemos la nueva situación en la pareja.
Igual que planeamos y cuidamos la venida del bebé, hagámoslo con la nueva situación que afrontamos los padres para que ambos gocemos por igual de la crianza, educación, sinsabores y placeres que aportará esa persona que ha colado en nuestro hogar.
La clave está en que velemos, ambos, para que el bebé no se inmiscuya entre nosotros. Los hijos nacen, normalmente, del amor que se profesan los miembros de una pareja, pero no forman parte de ella. La pareja debe tener su propia vida, al margen de los hijos.
En los primeros meses de vida, la dedicación y el tiempo que requieren los bebés son abrumadoramente exigentes, apenas queda tiempo para nada más. Pero ello no obsta para que hombre y mujer eviten que se transforme en el motivo único de sus vidas. Debe contribuir a fortalecer los lazos de unión, cristalizados ahora en un nuevo empeño: ser padre y madre. Pero tengamos claro qué somos y quiénes somos el uno para el otro, qué queremos y hacia dónde vamos.
Seguimos siendo una pareja: cada uno ha de comprender y atender al otro. He de seguir siendo un buen compañero-a para mi mujer o marido.
Además, sin amor, afecto y comunicación en la pareja es casi imposible ser buenos padres. Y esta convicción habremos de mantenerla siempre, porque los hijos, también cuando crecen, siguen siendo muy absorbentes. Y nos pueden distraer de una de las finalidades de nuestra vida: hacer feliz a nuestra pareja.
También nosotros necesitamos atenciones
Por mucho que el bebé reclame atenciones y tiempo, y de que casi todo gire en torno a él, reservemos buena parte de nuestras energías a escuchar y a sentir a nuestra pareja.
Hablemos de cómo nos encontramos, qué sentimos, cómo ha transcurrido la jornada. Todos los días, unos minutos para el diálogo sobre nuestras cosas, al margen de la criatura.
Repartamos, según las preferencias y posibilidades de cada uno, las tareas que acarrea el hijo. Su presente y futuro son una responsabilidad que debemos compartir ambos.
Acordemos qué y cómo hacer con nuestro hijo: compartamos, ya desde la cuna, un criterio de educación y de comportamiento ante él o ella.
La criatura "es" de los dos miembros de la pareja. No es "tu hijo", ni "mi hijo", sino "nuestro hijo". Recordémoslo. Nos evitará tensiones, celos y disgustos posteriores.
Al menos una vez por semana, habilitemos el tiempo para dar un paseo o ir al cine, o hacer lo que nos gusta. Emancipémonos del niño, es necesario y conveniente.
Reservemos un momento para la caricia, el beso y el juego sexual con nuestra pareja. Las contraindicaciones tras el parto para el coito sexual, no significa que otros juegos sensuales se supriman. Y, tras la cuarentena, volvamos a la vida sexual normal.
El amor, sustento de la pareja, requiere ser alimentado cada día. Hay que disfrutar de la vida, y amar a nuestro hombre o mujer, también ahora. O, quizá, más que nunca.


LOS/AS HIJOS/AS DE LA OTRA PARTE
Cada vez hay más parejas que tras una ruptura emprenden una nueva relación y se encuentran con un nuevo modelo de familia.
Si comienzas a convivir con un hombre o mujer y sus hijos, es el momento de hacerte algunas preguntas. ¿Estás dispuesta/o a ser fiel a ti misma? ¿O tal vez tu primer impulso es agradar a los demás para conquistarlos desde el comienzo? Cuidado. Estos primeros tiempos son muy importantes, y lo que siembres ahora es lo que cosecharás después. Los niños son capaces de percibir la honestidad y el verdadero cariño, aun desde el principio. Es mejor ser sincera/o, dar lo que salga de tu corazón, y no prometer lo que no puedas cumplir. No importa si su mamá/papa biológica/o era o es de esta o aquella forma. Es importante que todos entiendan, incluida/o tú, que no has venido a reemplazarla/o. Que tú eres tú, y mereces una oportunidad de que te conozcan tal cual eres.
El poder de la vida
Si tú también tienes niños de una anterior relación, quizá sea más sencillo. El vínculo biológico estará allí para recordar siempre cuál es la real situación. Pero esto no quiere decir que debas hacer diferencias en tus cuidados y tu preocupación por su bienestar. En absoluto, sólo reserva algunos detalles y ciertos temas para que sean resueltos por la mamá/papá biológica/o de tus "nuevos amiguitos". Nunca interfieras en esa relación, ya que irías en contra del inmenso poder de la vida. Es muy importante que hables de esto con tu pareja, ya que ambos tienen que establecer algunos puntos de acuerdo. Él/Ella debe mostrarles también cuál es el lugar que te da y que tú tomas.


Aprende de ellos
Si crees que estás ante una empresa en la que no tendrás maestros, estás equivocado/a. Mira cómo los niños son capaces de querer, más allá de cuál sea el título que le pongas al vínculo. Ellos son sinceros y no suelen hacer cálculos. Sólo pretenden ser amados y están dispuestos a brindarse por enteros cuando presienten que el otro es honesto. Por supuesto que no será fácil, y que muchos problemas surgirán a diario. Pero aprende de ellos, que están dispuestos a olvidar pronto el enojo para volver a sonreír. ¡Juégate por entero! Si todos ponen su mejor capital, esta nueva empresa no puede fracasar. No es tan difícil.


CARTA DE UN HIJO/A A SUS PADRES:

"Carta de un hijo a todos los padres del mundo":
No me des todo lo que te pido. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a mí también y yo no quiero hacerlo. No me des siempre órdenes. Si en vez de órdenes a veces me pidieras las cosas yo lo haría más rápido y con más gusto. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo. No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir. Y si me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión. Déjame valerme por mí mismo. Si tú haces todo por mí, yo nunca podré aprender. No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices. Cuando yo hago algo malo, no me exijas que te diga el porqué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé. Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también. No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y seré siempre lo que tú hagas aunque no lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas. Enséñame a amar y a conocer a Dios. No importa si en el colegio me quieren enseñar, porque de nada vale si yo veo que tú ni conoces ni amas a Dios. Cuando te cuente un problema mío no me digas “No tengo tiempo para tonterías” o “eso no tiene importancia”, Trata de comprenderme y ayudarme. Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.






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